- ¿Es ésta la copa de la que habla mi marido? – pregunta Sofonisba al esclavo. El muchacho, un joven de ojos asustados y tez oscura, responde con una afirmación. Sujeta con las dos manos la bandeja sobre la que brilla una copa de plata. Sus manos tiemblan ligeramente, como si estuvieran soportado un peso superior a sus fuerzas. La luz del sol penetra a través de la abertura de la puerta y oscurece aún más la penumbra en el interior de la tienda de cuero. Fuera se oye conversar y discutir a los soldados mientras aplican aceite a sus armas para que no se oxiden. De vez en cuando estallan risotadas y maldiciones, un vozarrón que exige a gritos algo de beber y más risas. La reina Sofonisba permanece en pie, sujetando en la mano el mensaje que le ha enviado su marido.
- Déjala ahí – dice señalando una mesita – y márchate. Di a mi doncella que venga enseguida.
Se sienta en el borde del lecho y se cubre la cara con las manos. Su cabellera negra cae sobre los hombros formando ondas que se mueven, como un mar nocturno, a impulso de sus sollozos. ¡Qué terrible es la guerra! ¡Cómo transforma la existencia en el curso de unas jornadas o unas horas!
Desde que su primer marido declaró la guerra a Roma, el suelo de África está sembrado de muertos. Hace apenas ocho días, los soldados asaltaron y saquearon su palacio. Irrumpieron en sus aposentos, mataron a sus esclavos y violaron a sus criadas antes de degollarlas en una orgía de furor y sangre. A ella y a su vieja nodriza las arrastraron fuera del cuarto y las maniataron. No las salvaron de la muerte por piedad o respeto, sino para exhibirlas como si fueran alimañas en un gran desfile por las calles de Roma.
Cuando le anunciaron que era prisionera del rey Masinisa de Numidia, la reina creyó ver una luz dentro de su desgracia. Cierto que Masinisa era aliado de Roma pero, a la postre, su reino estaba en suelo africano. Al ser conducida ante él, sin atreverse a mirarlo, se arrojó a sus pies.
- Rey Masinisa – le dijo – Sólo soy una mujer y, como ves, no empuño armas ni visto armadura. No he declarado la guerra a nadie; no soy enemiga tuya ni de Roma. Mi único delito es ser la esposa del hombre contra el que estás luchando, y me casé con él porque así lo dispuso mi padre. ¿Ha de pagar una mujer por las acciones de los hombres de su familia? No te pediré clemencia, pero sí te suplico que no me entregues a los romanos ni a sus ritos deshonrosos. Si crees que merezco un castigo, decídelo y aplícalo tú mismo. Y si es la muerte, que sea digna y de acuerdo con nuestras costumbres.
Después de unos instantes eternos, una mano sujetó con suavidad su barbilla y le hizo levantar el rostro. El rey Masinisa la contempló con detenimiento. Se detuvo en sus lágrimas y las siguió mientras se deslizaban por sus mejillas. Le miró la boca, el cabello que la envolvía como una aureola. Se fijó en su cuello y sus pechos, en sus caderas redondas y tiernas. Sus ojos brillaban cuando se encontraron con los de la prisionera.
- Te protegeré, reina Sofonisba – respondió – Soy aliado de Roma, así que sólo convirtiéndote en mi esposa podré salvarte.
¿Qué otra solución se le ofrecía? La reina decidió aceptar. Aún está caliente el lecho sobre el que se consumó su matrimonio y fue escenario de noches ardientes, combates amorosos sazonados con palabras de amor y de pasión, promesas de devoción eterna. Sin embargo, los dos últimos días Masinisa ha estado esquivo. El general romano ha llamado varias veces al rey a su campamento y Sofonisba ha leído preocupación en sus ojos al volver de esas reuniones. Sus caricias no han sido acogidas con la satisfacción de costumbre. A oidos de la reina han llegado rumores preocupantes: los romanos insistían en que ella y su familia eran enemigos encarnizados de Roma y debía ser conducida como prisionera a esa ciudad para que el pueblo romano la juzgase y decidiera su suerte.
El mensaje que acaba de recibir de su marido confirma sus temores. Al oir los pasos de la nodriza, Sofonisba se descubre la cara. Las lágrimas han dejado un rastro enrojecido en sus párpados y sus mejillas.
- ¿Qué tienes, mi reina? – le pregunta la anciana – No me gusta verte triste. ¿Qué pensará tu marido, si lo recibes llorosa?
- Tienes razón, querida mía. No es nada. Prepárame las joyas y la túnica púrpura. Esta tarde quiero estar especialmente bella.
La nodriza no deja de charlar mientras le cepilla el cabello. Le ayuda a colocarse el vestido, ajusta el cinturón a su talle y le calza las sandalias bordadas en oro. Completa el ornato con brazaletes, anillos y un collar de lapislázuli que le cubre todo el pecho. La anciana da un paso atrás para contemplarla. Adora esos ojos almendrados y negros, la suavidad y firmeza de su carne joven, el porte regio de su querida niña. Se acerca de nuevo para arreglarle un piegue de la túnica y se despide con una sonrisa.
Sofonisba se acerca a la mesita y con ambas manos toma de la bandeja la copa de plata. Su marido ha sido claro en su mensaje: muy a su pesar, debe entregarla a Roma. Y ha tenido la gentileza de enviarle una copa de veneno para que se la beba si quiere escapar a esa humillación: la decisión es suya.
- A ti me entrego, muerte – murmura la reina cerrando los ojos – Tu beso es mil veces más leal que las promesas de los hombres.
Mira el brebaje durante unos instantes antes de llevarse la copa a los labios y apurarla. Luego se tiende en el lecho y cubre su hermoso rostro con un velo. Desea que la muerte la despose con la mayor dignidad, como a una novia.
NOTA: La reina Sofonisba murió el año 203 a.C
* y ** Detalle de sarcófago. Museos Capitolinos
*** Detalle de pintura mural. Museos Capitolinos
**** Fragmento de estatua femenina. Museos Capitolinos
...."Sólo soy una mujer y, como ves, no empuño armas ni visto armadura. No he declarado la guerra a nadie; no soy enemiga tuya ni de Roma. Mi único delito es ser la esposa del hombre contra el que estás luchando...."
ResponderEliminarLuego el cruel e injusto final...No era que él la salvaría...???
Qué injusto trato...no,no.no...inaceptable...querida Isabel.... Besos.:)
Isabel, hola!
ResponderEliminar"A decisão da rainha" um bom texto.
Parabéms.
Te deixo com "A MULHER; MULHER LATINA!"
Gracias e hasta siempre.
Un esposo, que ama y le ofrece la eleccion de una muerte digna.
ResponderEliminarLa desicion de la reina, respetable. Trágica.
Como siempre, excelente, Isabel
La muerte, la única que la recibe en su lecho con ladignidad de una reina. Un hombre cobarde la ha cedido a través de una copa.
ResponderEliminarAbrazos muchos!
Una historia muy buena como de costumbre.
ResponderEliminarY acompañada de unas fotografías excelentes.
Un saludo cordial.
Un esposo impuesto por los padres, luego las consecuencias y costumbres que trae una guerra, cuando por fin la reina Sofonisba encontró el amor la vida le da otra mal jugada y ella tiene que decidir entre una muerte digna (para una reina) en aquella época o ser entregada a la humillación
ResponderEliminarIsabel que maravillosa historia, gran descripción que me encanto
Feliz fine
Tu relato es magnífico y conmovedor. Aunque pasó hace tiempo, ¿no te da la impresión que historias como ésta todavía ocurren? Ser prisionera del destino que te marcaron otros y por ello tener que pagar deudas que no son tuyas.
ResponderEliminarUn saludo y un agradecimiento enorme por estas historias tan magníficas.
Una historia muy triste y cruel, como la época, supongo.
ResponderEliminarUn beso diosa.
Hola Isabel. En este relato parece que nadie es del todo libre: sus protagonistas están sujetos a los límites impuestos por las circunstancias. Un poco como en la vida: la libertad absoluta no existe, porque siempre depende de los demás. No estoy segura de que la reina tomara la mejor elección.
ResponderEliminarBesos.
"NO ENCUENTRO FALTA EN MÍ, SALVO SER MUJER, PERO PARECE SER CRIMEN SUFICIENTE"
ResponderEliminarABRAZOS Y FELIZ NAVIDAD
ANDREA
Bien, no pude comentar el anterior porque se me hizo un nudo horroso, y me dije, claro, es porque eres madre. Esta claro que no soy reina y el nudo esta vez es peor. Muchos matarían por emocionar como tu lo haces guapa.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
Me encantan tus historias y su tragedia... tengo que ponerme al día!!! me perdí muchas...
ResponderEliminarIsabel, estupendo relato, como siempre pero el último párrafo es antológico ".../ ... Desea que la muerte la despose con la mayor dignidad, como a una novia". Qué digna manera de aceptar lo inevitable.
ResponderEliminarUn besito.
Hola ferípula, creo que esta historia ilustra cómo eran vistos los romanos por sus enemigos. Sofonisba era hija de un general cartaginés, y la rivalidad entre unos y otros era tremenda. Da pena, pero así fue. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarSaludos, david santos, gracias por su visita y hasta pronto.
Hola maría del norte. Creo que el amor estaba excluido del matrimonio en esa época. Pero podemos decir que había confianza. Besos.
Como siempre vengo a beberme mi copa de arte puro; literatura e imagenes. Creo que nunca reconoci la calidad de las imagenes que acompañan tus escritos. Maravillosa historia de un mundo donde la historia se escribia a punta de espada como pluma y sangre como tinta
ResponderEliminarHola perséfone, también yo creo que Sofonisba eligió morir con dignidad. En cuanto a él... no sé, no me acaba de gustar. Besos.
ResponderEliminarHola kurtz, las fotografías son mías, y las mejoro con ayuda de Picasa. A veces no consigo lo que quiero, pero no me quejo. Saludos cordiales.
Hola alida, creo que en la antiguedad tenían una idea acerca de la muerte diferente de la nuestra. Y, desde luego, soportaban muy mal la humillación. Besitos.
Hola tanhäuser, una de las razones por las que me siento tan fascinada por ese mundo es precisamente el valor que sigue teniendo para comprender el presente. En la sociedad occidental no pasa ya, pero sigue habiendo muchas culturas en las que los matrimonios los conciertan los padres sin tener en cuenta a los contrayentes. Y para qué hablar de los castigos a las mujeres que han sido "deshonradas" por una violación o situaciones semejantes. Y el trato que se da a las mujeres en una guerra... no pararíamos de contar. Cuando se cuenta una de estas historias y nos acercamos a los personajes, podemos ver mejor cuánta brutalidad encierran esas situaciones. Gracias por tu visita y tus palabras. Besos.
ResponderEliminarHola javier, la brutalidad de esta historia se repite casi a diario en nuestros tiempos. No en casa, pero sí muy, muy cerca. Besazos.
Saludos, umla2001, coincido contigo en que no hay una situación de libertad completa. No obstante, siempre hay posibilidad de elección. Yo creo que Sofonisba tomó su decisión sopesando qué era preferible, desde su punto de vista: si una muerte digna o una vida un poco más larga pero sometida a un cautiverio o a humillaciones que se le hacían difíciles de soportar. En cualquier caso, sus contemporáneos y autores posteriores consideraron su muerte como una apuesta por la dignidad. Besitos.
Hola andrea, ser mujer es vivir una vida de alto riesgo. Feliz navidad y hasta pronto.
ResponderEliminarHola miriam g., pienso que la condición necesaria para que cesen las brutalidades es que quienes las cometen puedan ver a sus semejantes como seres humanos. Es lo que trato de hacer en estas historias, por si en algo contribuyo a que todos/as nos comprendamos mejor. Besos, querida amiga.
Hola marga, ahora viene una época un poco desarreglada con las fiestas y todo eso, pero si dispones de tiempo puedes ponerte al día. A partir de enero comenzaré a contar la historia de la reina Dido y Eneas, creo que te gustará. Besos y buenas fiestas.
Hola angelusa, creo que para los antiguos era muy importante la dignidad a la hora de la muerte. Sofonisba no deseaba seguramente que se viera su rostro contraído por el dolor. Hay mucho pudor en ello. Besitos.
Hola pasquín del reino del revés, opino como tú, que entonces se escribía la historia con sangre. Igual que ahora en tantos lugares del mundo. Besotes y hasta pronto.
ResponderEliminarHasta donde se llega por ser digna.
ResponderEliminarTomar decisiones puede ser sencillo pero mantenerse en ellas es lo dificil.
Otra historia que nos regalas.
Gracias.
Abrazotes...
Puff, cuanta dignidad a la hora de morir. Increible.
ResponderEliminar¿Sigue siendo ahora asi?
Abrazos, escritora.
Paso como un rayo a desearte Felices Fiestas y espero poder relajarme con tu lectura en un futuro muy proximo.
ResponderEliminarUn abrazo amiga
Aunque suene cruel mis palabras, entregando a una muerte digna a Sofonisba Massinisa, no rompe su alianza con roma y salva a su pueblo. A veces no se toman las decisiones mas acertadas, pero hay que comprender que el tiempo transcurrido nos da otras opciones de resolver los conflictos que en su momento no se podían ni pensar ni aplicar.
ResponderEliminarMe gusto una vez mas tú historia.
Besos
Un ejemplo de entereza, contado con técnica cinematográfica. Parece que está uno viendo la secuencia del film.
ResponderEliminar¿Cuál es la fuente clásica de la historia?
Ya extrañaba tus lindas historias. Disculpa que me desapareciera por tanto tiempo. Recién he terminado con los absorbentes exámenes y monografías de la maestría.
ResponderEliminarUn gran saludo
Como siempre tus historias nos mantienen al filo y ahí estamos tus lectores al pendiente de la Decisión de la Reina...
ResponderEliminarUn abrazo.
Estimada Isabel:
ResponderEliminarTermino de Leer " El futuro de lo clásico" de Settis y me permito recomendártelo. Creo que encontrarás ideas de tu interés.
un saludos
Passy
bueno, tus escrito siempre tan profundos y basados en la historia, muy bueno todo aunque permíteme que no me pronuncie, eres muy linda en tus escritos.
ResponderEliminarSaludos y besos de marvision
Las promesas de guerreros, políticos o banqueros.... son promesas cargadas de veneno.
ResponderEliminarUn besito.
Hola clarice baricco, cuánta razón tienes. Sobre el papel, todo resulta más sencillo. La dificultad está en ser fiel a una/o misma/o hasta el final. Besos.
ResponderEliminarHola rafael de la reina, hoy muchas personas luchan por conseguir una muerte digna. El concepto ha cambiado, desde luego, pero la aspiración del ser humano creo que no. Besos.
Hola carmen, gracias por tu visita. También yo te deseo lo mejor para estas fiestas y el próximo año. Besos.
Hola ilne, sin duda tus palabras están cargadas de razón. Había muchos intereses en juego, muchos peligros de una parte u otra y no es fácil paran nosotros ponderarlos. No obstante, yo tengo por costumbre, al narrar una historia, colocarme del lado de alguno de los protagonistas, con frecuencia del que percibo más débil. En este caso, quería resaltar la indefensión de esta mujer, aunque cuando las circunstancias fueran complejas. ¿No pudo Masinisa asegurarse con sus aliados que le dieran un trato digno? En el mandarle la copa de veneno se percibe un rasgo de crueldad. Pudo darle la noticia él mismo, pudo hablar con ella sobre el modo de quitarse la vida y acompañarla... en fin. El interés de estas historias es que nos hacen pensar. Besos.
Hola joaquín, gracias por "ver" a Sofonisba. Con cierta frecuencia su muerte fue representada a lo largo de la historia del arte. La fuente es, si no me equivoco, Tito Livio. Y el contexto, una guerra en el norte de África en la que lucharon como aliados Masinisa y Escipión el Africano Mayor contra el rey Sífax. Escipión fué quien insistió a Masinisa en la inconveniencia y la precipitación que había tenido al casarse con una mujer enemiga de Roma. El anterior marido de ella, el rey Sífax, al caer prisionero de Escipión y enterarse de que Sofonisba se había casado con Masinisa, la acusó de ser la instigadora de la guerra contra Roma, seguramente por rabia y celos. Escipión así lo pensaba, pero con todo consideraba que debía ser el pueblo romano quien la juzgara. Por otra parte, la acusación se veía reforzada por el hecho de que Sofonisba era hija de un general cartaginés...Como ves, la historia que he narrado está un poco simplificada en esos detalles, porque de lo contrario habría sido poco menos que imposible contarla en un sólo post. Si te interesa mucho leer la fuente clásica, dímelo y consultaré mis papeles. Besos y hasta pronto.
ResponderEliminarSaludos martín, celebro verte de nuevo por aquí, te añoraba. Espero que hayas concluido tu maestría con éxito y disfrutes a partir de ahora de ello. Besos y hasta pronto.
Hola ixchel, no debio ser una decisión fácil. De todos modos, hubo en la antiguedad - como ahora -muchas mujeres enérgicas. Besos.
Hola passy, muchísimas gracias por tu recomendación. Trataré de comprarlo enseguida. Besos y hasta pronto.
ResponderEliminarHola marvisión, tu siempre dejas color y aroma en tus visitas. Gracias por venir, querida amiga, y hasta pronto.
Hola susy, una frase la tuya muy ingeniosa y cierta. Me alegra que hayas incluido a los banqueros. Besos y hasta pronto.
Una historia fuerte y conmovedora. Un abrazo Isabel.
ResponderEliminarHija de Asdrúbal, nada menos.
ResponderEliminarEste enlace de la Universidad de Valencia parece interesante:
http://www.uv.es/~lemir/Textos/Mujeres/Boc/Sofonisba.html
Fabuloso relato el tuyo, te apludo y te saludo.Besos!
ResponderEliminarMantener la dignidad, el sublime momento en que las palabras abren paso a la silente dama que hace ronda mientras la vida se desvanece. Las mujeres y la tragedia, no podría haber mejor opción para un escritor o un encumbrador de la verdad. Me encantan más y más éstas mujeres de Roma. Y tú querida, siendo cuna de sus vidas.
ResponderEliminarIsabel, cada día estoy más admirado.
ResponderEliminarMagnífico, Isabel. Como la dignidad de una reina.
ResponderEliminarUn besazo
Hola Isabel, impresionante historia... me has dejado sin palabras, nada más brutal que la guerra ni más doloroso que el amor en tiempos de guerra, cuanta amagura pero cuanta es la dignidad en la vida y en la muerte de esas mujeres que tan bien sabes relatar.
ResponderEliminarsigue así querida amiga.
Maravilla. Cuando te leo siento el aire de Roma, su ambiente. Un gozo, sin más, quedo maravillado.
ResponderEliminarP.D.- Hay una pequeña errata al final, es brebaje.
Saludos y muy agradecido.
Qué pasada, querida amiga Isabel, otra vez me vuelves a dejar con la boca abierta.... qué determinación, cuánta dignidad y sobre todo, cuánto coraje el de esa mujer. Ojalá el "fatum" sea más propicio para la mujer en tu próxima historia y los hombres quedemos mejor parados (porque vaya, vaya...). Escribe pronto. Muchos besos
ResponderEliminarSalud!!!
No me canso de perderme en tus letras amiga!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarBesitos de hada!!!!!!
Isabel:
ResponderEliminarGracias por entrar en mi bitácora y gracias por tu comentario. Suelo entrar a menudo en la tuya y disfruto con tus comentarios, por mi formación (soy Licenciado en Historia) encuentro en ellos elementos muy interesantes, narrados con elegancia. Enhorabuena y sigue deleitándonos.
Aprovecho para desearte todo lo bueno para 2007.
Un fuerte abrazo.
Felipe
No cabe duda de que el suicidio honroso es mil veces mejor que una muerte infamante.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Tu beso es mil veces más leal que las promesas de los hombres."
ResponderEliminarserá??
No está tan lejos lo de concertar matrimonios. Sé del caso de una japonesa con la que conviví en Londres que tuvo que irse porque le tenían concertado el matrimonio. Y en el mundo musulman, tambien ocurren estas cosas.
ResponderEliminarY aquí ¿Nos casamos todos libremente? Pensemos...
Tus historias tienen el sabor de la época. Nos trasladas a Roma y su mundo.
Hola heriberto, gracias por tu visita. Estas mujeres son así... Besos.
ResponderEliminarHola joaquín, veo que has dado rápidamente con la historia. Muchas gracias por la noticia del enlace, lo voy a curiosear enseguida. Besos.
Saludos, checha, y gracias por tu visita. Espero que nos sigamos viendo. Besos.
Hola, una de las moiras...¿o gorgona?. Me alegra estar transmitiéndote esta fascinanción por las mujeres de la antiguedad. Para mí, es una forma de reivindicarnos, de recordar a todo el mundo de qué pasta estamos hechas. El tratar de verlas de cerca aumenta, creo yo, nuestra autoestima colectiva. Y sí, las mujeres de ayer y de hoy suelen ser muy dignas. Besos, querida amiga.
Hola gonzalo, estoy segura de que estas historias te gustan porque sientes gran amor y respeto por las mujeres. O al menos, eso es lo que yo encuentro en tu blog. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHola almena, me alegra que te guste. Sólo episodios referentes a personas de cierto relieve han llegado hasta nuestros días a través de la historia, pero tengo el absoluto convencimiento de que el sentido de la dignidad estaba muy arraigado en la mayor parte de las mujeres. Besos y hasta pronto.
Hola medraina, creo que si pudiéramos contar una a una la vida de todas las mujeres, quedaríamos abrumadas. Su capacidad para afrontar la vida, es extraordinaria. Y también nosotras, si nos miramos con cierto detenimiento, nos daremos cuenta de que somos y estamos rodeadas de mujeres con gran valor. Besos y hasta pronto.
Hola goathemala, muchas gracias por tu advertencia, he corregido enseguida el error. Me alegra que te sientas transportado a Roma. A veces, yo tengo la impresión de estar viviendo allí... Besos.
Hola harry reddish, entre los hombres hay también gran cantidad de historias en que se pone de relieve sus virtudes. Lo que pasa es que como de vosotros se suele hablar mucho, y de nosotras casi nada... En cualquier caso, mi intención no es en absoluto contrastar los sexos sino, por una parte, recuperar la memoria de las mujeres y, por otra, señalar cuántas y cuántas circunstancias hay en las que ellas están en riesgo. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHola hada aurefaire, espero que no te canses nunca. Te aseguro que me hace muy feliz comprobar que estas historias os llegan y os conmueven. Besos.
Saludos, felipe sérvulo, gracias por tu visita. Y más todavía porque, siendo historiador de formación, me señalas que estoy en buen camino. También yo te deseo lo mejor para estas fiestas y para el próximo año. Ojalá sea bueno, bueno para todos. Besos.
Hola gabriela, soy de tu opinión. Ahora bien, hace falta mucho temple para llevarlo a cabo... Besos, querida amiga.
Hola elisa de cremona. Será o no será, pero lo cierto es que el beso de la muerte nos llega, aunque tenga que esperar cien años. Besos, querida.
Saludos, ula. Probablemente nuestros bisabuelos hicieron matrimonios concertados. Eso del amor en el matrimonio es cosa de hace muy poquito tiempo. Y, como dices, la práctica de los acuerdos familiares para el matrimonio se mantiene en culturas orientales, musulmanas y creo que en africanas. Vaya, que nosotros/as tenemos bastante suerte. Besos.
Obrigado (gracias) pelo teu comentário. Realmente sonho (sueño) com carros (coches) desportivos desde muito novo. É um sonho que nunca consegui converter en realidade.
ResponderEliminarAs histórias que nos vais contando são sempre muito interessantes. Esta última é dramáticamente bela.
Feliz natal (Feliz Navidad)!
Me gustan mucho estas historias,bueno el final.....
ResponderEliminarSaludos
LILAS
Defender la dignidad hasta el último instante, difícil y valiente decisión. "Tu beso es mil veces más leal que las promesas de los hombres", esa frase es tan cierta como triste.
ResponderEliminarUn beso grande!!
Elegir...supongo que al final es lo único que nos queda...y confiar en que la elección sea la correcta, aunque implique un riesgo tan grande, riesgo que nunca correrán los cobardes.
ResponderEliminarBesotes mil
Me encanta este blog... es un sitio cautivador donde a través de tus letras me guías y haces pasar por aventuras...
ResponderEliminarcautivador... siento no haberme puesto al corriente antes... sabes?, hay mucha moraleja en tus palabras... sorprendentemente...
Isabel, que tengas felices fiestas, siempre deseándote lo mejor del mundo para ti y los tuyos.
Besitos,
Iralow, me veo qne la obligación de transcribirte este poema de Kavafis:
ResponderEliminarLa delicia y el perfume de mi vida
es el perfume de esas horas
en que encontré y retuve el placer
tal como lo deseaba.
Delicias y perfumes de mi vida,
para mí que odié
los goces y los amores rutinarios.
Nada me retuvo. Me liberé y fuí
hacia placeres que estaban
tanto en la realidad como en mi ser,
a través de la noche iluminada.
Y bebí un vino fuerte, como
solo los audaces beben el placer.
Te lo dedico.
¡Te dejo todo mi cariño!
ResponderEliminarEres una maravilla!
bella historia y bellisima manera de narrarla.
ResponderEliminarMe parecio un gesto de amor el enviar el veneno por parte del rey.....Una vez mas nos hablas de dignidad humana.
Un beso
Con tus relatos es facil interpretar, con mayor clarividencia, los entresijos de nuestro pensamiento y el concepto de la existencia bajo el influjo del clásico legado.
ResponderEliminarBesos.
gracias por el comentario tuyo.
ResponderEliminaraguante la Ñ!
Hola querida Amiga. mis mejores deseos para ti. Vengo a dejarte saludos mi querida Isabel y a darte las gracias por tus cálidads visitas que me animan, muy generosa en tus palabras. Como siempre dejándonos estos maravillos relatos que subyugan el corazón.
ResponderEliminarMuy agradecida contigo guapa. Te dejo un puñado de besos que te den más vida
Natinat
Me marcho, vuelvo y tú sigues enganchándome con tus historias. Ahora no puedo leerlas tan asiduamente como antes por la facultad, pero te sigo, te sigo.
ResponderEliminarUN BESAZO!!!
Isabel: Confirmo lo maravilloso de tu idea de "Mujeres de Roma"... Es impresionante lo que cada historia recoge, y tu capacidad para narrarlas. Gracias por revivirlas!!
ResponderEliminarSaludos,
Ximena
Isabel:
ResponderEliminarsigue mostrando en tus historias, mujeres que sufren, pero que no se dejan vencer por esos sufrimientos.
La dignidad pareciera ser la investidura de los personajes que eliges, más allá de los mitológicos.
Como se preguntara alguien en uno de sus comentarios en el último capítulo de la historia de Cupido y Psiquis: para qué comprar un libro?...
Hola Isabel Romana
ResponderEliminarAcá en mi rancho decimos: Arriba las mujeres...o abajo, que se acomoden como quieran...
Te deseo lo mejor para esta Navidad. Un abrazo de mi parte.
Este tu texto es estupenda, lleno de fuerza... e que decisión...
ResponderEliminarme a gustado mucho... como sabes... amo la historia e este teu rincón es maravilloso...
beijos navideños
Fantástico. Echo de menos las fuentes, aunque también te valoro la excelente mirada hacia las historias que vas recreando. Muy interesante,d e verdad.
ResponderEliminarLa mujer, el sexo y la muerte son temas apasionantes en el imperio romano, en la historia de las guerras y de las culturas. Da para mucho. En la historia de hoy podríamos empezar y no parar: Serbia, Afganistán, Irán... inacabable.
Besos
Sofonisba se pone lo más bella posible para recibir a la Señora de la Muerte. Es posible que en ese Reino de las Tinieblas, se encuentre más cómoda que en el Reino de las Guerras de donde proviene.
ResponderEliminarTe dedico un brindis, Isabel Romana, por el relato.
Hola sempretespero, gracias por tu visita. Espero que puedas tener el coche soñado... Saludos cordiales.
ResponderEliminarSaludos, lilas, creo que a todos nos gustan los finales felices pero, mirado desde cierta perspectiva y puesto que la muerte nos llega a todos, no me parece un mal final poder elegirla. Besos y hasta pronto.
Hola eggy, hay tantas cosas que nos gustaría cambiar... Besos, querido amigo.
Saludos, iralow, creo que todo el mundo se puede equivocar. Quizá el valor o la cobardía esté más en la forma en que se toma la decisión que en la decisión misma. Besitos.
Hola bettina perroni, siempre eres bienvenida y puedes tomarte el tiempo que quieras para ponerte al día o dejarlo correr... vendrán otras cosas. También yo te deseo lo mejor en estas fechas y para el próximo año. Besos.
ResponderEliminarSaludos ula, muy bello el poema de kavafis que dedicas a iralow y disfrutamos todos. Este poeta bebió néctares prohibidos y lo hizo, también, en suelo africano. Besos y hasta pronto.
Hola tinta del corazón. Gracias por tus buenos deseos. También yo deseo lo mejor para tí y un año dichoso. Besos.
Hola fortunata, quizá el gesto de Masinisa fue respetuoso con Sofonisba desde el momento en que le brinda una salida rápida antes de tener que entregarla a los romanos. Tal vez tienes razón y fue por su parte una muestra de afecto. Muchos besos.
Saludos, argonauta enmascarado. Conservamos un legado tan extenso e intenso del mundo clásico que realmente no podríamos comprendernos sin él. Tu mismo nombre hace alusión a ello. Besos y hasta pronto.
Hola voyage, defensor de nuestra entrañable eñe. Nos mantendremos firmes. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola natinat, creo que si tú te hubieras visto en lugar de Sofonisba hubieras hecho lo mismo. Gracias por tus buenos deseos. Espero que seas muy feliz en estas fechas y el próximo año esté lleno de realidades y sueños. Besos.
Hola chanchiss, la época de estudio exige siempre mayores esfuerzos. Ve a tu marcha, que nosotros seguimos aquí. Buenas navidades y hasta pronto.
Saludos, ximena, gracias por tus palabras. El saber que disfrutais con estas historias es un estímulo muy importante para mí. Felices fiestas, guapa.
Hola diana l. caffaratti,no sé si es que escojo las historias así, o es que tengo tendencia a verlas de este modo. Creo que los fracasos (y la muerte puede ser vista así) están presentes en nuestra vida, y el resultado final depende de nuestra propia actitud ante ellos. Nos podemos engrandecer o envilecer. Creo que en estas mujeres se percibe una suerte de superioridad moral que las coloca por encima de todos sus avatares, por desgraciados que sean. En cuanto a los libros, espero que nadie deje de comprarlos: una de las cosas que más me motiva es incitar a leer. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarSaludos, peggy bonilla, me uno a los arriba y abajo de tu rancho. También te deseo lo mejor para estas fechas y que disfrutes a tope con tu familia. Besos.
Hola mixtu, hacía mucho tiempo que nos nos hablábamos. Celebro verte por aquí. También te deseo la mayor felicidad. Besos y hasta pronto.
Hola pilar m. clares, también yo creo que estas historias se siguen repitiendo en lo esencial aunque haya cambiado el collar del perro. En cuanto a las fuentes, te diré que esta historia está relatada por Tito Livio, aunque creo que otros autores también la citan. No suelo indicar la fuente salvo que alguien la pregunte, sobre todo porque no soy muy ordenada, tengo un millón de papeles y a veces me vería apurada para buscarla. En cualquier caso, no quiero que nadie olvide que tomo la historia como referencia, pero trato de hacer una labor literaria. Felices fiestas y hasta pronto.
Hola acus, los antiguos daban mucha importancia al modo en que se recibía la muerte. Cuando Cicerón condenó a muerte a los conjurados de Catilina y ordenó su ejecución inmediata, muchos ciudadanos lo increparon diciendo que nos les había dado tiempo a tomar un baño y ponerse una toga limpia... Es el momento más importante de la vida, puesto que pone el cierre. Gracias por el brindis, espero que celebremos muchos más. Besos.
Durante mucho tiempo la vida fue realmente dura para las mujeres ya que no podían decidir libremente sobre su vida, desde que nacían tenía que aceptar los caminos que los hombres (padres, hermanos, esposos e incluso hijos)elegían para ellas.
ResponderEliminarMagnífico relato.
Un abrazo
Pero cuanta gente, Isabel. Cuanto me alegra que tus letras tengan ese eco, de veras.
ResponderEliminarSí, regresé de mi silencio anacoreta, y prometo ponerme al día, tengo mucho por hacer, demasiado tiempo con la cabeza sumergida en las letras y la sangre hirviendo.
Quiero darte las gracias por no olvidar y por ser tan generosa como para encontrar un rato para el recuerdo entre tantas mujeres romanas a las que darle voz.
Eres auténtica.
Excelente, como siempre. Sigo leyéndote.
ResponderEliminar¡Buenas fiestas a ti también!
Excelente, tu blog, lo pongo desde
ResponderEliminarahora en mis favoritos. Saludos desde Santo Domingo.
Querida Mia : Gracias por tus saludos y estoy preparando un lindo saludo de navidad para todos ustedes que me han dado la oportunidad de conocer sus propuestas y bitacoras ..
ResponderEliminarGracias Isabel !!!!!!!
Cariños
Isabel: me siento feliz de haber nacido en este siglo y con mejores oportunidades.
ResponderEliminarBravo.
ResponderEliminarLa vida no es tal si le quitan la dignidad.
Besos (F)
Una triste muerte defendiendo su dignidad hasta la ultima gota.
ResponderEliminarLa historia en tus pergaminos se hace tan entendible y clara que subyuga.
Te deseo una Feliz Navidad.
Un abrazo.
Tus historias me atrapan, son decisiones que tomo yo al venir a leerte, me perderé de tus escritos a partir del 27 del presente mes, pero espero no te olvides de mi... porque eres una mujer muy especial, porque tus escritos me gusta leerlos porque aprendo más de la cultura :)
ResponderEliminarHay dignidades que sólo pueden mantenerse ya con una muerte más digna que la vida.
ResponderEliminarEntonces como ahora.
Y ahora, también como entonces, a la mujer siempre le toca la peor parte de la que poco a poco va salvándose.
Sigo leyendo con asiduidad tus magníficos relatos.
Besos.
Mis mejores deseos para tì y todos tus seres queridos mi niña romana, que tu Navidad y Año Nuevo te depare cosas muy bellas y que te siga otorgando èste don tan bello y especial, para deleitarnos a todos los que te leemos.
ResponderEliminarFELIZ NAVIDAD!
Besitos con sabor a turròn.
todos estamos un poco en pie, un poco caidos como en estas fabulosas historias que nos traes, la dignidad como palabra exacta, la fuerza del imperio personal...
ResponderEliminarsaludos y felicidades!
La dignidad que difícil de conquistar, qué difícil de mantener. Me ha hecho reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellisima historia de tragedia y dignidad. Lecciones que vienen del pasado pero de gran actualidad contemporanea en muchos paises.
ResponderEliminarMujeres que a falta de amor tienen que escoger la propia dignidad.
Que buen relato Isabel!!
Un abrazo y aprovecho para desearte unas muy felices fiestas junto a tus seres queridos!!
Nos seguimos leyendo en un siempre mas inspirador 2007.. ;-))))
Gracias por acompañarme en el camino que más amo que es la escritura, gracias por comentar en mi casa y por pertenecer a ella con calidad de espíritu. Te deseo una feliz navidad y que reine el amor en tu alma…
ResponderEliminarHola leodegundia, creo que esto ha ocurrido durante siglos. Y en muchos lugares del mundo sigue ocurriendo así. A veces me resulta difícil comprender por qué. Besos y buenas navidades.
ResponderEliminarHola sergi bellver, qué alegría que hayas retornado de tu ardoroso silencio. Espero que haya sido muy fructífero y que pronto te veamos en acción. Muchos besos, querido amigo.
Hola nausicaa, espero sumergirme en tus aguas transparentes y mediterráneas durante el próximo año. Los y las ulises no te olvidamos. Muchos besos.
Hola frank baez, muchas gracias por tu visita y tu interés. Espero que pases unas fiestas estupendas y nos veamos pronto. Besos.
Hola pacita, espero espectante esa felicitación, seguro que es estupenda. Besos y hasta pronto.
Hola marcalíope, creo que a veces no somos suficientemente conscientes de las ventajas de que disfrutamos. Por eso está muy bien reconocerlo y recordarlo. Besos y hasta pronto.
ResponderEliminarSaludos, umma1. Eso mismo pienso yo. Muchos besos y hasta pronto.
Hola foton, compartimos el sentimiento de que la vida de las personas precisa de la dignidad, en todos los momentos incluida la muerte. Besos y feliz navidad.
Hola marelyt, el blog es todo tuyo, puedes pasearte por él a tu antojo. Por mi parte, me hace muy feliz que te sientas bien aquí. Feliz navidad y muchos besos.
Hola ybris, dentro de toda la brutalidad y la violencia que hay en el mundo, las mujeres, los ancianos y los niños llevan la peor parte porque la padecen sin producirla. Eso es, para mí, lo peor. Para algunos, son "daños colaterales". Feliz navidad y muchos besos.
ResponderEliminarHola terremoto querida, tus besos con sabor a turrón ya casi me están engordando. Que tengas unas buenas navidades y un año nuevo verdaderamente nuevo y bueno. Un besazo.
Saludos, persio. También yo estoy convencida de que podemos reconocernos en estos personajes porque su experiencia vital los trasciende, es universal. Y muchas veces, aunque las historias no sean alegres, conforta el espíritu el saber que los seres humanos somos capaces, también, de actos de gran dignidad y belleza. Besos, querido amigo.
Hola sirenita, sí es muy difícil tomar decisiones como la de Sofonisba. Hace falta convicción, entereza y una gran fuerza de voluntad. Si esta historia llegó hasta nosotros es porque a sus contemporáneos les pareció digna de ser recordada. Muchos besos.
ResponderEliminarSaludos, tictac, creo que en nuestros días hay muchas personas cuya conducta es admirable. La pena es que en primer plano suelen ponernos todo lo contrario. Pero sabemos que existen y hacen a la humidad digna de tal nombre. Gracias por tus buenos deseos para el próximo año, que espero sea estupendo también para tí. Besos.
Hola abril, muchas gracias a tí por estar y por venir. Te deseo la mayor felicidad para estos días y para el próximo año. Besos.
Qué terrible historia... y me quedo con la reflexión de Perséfone, quien líneas arriba ha puesto algo así:
ResponderEliminar"Un hombre cobarde la ha cedido a través de una copa..."
Un abrazo enorme, Isabel.
Isabel, me dejas helada, me facina leer éstas historias que me llevo a mis retozos mascullando y saboreándo...
ResponderEliminareres muy talentosa y a mi me encanta tener acceso a tus talentos:)
Muchos besos amiga:)
Hello Isabel, pasé a desearte felices fiestas y como siempre me encuentro con bellas historias enmarcadas en imágenes escogidas que te transportan.
ResponderEliminarahh y una colona de comentarios que parece que es migracion USA, jejej.
Un abrazo estrecho querida amiga y muchos éxitos para el 07
Otra maravillosa historia.
ResponderEliminarSe te da cada vez mejor crear un ambiente y mostrar detalles casi cinematográficos.
Un abrazo.
Hola isabelromana, me tienes de nuevo por aquí. Te enlacé para no olvidarme de pasar a leer de vez en cuando tus estupendos relatos. Este me ha estremecido. Si sus enemigos iban a darle la muerte y si era la única salida, elige morir con honor. Elegir el momento de la propia muerte. Entiendo muy bien su decisión pero hace falta mucho valor para ejecutar algo así o estar muy falto de opciones o muy abatido para no ver nada más.
ResponderEliminarMe dejó pensando.
Un abrazo.
Buen año Isabel... espero que los Consules hayan sido de tu agrado.
ResponderEliminarComo ves, he vuelto por tus regazos, oh musa... y me encuentro un relato clasico. Que además estaba leyendo yo (mas o menos).
Hay mas mundos, Horacio, de los que se ven a simple vista.
Sapanibal, o Sofonisba (tengo una pequeña duda con los nombres, para mi que son dos mujeres distintas... una la reina, otra la hermana o tia de Anibal), muriendo con dignidad, como una reina...
Bueno, hay mas.
Coge el contexto y lo entenderás.
Por un lado, las guerras punicas. Casi 20 años, y Anibal todavia se mantenia en pie. Con tropas que eran de todo menos punicas ademas.
Que Escipion le obligara a luchar en Africa, cambiaba las cosas.
Pero faltaba algo... el apoyo de los Numidas. Un gran reino, y constante sitio de reclutamiento de tropas, sobre todo jinetes, a los que tanto temian los romanos.
Ese reino, estaba dividido en lucha, entre Sifax y Masinisa. Como uno habia tomado apoyo por los punicos, el otro apoyó a los romanos.
El problema de Sapanisba, es doble.
Por un lado, que estaba en el lado perdedor. Y eso la historia no perdona. Y menos a una mujer en esa epoca.
Y el segundo problema... es que era punica, hija de Asdrubal Giscon, de la nobleza punica. Lo que menos deseaba Roma era una potencia que abarcara toda Africa, con Cartago como su nueva capital. Y Masinisa ya era peligroso por si solo... con hijos medio punicos, el problema hubiera sido tremendo.
Asi pues... debia entregarse a Roma o morir. Hoy en dia, estas palabras son una barbaridad, pero en esa epoca, era lo que habia que hacerse.
O bien mantenerla cautiva durante el resto de su vida, sin posibilidad de hijos, o bien muerta.
Escipion fue listo proponiendolo.
Pero Masinisa fue noble dandole una salida digna.
Lo romanos, 100 años mas tarde no se la darian al ultimo rey de Numidia.. el nieto de Masinisa.
Un saludo de Edem
Continuo leyendo por donde lo deje.
ResponderEliminarEsta entrada es una lección literaria.
ResponderEliminarMe ha gustado la recreación que has hecho de esta mujer, a la que no conocía como personaje histórico. Asombra el papel que algunas mujeres han representado en una historia que no se ha escrito. Un saludo.
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