viernes, octubre 10, 2008

AMARGA DECEPCIÓN


Esta tarde, en el circo, mientras soltaban a un león en la arena, he oido tu voz a mis espaldas. Tus palabras fluían con la dulzura de una flauta, susurrabas que jamás habías amado tanto a una mujer, ni tan ardientemente. El corazón me ha brincado en el pecho. Pero al girar el rostro para responderte, he descubierto que no era a mí a quien hablabas, sino a Plautilla. He vuelto los ojos a la arena justo en el momento en que una hermosa yegua caía bajo la dentellada del león.

* Escultura de un león atacando a un caballo. Jardines del palacio Caffarelli. Museos Capitolinos. Roma.

NOTA:Queridos amigos, os comunico que en Kala Editorial han colgado mi relato “La decisión de la reina”. Podéis leerla
aquí y, si os gusta, otorgarle vuestro voto.
, ,

41 comentarios:

  1. enhorabuena, me ha gustado todo y este pequeño relato mucho.

    Gracias por hacerme partícipe de la edad romana

    besos

    ResponderEliminar
  2. Esta hermosa yegua es este corazón herido, que brincaba como ella hasta que... Es terrible un amor no correspondido...Y de que hermosa manera lo narras Isabel...
    Un beso emocionado, Amiga...

    ResponderEliminar
  3. A trompicones entro y salgo sin contar con la continuidad que me gusta poder disfrutar cuando te leo... aún así, casi tanto te disfruto :)

    ResponderEliminar
  4. Las palabras que incitan al despecho, sentiràn, en algùn momento la fria venganza. Ya votè. Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Anónimo8:53 p. m.

    Excelente, muy lindo en verdad.-

    Anímate a usar Plurk, es muy bueno a mi me gusta mucho!.-

    xD:!!!

    ResponderEliminar
  6. Anónimo9:28 p. m.

    Un relato muy bello, breve e intenso. Debo darte la enhorabuena, su extensión me parece la adecuada y con él transmites sentimientos y emociones al lector, lo que es ya una maravillosa constante en tus escritos.
    He leído ya tu relato "La decisión de la reina" y votado por él. Impactante, hermoso hasta emocionar, muy completo, tanto en la referencia a la historia como en su faceta meramente narrativa.
    Un fuerte abrazo, Isabel.

    ResponderEliminar
  7. Seguro que sus ojos ya no le volverán a mirar como antes.

    Espero que hayas tenido un feliz viaje (sólo por la vista de más abajo ya habrá merecido la pena).

    Besitos

    ResponderEliminar
  8. Anónimo10:13 p. m.

    Son las cosas de la vida, la amargura de lo no correspondido, explicado con mucha sensibilidad. Besitos.

    ResponderEliminar
  9. Que horror cuando esperamos con tantas ansias escuchar penetrar por nuestros oìdos esas palabras tan deseadas y saber en un instante ìnfimo que no nos pertenecen... :(

    P.D.:Aunque a veces màs vale que la ilusiòn se acorte ante el dolor de que no nos corresponde...

    MIL ENORMES BESAZOS AMIGA!! :)

    ResponderEliminar
  10. Anónimo10:28 p. m.

    Bello y sensible relato, mis felicitaciones!!

    Abrazo!!

    ResponderEliminar
  11. Anónimo11:01 p. m.

    Muy delicado pero muy profundo... hace sentir esas punzadas en el esternón que todos hemos conocido alguna vez en la vida.

    Un abarzo

    ResponderEliminar
  12. Te dejo un saludo desde México y me voy directo a Kala a votar.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  13. Ayyyyyyy.....ayyyyyy....me dolió. Mucho. Tremendo.



    Abrazos.

    ResponderEliminar
  14. Anónimo9:25 a. m.

    Pobre yegua. Pobre mujer despechada.
    Plautilla: te refieres a esta?
    Hija de Gaius Fulvius Plautianus, poderoso prefecto pretoriano y consejero del Emperador Septimius Severus, Plautilla fue casada con el césar Caracalla el año 202 d.C. , en un matrimonio de conveniencia que facilitaba las ambiciones de su padre, que buscaba un heredero que en futuro pudiese ser emperador.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  15. Hola tomás, gracias a tí por acercarte a este espacio.

    Saludos selma, ¿quién no se ha sentido alguna vez derribada por una dentellada como esta? Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  16. Hola mía, así vamos todos, dando trompicones por internet... Un abrazo, guapa.

    Saludos, fgiucich, no se si podríamos hablar en este caso de amor despechado. Tal vez recurrir a aquel viejo "Amor loco: yo por vos, y vos por otro." Besitos.

    ResponderEliminar
  17. Hola birdelo, quizá me anime. Besitos.

    Hola m@ariel, muchas gracias por votar mi relato. En cuanto a este texto, me lo inspiró la propia escultura, que se encuentra en unos jardines inaccesibles en el Capitolio. Ya ves que la foto está sacada desde arriba, desde una terraza. Es una imagen terrible. Besos, querida amiga.

    ResponderEliminar
  18. Hola krisish, supongo que cuando el amor nos da la espalda ya nunca se puede mirar de igual modo. Un beso enorme.

    Saludos, isabel, decepciones como ésta nos las llevamos muchas veces en la vida. Y no solemos hablar de ellas. Besazos.

    ResponderEliminar
  19. Hola gabu, soy de tu misma opinión: más vale decepcionarse cuando el amor aún está despuntando, porque el dolor será menor... Un beso enorme, sabia en amores.

    Hola la candorosa, creo que la protagonista podría haberse llamado como tú. Me refiero a tu nickname, ¿eh? Besitos.

    ResponderEliminar
  20. Saludos, oracolomediterráneo, creo que sí, que el sentimiento experimentado por esta mujer nos resulta a todas harto conocido... Besotes.

    Hola armidia leticia, gracias por tu diligencia y por tu voto. Besos.

    ResponderEliminar
  21. Hola clarice baricco, creo que es algo muy reconocible porque todos, alguna vez, y de un modo u otro nos hemos engañado respecto a los sentimientos de los demás. Besotes, guapa.

    Hola unjubilado, me encanta que seas tan indagador, y enseguida vayas a curiosear. No me extraña, porque este mundo romano (y sobre todo el cartaginés) te son muy próximos. La Plautilla de la que hablas terminó muy mal, igual que su padre. En algunas etapas, Roma era muy peligrosa, sobretodo en los alrededores del poder. Besitos, guapo.

    ResponderEliminar
  22. Bonito relato, emotivo y sugerente. Felicidades por tu relato publicado.

    En fin, ¿que seria de la vida sin la escuela de las decepciones? Lo sabriamos valorar lo bueno de verdad.

    UN ABRAZO.

    ResponderEliminar
  23. fe de erratas. En ves de Lo,

    lease No. ¡Ay el teclado!

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  24. Cuánto has contado en tan pocas líneas.
    Besos.

    ResponderEliminar
  25. Hermoso relato, como todos.
    Felicidades

    ResponderEliminar
  26. Esas palabras pueden herir más que un puñal. Espero que el tiempo le entregue el olvido, para aletargar su conciencia.

    Besos

    ResponderEliminar
  27. Anónimo2:27 p. m.

    Como siempre, un texto delicado y extraordinario.
    Besos.

    ResponderEliminar
  28. Enhorabuena por tan bello relato y disculpa si no paso con la frecuencia que me gustaría.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  29. Ay cornelivs, que me has hecho polvo con tu reflexión...! Cierto que las decepciones nos enseñan, pero es duro admitir que sean necesarias para madurar. Besitos, guapo.

    Hola kurtz, por regla general tú cuentas muchísimas más... Besotes.

    ResponderEliminar
  30. Hola charo marco, mucho me temo que una decepción como ésta no se combata ni comiendo... Besos, querida amiga.

    Hola without, creo que el dolor más grande en este caso puede venir del tomar conciencia de lo tonta que se ha sido. Es el amor propio lo que más duele. Besitos.

    ResponderEliminar
  31. Hola gabriela, gracias por tus palabras. Nunca podré estar a la altura de tus lectura. Besitos.

    Hola felipe sérvulo, no hay necesidad de disculpas, porque una persona que está, como tú, tan entregada a la pintura y la poesía, bien merece que le dedique a esas pasiones todo el tiempo. Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  32. Anónimo8:51 p. m.

    Hola Isabel.-

    Bueno, eso dicen, pero tú sabes que uno nunca dice que se lo merece, eso digo: Yop, hehehe!.-

    Pero bueno, no voy a decir que no!.-
    xD:!!.

    Saludos y feliz comienzo de semana!.-

    ResponderEliminar
  33. Curiosísimo blog, original por donde se mire.
    Con tu permiso, te ficho.
    Roma, junto a Grecia y sobre todo Egipto, son mis pasiones.

    ResponderEliminar
  34. Tu relato publicado es estupendo, me atrapó su lectura y quedé enredada.

    ResponderEliminar
  35. Me gustó este símil de la yegua y el león para expresar el dolor del desengaño.
    Ya voté el relato de "La decisión de la reina", es buenísimo, espero que les guste a todos como a mi.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  36. Hola birdelo, no disimules!!! A todos nos encanta que nos den premios o nos hagan regalitos. Besotes.

    Bienvenida, andaya, me hace muy feliz saber que compartimos tantas aficiones. También a mí me fascinan Grecia y Egipto, así que creo que pasaremos buenas horas juntas. Saludos cordiales.

    ResponderEliminar
  37. Saludos, elsacelsius, gracias por haber leído ese relato. Desde mi punto de vista, la reina Sofonisba dio un gran ejemplo de dignidad. Saludos cordiales.

    Hola leodegundia, me impresionó esa escultura desde el primer momento en que la ví, y fue ella la que me inspiró este breve relato. Graciar por leer y votar el de la reina Sofonisba. Un beso enorme.

    ResponderEliminar
  38. De que bellisima manera nos has contado el "mazazo" que ha recibido la mujer...

    A quien se le ocurre enamorarse de un leon...

    Un abrazo, amiga

    ResponderEliminar
  39. Querida Isabel,

    Estamos felices por tenerte de vuelta con otra entrada interesante y deliciosa. También leí tu magnífico rlato publicado en Kala Editorial.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  40. Pero que amargo es el amor cuando se encuentra con la decepción ¡¡¡

    Muy bonito Isabel, me encanta como te adentras dentro del alma humana desde el corazón de los romanos.

    Un besote.

    ResponderEliminar
  41. Anónimo8:01 a. m.

    Precioso. Fluido y romántico. Me encantó.

    Saludos,
    Mariana

    Gracias.

    ResponderEliminar