- Hoy iremos a buscar agua a la fuente de las Camenas – dice a voces mi joven ama irrumpiendo en el jardín. Levanto la cabeza y la veo dirigirse hacia el peral bajo cuya sombra estoy, radiante y con los brazos extendidos hacia mí. ¡No entiendo esta manía de las romanas de cogerme en brazos…! Con todo, es más prudente ser dócil. Le dirijo una mirada lánguida y alargo hacia sus manos el hociquito.
Por fortuna, deciden colocarme dentro de una cesta. No resulta muy cómodo, pero es más llevadero y menos humillante que ir en brazos de Ruda. Y así puedo, además, disfrutar mejor de los olores. Para disgusto mío, no pasaremos por el foro ni por el mercado de animales, lo que me priva de muchos placeres. La colina donde tiene su mansión mi ama, el Palatino, es demasiado refinada para mí y el público que ocupa sus calles no es ni la mitad de interesante y oloroso que el del mercado.
- Verás cómo te gusta la fuente – dice mi ama mientras descendemos hacia el Circo Máximo y me llega, en oleadas, el olor de los caballos. – Las Camenas son unas ninfas muy, muy sabias. Y te diré una cosa: es una fuente sagrada y de ella toman el agua las Vestales. Quizá por eso ellas son sabias también…
Nos hemos metido por vías estrechas y cada vez se hace más difícil avanzar. Ante nosotras se alza la muralla y la Puerta Capena, por donde se sale a la via Appia. Animales y personas se atascan allí, protestando y gritando. Nuestros esclavos se abren paso a empujones y por fin traspasamos el portón. Fuera hay más casas, más callejuelas laberínticas y más gente. Avanzamos un breve trecho por la vía Appia y luego tomamos un callejón a la izquierda.
- ¡Aquí está la fuente! – palmotea mi ama. Penetramos en un bosquecillo de cipreses y pinos, matorrales, hierba húmeda y limpia rodeando un estanque. El agua llega a las orillas en pequeñas ondas. Hay silencio y quietud, como si nos hubiérmos trasladado a muchas millas de Roma. Mi ama se sienta en el suelo y hace que depositen a su lado mi cesto.
- Me gustaría ser tan sabia como una ninfa. ¿Sabes que una de ellas, Egeria, fue la consejera del rey Numa Pompilio, a quien ayudó a establecer nuestras primeras leyes? Su santuario está un poco más adelante, quizá vayamos otro día –. Suspira y se queda absorta. También yo me quedo quieta, observando a unos gorriones que picotean en el borde del agua. De un salto me acerco a ellos.
- ¡Quieta! – grita mi ama. Y en un instante se echan sobre mi Ruda, los esclavos y ella misma y, aunque los esquivo fácilmente, me han echado a perder la fiesta, porque los gorriones han volado – ¡No permitiré que ofendas a las ninfas atacando a quienes vienen a sus dominios a beber!
Me habla con tanta severidad que juzgo conveniente agachar las orejas. Me hace un gesto con la mano para que permanezca sin moverme y ella se levanta, pide la jarra que hemos traído y la llena inclinándose en la orilla del estanque. Se acerca de nuevo a mí, vierte un poco de agua en su mano, y me la pasa por la cabeza.
- Tenemos mucha necesidad de hacernos sabias…
NOTA: Es todo un placer que los romanos considerasen que su rey Numa Pompilio – el segundo rey de Roma – había sido asesorado por una fémina para implantar las leyes. Y el que esos primeros reyes fueran legendarios, no resta ningún valor a esa atribución. En la actualidad no existe la fuente de las Camenas, pero sí una calle que las recuerda (vía de las Camenas) donde se cree que estaba la fuente en la antigüedad. Es un lugar muy, muy especial...
*Kato, gatito de Krisish y Jacarma. Foto: Krisis
**Inicio de la Vía Appia, al fondo la vía de las Camenas. Roma.
***Via de las Camenas. Roma.
****Gato desconocido. Fotografía: Alexandrya Faderland.
*****Hojas de acanto. Foro romano. Roma.
Aparte de ser un relato excelente, contado desde el punto de vista de alguien al que las actitudes de los hombres (y las mujeres) de la antigua Roma o de la actual Valencia, son siempre las mismas.
ResponderEliminarSaludos
Si placenteros son los paseos que damos de tu mano... más aún la descripción que haces desde los hermosos de la gata...
ResponderEliminarMe imaginé esta fuente, las ninfas...oí el ruido del agua el relinchar de los caballos...
Grazie tante e bacci mille IsaBELLA Romana...
Qué bien Kato es famoso! Un abrazo Isabel y gracias por poner la foto.
ResponderEliminarMe ha encantado el relato, Isabel, en especial el fragmento el que haces referencia a Egeria.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nuestro gatito entre ninfas y vestales no podría estar más contento.
ResponderEliminarBesetes y ronroneos de krisish y Kato.
En un relato anterior aclaraste que los romanos no consideraban al gato como animales de compañía, por lo que supongo que no les darían un nombre. Pero dada la especial relación con su ama, suponía que este en concreto tendría se llamaría de un modo concreto. Misterio resuelto.
ResponderEliminarMe ha encantado el paseo.
Me ha encantado este original y bello relato Isabel, contado desde el punto de vista de un felino. Preciosas fotos y buen dato historico el que nos ofreces.
ResponderEliminarEn fin, contigo disfruto de nuestra adorada antigua Roma.
¡ave, querida amiga! Cornelivs te manda un enorme beso.
Perdón por mi ignorancia, pero ¿por qué Roma tiene más gatos que perros? ohhh...es que estoy protestando por Movie. Le acabo de leer el relato y ha puesto cara que para que te cuento.
ResponderEliminarMe encanta y disfruto muchísimo cuando esos seres son los que escriben.
Son poderosos, radiantes. Y además nos cuentan los secretos, jijiji.
Y ésta belleza de felina escribe tierna y a la vez fuerte.
Besos amiga.
El relato es precioso pero para mí tiene un problema. Si hubiera sido una de nuestras gatas, ni hubiera obedecido a subirse a la cesta, ni mucho menos hubiera aguantado el paseo sin saltar por toda Roma. Y para separarla de los gorriones se hubieran necesitado todas las legiones romanas. Bueno, es broma . Salvado ese pequeño detalle de realidad, la historia me ha gustado muchísimo y está tan bien escrita como siempre. Creo que tendré que buscar la fuente en el próximo viaje.
ResponderEliminarBesos.
Bonito relato...y bonitas fotos ^^ Saludos
ResponderEliminarque sorpresa!!!
ResponderEliminarentro a tu blog de casualidad y me encuentro un relato tan integro...
sencillo y exacto...muy original
me encanto la frase del final
"tenemos la necesidad de hacernos sabias"
saludos cordiales...
muy buen blog
Georgina.
Gatos maravillosos e inteligentes, estos romanos. Besos.
ResponderEliminarme encanta eso de que me cuente la historia un animal y no un humano. Le da un toque de fábula que me gusta.
ResponderEliminarMaravillosa historia desde la visión del felino.
ResponderEliminarEres encantadora para manejarte en este mágico mundo lleno de belleza y misterio.
Besos, mi amiga!
Esos enfoques "gatunos", sabés Isa, que me causan una ternura enorme!!!
ResponderEliminarEsperé que estuviera alguno de los gatos de Alyxandria, pero no! (Te cuento que escuchan los audios de mis posts y son mis admiradores, Jajajajajá! sobre todo Sirio)
Gracias Querida Amiga, disfruté del paseo!
Mi abrazote para Vos!
Hola amiga,
ResponderEliminarComo siempre tu pluma sigue a tu rico y documentado pensamiento, un lujo contar con tus escritos. En esta ocasión te dejo saludos especiales desde la Ribera Maya del Pacífico, por cierto un mar tremendamente salvaje, no sé de dónde le viene el nombre de Pacífico, como no sea por contraste.
Un abrazo y espero que nos sigamos encontrando desde Guatemala o desde España.
Cierro los ojos, se me multiplican el resto de los sentidos...y soy gato, soy gato y mi niña rica me lleva de paseo por mi roma querida.
ResponderEliminarQuisiera tardar en despertar.
Dulces y felinas horas.
Cuanto encanto debían tener esos bosquecillos consagrados a las ninfas, siempre tan recordados por los clásicos, y tan bien descrito por tí.
ResponderEliminarQué guapo que es Kato, seguro que te ha servido de inspiración.
Un beso!!!
Sí que debe ser un lugar mágico.
ResponderEliminar¡Qué bien que retomes a Ruda y su gato! Esta historia tiene muchas posibilidades, y esperamos leerlas!
Un abrazo
Me ha encantado el relato Isabel.
ResponderEliminarMe gatos más sabios tenían los Romanos..
Saludos.
Roma recorrida por los ojos de un gato.
ResponderEliminarEs un excelente homenaje a esa ciudad y sus habitantes, que tanto quieren a los felinos.
Me sentí caminando junto a la canasta :)
Una lástima que ya no exista la fuente, porque sí que debía de ser un lugar especial.
ResponderEliminarBesos.
En Cinemascope. Con tu relato he viajado por las calles de la antigua Roma como si lo hiciera en Cinemascope. Como en aquellas películas que veía de pequeño y disfrutaba imaginando que realmente era testigo de un momento real cualquiera, cotidiano, de la vida en en la antigua Roma.
ResponderEliminarTengo entendido que las Camenas eran, por lo menos inicialmente, ninfas acuáticas relacionadas con la fertilidad y el momento del parto. ¿Era así?
Salud
Adoro inmensamente cuando entrelazas tus palabras a las imàgenes de algùn felino,y si es negro mucho mejor!!
ResponderEliminarP.D.:Me gusta muchìsimo cuando entre las mascotas y sus amos creas un ambiente de complicidad... :)
TE DEJO MUCHIOS BECHIOS AMIGA QUERIDA =)
Me encanta la gata como narradora!
ResponderEliminarSerá más objetiva que un humano?
El caso es que cuando leo aquí me llevo de todo: las formas, los colores y olores, la esencia de lo que fue hace tiempo...
Es encantador, de verdad!
Un besito
P
Interesantísimo, como siempre... Me encanta viajar a través de tus letras.
ResponderEliminarY me ha encantado ver la vida y el paisaje a través de esos felinos ojos!!! jeje..
Genial..
Un abrazo ;)
Como me gustan tus cronicas Felinas!! Es precioso poder adentrarnos en la historia en forma de cuento y como no desde un punto de vista tan diferente al de los humanos!
ResponderEliminarMis más sinceras felicitaciones por este magnífico relato!
Besos!
He viajado en el tiempo y he sido una felina por unos momentos, gracias a este relato!!!
ResponderEliminarMaravillo!!
Y hermosas también las imágenes!!
Gracias!!
Besotes!!
Por una ninfa no sé, pero lo que estoy seguro es que tú fuiste tocada por la musa Clío. Miauuuu
ResponderEliminarSe siente uno gato con lo bien que narras. Un saludo.
ResponderEliminarJejej, si todos sabemos que han sido las mujeres las que han llevado la voz cantante en las cosas importantes de la vida: los primeros reyes romanos debieron tener a su Egeria de carne y hueso... Como la tuvieron también los dictadores, y luego los cónsules, y luego los emperadores... Yo mismo tengo a mi Egeria también. Lo malo es que tiene bastante mala leche...
ResponderEliminar¡Besitos Isabel!!!!
Ahora si, te dejo en mis enlaces para entrar a leerte con tiempo.
ResponderEliminarUn saludo Isabel
Dejé un Premio para ti en mi blog.
ResponderEliminarSaludos...
Me ha encantado venir a saludarte porque he visto mucha ilusión en tus escritos. Disfrutas tanto con las escenas romanas, como yo cuando la inspiración me lleva a China y a la filosofía oriental.
ResponderEliminarMe has trasladado a la antigua Roma con tus escritos y ha sido un placer.Gracias.
Un beso.
Uf! La quietud del estanque ya ha sido en sí misma un relato entero. Disfruto tanto como cuando paseo por Itálica.
ResponderEliminarBeso.
Un regalo más que encantador, amiga mía. Abrazos.
ResponderEliminarMe has hecho sumergir en la naturaleza y de hecho en el relato con ninfas y felinos incluidos, ellos también son de la naturaleza.
ResponderEliminarUn abrazo con los afectos de siempre!
Necesidad tenemos de hacernos más sabios, siempre un poquito más sabios a cada instante. Y aquí, en esta fuente de sabiduría y conocimiento que es "Mujeres de Roma", cada día lo conseguimos.
ResponderEliminarQuerida Isabel:
ResponderEliminarAmiga, estoy de vuelta. Ya te había leído en silencio desde mi casita.
Tengo que decirte que me ha gustado mucho este relato, en especial esa última línea del final.
Te dejo un abrazo.
Hola Isabel.
ResponderEliminarExcelente relato. Me ha gustado tanto como todos los otros, ahroa entiendo mejor. Es una gata la que narra toda la historia, que divertido!!!.
Saludines...
Roma, la ciudad de la loba y de los gatos castrados!
ResponderEliminarjajajajaja
Saludos!
Esa costumbre de coger los gatitos en brazos la tengo yo, ¿Me vendrá de entonces?
ResponderEliminarPrecioso relato, ha cobrado vida ante mis ojos.
Un beso grande.
Menos mal que vine a ver, porque se borro el comentario o vaya a saber que:
ResponderEliminar1) Mortal el comentario de FAB de lo que hubieran hecho sus gatas en lugar de la gata protagonista. Me ha hecho reir mucho.
2) Si, Sirio esta enamorado de la voz de Susana, a pesar de reconocer que su inmortalidad esta asegurada por tu pluma (cosas del amor.... ni a mi me pone esos ojos de carnero degollado, aunque debo reconocer que no tengo tan buena voz)
3) ME SACO EL SOMBRERO! por tu talento para hilar una historia, basandote en tus conocimientos de historia, que insisto no los echas en cara como un guante, como esa erudicion pesada y enciclopedista, sino en forma amena y dando un paseo al lector, sumergiendolo en otro tiempo; junto con lo que te sugiere una imagen, como el gato Kato adelantado su barbilla? Por aca decimos 'en la cancha se ven los pingos (caballos de carreras)' y realmente en estos en apariencia pequeños relatos, mostras todo tu talento.
Un buen paseo por Roma, volviéndonos un poco gatas y, sí, deseando oler también el mercado y los caballos... y perfecta la frase final. Tenemos mucha necesidad:-)
ResponderEliminarMe has hecho pasar un rato buenísimo, quizá porque, como dices al presentarte, el momento que dedicas a escribir se convierte para ti en el mejor momento del día. Y eso se nota.
Un abrazo, Isabel.
Muy interesante tu blog y mucho donde aprender...
ResponderEliminarle prestaste tu alma a una gatita!!!
ResponderEliminarMe encanta cómo cuentan las cosas las gatitas romanas.
ResponderEliminar;)
besos!
Preciosa descripción de un paisaje con figuras que renace de nuevo a través de tu pluma como si fuera actual.
ResponderEliminarUn beso fuerte querida amiga.
:-) Me encanta este relato protagonizado por un gato. Como siempre venir a tu casa es un placer.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Es sorprendente y admirable a la vez comprobar el don que tienes de llevarnos a los lugares con tu prosa.
ResponderEliminar¡Magnífico!
Gracias Isabel.
Buena prosa. Siempre pensé que Roma era una ciudad que rendía culto a lo masculino, me has mostrado lo contrario. Buen blog, también, te invito a darte una vuelta por el mío, creo que te puede interesar.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Isabel, no he podido resistir el entrar de nuevo a saludarte y compartir contigo lo que he leído hoy.
ResponderEliminarEstoy leyendo el libro Claudio el dios y su esposa Mesalina de Robert Graves, y al final del capítulo XXI, esto:
"También construí (habla Claudio)un hermoso altar para la ninfa Egeria, en su bosque de Aricia, y dediqué en él una ofrenda motiva de oro:una hermosa mano femenina apagando una vela, con la siguiente frase inscrita en el pábilo de la vela, en dialecto sabino:
Al veloz heraldo de la victoria,Egeria, del tullido Claudio, en gratitud.
Que esta vela pueda arder hasta el final,dando ya una clara luz, y que la llama de las velas de sus enemigos se apaguen pronto.
¿Qué casualidad verdad? También he leído anterior a este, Yo Claudio.
Como decimos en el sur,!!Qué pecha!! de infanticidios, parricidios, guerras, conspiraciones y demás, pero es historia pura y Robert Graves un gran novelista e historiador.
Un beso y buen fin de semana.
Este relato es fascinante, Isabel. Además de los detalles de la fuente, y su historia, la perspectiva narrativa desde la mente de un gato, me ha encantado.
ResponderEliminar¡Siempre me sorprendes!
Un lujo leerte.
Un beso.
Soledad.
Saludos, alma, pienso que los gatos no deben distinguir entre hombres y mujeres. Aunque puede ser un punto de vista interesante. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola selma, creo que mis contertulios veis y oís más cosas en Roma que yo. Por eso me gusta tanto vuestra compañía. Besotes, guapa.
Hola jacarma, nadie puede negar la hermosura y expresividad de Kato. Besotes.
Hola m@riel, Egeria era una ninfa muy apreciada. Sin embargo, no he encontrado -al menos de momento- ninguna referencia a ella salvo en su papel de consejera de Numa Pompilio. No te extrañará, por tanto, que a la plaza Numa Pompilio vaya a parar la vía de las Camenas y que al lado de la plaza haya un parque dedicado a Egeria. Besitos.
Hola krisish, seguro que Karo estaría muy contento allí, no en vano lo está criando una antigua vestal. Besitos.
Hola andaya, pues esta gatita no tiene nombre aún, al igual que ocurre con su ama. Estoy pensando y pensando, pero aún no me he decidido. En cuanto a Kato, es el nombre del gatito de una amiga y contertulia. Iré poniendo fotos de distintos gatos amigos y de amigos, si me los quieren proporcionar, claro. Besitos, guapa.
ResponderEliminarHola cornelivs la idea es que conozcamos algunas costumbres y lugares de la antigua Roma a través de esta gatita. Tengo bastante confianza en ella. Besos, querido amigo.
Hola clarice baricco, Movie no tiene motivos para estar celosillo, máxime después de haber sido el amigo perruno más fiel y querido de la reina Dido. En cuanto a los gatos, en la antigüedad no había muchos en Roma, se consideraban animales exóticos y los tenían como animales de compañía unos pocos excéntricos. Había muchísimos más perros. Pero ninguno, hasta donde yo sé, ha pasado a la historia. Besitos, querida amiga, y felicidades a Movie en su cumpleaños.
Hola fab, creo que tu observación es muy justa. Nunca he tenido un gato, así que seguramente cometeré bastantes errores en cuanto a su conducta. Con todo, esta gatita nuestra tendrá que adaptarse un poco a su dueña y darnos pie a contar sus pequeños paseos y aventuras por Roma. Por cierto, ¿por qué no me envías fotos de tus gatas/os para que salgan aquí? Besotes.
Hola morgana leFay. Gracias por tu visita.
Saludos y bienvenida, georgina. A veces se producen felices casualidades, espero que ésta sea una de ellas. Hasta pronto.
ResponderEliminarHola isabel, coincido contigo: los gatos romanos son absolutamente deliciosos. Besotes.
Hola raúl, desde luego los animales son únicos para protagonizar las fábulas. Besos.
Hola rodolfo n, tú si que entiendes de belleza y misterio. De momento, yo sólo trato de acercarme... Besos.
Hola susana, está prevista la próxima aparición de miss Lizzie Crab y, por si Sirio no te lo ha contado nunca, él participó como el gatito amado de Anna, la hermana de la reina Dido, en la historia que escribí sobre ella. Si miras en mi columna lateral, verás que aparece su nombre en el "reparto". Por aquella época estuvo muy malito. En cuanto a tí, no me extraña que tu voz les fascine, pues aparte de que es profunda y hermosa, hablas muy bien. Besotes, guapa.
Hola núria, felicidades a orillas de ese océano Pacífico tan mentiroso. Ese afán por mentir debe venirle de alguna relación oculta con el mare nostrum, al que ya sabes que le encanta relatar e inventar fábulas que luego resultan no ser verdad. O resultan ser una verdad absoluta, no se sabe. Un abrazo y feliz navidad.
ResponderEliminarHola mizo,también a mí me gustaría ser esa gatita en brazos de la niña rica. Y espero que la siga sacando a pasear... Besos.
Hola el llano Galvín, a los romanos les gustaba muchísimo el campo y tenían una gran añoranza por la vida rural. Así que en cuanto tenían cinco o seis árboles juntos en medio de la ciudad, lo consideraban un bosquecillo. Una costumbre que me resulta entrañable. En cuanto a las ninfas, es lógico también que gozaran de mucha consideración, pues el agua era muy apreciada en Roma. De hecho, la abundancia de agua fue una de sus grandes riquezas y, su pérdida, una de las causas más determinantes de su decadencia. En cuanto a Kato debo decir que sí, que me he inspirado en él. Besitos.
Hola mª antonia moreno, pienso ir escribiendo poco a poco estos paseos, insertándolos entre otros post. Quedarán agrupados bajo la etiqueta "crónicas felinas". Besitos, guapa.
Hola augustaEmérita, en Roma todo, incluso los animales, estaba impregnado de romanidad. Saludos cordiales.
Hola umma1, desde luego los gatos son muy apreciados en la Roma actual, de hecho están protegidos por ley. Y dan un encanto especial a todas las ruinas. Besitos.
ResponderEliminarHola kurtz, la fuente no existe, pero el lugar es delicioso, yo he paseado por allí muchas veces y puedo asegurarte que es un placer. Al menos para personas a las que gusta tratar de sentir la magia de los lugares. Besitos.
Hola charles de batz, siento no poder responderte si las ninfas Camenas se relacionaban con la fertilidad y los partos. No me parece, sin embargo, raro, porque el agua y la fertilidad suelen estar muy unidas. Si encuentro alguna referencia al respecto, no dejaré de decírtelo. Espero que nos demos más paseos por Roma metidos - más o menos - en un cesto. Besitos.
Hola gabu, me resulta difícil no imaginarme un tipo de relación afectuosa entre una mascota y su ama. ¿De qué otro modo se podrían relacionar? Me alegra que te gusten nuestros felinos. Si tienes algún gatito propio o amigo, no dejes de enviarme alguna foto suya, para que pueda salir en un post. Besotes, querida amiga.
Hola penélope, parece que nuestra gata sin nombre cae bien a todo el mundo. Será que los animalitos saben hacerse amar para poder sobrevivir... Besitos.
Hola isis de la noche, ¿verdad que los ojos de Kato son increíblemente bellos y expresivos? Mirando gatitos así no es difícil inspirarse. Besos.
ResponderEliminarHola el arte del arte, celebro que te guste la gatita y cómo nos va contando sus pequeñas aventuras. La simplicidad a veces tiene más efecto de lo que creemos. Besos.
Hola la candorosa, no sé, no sé, creo que las mujeres somos bastante felinas todo el tiempo... Besitos, guapa.
Hola zebedeo, ¡tú si que tienes a las musas trabajando a tu servicio todo el tiempo...! Besotes.
Hola querido francisco ortíz, me da mucha alegría tu visita. Pasaré enseguida a verte. Besos.
Me agrada las perspectiva de la historia desde el punto de vista de un gato, la sociabilización que realizas es precisa y permite por unos segundos ver a través de sus ojos.
ResponderEliminarBesos
Hola santos g. monroy, no me creo yo que tengas demasiadas quejas de tu Egeria. En general, a las Egerias no nos va mal mientras nos conformamos con el papel de consejeras. Lo malo es cuando queremos pasar a la acción directa: ahí si que se nos pone todo crudo, crudo... Besitos.
ResponderEliminarHola extractos, muchas gracias por tu visita. Pronto iré a oírte...Besos.
Saludos, caminando, pasaré cuanto antes por tu blog a recoger mi premio. Un millón de gracias.
Hola malena, gracias a tí por venir a visitarme. Compartir pasiones es siempre muy alentador. Besos y hasta pronto.
Hola víctor gonzález, qué hemoso es saber que puedes caminar por Itálica y hallar cosas tan parecidas a las que hallarías en Roma. Esa percepción de universalidad es maravillosa. Besos.
Hola fgiucich, gracias por tu vista.
ResponderEliminarHola lully desnuda, la naturaleza nos coloca en nuestro lugar, si sabemos escucharla. Besitos.
Saludos, mirmidón, ya me gustaría que hasta esta página llegara la sabiduría de las ninfas. En cualquier caso, aquí está la fuente a donde cada cual puede verter la suya. Besos.
Hola rosa silverio, es un placer que estés ya de vuelta, te añoraba. Creo que la necesidad de hacernos más sabias está en la raíz de nuestra propia naturaleza, pero nos hace falta cultivar más ese deseo. Besos, querida amiga.
Hola birdelo, sí, es una gatita quien va contando lo que le pasa. Este es el tercer episodio. Y espero que tengamos algunos más. Besitos.
Hola la sonrisa de Hiperión, ¡menudo porvenir le espera a esta gatita nuestra si todos los gatos romanos están castrados! Besotes.
ResponderEliminarHola lys, seguro que te viene de entonces, sí. ¿Quién podría resistirse ni no dar un abrazo a un minino? Besitos.
Hola alyxandria fatherland, desde aquí se oían tus risas al leer a fab. Bueno, yo nunca he tenido un gato, así que hablo de oídas y es más que probable que cometa errores. Pero bueno, vamos a ponernos en que esta gatita es especialmente dócil. En cuanto a la capacidad de Susana de fascinar con su voz, está demostrada, y seguro que Sirio se derrite... Y de todo lo demás, incluidos los elogios, muchas gracias, querida amiga. El comprobar que os gustan estas historias diminutas me anima a continuar. Besos enormes a tí y al felino team.
Hola olga B, me gusta realizar estos paseos romanos tan bien acompañada. Y eso es fundamental, pues según dicen los especialistas, Roma se parecía más a un zoco oriental de lo que jamás nos hemos podido imaginar. Quiero decir que Roma siempre estaba llena de gente y así me gusta a mí pasear ahora, codo a codo con tantos de vosotros. Besitos.
Hola mar romera, muchísimas gracias por tu visita. Saludos cordiales.
Hola gonzalo, ¡me has descubierto! Besotes.
ResponderEliminarHola almena, nadie puede sustraerse a la fascinación de los animalitos. Besotes.
Gracias por tu visita, manolotel. Me encanta verte por Roma. Besotes.
Hola leodegundia, amante de los animales y de la naturaleza. En eso último eres muy romana. Besitos y buen fin de semana.
Hola goathemala, los romanos añoraban mucho la vida del campo y el contacto con la naturaleza. Por eso tú conectas muy bien con ellos. Besitos y muchas gracias por tantas cosas.
ResponderEliminarHola plan D, no te equivocabas al pensar que lo romano exaltaba mucho lo masculino. Pero quizá no todo el tiempo fue exactamente así. Precisamente por eso estoy yo tratando de hacer visibles a sus mujeres, ocultas por muchos siglos de olvido. Pasaré a visitarte pronto. Saludos cordiales.
Hola lys, verdaderamente es una coincidencia maravillosa. Coincido contigo al señalar a Robert Graves como un magnífico escritor que supo retratar Roma de una manera inolvidable. Se hizo una serie de esta trilogía para la televisión ("Yo, Claudio") que, en mi opinión, en muchos aspectos no ha sido superada todavía. Vaya una galería de retratos... Espero que sigas disfrutando de esa lectura. Besotes.
Hola soledad sánchez m, parece que la idea del gatito ha sido bastante feliz. Me alegra que te haya gustado. Besitos.
Hola without, gracias por tu visita y tu comentario.
ResponderEliminarBesotes.
Hola Isabel,
ResponderEliminarMe ha encantado el relato, muy original y muy bien narrado, me ha transportado a esa época.
me he quedado con ganas de leer más, así que volveré a tu blog para leerlo poco a poco.
gracias por tus palabras y tu visita.
un abrazo y hasta pronto,
Genial!!!.
ResponderEliminarEntonces voy a seguirlos hasta el final para ver en que queda la trama!!!.
Saludines....
esos puntos suspensivos de "lugar especial" te ha quedado muy sugerente... cuentaaaaa
ResponderEliminarYO también me cambiaría por una ninfa gustosamente, por consejera me daría pánico, sujeta a caprichos, a voluntades como la de llevarme tomada...aunque, hummm...
Es un placer visitarte siempre Isabel este relato me ha parecido delicioso, aprovecho para desearte Felices Fiestas (Por cierto me voy a Roma estas vacaciones, te contaré)
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