Te lo dije hace varios días, César: guárdate de los idus de marzo. Saben los dioses que te advertí con tiempo. Y aún hoy, hace apenas una hora, cuando ibas de camino a la curia de Pompeyo para reunirte con el Senado y me has visto sentado junto al foro, te has detenido ante mí un instante. “Ya han llegado los idus, y aquí estoy”, me has dicho. En tu voz y en tu gesto había cansancio pero tus ojos se han iluminado con un relámpago de burla. “Han llegado, César” – te he respondido – “pero aún no han pasado”.
Cambiar el destino que las Parcas decretan para cada hombre no está al alcance de mi mano. No obstante, siempre hay un resquicio para la acción salvadora y por ello he insistido en que corrías peligro. Sin embargo, has continuado adelante arropado por la multitud y me he sumado a ella para seguirte a distancia. Con el alma encogida, he invocado para ti la protección de Fortuna huiusce diei cuando has pasado al lado de su templo, casi a las puertas del lugar donde te aguardaban tus asesinos.
Cuando en el interior de la curia, rodeado de personas en quienes confiabas, los traidores han desenvainado de pronto los puñales y, como si fueras una alimaña, te han acorralado y se han arrojado contra ti para arrancarte la vida, ¿habrás recordado mi respuesta?
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NOTA: Los idus de marzo era el día 15 de marzo. Ese día del año 44 a.C. fue asesinado Julio César por un grupo de senadores dentro de la Curia de Pompeyo. El suceso que se relata aquí – el encuentro con el adivino – viene relatado por Plutarco. El templo dedicado a la diosa Fortuna huiusce diei (Fortuna del Día Presente) fue construido en el año 101 a.C.
* Vista del templo de Fortuna del Dia Presente, de noche. Está dentro del Area Sacra de Largo Argentina. Tras él, a pocos metros, se cree que estaba la entrada a la curia de Pompeyo. Foto: Rafa Lillo. Roma.
**Detalle del plano que sitúa este templo de la Roma antigua en la ciudad actual. De los cuatro templos coloreados en rojo, es el que tiene planta redonda. Lo que se ve detrás es la columnata que precedía al Teatro de Pompeyo. En esa columnata se había construido una curia para las reuniones del Senado. Plano que se exhibe ante el Área Sacra de Largo Argentina. Roma.
Las advertencias que no se escuchan, pueden tener resultados funestos. Abrazos.
ResponderEliminarestando en el instituto recuerdo que la profe de latín nos recomendço un libro: LOS IDUS DE MARZO. Me lo leí enseguida, me encantó. Increíble cómo se ganó su destino (no de esa forma claro) y la traición!! Un beso!!
ResponderEliminarlos hombres, todos tienen marcado su Destino... Contra él nada pueden hacer, por más poderosos e invictos se crean...
ResponderEliminarComo siempre nos submerjes de manera admirable en el Pasado de tu hermosa Roma y te seguimos de la mano... ¡Una foto espléndida conjuntando con el Texto...
Besos cariñosos, IsaBELLA, mi Romana...
Madame, usted es una autentica romana de los pies a la cabeza. Tiene que ser la reencarnacion de alguna patricia romana. Hasta piensa y se expresa como harian ellas, y ademas de forma tan linda.
ResponderEliminarValiosisima la informacion que nos deja de forma tan amena, y con esas notas con las que aprendemos tantas cosas.
Bisous
Ahora... hoy, ya podemos decir que han pasado, por que... sabes??? no sé por que razón, yo siempre "me encojo" un tanto cuando se acercan los "Idus de marzo"
ResponderEliminarCuando no se quiere escuchar se corre el riesgo de equivocarse. Y algunas equivocaciones no tienen enmienda.
ResponderEliminarDe nuevo lo has bordado, Isabel.
Un abrazo.
La verdad es que el relato de Plutarco pone los pelos de punta, pero el destino de César era ése y no otro. Quizás él sabía lo que le aguardaba y se enfrentó a ello: entró así en la Historia.
ResponderEliminarSaludos
¡Ah, pero es que no podemos vivir con tanto miedo, esperando tantos y tantos idos que pueden pender sobre nuestras cabezas!.
ResponderEliminarBesos
Isabel,
ResponderEliminarTu recreación del asesinato de Julio César es excelente. Parece que lo está viendo uno, cuando lee tu texto. Es realmente impresionante y está en concordancia con todo lo que nos han transmitido los testimonios de la época. Felicidades por tu generosidad para deleitarnos y actualizar nuestros conocimientos.
Para quien le interese, comunico que yo hice hace un mes tres comentarios sobre los prodigios que precedieron o se sucedieron al tiranicidio, bajo la etiqueta "IDVS MARTIAS", según los explican Ovidio (Metamorfosis), Virgilio (Geórgicas) y Suetonio (Vida de Julio César). Creo que son bastante interesantes. Aquí dejo el enlace:
http://antoniomartnortiz.blogspot.com/search/label/IDVS%20MARTIAS
Te envío mi Felicitación y un cariñoso beso,
Antonio
PS.: Al pie de página, porque no tiene excesiva importancia: todo el mundo dice "los Idus" en masculino, cuando habría que decir "las Idus" en femenino, porque en Latín "Idus", al igual que "Kalendas" o "Nonas", es femenino.
Tu quoque, Isabel ? ;P
ResponderEliminarPer cert... Felices Fallas !
Besets... :)
El orgullo muchas veces provoca ceguera. ¿Quién se atrevería a alzar la mano contra el gran Julio César?
ResponderEliminarExcelente relato.
Besos.
Largo Argentina, me gusta i rpor la noche y ver a los gatos dormir, es una de laa gateras más conocidas, una zona muy bonita.
ResponderEliminarTu relato una vez más es sublime!
Los idus (masculino plural) en el antiguo calendario romano correspondian al día 15 de marzo y a los meses, mayo, julio y octubre y el 13 a los demás meses. Por desgracia se cumplió la profecia y el político, escritor y general Julio Cesar, fue asesinado en el Senado por Craso y Bruto, su hijo. Al sentirse herido y ver la daga en manos de Bruto, se dirigió a el y le dijo: "¿tu también hijo mio?".
ResponderEliminarContigo no tiene desperdicio ni una lagartija romana, es como estar viviendo en Roma, la Roma de nuestros ancestros.
Es una gozada compartir conocimientos contigo. Un abrazo querida Isabel. Pepa
Isabel, un relato redondo. Una recreación perfecta. El inexorable destino de un hombre puesto delante de nuestros ojos, como enuna gran pantalla de cine.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Un beso.
Soledad.
Los idus de marzo estarán siempre unidos a su nombre. Nos has hecho testigos de excepción de una escena histórica, Isabel, desde la extraña impotencia del que conoce el destino y sabe que no podrá evitarlo.
ResponderEliminarSaludos.
Suelo reservarme un ratito de la noche para leerte, y es siempre un placer.
Destino implacable para uno de los grandes personajes de la historia. Sólo podía acabar trágicamente alguien que vivió como él. Besos.
ResponderEliminarAntes como ahora, la duda: ¿el destino del hombre está marcado? ¿Es inmutable, rígido ó acaso se puede modificar a voluntad?
ResponderEliminarMagníficas letras y puesta en escena del asesinato más famoso de la historia!
Muchas Gracias Isabel!!!
Besitos Querida Amiga!
Me apasiona leerte, siempre.
ResponderEliminarTe abrazo bella romana.
MentesSueltas
Amiga Isabel,
ResponderEliminarMe vas a permitir que deje aquí, en tu espacio, la contestación adecuada a una pretendida corrección que se me hace aquí mismo, por parte de un “Anónimo”, a unas palabras que yo escribí. Todo ello con el mayor respeto y sin ninguna pretensión de polemizar, porque no es mi estilo ni mi deseo, ni es éste el lugar adecuado para hacerlo. Es el género de la palabra “Idus” en Latín.
Como bien conoces tú, en el antiguo calendario romano, “Idus” correspondía a la luna llena. Es un substantivo de la cuarta declinación que sólo tiene plural, y esa misma forma vale para el nominativo, el vocativo y el acusativo. Desde nuestro primer año de Latín todos sabemos que en la cuarta declinación hay substantivos neutros (muy pocos) como “genu” (rodilla), “cornu” (cuerno). Todos ellos tienen el nominativo/vocativo/acusativo singular terminado en -u.
El resto de substantivos (porque no hay adjetivos) de la cuarta declinación terminan en –us (forma que vale para el nominativo/vocativo singular, y el nominativo/vocativo/acusativo plural). Pueden ser de género femenino, como “manus” (mano [todavía nosotros decimos “la mano”, a pesar de su terminación en –o]) y del género masculino, como “exercitus” (ejército). El uno u otro género depende del significado, si nuestros antepasados indo-europeos, de donde procede el Latín, lo interpretaban como algo sexualmente masculino o femenino.
Pasa como con los árboles, que tanto en Griego como en Latín son femeninos, aunque en Griego y en Latín muchos sean de la segunda declinación (“-os” en Griego, y “–us” en Latín, terminaciones que gramaticalmente daban en su mayoría substantivos masculinos). Y es que el género natural (macho o hembra) siempre se ha impuesto en las lenguas indo-europeas al género gramatical (el de la terminación), que es posterior y secundario. Y resulta que nuestros antepasados remotos, cuando veían a un árbol que “daba a luz” frutos y frutas y le ponían un nombre, se lo ponían igual que a una hembra, que también “da a luz”. Los interpretaban como sexualmente femeninos.
Lo podemos reconocer en nuestra propia lengua en la que palabras como “poeta, artista, pianista, ebanista, lampista, organista” y todo un sinfín de palabras acabadas en –a (que es una terminación gramaticalmente femenina), han sido consideradas masculinas por su significado, porque eran actividades exclusivamente reservadas a los hombres. Ahora, gracias a Dios, las cosas están cambiando. En algunos casos se admiten ahora formas como “la pianista”, si se trata de una mujer, o se instala una nueva palabra, de creación secundaria, como “poetisa”, que es lo que era nuestra admirada Safo (los Griegos decían “Safó”, y esto creará otra polémica).
Estoy de acuerdo en que la gente suele decir *”los Idus”, en masculino, en lugar de “las Idus”, que sería lo correcto. Puede ser que el hablante identifique la terminación en –us con un masculino, porque la mayoría de substantivos latinos terminados en –us dieron masculinos en nuestra lengua.
Resumiendo: todos los que hemos leído algunos textos en Latín estamos acostumbrados a leer:
“Pridie [el día antes de.) Idus Martias, Februarias, Ianuarias”, etc.,
lo mismo que:
“Pridie Nonas Martias, Februarias, Ianuarias”,
o
“Pridie Kalendas Martias, Februarias, Ianuarias”.
Así es como ponía la fecha, por ejemplo Cicerón, cuando, desde su destierro, le enviaba cartas su amada esposa Terentia o a sus amigos.
Me perdonarás, amiga Isabel, por lo extenso de este comentario, pero es que pienso que tu espacio es un lugar donde hay gran abundancia de Cultura (con mayúscula) Romana, y, entre todos y todas, no nos podemos permitir el más mínimo desliz.
Te envío, amiga Isabel, toda mi admiración y un gran abrazo,
Antonio
PS.: Puestos a corregir el comentario de “Anónimo”, lo vamos a corregir todo. Dice “Anónimo”: “fue asesinado en el Senado por Craso y Bruto, su hijo”. Dice Suetonio (Vida de Julio César, 82,2) que Julio César le dijo a Bruto, en Griego, ” [¿Kái sý téknon?] (¿Y tú también, hijo?). No es que Bruto fuese hijo de Julio César, sino que fue una fórmula cariñosa, la dirigida a un amigo. Lo que sí parece cierto es que la madre de Bruto fue una, una más, de las amantes de Julio César, pero Bruto no era hijo de Julio César. El que sí lo fue fue Cesarión, producto de los amoríos con Cleopatra, la que tuvo a Julio César com uno, uno más también, de sus amantes.
Cuanto se aprende de las pequeñas discusiones...
ResponderEliminarMe parece muy hermoso este escrito.
ResponderEliminarPor un lado el presentimiento confirmado del magnicidio y por otro la predestinación ineludible, que apenas deja un pequeño resquicio para evitar lo que ya está escrito.
Supongo son éstas las dos piedras angulares del pensamiento de los romanos.
Un abrazo, Isabel.
¿Se puede engañar al destino?...
ResponderEliminarO la parca está ahí esperándonos con su daga en la mano...
Besos querida...
Es tan difícil...
ResponderEliminarSi uno supiera de qué cosas debe hacer caso...
Por lo visto, la superstición no era obsesión en el emperador, de otro modo...
Pero qué bonito lo cuentas!
Me encanta!
Un beso
P
Magnífico, señora mía. Me habéis deleitado. No lo dudéis
ResponderEliminarDoña Guiomar
Cada cosa debe quedar en su sitio. En el comentario que hice hace unas horas, veo que la frase que le dijo Julio César a Bruto, cuando éste lo apuñalaba, junto con otros senadores, en Griego, no aparece bien. La tenáis aquí
ResponderEliminar"Καὶ σὺ, τέκνον;".
Se ve que el ordenador desde el que la escribí tenía el Griego suspendido. El que utilizo ahora lo tiene aprobado. Eso espero.
Y ahora voy a pasearme al Blog de "loslibros", porque de su comentario deduzco que es una persona con grandes ganas de aprender y estoy seguro de que mi paseo será gratificante.
Un saludo para todos y todas
Antonio
Hola fgiucich, hay veces en que todo parece conjugarse para llevarnos a nuestra perdición. Besos.
ResponderEliminarHola daisy, desde luego el libro que leíste Los idus de Marzo es una auténtica pieza de Literatura Mayor... Así que no me extraña que quedases extasiada. Besos.
Hola selma, no es fácil hablar del destino, hasta que se ha cumplido. El de César pudo muy bien ser otro, como el de tantas y tantas personas... Me alegra que te guste esta Roma mía... Besos.
Saludos, la dame masquée, gracias por sus piropos. Desde luego me siento romana de los pies a la cabeza, aunque más bien plebeya... Un abrazo enorme.
Hola mía, desde luego los idus de marzo han quedado muy marcados por este magnicidio. No me extraña que te encojas. Besos.
ResponderEliminarHola daalla, siempre me he preguntado cómo es posible que César se equivocara tanto con algunas personas. Aunque quizá no se equivocó. Siempre nos quedará esa duda. Besos.
Hola carmencnbejar, desde luego es un asesinato escalofriante y no sé muy bien qué pudo pensar César. Él tenía otros planes, pero desde luego supo morir con dignidad. Besitos.
Cierto, anabel, con miedo no se puede vivir. Y eso mismo pensaba César. Tenía un sentido muy profundo de la dignidad. Besos.
He regresado amiga mìa y como siempre en tus palabras me detengo a pensar...
ResponderEliminarP.D.:Y còmo advertir que detràs de aquellos en quienes depositamos nuestra confianza se esconde la vil traiciòn,verdad??
TE DEJO UN MONTÒN DE BESITOS ISABEL QUERIDA ♣
Saludos, antonio martín ortíz, te dejo el comentario que he dejado ya en tu blog, respecto a los presagios que precedieron y siguieron al asesinato de César. Me he leído los tres posts y son, desde luego, bellísimos y escalofriantes al mismo tiempo. Tengo la impresión de que pocos magnicidios han conmocionado tanto como éste, cuyos detalles, aunque los oigamos repetir mil veces, nos siguen apasionando y emocionando. Muchas gracias por tus comentarios, me alegra que te gusten mis textos que, como ves, están escritos con gran cariño y pasión, aunque a veces pueda tener fallos y cometer errores. Mi conocimiento del latín es muy limitado, así que son bienvenidas las informaciones y las aclaraciones. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarHola pru, claro que yo también... No levanté un puñal, sino que lloré con los plebeyos romanos. ¿Este año no vienes a las fallas? Maldita crisis... Besos.
Hola marcela, se dice de César que era orgulloso, con todo, creo que en este ocasión no era tanto orgullo como descreimiento: no creía en los augurios ni las adivinaciones, aunque reconocía el efecto que producían en el ánimo de los demás. Besos, querida.
Hola paula r, también para mí el Area Sacra de Largo Argentina es un lugar muy especial. Me emociona pensar que quizá esas losas fueran las últimas que pisó César. En cuanto al refugio de gatitos, siempre que voy contribuyo a su mantenimiento, es un lugar entrañable y especial. Besos.
Hola anónima pepa, tu comentario ha suscitado una aclaración posterior de antonio martín ortiz. No puedo participar en esta polémica, porque mis conocimientos de latín no dan para tanto. Me alegra que quienes sois buenos conocedores de la lengua, historia y cultura latina disfruteis conmigo, te aseguro que me hace muy feliz. Besos.
ResponderEliminarHola soledad sánchez m, este episodio de la historia de Roma es uno de los que más me han conmovido siempre. El texto aquí escrito sólo quería recordarlo, nada más. Un abrazo.
Saludos, olga B, si, supongo que este hombre debió sentir algo extraño al comprobar que su predicción se cumplia inexorablemente... Me encanta que me leas de noche. Así Roma tendrá un halo especial. Besos.
Hola isabel, sí, creo como tú, que la muerte forma parte de la grandeza de un personaje. ¿Será por eso que el asesinato de César nos conmueve tanto mientras que el asesinato de Pompeyo nos parece como algo más lejano y de menor interés? Besitos, guapa.
Hola susana, ciertamente nunca se sabe. ¿No es terrible cuando pensamos "ojala no hubiera hecho esto", o "hubiera salido cinco minutos antes, o cinco minutos después..." Con todo, para mí lo más dramático es que fue asesinado por personas en quienes confiaba. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola mentessueltas, muchas gracias por tu visita. Besotes enormes.
Hola de nuevo, antonio martín ortiz. Gracias por esta lección magistral. Respecto a Bruto, creo que es unánime la opinión de que no era hijo de César. Sin embargo, su madre, Servilia, sí fue muy amada por César y parece ser que conservaron la amistad hasta el final. Del amor que sentía por su madre se derivó el amor de César por Bruto. Tanto, que antes de la batalla de Farsalia, donde se enfrentaron César y Pompeyo, aquel, sabiendo que Bruto combatía en las filas de Pompeyo dio orden a sus oficiales para que no matasen ni hiriesen a Bruto. Él mismo procuró, sin saberlo, que se preservara el brazo que habría de asesinarlo. Escalofriante, ¿no? Besos, querido amigo.
Hola, loslibros, me gusta que los contertulios contribuyan a aumentar nuestros saberes. Saludos cordiales.
Hola ludwig, los romanos eran muy supersticiosos y prestaban mucha atención a los presagios y las señales. Lo interpretaban como una advertencia de los dioses. Sin embargo, no creo que pensaran que todo estaba escrito y era inalterable. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHola fortunata, buena pregunta. Creo que, en general, cuando algo ha ocurrido solemos atribuirlo al destino. Ahora bien, qué pocas veces se acierta cuando tratamos de adivinarlo... Besotes, guapa.
Hola penélope, tu impresión es acertada: César no era supersticioso. Con todo, ese día no se sentía bien... Besos, querida.
Saludos, doña guiomar, me alegra que os deleiten estas historias de los antiguos de las que tanto provecho podemos obtener. Bisous.
Gracias de nuevo, antonio martín ortiz, por colocar en griego esas palabras.
Hola gabu, ¡se acabó lo bueno...! Me alegra que estés ya de regreso. En cuanto a los traidores, qué duro es saber que nos rodean cuando ya se han quitado las caretas. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarUna delicia de texto como siempre.
ResponderEliminarSaludos amiga
Sin tiempo para leerte, querida amiga, solo me paso para darte un abrazo! (Al final de semana creo que estaré mas libre.) Un beso.
ResponderEliminarChapeau Señor Don Antonio Martinez por tu exposición tan bella y completa. No he intentado crear polémica, solo exponer de forma muy concreta mis conocimientos.Saludos Pepa
ResponderEliminarHe visto esas ruinas y aunque maravillada, no me despiertan tanto como verlas a través de ti.
ResponderEliminarUn beso
Entrañable amiga Isabel,
ResponderEliminarLeído tu comentario, tras la lectura que hiciste de los prodigios en torno al magnicidio, o, como otros dicen, tiranicidio (En Griego "Τύραννος" [Týrannos] [Los Romanos la pronunciaban, según las normas del Latín, como llana], al principio significaba "rey" y luego, cuando los reyes se degeneraron, pasó asignificar lo que ahora, "tirano", porque Julio César, "de facto", se comportó al final de sus años como un rey (concepto que los Romans aborrecían), se me han puesto los pelos de punta al leer el adjetivo que utilizas: "escalofriante". Es que tú hablas y escribes, y describes, como lo hicieron Ovidio y Virgilio. Es que tu Blog es una maravilla, y tus exposiciones no tienen desperdicio.
Como me atrae mucho el tema de los "prodigios", podrías decirme si Plutarco, al que tú conoces mejor que yo, también hace referencia a los prodigios, para que reciban el correspondiente comentario por mi parte.
Como siempre, te dejo toda mi admiración, todo mi cariño, y todo mi agradecimiento.
Un beso, amiga Isabel,
Antonio
Amiga Isabel,
ResponderEliminarMuy interesante el comentario que haces sobre César, Pompeyo, Farsalia, Servilia, Bruto y la forma cómo lo expliques. La verdad es que yo desconocía todos esos detalles. Te agradezco que aumentes mis conocimientos. Lo cual demuestra que la nobleza de espíritu se demuestra, sobre todo, aprendiendo de los demás. Y, por supuesto, también poniendo a disposición de los demás los conocimientos que uno tiene.
Un abrazo,
Antonio
Muy buen relato. Rara vez nadie escucha los avisos de otros y Julio Cesar no era la excepción.
ResponderEliminarUn abrazo
Vistos los comentarios y el interés que ha suscitado la entrada, tu blog se está convirtiendo en foro de discusión y de intercambio de ideas. Enhorabuena.
ResponderEliminarPues sí: una bella entrada y unos más que interesantes comentarios que rubrican la calidad de este blog. ¡Besos, Isabel!!
ResponderEliminarHacia tiempo que no entraba en tu página y como siempre un placer fascinante, además casi en plenos idus de marzo
ResponderEliminarBesos
Me gustaría rescatar una narración en la que una anciana consigue escapar de la parca gracias a que no para de haer cosas. Ya sé que no tiene nada que ver con tu relato, pero me lo has recordado.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé... siempre me han atraído los idus de marzo. Por Julio César, por las leyendas de Arturo...
ResponderEliminarCuando alguien nos da un consejo, la arrogancia es fatal :)
Un beso grande, Isabel.
Hola!! Claro qu epuedes coger la foto del gato, sin problemas!!
ResponderEliminarNo conocía el monumento del que me hablas y me parece muy,muy interesante ponerme a investigarlo y mirar a ver si puedo visitarlo, GRACIAS!!!!!!!!!
He ido esta tarde al Auditorium di Mecenate, bueno, a verlo por fuera. ¿Sabes? paso por delante tantísimas veces al día y siempre había pensado que era una casa abandonada, con su historia pasada pero olvidada a día de hoy, siempre cerrado a cal y canto... pero hoy me he acercado, he hecho fotos, he leído una página iformativa y he descubierto lo maravilloso que debe ser entrar, voy a intentar visitarlo, desde luego.
ResponderEliminarDe hecho está pegado practicamente al restaurante del que hablé el otro día y a Panella (la panadería artística).
Yo que me quejaba de que los romanos están "anestesiados" y pasan por los monumentos como si tal cosa, y yo he hecho lo mismo día tras día con el Auditorium...
Gracias, muchísimas gracias por ilustrarme, voy a hacer un post más tarde con las fotos que he hecho y con tu blog como referente, sin duda.
¡Besos!
Hola irene adler, me alegra que te guste pese a ser un tema tan triste. Besotes.
ResponderEliminarGracias por venir pese a todo, Cornelivs, eres un sol. Besazos.
Hola anónima pepa, ya ves qué documentado está nuestro contertulio Antonio Martín Ortiz. Si pasas por su blog, te gustará. Besos, guapa.
Hola lys, soy de las que piensan que cuando sabemos la historia de los lugares, las personas o los acontecimientos que están relacionados con ellos, los disfrutamos infinitamente más. Besos, querida amiga.
Hola antonio martín ortiz, gracias por tus cálidas palabras. En cuanto pueda, te copiaré lo que dice Plutarco sobre los presagios y te lo dejaré en un comentario en tu blog. La versión en castellano, claro, porque no dispongo de ella en latín. Besos.
ResponderEliminarHola leodegundia, me pongo en el lugar de César y pienso ¿haría yo caso a una adivina ahora, por ejemplo? Por si acaso, no las consulto nunca. Besitos, guapa.
Hola carmencmbéjar, siempre es un placer que el foro se anime. Así aprendemos más. Besitos.
Saludos, santos g monroy, como ves no sólo la actualidad levanta polémicas. Besos.
Hola ribempendros, es que los idus de marzo nos conmocionan bastante. Parece mentira, cuando han pasado dos mil años... Besitos.
ResponderEliminarHola tawaki, espero que te animes a contar en tu blog esa historia. Seguro que a muchísima gente (entre la que me incluyo) le gustaría esquivar a la parca, al menos durante una buena temporada. Besos.
Hola moony-a media luz, me has dejando intrigada con eso del rey Arturo. Desconocía que en su historia tuvieran algo que ver los idus de marzo. Abrazos intrigados.
Hola paula r, ya he cogido las dos fotos del gatito. Y me alegro de que hayas encontrado tan rápido el auditorio de Mecenas, creía recordar que estaba en la misma plaza que la panadería, pero ya no me fío demasiado de mi memoria. Si tienes interés en visitar monumentos que suelen estar cerrados, te recomiendo que vayas a algún museo y cojas la programación de actividades del Comune. Suelen sacarla trimestralmente, y hay folletos de estos en todos los museos. Allí verás que hay visitas para adultos casi todos los fines de semana y suelen ser gratuitas o muy baratas. Las dan historiadores del arte y/o arqueólogos, así que son muy buenas. Creo que, si tienes tiempo, las puedes disfrutar muchísimo. ¡Y yo que quedo tan contenta...! Un beso enorme.
Hola, Anónima Pepa,
ResponderEliminarGracias por tus palabras, y por tu sencillez a la hora de escribir y hablar. No te preocupes por lo de "Idus": prácticamente todo el mundo lo hace funcionar como masculino. A mí, todos mis profesores me lo pusieron en masculino. Incluso hay un libro, que yo no he leído, pero que, según algún comentario, es un libro bueno, con el título de "Los Idus de Marzo". Yo descubrí que era femenino porque me dediqué a tratar el tema en cierta profundidad en mi Blog. Eso nos pasa a todos. Tenemos que estar siempre dispuestos a aprender de los demás. Yo también aprendo muchas cosas todos lo días de los comentarios que leo de los demás. Te digo que yo no he pretendido crear polémica, ni nada de eso. Creo que el resultado final es que ahora somos dos buenos colegas. Me sumo al comentario de Isabel Barceló, y, si me lo permites, te envío un beso, y te digo:
Hasta la próxima, guapa,
porque estoy seguro de que ese adjetivo te corresponde.
Otro beso y un abrazo,
Antonio
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ResponderEliminarQué elegante, Isabel.
ResponderEliminarSiempre escribís muy bien. Pero hay textos como este, que son superlativos.
Un fragmento que no voy a olvidar.