¿Cuántas veces me dijiste que nada, ni siquiera la muerte, puede separar a quienes se aman sobre todas las cosas? Me has mentido, Cayo Valerio Varo: te has marchado sin mí al reino de las sombras donde no puedo verte ni tocarte ni alcanzarte. Y has dicho la verdad, porque en este lugar, contigo, se queda mi corazón para la eternidad.
Sí, cuando se va un ser querido se va también nuestro corazón con él. Por eso es cierto que también morimos un poco, nunca volvemos a ser los mismos.
ResponderEliminarMuy romántico, Isabel.
Un abrazo.
Un mismo hecho es una verdad y una mentira, lo que es una verdad y una mentira incuestionable.
ResponderEliminarSaludos
algo se muere en el alma cuando un amigo se va, dice las las conocidas sevillanas; pero cuando es el ser querido el qsue se va...uff, eso hay que pasarlo y digerirlo...es duro.
ResponderEliminarUn enorme abrazo...!
El reino de las sombras... Sin esperanza de eternidad... Sin nada...
ResponderEliminarQue horror...
Un abrazo, amiga
Que cosa tan romantica, madame, ese amor despues de la muerte.
ResponderEliminarEso para los que dicen que el sentimiento amoroso se invento en nuestra era. Que echen un vistazo a esto.
Bisous
Isabel, muy hermoso, como siempre.
ResponderEliminarUn besito
es horrible que se vaya el ser amado. Un beso!!
ResponderEliminarEn la vida y en la muerte el amor rige nuestra memoria.
ResponderEliminarPrecioso, Isabel, precioso.
Hola : ) Pásate por mi blog, tienes un premio.
ResponderEliminarSaludos
Ya ves, tengo una vieja amiga cuyo marido murió a su lado una noche, de repente, a edad temprana.
ResponderEliminarCuando acudí al tanatorio, se me abrazó desesperada gritando: "me dijo que jamás de abandonaría y me ha fallado, me ha fallado... me ha fallado".
Un beso, Isa.
No me afano por ser laureado, Delia mía, contigo
ResponderEliminaren tanto esté, quiero ser llamado cobarde e indolente.
¡Ojalá te esté viendo, cuando llegue la postrera hora,
te tenga moribundo en mi trémula mano¡
Llorarás y tendido, Delia, yo en la pira a punto de arder,
me darás besos empapados también de tristes lágrimas.
Tibulo
Amor y muerte mueven nuestros corazones....
Jo. Me acabas de traer un montón de recuerdos, de esos que son inevitables llorar.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué declaración de amor más sublime! Bravo, Isabel
ResponderEliminarY un besazo
En casos de amor intenso, ni siquiera la muerte es capáz de matar lo sentido...
ResponderEliminarque triste:(
besos amiga mia!
...El amor nos une a quien amamos... tarde o temprano... de la forma que sea ;)
ResponderEliminarYo creo que es una verdad ;)
un abrazo..
Bueno amigos, no dramaticemos, que también hay mucha viuda alegre por ahí suelta, jajaja.
ResponderEliminarYa en serio: lo que me produce más desasosiego es la esa sensación de que somos viajeros de la vida que paramos en estaciones de encuentros y desencuentros: de los que ya no están con nosotros, o de los que nunca más volveremos a saber... Besitos Isabel!!!
estremecedor.
ResponderEliminarEres muy consciente de que bordas los epitáfios ¿verdad?. Es todo un talento.
ResponderEliminarBesos
Bellísima declaración de amor a aquel que se nos va y nos deja tan solos y con tanto camino por andar en su ausencia dolorosa.Un abrazo admirado querida Isabel
ResponderEliminarLa muerte sólo son separa físicamente. Pero la vida también está
ResponderEliminardentro de nosotros, en el corazón y en la memoria.
Él no mintió, y ella lo sabe...
Un besito
P
El epitafio de Cayo Valerio Varo en estas líneas es conmovedor.
ResponderEliminarPocas veces las letras dicen tanto sobre los sentimientos encontrados a la hora de la despedida.
Espléndido trabajo Isabel, qué fortuna es leerte!
Mi acostumbrado y apretadísimo Abrazo Amiga Querida!
Breve, hermoso y cautivador. Mi enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
La muerte es una verdad como un templo. Y un corazón destrozado, también.
ResponderEliminarQué bella oración fúnebre. Abrazos.
ResponderEliminarPor tres veces he intendado entrar... Por fín... Me daba error...Lo he conseguido desde tu comment en la Jaima...
ResponderEliminarNo sé si hay un más allá... es más, lo dudo sinceramente... Pero hay una canción de Piaf "L'hymne à l'amour" ... Leer tu entrada y recordar esta canción...
Preciosa, emocionante y cierta...El Amor y la Eternidad muy a menudo van de la mano...
Besos emocionados... IsaBELLA, mi Romana...
De sólo imaginar que muera un ser muy querido, ya muere una parte de mí.
ResponderEliminarLo acepto: le tengo miedo a la muerte. No a la mía (bueno, sí, un poco), sino a la de mi gente.
Un abrazo
Elsa
PD: Date una vuelta para celebrar el tercer aniversario de MujeresNet.
Hermoso epitafio, si a la tristeza y desesperación puede darse ese calificativo. Yo creo que sí, por lo que dignifica a las personas que la sufren con esa entereza.
ResponderEliminarSalud, querida amiga
Isabel,
ResponderEliminarExcelente texto el que nos has dejado. Cuando lo leí por primera vez, pensé que era un texto auténtico, de algún poeta, como Catulo. Luego me dí cuenta de que era una recreación tuya. Excelente.
Un beso,
Antonio
Te dejo ahora el comentario que te he dejado en mi Blog, para mayor comodidad tuya,
"Isabel Romana,
Tendré en cuenta tu sugerencia. Ya buscaré algún o algunos fragmentos que puedan ser adecuados y los pondré en el Blog. Me has quitado un peso de encima, porque no tenía nada pensado para poner después del último "post", el que se refiere a Las Edades Míticas. Te aconsejo que te lo leas, porque tú estás más que preparada para saborear esos textos.
Un beso,
Antonio"
Roma la ciudad del deseo para Ovidio, Roma la ciudad que de no existir se deberia haber soñado.
ResponderEliminarRoma como centro del mundo.
Escribir sobre Roma, es hacer la historia letras.
Un Saludo.
Este breve relato, Isabel, es un hermoso poema. Gracias a tí, estoy recreando una hermosa Roma en mi mente... me parece estar allí, viviendo y paseando...
ResponderEliminarLas fotografías muy buenas.
Un beso.
Soledad.
Tengo que anotar que hoy me encontrado un blog excelente. felicidades! ahora mucho para leer..
ResponderEliminarSimplemente emocionante.
ResponderEliminarComo toda la densidad con que un epitafio quiere resumir una vida para la eternidad.
Como toda la belleza de la expresión clásica: "...te has marchado sin mí al reino de las sombras..."
Conmovedor.
Precioso.
Besos.
Excelente post. Me encantó. Saludos.
ResponderEliminarBello texto!!
ResponderEliminarMaravillosas palabras que expresan el amor más allá de todo!!
Abrazos!!
Amiga, el gato no era Janito, sino su hermana... No veas lo que se parecen... Solo se distinguen por las anchuras -al andar- del varoncito...
ResponderEliminarUn abrazo, amiga
El amor de verdad, traspasa todos los espacios, las distancias y los tiempos.
ResponderEliminarPrecioso, Isabel... precioso...
Un beso enorme.
Cuanto mejor fuera que se invirtiera su lamento... pero su lamento expresa toda una realidad.
ResponderEliminarQue precioso fragmento de un amor que supera la barrera meramente terrenal...
ResponderEliminarBesos, mi dilecta amiga!
La mentira y la verdad mordiendose la cola una a la otra....
ResponderEliminarCuando alguien se va, nos pueden las sombras su recuerdo y aunque pasen muchos años quedan sus huellas, que no hay manera de arrancarlas de tu piel y dejar paso a otras.
ResponderEliminarPero siempre estara ahí recuerdo y formas de hacer y sentir... es inevitable.
Un beso con todo mi cariño para ti.
besos amiga...
ResponderEliminarHola Isabel.
ResponderEliminarMe encanta este pensamiento. Tan cortito, pero tan grande a la vez. Refleja el de una mujer verdaderamente dolida por una traición.
Saludos cordiales!.
Me impresiona el detenimiento con el que has recorrido Roma.
ResponderEliminarNo es sólo, que la conozcas o la hayas trabajado, es que la vivís como si te fuera propia, en espacio y en tiempo.
Enhorabuena, precioso texto!! Un beso!!!
ResponderEliminarwow! la muerte es la mas definitiva de las despedidas fisicas...menos que para el corazon, nuestro consuelo.
ResponderEliminarBesos, Isabel