¡Ven aquí, hermana mía, cógete de mis manos y gira conmigo! Así, más deprisa, ¡más! ¿No ves las luces de las antorchas convertidas en una cinta de fuego? Así arde en mi corazón el amor por mi señora Julia. Esta mañana me ha servido gentilmente el desayuno y hace un momento le he ganado un puñado de nueces jugando a los dados y me ha sonreído. Gira, hermana, gira, que vuelen por los aires tu pileo y el mío, que esta fiesta no termine jamás.
Dentro de unos días me despertaré llorando al oír a los demás esclavos de la casa lamentarse porque las fiestas saturnales hayan llegado a su fin y debamos volver a nuestros quehaceres serviles. Y el viejo Endimión, como todos los años, dirá: “¿De qué os sirve lamentaros de nuevo? ¡Hace siglos que terminó la edad de oro de Saturno, cuando el grano y la caza y la lana para los vestidos y los blancos quesos eran compartidos entre todos los seres humanos equitativamente y no existían amos ni esclavos! ”
Dentro de unos días me despertaré llorando al oír a los demás esclavos de la casa lamentarse porque las fiestas saturnales hayan llegado a su fin y debamos volver a nuestros quehaceres serviles. Y el viejo Endimión, como todos los años, dirá: “¿De qué os sirve lamentaros de nuevo? ¡Hace siglos que terminó la edad de oro de Saturno, cuando el grano y la caza y la lana para los vestidos y los blancos quesos eran compartidos entre todos los seres humanos equitativamente y no existían amos ni esclavos! ”
NOTA: El pileo o gorro frigio era un símbolo de la libertad, y se lo ponían a los esclavos cuando eran liberados. En las fiestas saturnales lo llevaba todo el mundo, para indicar ese periodo de libertad, en el que no se distinguía entre libres y esclavos, pobres y ricos, amos y siervos, se hacían regalos y se jugaban juegos de azar prohibidos durante el año. Estas fiestas empezaban el 17 de diciembre y, en tiempos imperiales, se prolongaban hasta el 23 de ese mes. Tenéis más información aquí.
Para nosotros, la edad de oro de Saturno no solo está muerta, sino rematada...
¡Ah, los tiempos y las costumbres!
ResponderEliminarAhora, aquí, se acerca la definición por antonomasia del oxímoron: Feliz Navidad.
Y, encima, los ccónsules duran cuatro años.
Hemos confundido la Navidad con el Carnaval. Pero alegrémonos, todos con el gorro frigio al menos hasta las fiestas de primavera.
ResponderEliminar¡Ay, ese gorro que llevaba Atis y que usaron los sans culottes! Un abrazo, Isabel.
ResponderEliminarY ahora, las fiestas saturnales terminan con la lotería. ¿O empiezan?
ResponderEliminarPásalo bien, con o sin sombrero.
Dicho sea de paso,amiga mía,me parece que tod@s mundialmente debemos hacernos a la idea de que la 'edad de oro' finalizó definitivamente!!
ResponderEliminarP.D.:Y ya va siendo hora de que aquellos que nos representan -supuestamente- vayan poniendo las barbas en remojo,a trabajar se ha dicho!!!
MIS BESITOS DE CARIÑO Y TODO MI AFECTO PARA ESTAS FIESTAS QUERIDA ISA!! =)
Muchos tendremos que volver a la edad de hierro, pero habrá que llevarlo lo mejor posible.
ResponderEliminarFelices fiestas Isabel.
Bicos
Saturnalia et Natalis, abuelita.
ResponderEliminarNos vemos muy pronto.
Besitos.
Isabel, no sé si comprarme un gorrito de esos en los chinos o en lo hippies...
ResponderEliminarSe ve que en todas las culturas tiene que haber un día de escape, como en las ollas exprés las válvula... para evitar que salte todo por los aires...
A ver cuándo sale el nuevo Espartaco (y no el de los toros precisamente)
Saludos capitolinos.
Como nosotros: también en Navidad, que coincide en parte con las fechas de las saturnales, nos deseamos felicidad, parece que todos fuésemos iguales, son sonreimos e intentamoa parecer humanos. Padada la Navidad, cada uno a lo suyo, de nuevo las peleas, los mismos vicios de todos los años. Supongo que algó así pasaba a los antiguos romanos. O tempora, o mores... Un saludo.
ResponderEliminarCasi, casi nazco en esas fiestas...algo de ellas tengo, ahora que te leo me lo parece...
ResponderEliminarY ya ves, hasta los Carnavales desaparecerán...
Besos, Isabel
Ja, ja, josep asensi, ¡y que sean sólo cuatro! Me gustaría vivir unas saturnales romanas de verdad. Besitos.
ResponderEliminarHola deb, mucho me temo que, en rigor, no podamos ponernos el gorro frigio en mucho tiempo: estamos vendidos... Que tengas unas fiestas felicísimas. Besazos.
ResponderEliminarHola mª luisa arnáiz, dentro de poco devendrá de nuevo el símbolo de una libertad deseada y por conquistar. Besazos.
Hola gabu, soy de tu misma opinión: se nos ha acabado a todos y aún algunos podemos decir que la hemos disfrutado, porque en otros países ni siquiera han llegado a tenerla. En fin, que tengas unas fiestas muy felices, querida amiga.
ResponderEliminarHola dilaida, desde luego que hemos de esforzarnos en dos direcciones: una, soportarlo lo mejor posible; dos, hacer todo lo posible para que cambie. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola, dulce romilia, feliz en tu ignorancia y en tu vida aún por vivir... Que tus fiestas sean amor. Un abrazo y hasta pronto.
Hola dyegho, desde luego hace falta que, de vez en cuando, se abra esa espita que deja salir el malestar acumulado. Sinceramente, preferiría que fuera al revés... En cuanto al sombrerito, quizá lo más recomendable sea hacertelo tú mismo en casa: ahorras, te diviertes haciéndolo, y controlas los materiales que vas a ponerte en la cabeza, lo que no es poco. Besazos y felices fiestas.
ResponderEliminarSaludos, l.de guereñu polán, cierto que seguimos esa antiquísima tradición romana de tratar de transformarnos durante unos días en personas más amorosas y mejores de lo que somos habitualmente. Bienvenidas sean esas fechas. Y bienvenidos los buenos deseos, aunque luego nos cueste tanto mantenerlos... Un abrazo y felices fiestas.
Hola virgi, así que naciste con el sol invicto, con esa luz que brota con nuevas fuerzas, victoriosa, radiante. Así se explica la potencia y belleza de tu blog. Besazos, feliz cumpleanos y felices fiestas, querida amiga.
ResponderEliminarEmocionante lectura, me mpregunto si se repetirás aquella libertad saturniana para toda la humanidad algún día; pero, a sí no sea, me ha emocionado imaginarmela en tus letras, eres única Isabel.
ResponderEliminarAh un gran abrazo y ¡¡FELICES FIESTAS!! que ya estamos encima. Un millón de besos
Momentos de libertad y de disfrutar aunque se hiciera corto, seguro...
ResponderEliminarTe deseo los mejor en estos días y que este años que entra sea lleno y pleno de deseos por cumplir...
Besos!!
En el fondo, seguimos siendo esclavos...
ResponderEliminarHay que reestablecer las fiestas saturnales! :))
ResponderEliminarBesos
Feliz Navidad
Ahora se traduce a carnavales, en los que también "parece" que somos libres.
ResponderEliminarAños llenos de éxito para ti, Isabel, que no esperas la ayuda de los dioses sino que luchas cada día a brazo partido , para alcanzarlo.
Isabel, yo solo puedo darte un abrazo mentalmente libre. Recíbelo por favor.
ResponderEliminarSergio Astorga
Muchas gracias Isabel.A mi también me gustaría vivir unas saturnales romanas de verdad. Un abrazo muy fuerte para tí también.
ResponderEliminarBienvenidas estas fechas y bienvenidos los buenos deseos que ojalá pudieramos mantener todos los días, eso sería lo mejor.
ResponderEliminarBesitos, Isabel.
Luego vendrán los cristianos y pervertirán el sentido de estas fiestas paganas.
ResponderEliminarUn saludo y, a pesar de todo, felices fiestas.
Pero, mientras la rutina regresa... Carpe Diem.
ResponderEliminarUn abrazo y que seas muy feliz durante estas fiestas en honor a Saturno.
La esencia de la vida parece que tiene que ser limitada para entenderla, después cada uno vuelve a su teatro particular, cuyo papel quizá hayamos escrito y no recordamos.
ResponderEliminarEn todo caso, las Saturnales cobran su sentido por ser un momento limitado, un arrebato único, una partida que por una vez se le gana al Tiempo y delicioso se deja seducir a sabiendas de que el jaque mate sigue estando de su lado.
Maravillosas Saturnales, las mejores fiestas que se me ocurren para este mes.
Un abrazo, querida Isabel.
Lo que yo me pregunto es ¿por qué la humanidad no vive en una fiesta saturnal perpetua?
ResponderEliminarMaravilloso sueño, horrible despertar.
Llego tarde a esta entrada...
ResponderEliminarBueno, la intención de ser mejores o de comportarnos mejor no es mala.
Y sin disfraz, que no es carnaval.
Pero por qué sólo ahora?
Más vale sólo ahora que nunca?
XD
Un beso