miércoles, febrero 01, 2012

EL SILENCIO DEL BOSQUE


Esto dice Pedro García Barreno en su texto “Mitología de los bosques”:

““Estos bosques sagrados – escribía Séneca a Lucilo – poblados de árboles añosos y gigantescos, cuyas ramas se entrelazan ocultando el cielo; la impresión que produce en nosotros esta sombra profunda que se extiende en lontananza, ¿no nos sugiere la idea de que allí reside un dios?” Plinio manifestaba que “no menos que en las estatuas divinas en donde resplandece el oro y el marfil, adoramos los bosques sagrados y en ellos el silencio mismo”. Pero en ninguna parte del mundo antiguo se conservó quizá mejor esta forma de religión ancestral que en Roma. (…) El culto a los bosques iba generalmente unido al del agua; con frecuencia, una fuente de origen prodigioso tenía su origen en un bosque y, como él, estaba consagrada”.

¡Ay, Silana, dulce ninfa a quién ha sido consagrada la fuente y el bosque que llevan tu nombre! Sé propicia a Rea Silvia. Y ya que no puedes alterar su destino, haz, al menos, que
nazcan sus hijos.

*La foto está tomada en Palazuolo, donde estaba el extremo de Alba Longa más próximo al monte Cavo. Allí encontré esta cueva, desgraciadamente inaccesible, donde podemos imaginar que brotaría la fuente sagrada de Silana.

NOTA: Queridos amigos, dejaré programado un nuevo capítulo de la fundación de Roma para mañana jueves 2 de febrero, pues desaparezco unos días: son las fiestas de moros y cristianos de Sax, y ya sabéis que no puedo faltar. Besos.

9 comentarios:

  1. Me ha pasado muchas veces de caminar entre un bosque, ya sea tropical o frio (ventajas de un pais extenso, tenemos de todo tipo de climas) y realmente sentir algo, una presencia, una fuente de vida tan grande que te parece que te acompaña no una presencia o persona sino un regimiento completo. Me ha pasado entre los bosques frios del sur, donde el viento toca solos de flauta (o de siringa) entre las ramas de las araucarias que estan alli desde hace unos 500 años, o los pinos. Me ha pasado entre los bosques que crecen en los cerros del Tafi, en Tucuman, o en la selva misionera donde los vahos del calor y la humedad parecen provocar visiones. El unico lugar en que caminas solo es entre los montes de Cordoba, de acacias espinosas, porque a cada rato quedas enganchada en alguna espina....
    En Sax, ya se sabe, yo juego para el equipo de los moros!

    ResponderEliminar
  2. Madame, que tenga unas felices fiestas. Aquí estaremos para el próximo capítulo.

    Buenas noches

    Bisous

    ResponderEliminar
  3. Isabel, lo primero es desearte unas muy felices fiestas.

    He andado por muchos sitios, desierto incluido y, te garantizo que nunca me he sentido solo; siempre he sentido una fuerza que me inundaba y me hacía sentir un cúmulo de sensaciones inmensas. También es verdad que alguna vez me he sentido desazonado, han sido las menos veces y nunca en un bosque. Cuando te mueves en medio de la foresta sientes la proximidad y la energía de los seres vivos, sientes la fuerza vital del agua corriendo entre los recovecos de las plantas y de las piedras y la sensación de felicidad que te inunda al descubrir a algún animal que te mira con tanta curiosidad como tú a él es tremenda. El moverte en la naturaleza es como una forma de comunión con la vida misma.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  4. El sonido del bosque siempre nos devuelve a lo más primitivo de nuestra especie.

    ResponderEliminar
  5. El bosque. Sobrecoge. El silencio. Siempre parece que hay algo, alguien, que está observando... reconforta saber que puede ser protector...
    Claro que no, no puedes faltar a las fiestas!!

    Un besote y pásalo bien

    ResponderEliminar
  6. Es verdad, amiga Isabel, que en Roma todo estaba lleno de dioses. A veces, cuando tenían que construir un templo o una casa nueva, tenían miedo de levantar la tierra, no fuera que debajo encontrasen algún dios.

    Decía, creo que era Polibio, que Los Romanos eran más religiosos que los mismos dioses.

    Que lo pases bien en las Fiestas de Moros y Cristianos de Sax.

    En mi lugar de nacimiento, que es Trevélez, en la Alpujarra Granadina, también se celebran las Las Fiestas de Moros y Cristianos. Es el 13 de Junio, día de San Antonio de Padua.

    Te envío un abrazo.

    Antonio (de Trevélez)

    ResponderEliminar
  7. Sería bueno que en lugar de idolatrar a dioses que son invisibles, adoráramos a los bosques, el agua, la tierra, los seres vivos e inertes, la naturaleza. Mejor nos iría.
    Qué pena que no lo hayamos heredado.


    Disfruta de tus fiestas! :D


    Un besito

    ResponderEliminar
  8. Anónimo5:23 p. m.

    Los bosques y el agua. Aunque a mí lo que me fascina es el bosque y el aire...
    Preciosa Silana
    Besos

    ResponderEliminar
  9. Los bosques grandiosos, su majestad, su belleza nos hacen conocedores de su vida palpitante. Sí, no hay ninguna duda, todos lo hemos sentido, la presencia, el alma.
    Quiera Silana proteger la vida herida de Rea Silvia y amparar a los gemelos que han de nacer.

    Su poder será tan enorme como el sentir de la vida animal y vegetal que se derrama al ritmo de la cadencia de su fuente. Quién se atreva a despreciar lo desconocido, lo diferente, conocerá su mala acción. Habéis de verlo, Amulio, Criseida, como todos vuestros secuaces y consentidores.

    Ay, qué bonita la mitología de los bosques.
    Un gran abrazo, querida Isabel. Mis mejores augurios de felicidad para las fiestas de Sax.

    ResponderEliminar