Lesbia me maldice siempre, pero no deja de hablar
de mí: ¡que me maten, si Lesbia no me quiere!
¿Qué por qué lo digo? Porque lo mismo pasa conmigo.
Diariamente
la maldigo: ¡pero que me maten si no la quiero!
CATULO.- en versión libre de Ernesto Cardenal
*Cabeza de Isis. Museo Centrale Montemartini. Roma. La foto
es mía.
NOTA: Queridos amigos, ya os podéis ir preparando, que está
ya muy próximo el secuestro de la luna, con todas sus consecuencias… ¡Y no
serán pocas!
¡Qué peligro!, considerar que a otro corazón le pasa como al propio... pero en esta ocasión, parece conocer bien el amor humano.
ResponderEliminarMenos mal que llego a tiempo!
ResponderEliminarTemí que hubiera sucedido ya todo en mi ausencia, y que me hubiera perdido el secuestro de la luna.
Vamos, sería ya lo que me faltaba! :)
Feliz tarde, madame
Bisous
Muchos recuerdos estudiantiles me trae Catulo y su desdeñosa Lesbia de mis años de Facultad. Tuvimos que traducirlo.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya se sabe que del amor al odio ... Queremos que secuestren a la luna ya¡
ResponderEliminarUn beso, amiga
Siempre he pensado que en ese epigrama Catulo se muestra petulante.
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Hola nán, Catulo puso en su poesía mucho veneno, a veces... Besos.
ResponderEliminarSaludos, la dame masquée, no osaría secuestrar la luna sin su presencia. ¡Vd, puede dar testimonio de cuántas cabezas se han perdido por culpa de ese astro! Beso su mano y espero que todo vaya bien.
ResponderEliminarHola cayetano, la historia de Catulo y Lesbia la escribí aquí en el blog. La he retirado, pero fue muy entretenida. Besitos.
ResponderEliminarJa, ja maria antonia, ando bregando aún para entenderme con Amazon. Pero secuestrada, está. Es cuestión de unas cuantas horas que se desvele el misterio. Besitos.
ResponderEliminarHola mª luisa arnaiz, a mí me parece ofensivo: pensar que maldecir a alguien es amarlo, es demasiado... Besazos.
ResponderEliminarEste Cátulo... Y mira que pasé mis buenas con él en mi juventud.
ResponderEliminarUn beso, Isabel, y ánimo con Amazon.
Catulo aquí no tiene razón ninguna, si eres capaz de maldicir a alguien, seguro que no sientes amor por esa persona.
ResponderEliminarEstamos a la espera del secuestro.
Bicos
A veces, sólo a veces, el llamado amor, es tan irracional que se prefiere dar o recibir mal por bien o al contrario.
ResponderEliminarEs, probablemente, el origen de la delgada líne a que separa el amor del odio.
Por otro lado, podemos ser condescendientes con quien dice amar tanto, tanto, tanto, que se atreve a disparatar de esta forma.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Amores que matan nunca mueren, que dijo Sabina. Aprovecho, Isabel, para despedirme hasta después del verano, tras un tiempo algo inactivo, tal vez por desmotivación. Espero que tengas un plácido verano. Abrazos y nos vemos en septiembre.
ResponderEliminarQuedo pendiente del secuestro!!! Abrazos.
ResponderEliminarEs que el amor....
ResponderEliminarComo dice Fgiucich, "Quedo pendiente del secuestro!"
Saludos
Todo queda pendiente, especialmente en el recuerdo y en la vida. Me ha encantado, Isabel, siempre un placer visitarte.
ResponderEliminarUn abrazo,
Hola isabel martínez barquero, es un poeta muy especial, muy humano con todo lo que ello tiene de malo y de bueno. Besitos y gracias por tus ánimos.
ResponderEliminarSaludos, dilaida, comparto absolutamente tu opinión: quien ama no maldice ni insulta. Y desde luego Catulo insultó a base de bien... Besitos.
ResponderEliminarHola antonio campillo, interesante reflexión acerca de los efectos que puede tener la irracionalidad en el amor. En este poema parece que Catulo se quiera "consolar" de las invectivas que debía estar recibiendo de Lesbia. Fue una historia muy desdichada para ambos y, a mi parecer, muy destructiva. Abrazos, querido amigo.
ResponderEliminarHasta después del verano, paco hidalgo. A ver si recargas las pilas para seguir deleitándonos con tus estupendas lecciones de arte. Un abrazo y descansa mucho.
ResponderEliminarHola fgiucich, a ver si consigo poner en Amazón el secuestro de la luna esta misma semana. ¡Estoy ya impaciente! Besos.
ResponderEliminarSaludos, diana laura, espero de veras que la luna nos de algunas alegrías: al menos, la de verse "colgada" en ese cielo digital amazónico... Besitos.
ResponderEliminarHola noris marcia, gracias por tu visita y tus palabras. ¿Sabes que Marcia es un nombre romano? Y de mucho prestigio... Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarPues casi deseo esas consecuencias...
ResponderEliminarMe hubiera gustado conocer a Lesbia.
Besos.
A veces sólo se maldice de boquita, de cara a la galería para aparentar que no se siente lo que se siente.
ResponderEliminarDe otro modo, si amas, se puede maldecir? Nahh, no lo creo. Sólo de mentirijillas.
Luna luneraaaaaaa, ajjaja!
Un beso
Ese amor-odio Tremendo!!!
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Hola pedro ojeda escudero; no sé si habrá consecuencias para el mundo en general por esto del secuestro de la luna. Lo que sí puedo asegurarte es que yo estoy ya casi loca por las dificultades que estoy encontrando (seguramente torpeza mía) para ponerlo en Amazon.
ResponderEliminarEn cuanto a Lesbia, estoy segura de que hubieras caído en sus redes... Era una seductora total. Besos.
Hola áfrica, seguramente lo decía, como sugieres, con la boca pequeña. Pero lo cierto es que sus maledicencias sobre Lesbia le hicieron mucho daño a la persona real, afectaron a su honorabilidad y su fama. Así que mira si es peligrosa - a veces - la poesía cuando se combina con otros intereses... Besitos, guapa,
ResponderEliminarHola mayte, sí, amor-odio y para siempre... Besazos, guapa.
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