De
Lesbia/Clodia, se ha hablado bastante a lo largo de los siglos. Por ejemplo
Gastón Boissier, en el S. XIX dice:
“Entre
todos sus vicios, que ella no se cuidaba de ocultar, nos vemos obligados a
reconocerle [a Clodia], algunas buenas cualidades. No era avara: su bolsa
estaba abierta para sus amigos (…) Le gustaban los hombres de ingenio, y los
atraía a su casa.(…) Un comentador antiguo dice que bailaba mejor de lo que
conviene a una mujer honesta. No era el único arte que le gustaba, y se ha
podido presumir, por un pasaje de Cicerón, que también escribía versos. Cultivar
las letras, solicitar el trato de personas de talento, amar los placeres
delicados y distinguidos no parece, en principio, digno de censura (…) pero…”
GASTÓN
BOISSIER (1865) : “Cicerón y sus amigos”. Prologada por Augusto Rostagni; no
consta el traductor.
Como veis, no soy ni la única ni la primera en interesarme por el tema...
Falta saber qué iba detrás del "pero"...
ResponderEliminarJa, ja, josep, eso son trucos de novelista... Lo que va detrás del "pero" es que la sociedad romana pensaba de otra manera y no veía con buenos ojos ese comportamiento. Besazos y feliz viaje.
ResponderEliminarPero era mujer...y eso en aquel tiempo ( y casi hoy) está reñido con la "decencia"
ResponderEliminarDetrás del "pero" va el sexismo machista, que desea a esas mujeres pero las rechaza moralmente en público.
ResponderEliminarCada vez estoy más enamorado de ella y la admiro. (Por otra parte, Catulo no era un tonto despreciable).
Sin duda leeré tu obra, Isabel.
Estaría bien hacer una presentación del libro en Roma... Sería el broche de oro perfecto para nuestra estancia. Tienes de tiempo hasta septiembre. Besos Isabel.
ResponderEliminarEsta visto que ser mujer y tener cualidades fuera de las que te marcan los hombres y sobre todo en esa época crea dudas o polémica que triste.
ResponderEliminarFeliz semana Isabel
"bailar mejor de lo que conviene a una mujer honesta" es una expresión que, con ciertas modificaciones, adoptaré para mí misma...dado que bailando tengo la misma gracia que una puerta, diré que lo hago así para preservar mi honestidad! Y listo! Jaja! Abrazos, amiga.
ResponderEliminarInteresante descripción de la una mujer que no le gustaba la hipocresia y que la sociedad sencuraba por ello. Que sería bailar mejor de lo que conviene a una mujer honesta en esas epocas sin disco, seria de interesante traduccion o saber que era.
ResponderEliminarEl maldito machismo,vigente aún hasta en nuestra época.Deseando conocer más a CLodia/Lesbia, es decir deseando leer tu novela.Muchos besos.
ResponderEliminarExactamente, mariajesusparadela, era mujer... Ay, ¡y cuántas trabas nos han puesto siempre! Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola Nán, creo que coincidimos en nuestras preciaciones. Y en ese sentido, pienso que la novela es equilibrada. Cada lector sacará sus propias conclusiones, espero. Besazos.
ResponderEliminar¡Ya me gustaría ir a presentar esta novela en Roma, aarón! El problema - uno de los problemas - es que hasta octubre la Academia no reinicia la estancia de becarios. Se necesita ayuda y soporte para montar una presentacion allí. Espero que estés disfrutando muchísimo... Besazos.
ResponderEliminarHola bertha, lo malo es que eso sigue existiendo en la actualidad; en nuestro país algo menos (pero no creas, verás como la crisis pasará mayor factura a las mujeres), en otros países ser mujer es una condena. Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarJa, ja, patzy, muy buen truco. Aunque no sé si colará... ¿No sería mejor que te esforzaras un poco en aprender lo básico? Imagínate una pareja de cine...Besazos.
ResponderEliminarHola alejandra sotelo faderland, yo más bien me pregunto cómo bailarían las mujeres honestas, y cuándo. ¿En las procesiones, en los misterios...? No lo sé, pero siento curiosidad. Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarHola yolanda, espero que vayas mejorando. Creo que la novela te gustará. Besazos.
ResponderEliminarComo siempre Isabel con tu sensibilidad especial para esas mujeres excepcionales y adelantadas a su época. Gracias por hacerlas visibles.
ResponderEliminarClodia, a través de ojos de Catulo, siempre se me hizo un enigma ;)
ResponderEliminarFascinacion pura... Eso debia ser...
ResponderEliminarFelicidades de nuevo, amiga, por tu nueva creacion
Un abrazo fuerte
Muchas e importantes cualidades que la harían notar entre sus coetáneas. Sospecho que, a pesar de ser mujer, su libertad en aquella etapa histórica era mycho mayor que en la actualidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
Isabel:
ResponderEliminarYa me he leído tu nueva novela y me ha gustado mucho.
Vale.
Hay cualidades inaprensibles y quizás Lesbia poseyera algunas; Catulo habla de ella subjetivamente.
ResponderEliminarEse "pero" aplicado a una mujer que rompe las barreras sociales siempre equivale a una censura. La severidad de la moralidad romana de la época hacía que las cualidades que adornaban a la augusta Clodia fueran motivo de censura de los que la rodeaban... ¡qué mezquinos! Es posible que la maledicencia proviniese más de las mujeres que de los hombres... solemos ser más retorcidas con nuestras congéneres.
ResponderEliminarUn besito