En 1977, el gran poeta nicaragüense
publicó una versión libre de una selección de versos de los poetas latinos
Catulo y Marcial. Para sumarme a los homenajes que está recibiendo en su tierra
natal por su 90 cumpleaños, transcribo aquí uno de ellos mientras lo imagino
metiéndose en la piel de Catulo, amando perdidamente a Lesbia.
Me preguntas, Lesbia, cuántos besos me bastan:
Cuántas son las arenas del desierto de Libia, en Cirene,
entre el oráculo de Júpiter y el sepulcro de Bato;
cuántas son las estrellas que en la noche callada
contemplan los amores ocultos de los hombres.
Esos besos le bastan a tu loco de Catulo,
que no puedan los curiosos calcularlos
ni la maledicencia causarles maleficio.
CAYO VALERIO CATULO.- versión libre de ERNESTO CARDENAL
* Algunos poetas en el Parnaso. Detalle del fresco de Rafael,
en las estancias vaticanas. Foto sacada de Internet.
*Foto de Cardenal, el día de su 90 cumpleaños, en su casa de
Managua. Foto obtenida de internet/ Inti ocon (AFP)
Te doy las gracias como siempre Isabel, esta vez por acordarte del gran poeta Ernesto Cardenal y compartir sus versos, su magnífica versión libre de Catulo.Decírte también que me fue imposible acercarme el martes a la biblioteca a escuchar vuestra magnífica charla, me hubiera encantado ir, pero por desgracia no me fue posible, pero como ya sabía yo tuvo un gran éxito, como era de esperar.¡Enhorabuena a todos los que participasteis!Muchos besos bella y sabia romana.¡Y qué nos veámos muy pronto!
ResponderEliminarSiempre da gusto volver a releer este poema, Isabel.
ResponderEliminarVale.
Dos poetas unidos a través de los siglos. Resulta emocionante leer un poema de Catulo desde la mirada de Ernesto Cardenal. Me ha gustado mucho. Gracias por traer el poema, querida Isabel.
ResponderEliminarUn beso bien grande.
Querida Isabel:
ResponderEliminarQué bonito homenaje al gran poeta desde el calor y la voz de otro grande, un clásico como nuestro querido Catulo. Qué hermoso, como deice Isabel Martínez Barquero, "dos poetas unidos en los siglos."
El alma de Ernesto Cardenal, comparto contigo, tuvo que disfrutar enormemente al llevar a cabo esta versión libre del poema de Catulo a Lesbia. Y nosotros, ¡casi nada!
Gracias, maga. Un abrazo enorme.
Qué ganitas tenía de leerte, Isabel.
ResponderEliminarUna hermosura gozar de estos versos que enlazan el remoto pasado con el presente que añora.
Una delicia.
Te envío mi abrazo.
Siempre atenta a la actualidad y a relacionarla con tu pasión. Sólo puedo decir gracias.
ResponderEliminarBonito homenaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Isabel, hace mucho que no visito a mis amigos blogueros, estoy retomando el blog porque tiene mas consistencia que facebook, que tiene la inmediatez pero es mucho mas efímero. Todos tus trabajos me parecen exquisitos
ResponderEliminarQué grande Cardenal. En todo.
ResponderEliminarGracias por recordarlo.