Magnánimo Mercurio, protector del comercio y de las artes secretas: no te olvides de proteger a quienes de nosotros y nuestros amigos, a través del cálamo y las tablillas, devuelven la vida a los humanos o inventan criaturas que nunca han existido. También ellos, aunque sean locos o lunáticos, merecen vender.
Que mejor que dejarlo todo bien escrito en las tablillas con el cálamo y después invocar a los dioses sus gracias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Isabel
A ver si los dioses se dignan escuchar nuestras plegarias.
ResponderEliminarVale, Isabel.
Últimamente Mercurio anda algo dormido. Y Marte, demasiado despierto.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias a esas tablillas, además, hemos conocido pormenores o detalles mínimos de las costumbres o necesidades diarias de los antiguos romanos...Las Tablillas de Vindolanda, encontradas en el Muro de Adriano de Britania, son una prueba de esta afirmación. Me encanta visitarte, adoro estos temas de la vieja Roma que compartes. Abrazos, Isa.
ResponderEliminarQué así sea Isabel! Son "locos" maravillosos e imprescindibles, a diferencia de otros.Un fortísimo abrazo, bella y sabia romana.
ResponderEliminaresperemos la respuesta de Mercurio...
ResponderEliminarBesos.
Que Mercurio te colme de dicha, Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seguro que las plegarias son atendidas...
ResponderEliminarLos dioses, al menos los clásicos, son siempre muy amables con los humanos
Un abrazo