Estoy
apenadísima, querida Valeria, pues el emperador Teodosio ha prohibido que se
celebren los Juegos Olímpicos. Según él, se trata de un resto deleznable del
viejo paganismo del que él abomina. ¿Qué hay de malo en reunirse, en disfrutar
de la competición entre los atletas, en presenciar cómo cada uno de ellos trata
de superarse a sí mismo y superar a otros? Y me parece propio de ignorantes el
despreciar el pasado. ¿Acaso no necesita el caminante mirar el camino que ha
recorrido para saber cuál es la dirección que quiere tomar?
*Detalle de un sarcófago del Museo Termas de Diocleciano, Roma. Foto: Isabel Barceló.
NOTA
1: Felicidades y buenos augurios para los organizadores y participantes de la
Olimpiada de Cultura Clásica AGON 3, promovida y organizada por varios IES de
la provincia de Alicante. Una fiesta de la cultura clásica en la que tengo el
honor de participar
.
NOTA
2.- El emperador Teodosio I suprimió la celebración de los Juegos Olímpicos en
el año 393. El 5 de abril de 1896 se inauguraron los primeros Juegos Olímpicos
de la era moderna en Atenas.
Es que el señor Teodosio era un integrista de mucho cuidado.
ResponderEliminarMucha suerte en esa conferencia. Que vaya todo bien.
Un abrazo, Isabel.
Deseando escucharte
ResponderEliminarGracias, Cayetano. Parece que alguna sangre hispana necesitara revisión ¿no? Besazos.
ResponderEliminarGracias, Israel Hurtado. Tengo muchas ganas de estar con vosotros. Un abrazo.
ResponderEliminarSeguro que irá todo bien.
ResponderEliminarVale, Isabel.