“Aunque
conocía las desavenencias y el distanciamiento entre el papado y la casa de
Aragón de Nápoles, Lucrecia confiaba en su padre. La amaba mucho y ella lo
adoraba también. Desde muy niña obtenía todo lo que deseaba de él, y esa
benevolencia se incrementó cuando fue elegido sumo pontífice, el hombre más
venerado de la tierra. Él jamás consentiría que le hicieran daño, a ella o a su
marido. Menos todavía porque la elección de esposo no fue suya, sino que se
casó acatando la voluntad de su progenitor, y aún bendecía la hora en que
eligió para ella a Alfonso, un hombre tan amoroso y gentil.”
(De “Mujeres
de Roma. Heroísmo, intrigas y pasiones”)
Queridos amigos: el viernes 21 de septiembre, estaré firmando ejemplares de este libro en la Feria del Libro de Murcia. Caseta nº 16 "Soportales Catedral", a partir de las 17 horas. ¡Será una alegría veros!
ResponderEliminar..."Desde que estuvo a punto de perderlo, procuraba no separarse de su lado y en ningún momento lo dejaría sin compañía en la habitación.
El suelo de cerámica blanca, verde y negra, evocación de la Xátiva natal del papa"...
Querida Isabel, cuando terminé de leer tu libro, me dió coraje que acabara. Desde el minuto uno me quedé atrapada entre sus páginas. Cualquier calificativo que añada, sé que me quedaría corta para expresar lo mucho que me giustó.
Mi más cariñosa y admirada enhorabuena.
Me siento muy afortunada por tenerte entre mis autoras favoritas.
Te envio un beso y un fuerte abrazo y
¡¡¡GRACIAS!!!