“Lloraba la madre todas las lágrimas del mundo y con
ella se estremecía la ciudad de Roma, conmovida por la tragedia. Cuatro hijos
tenía esa mujer al levantarse por la mañana. Aún no terminaba el día y dos de
ellos yacían helados bajo tierra; el cadáver de su hija se enfriaba abandonado
junto a un camino entre matorrales y polvo; era la madre del héroe salvador de Roma
y acababa de devenir en madre de un asesino. Tan profundo era su dolor, tan
inabarcable e intenso, que toda ella era una llaga viva, carne y espíritu
sangrantes. ¿Cómo sobrevivir la próxima hora, y la siguiente, y la siguiente?
Sólo un pensamiento la obsesionaba y la sostenía: que nada peor le ocurriese a
quien era ya su único hijo. A esa idea se agarraba como a una tabla el náufrago
y, como al náufrago, las olas la lanzaban contra las rocas, la volvían atrás un
segundo antes de estrellarla y, con renovada furia, la volvían a empujar.”
NOTA: Esta tarde, en el Taller
de Lectura de la Biblioteca pública de Valencia, charlaremos sobre la madre de
los Horacios, Paulina Bonaparte, Lucrecia Borgia, Cornelia, y todas aquellas otras
mujeres que un día poblaron Roma y aún tienen tanto que enseñarnos.
El acto dará comienzo a las 19 horas en la sede de la
citada biblioteca, c/ del Hospital nª 13 de Valencia, y el acceso al mismo es
libre. Serán bienvenidos quienes se animen a asistir, aun cuando no formen
parte del taller.
Que vaya todo muy bien.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel.
Gracias, Cayetano. Un abrazo muy fuerte.
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