jueves, mayo 02, 2019

ROMA Y AMOR SON LA MISMA COSA

A mi querida amiga Isabel Sifre, romana de corazón, para quien he escrito este texto con motivo de su cumpleaños.




Brilla la luna menguante sobre el Panteón de Agripa, perseguida de lejos por un jirón de nubes.  A vuestras espaldas, el agua de la fontana canta una música cristalina, interminable, mientras brota sin ira de las bocas de los tritones. La noche avanza y el aire se colma de melancolía. ¿Te acuerdas de aquel día…? Sí, Isabel, aquel día gozoso en que unas manos rozaron las tuyas, livianas como los pájaros que vienen desde Ostia a beber en la fuente. Un estremecimiento. Un deseo en las venas de gritar: “Ven, Eros, ofrezco desnudo mi pecho a tus flechas”. Ardió entonces Roma como cuando Nerón la contempló cantando, si es que alguna vez ocurrió tal cosa, si es que ese otro incendio en tus entrañas te hubiera permitido verlo. Sí, aquella noche mágica, Isabel, aquella dulce oscuridad plagada de besos y fantasmas y desvanecida con el primer frescor del alba.
Él murmuró, antes de despedirse, unos versos de Goethe, moviendo apenas los labios, como si recitara una plegaria:

“(…) sin amor,
ni el mundo sería mundo, ni Roma tampoco Roma”.

¿Fue realidad, o solo un sueño, o uno de esos anhelos de amor que la ciudad eterna es experta en avivar? Ella ama el fuego y nos enseña a amarlo. Conviene, pues, cerrar los ojos y esperar, pues hasta lo imposible puede ocurrir en esa Roma tuya que ya es nuestra, íntimamente compartida, aunque jamás la hayamos recorrido juntas.

5 comentarios:

  1. Gracias, Isabel. Precioso. Sabes de mi amor por Italia y en especial por Roma. Ya te conté de aquel recorrido de la mano de un profesor de Historia del arte que nos llevó por leos mejores rincones. Perfectamente recuerdo Ostia, playa y puerto que nos quedaban a la izquierda y a la derecha, más menos por ahí, visitamos unas catacumbas. Gracias por este relato hecho con amor para mí.

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  2. En esos recuerdos tuyos me inspiré para este relato en tu honor, querida Isabel Sifre. Me alegro de que te haya gustado.

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  3. Gracias, La Casa Encendida. En Roma es posible todo... Besazos.

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  4. Reconozco la monumentalidad impresionante de esa ciudad, de todas formas, prefiero otras cosas de Italia; y sí, me gusta mucho la pequeña plazoleta con la Fontana de Trevi

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