- ¿Aemilius? ¿Nuestro Aemilius? ¿El constructor de la muralla?
- Ese Aemilius, sí. No sé por qué te extrañas tanto – dice Karo.
- ¡Porque era un vejestorio…! – le respondo sin poder reprimir mi disgusto.
- Pues Trailo dice que es la pura verdad.
- Por mí el poeta troyano puede colgarse de un árbol boca abajo. Es una rata, te lo digo yo.
- No te agites tanto, señora Imilce, tranquilízate. Te traeré un poco de agua fresca.
- Mejor tráeme vino. Un ánfora bien hermosa para meterme dentro – le respondo.
No cesa de inventar patrañas ese troyano para anularme. Justo ahora, cuanto todo el mundo está encantado con el episodio de la cueva. Ha debido escocerle que nadie haya echado de menos la decoración extravagante que, según él, prepararon las ninfas. No puede soportarlo y por eso se descuelga con esa noticia. O mejor dicho, con la pretensión de haber sido engrendrado por Aemilius.¡Si me descuido es capaz de convencer al mundo entero de que es más fenicio que yo…!
- Muchas personas lo han escuchado, y coinciden en creerlo posible – insiste mi ayudante volviendo de nuevo al patio y trayendo una copa para mí y otra para él, que se autoinvita cuando quiere. – Si te acuerdas, en la crónica de Xilón algo de eso se insinuaba.
- Trailo va pregonando una historia absurda, y mi propio ayudante se hace eco… ¿Y por qué crees que no lo ha dicho hasta ahora? ¿Se le ha presentado el fantasma de su madre en sueños para hacerle esa revelación?
No me responde, aunque agacha la cabeza y se concentra en remover el vino de su copa con un palito. Debería estar muerto de vergüenza y ni siquiera se sonroja. En algunos momentos me siento muy cansada, como si llevara a rastras una montaña o caminara todo el tiempo cuesta arriba.
- ¿Quieres saber algo? – digo tras un breve silencio –. La madre de Trailo, Cirene, era una buena mujer. La conocí de cerca y nunca le oí una palabra fuera de lugar ni le vi un mal gesto. Cuando Eneas se instaló en el palacio, se trajo a su hijo Ascanio consigo y Cirene vino con ellos. Llevaba años cuidando del niño y no iba a separarse de él. Los cartagineses abrieron los brazos a los troyanos y se forjaron muchas amistades… Pero a lo que iba: los amores y amoríos no pueden ocultarse, menos en una ciudad tan pequeña entonces y menos todavía en un palacio real. Nadie habló de Cirene y Aemilius, te lo aseguro.
- ¿Y no le añade eso un poco de intriga al origen del poeta? – responde Karo.
- Hay personas que, para hacerse las interesantes, no dudan en inventar o creerse cualquier cosa, por frívola o estúpida que sea. Y no lo digo sólo por Trailo.
- Ese Aemilius, sí. No sé por qué te extrañas tanto – dice Karo.
- ¡Porque era un vejestorio…! – le respondo sin poder reprimir mi disgusto.
- Pues Trailo dice que es la pura verdad.
- Por mí el poeta troyano puede colgarse de un árbol boca abajo. Es una rata, te lo digo yo.
- No te agites tanto, señora Imilce, tranquilízate. Te traeré un poco de agua fresca.
- Mejor tráeme vino. Un ánfora bien hermosa para meterme dentro – le respondo.
No cesa de inventar patrañas ese troyano para anularme. Justo ahora, cuanto todo el mundo está encantado con el episodio de la cueva. Ha debido escocerle que nadie haya echado de menos la decoración extravagante que, según él, prepararon las ninfas. No puede soportarlo y por eso se descuelga con esa noticia. O mejor dicho, con la pretensión de haber sido engrendrado por Aemilius.¡Si me descuido es capaz de convencer al mundo entero de que es más fenicio que yo…!
- Muchas personas lo han escuchado, y coinciden en creerlo posible – insiste mi ayudante volviendo de nuevo al patio y trayendo una copa para mí y otra para él, que se autoinvita cuando quiere. – Si te acuerdas, en la crónica de Xilón algo de eso se insinuaba.
- Trailo va pregonando una historia absurda, y mi propio ayudante se hace eco… ¿Y por qué crees que no lo ha dicho hasta ahora? ¿Se le ha presentado el fantasma de su madre en sueños para hacerle esa revelación?
No me responde, aunque agacha la cabeza y se concentra en remover el vino de su copa con un palito. Debería estar muerto de vergüenza y ni siquiera se sonroja. En algunos momentos me siento muy cansada, como si llevara a rastras una montaña o caminara todo el tiempo cuesta arriba.
- ¿Quieres saber algo? – digo tras un breve silencio –. La madre de Trailo, Cirene, era una buena mujer. La conocí de cerca y nunca le oí una palabra fuera de lugar ni le vi un mal gesto. Cuando Eneas se instaló en el palacio, se trajo a su hijo Ascanio consigo y Cirene vino con ellos. Llevaba años cuidando del niño y no iba a separarse de él. Los cartagineses abrieron los brazos a los troyanos y se forjaron muchas amistades… Pero a lo que iba: los amores y amoríos no pueden ocultarse, menos en una ciudad tan pequeña entonces y menos todavía en un palacio real. Nadie habló de Cirene y Aemilius, te lo aseguro.
- ¿Y no le añade eso un poco de intriga al origen del poeta? – responde Karo.
- Hay personas que, para hacerse las interesantes, no dudan en inventar o creerse cualquier cosa, por frívola o estúpida que sea. Y no lo digo sólo por Trailo.
Como un goteo, a lo largo de la jornada tormentosa han ido regresando a Cartago, en solitario o formando pequeños grupos, los participantes en la frustrada cacería. En el patio del palacio de Dido se agrupan y se cuentan, entre risas y anécdotas, cómo se ha protegido cada cual del chaparrón. Para el niño Ascanio no ha dejado de ser una aventura de poca importancia, acostumbrado a pasar tantos y tan terribles temporales en el mar. Anna y sus acompañantes, en cambio, subrayan la situación de peligro, pues las zonas arboladas suelen atraer rayos. No faltan quienes se burlan del miedo de los canes, capaces de plantar cara a los colmillos de un jabalí y, en cambio, quejumbrosos y acobardados por el fragor de los truenos.
A primeras horas de la tarde ya han regresado casi todos, los caballos son devueltos a las cuadras y se descargan los carros con las provisiones echadas a perder. Los amos envían a sus criados a sus casas para avisar a sus familiares de su llegada sin novedad. Y empieza a crecer cierta inquietud por la tardanza de la reina Dido y el príncipe Eneas. Nadie los ha visto. Nadie ha prestado atención para ver en qué dirección huían ni se han preocupado hasta ahora. Tampoco ha vuelto Mook, el perro de la reina.
Acus está a punto de organizar una batida de búsqueda, cuando un centinela de la muralla le avisa que se están acercando dos jinetes. Sospechando que se trata de ellos, los familiares y amigos acuden a recibirlos a las puertas de la ciudad. Si esperaban encontrarlos heridos o agotados, se llevan una sorpresa: Dido y Eneas les sonríen, descabalgan sin prisas, preguntan si ha regresado ya todo el mundo y comentan la violencia del temporal. Se declaran hambrientos y la reina invita a los presentes a ir a palacio y tomar juntos una colación antes de retirarse a sus casas. El perro no deja de mover la cola.
- Estaba muy preocupada por ti, mi reina – le dice la noble Diana mientras la acompaña a su aposento, porque Dido quiere asearse y cambiarse la túnica.
- ¿Preocupada?
- Temí que hubieras sufrido un accidente. No sé, que te hubieras caído del caballo, o algo así. Tardabas tanto…
- Mírame a la cara, Diana. Y dime qué ves – responde la reina deteniéndose y girándose hacia ella.
Los ojos están chispeantes de alegría; la piel del rostro, como si acabaran de lustrarla; todo su cuerpo emana seguridad y plenitud, una potencia que Diana no había percibido nunca. Dido estira sus labios en una sonrisa cuando ve a su amiga sonreír. Tiende los brazos hacia ella, invitándola a un abrazo. La noble Diana la estrecha con fuerza y se emociona.
- Espérame en el salón, quiero hablar a solas con Barce – dice la reina.
La nodriza no ha sido la última en enterarse de la llegada de Dido y ya tiene lista el agua caliente para lavarla y, extendida sobre el lecho, una túnica limpia de color púrpura. Conoce todos los gestos de la reina, el significado de cada movimiento, su estado de ánimo según las variaciones de un pequeño pliegue de su frente. Apenas la ve cruzar el umbral, sabe lo que ha pasado.
La reina se acerca a ella, la toma de una mano y le pide que se siente en un pequeño escabel, al lado suyo.
- ¿Recuerdas cuántas veces, estando las dos solas, hemos hablado de Siqueo? Te decía que no podría olvidarlo nunca. Tú, con razones, me insistías en la necesidad de dejar atrás el pasado y tener hijos, mientras yo, con la misma obstinación, rechazaba la idea de un nuevo matrimonio.
- ¿Cómo no voy a acordarme, mi reina – responde Barce – si te lo he estado repitiendo hasta hace unos días?
- No pensaba que pudiera ocurrirme nunca, pero amo a Eneas. No puedes imaginarte cuánto. Hoy me he convertido en su esposa. No a los ojos de los hombres, pero sí a los de mi corazón. Quiero que lo sepas, Barce, y me comprendas.
- Siempre estaré de tu parte – responde la anciana –. Sin embargo, porque te quiero, déjame decirte una cosa: el troyano es un ave de paso. Ámalo cuanto quieras, pero disfruta de su compañía y su afecto con mucha discreción. No conviene que nadie se entere. Porque un día se irá, y habrás de encontrar un marido.
- Él es mi marido, Barce, no necesito otro. Busca un nuevo hogar, como hicimos nosotros, y pienso ofrecerle compartir mi trono. ¿Dónde encontraría un lugar como éste, bien situado, próspero y conquistado mediante el amor y no por las armas?
- Tú misma, niña mía, me relataste lo que te contó sobre el fin de Troya. Abandonó su patria sin saber si su esposa estaba muerta, o a salvo, o cargada de cadenas en manos de sus enemigos – y como la reina hace gesto de ir a interrumpirla, la nodriza extiende sus manos, pidiendo que la deje terminar –. ¿Vas a decirme que necesitaba ponerse a salvo para dar continuidad a la destruida Troya? Dime: si pudo abandonar a la madre de su hijo ¿cuánto le costará abandonar a otras mujeres?
- Lo amo, Barce. Soy suya. Ten confianza en mí, el amor me dictará la conducta más conveniente, lo que debo hacer en cada momento para retenerlo a mi lado. Lo pasado, pasado está para él y para mí. Conseguiré que se case conmigo, ya lo verás.
- El amor es como el mar: no puedes fiarte de él, aunque te creas un marinero experto – dice Barce poniéndose en pie – No olvides esto, mi reina.
NOTA IMPORTANTE:
Aunque me hubiera gustado terminar esta historia antes de marcharme de vacaciones, me ha sido imposible. No hemos llegado hasta aquí para acabar de cualquier manera, ¿no os parece? De modo que, sintiéndolo muchísimo, he de dejarla en este punto durante cuatro semanas, aproximadamente. Espero hacerme perdonar... o por lo menos, me conformo con una maldición pequeñita. Gracias a todos, queridos amigos, por vuestra paciencia y comprensión. Os aseguro que la continuación valdrá la pena.
Entre tanto, los nuevos lectores pueden buscar en el archivo de Enero 2007, donde empieza la primera parte de esta historia si les apetece conocerla entera.
Besos y feliz verano.
*Detalle de un patio en la piazza Margana. Roma.
**Detalle de la fuente de las tortugas en la piazza Mattei. Roma.
***Detalle de mosaico. Museo Massimo alle Terme. Roma.
****Detalle de la Porta Asinaria de la muralla aureliana. Roma.
*****Detalle de relieve con figuras masculina y femenina en una muralla. Museo Massimo alle Terme. Roma.
****** Escultura femenina. Museos Capitolinos. Roma.
*******Detalle de cabeza femenina. Museo Massimo alle Terme. Roma.
******** Detalle de mosaico. Museo Massimo alle Terme. Roma.
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Esta historia merece un final al tono y a la altura del modo como se ha desarrollado, de manera que ¡vale la pena esperar!...
ResponderEliminarNos dejas con la intriga y en ascuas, acompañando a la reina Dido en su deseo de legitimar su
amor y ofrecerle a su amado Eneas
la mayor ofrenda de la que era capaz:compartir su trono.
¿Estará Eneas al nivel de esta mujer tan apasionada y decidida?...
De momento no me atrevo a pronunciarme...esperaré.
Te esperaremos, querida Isabel,con la fidelidad del astrónomo.
Abrazos y¡felices vacaciones!.
Si te perdono, si... nada más por que te quiero mucho y la historia merece ser pausada para digerir palmo a palmo la aventura y emoción que invita...
ResponderEliminar4 semanas serán demasiadas, pero sabiéndo que ahora Dido está en buen reposo no importará tanto esperar...
Feliz descanso amiga..
feliz verano...
Te estaremos esperando impacientes ..
Besos y abrazos para en trayecto:)
Querida Isabel:
ResponderEliminarSiempre para evitar la injusticia y mi verguenza dE no poDer comenTar tus obras de arte que creas en cada post,es´ta vez al menos vengo a decirte ASSIASSSSSSSS APA, por tanto afecto, por todo el apoyo moral que me vines brindando desde hace rato, y por tener el orgullo enorme que me sigas visitando.
Si tienes unos minutos libres , algú dia escríbeme por favor a navego@excite.com
Un besazo de todo corzón, mi querida AMIGA.
Cuentas siempre con toda mi admiración.
Isabel, aprovecharé estas cuatro semanas para intentar ponerme al día. Sé que va a merecer la pena. Espero tener todos los deberes hechos cuando vuelvas.
ResponderEliminar¡Felices vacaciones!
P.D. Me he tomado la libertad de enlazarte, así te tengo cerquita.
Queeis Isabel... ante bello capítulo, solo te digo... que, el amor reina... el amor... wow... Dido enamorada!
ResponderEliminarY tu te marchas de vacas... deseo al alma que las disfrutes, te extrañaremos y te buscaré a tu regreso.
UN ABRAZO FORTÍSIMO :D
Qué liberación para Dido poder hablar con Barce sin trabas.
ResponderEliminarmmm cuatro semanas de relax... ¡merecido! lo has trabajado mucho y bien.
:)
Disfruta muchísimo. Un beso
¡Esa flecha de Cupido tenía ponzoña de la más mala! Vean lo que quedó de nuestra reina.
ResponderEliminarY con nuestra narradora… de vacaciones, pues va a ser una luna de miel largaaaaaaa
Diviértete mucho Isabel, un beso que dure un mes
Querida Isabel:
ResponderEliminarAcabo de incluir en la sección Poesía del Toro de Barro del blog la versión del Cantar de los Cantares que tardé en concluir más de veinte años, y que luego edité en Los Cuadernos del Mediterráneo. Aquí la tienes. Tengo un especial interés en conocer las primeras impresiones de quien se compadrea con los dioses de la Hélade y toma con ellas sus dosis diaria de ambrosía. También la de quien, amparada en la distancia y el secreto que proporciona la red y sus meandros, puede hablar con total sinceridad de la evocación de este hermoso canto que desde de pequeño me tiene atado a su cintura.
Un beso.
Carlos Morales.
Bueno, Isa, que pases unas placenteras vacaciones y, ya sabes... "El amor es como el mar: no puedes fiarte de él, aunque te creas un marinero experto...", tal y como dice nuestra querida Barce.
ResponderEliminarIsabel, sin problemas, descansa y retoma fuerzas.
ResponderEliminarEstaremos deseosos de volver a reencontrarte.
Besos
Querida Isabel, no sabes como disfruto de esta historia tan bella y conmovedora, los ojos me chispean de húmeda emoción que me eleva a los más sublimes estadíos de mi conciencia en el tiempo y en el espacio, a cada palabra tan bien dicha sufro de deliciosos estremecimientos, el lenguaje que usas es de lo más divino, en cada frase y oración hay un vocablo que me deslumbra, que lo siento mío. El amor de ayer de hoy, de mañana, siempre será el mismo, Venus, Eros, son seres que traemos con nosotras, anclados están a nuestros genes, esperando despertar para ocupar su espacio en nuestro cielo interior... y tú con tu magia, con tu arte, tan generosa
ResponderEliminarGracias guapa Isabel por hacerme sentir tantas cosas preciosas, por hacerme sentir al mismo tiempo humana y divina.
Amiga mía te deseo lo mejor en tu viaje de vacaciones, llévate contigo mis bendiciones y un gran abrazo con muchos besos.... para el camino
Natasha
Yo lklego y tú partes. Me ha llevado horas ponerme al día con la historia, pero a pesar del tiempo que me ha tomado la he disfrutado muchísimo. Es un deleite pasearme por tus letras. Mi admiración sin duda es creciente.
ResponderEliminarBesos y que tengas unas muy reponedoras vacaciones!
Dido, feliz cuenta a Barce que esta enamorada, pero esta le da un consejo uffsss
ResponderEliminarIsabel, disfruta mucho el verano
Un gran beso de verano
Disfruta de tus vacaciones y vuelve con las pilas cargadas.
ResponderEliminarTe esperaremos.¿Qué vamos a hacer si no? Estamos enganchados a Dido y a Eneas a través de ti. Al menos yo lo estoy. No puedo (ni quiero) evitarlo.
Felices vacaciones
buone vacanze cara Isabel!!!fresche e luminose!
ResponderEliminarEn algunos momentos me siento muy cansada, como si llevara a rastras una montaña o caminara todo el tiempo cuesta arriba...a veces así me siento también.
ResponderEliminarLos ojos están chispeantes de alegría; la piel del rostro, como si acabaran de lustrarla; todo su cuerpo emana seguridad y plenitud...inconfundible sensación
Disfruta mucho de las vacaciones,
yo también me voy.
Hasta la vuelta, muchos besos querida Isabel
Soy Aemilius, el encargado de la muralla, ¡¡¡que me traigan a Trailo, que la vamos a liar!!!
ResponderEliminarDe momento exijo que se nos hagan las pruebas de ADN a mí y a mi supuesto hijo y voy a demandar a Trailo a que me pague un millón de reales de vellón por injurias.
¿Que todavía no se habían fabricado? ¿pues a qué esperamos?
Isabel disfruta mucho de tus vacaciones y no te lleves el portátil a la playa que allí no funciona.
Besitos
Amiga mía, te vas de vacaciones en el mejor momento del relato, en ese punto donde la narración necesita el toque final. Disfruta de tus vacaciones y regresa pronto. Aquí estaré esperándote. Abrazos.
ResponderEliminarFelices vacaciones, Isabel. Yo creo que puedes olvidarte un poquito de Dido y Eneas. Ellos ya se arreglarán;);)
ResponderEliminarA descansar, y hasta la vuelta. Besos
Como no sé, compa Isabel, cuánto tardaré en contestar a los comentarios de mi blog, y he sabido por ellos que marchabas de vacaciones, sólo quería pasar por aquí para desearte que las mismas te resulten, en justa proporción a tu empeño literario -y para igualarse en condiciones a él-, gratas, intensas y hermosas.
ResponderEliminarGracias por todo y un abrazo.
Querida Isabel antes que nada, mi reina, felices vacaciones!
ResponderEliminarSiempre me entusiasma la elegancia y simplicidad con que tratas temas tan importantes, los personajes se vuelven mis conocidos.
Expresiones como “los amores y amoríos no pueden ocultarse, menos en una ciudad tan pequeña “ hace que tu historia sea sentida próxima, cercana al lector. Y para recalcar ¡el regreso como un goteo! Bellísimo.
Vuelve y avisa, quiero leer el final!
Ay, parece que a la nodriza le da desconfianza, y si una nodriza es como un sustituto de Madre, pues seguro que es como una predicción.
ResponderEliminarSi yo también temía que pudiera haber algo malo entre tanta bondad.
Saludotes, abrazotes y besotes
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Uy, son novios y se gustan, y se casarán.
ResponderEliminarDe veras que sos una ama del misterio porque si tengo que esperar 1 mes para el final, seguro que valdrá la pena.
Saludos, abrazos y besos
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
Isabel...ni pequeñita la maldición!!! Solo agradecerte este nuevo episodio.
ResponderEliminar"Temí que hubieras sufrido un accidente."... será un accidente el amor?
Dido es reina y mujer, es sabia...Las preguntas de Barce son lógicas también.
Ascanio ha disfrutado en gran manera!!! Gracias, amiga! Feliz descanso...y vuelve con el final deseado.
Por algo será que esto no cierra acá.
Mucha Paz!!! Besos, Ferip
acabo de terminar de leer El Prisionero en el Roble (de las Nieblas de Avalon,de Zimmer Bradley) y la verdad, creo que apuró el final para irse de vacaciones! jaja puesto que no me ha gustado nada nada XD
ResponderEliminarMe parece bueno que la termines luego, con calma... aunque confieso que me comeré las uñas esperando estas cuatro semanas ;)
saludos desde el Invierno por estos lados ;)
Ahelon
"amo a Eneas", de corazon...
ResponderEliminarfantástico, amiga
mmmmm
ResponderEliminaresta bien, estas perdonada...
pero me quedo con esto:
EL AMOR ESCOMO EL MAR...
un abrazo sideralquerida ISA, que de ROMANA todo!
Mi niña no importa lo que tardes la pasión de esta historia me tendrá intrigada hasta tu regreso, tu disfruta estos días y vivelos intensamente... dejemos un rato las letras descansar para que nos entregues una lectura que cada vez nos emociona más, besos!
ResponderEliminarNo te preocupes, aquí te esperaré impaciente (no soy de lanzar maldiciones, ni siquiera pequeñas).
ResponderEliminarSaludos.
Felices vacaciones, esperaremos lo que haga falta.
ResponderEliminarUn abrazo
pasalo bien en vacaciones :)
ResponderEliminarIsabel romana, he estado unos días sin tiempo ni fuerzas para bloguear.
ResponderEliminarAhora ya me he puesto al día.
Felices vacaciones y seguiré tu historia a tu regreso.
Pásalo bien y cuídate mucho.
Besitos
Tras este capítulo, plagado de ilusiones y esperanzas, me preparo para recibir un final que conozco, pero que salido de tu hábil pluma promete emocionadas sorpresas.
ResponderEliminarDisfruta de tus vacaciones y hasta la vuelta. Un abrazo.
ya veras porque a los abogados nos dicen por aqui 'ave negra' o lisa y llanamente cuervos. mientras mi hermana anda en cosas tristes, yo que supuestamente vengo a cuidar sus gatos, aprovecho su banda ancha, escucho musica, leo. me deleito.
ResponderEliminarclaro que lo primero que dijo fue, ahi tenes la PC, pero me estoy dando cada gustazo.
me encanta el rostro que le has dado a barce! tan maduro, sabio tambien bello: no puedes fiarte del mar aunque seas marinero experto.
Y lejos de ser un castigo… será todo un placer esperar tu vuelta para que continúes con la historia isabel, hubiera sido imperdonable terminarla de cualquier manera por no hacer el impás de las vacaciones, y no lo merece, eso está claro.
ResponderEliminarMis disculpas por no haber venido a despedirme de ti antes… pásalo genial, y vuelve estupenda, para seguir regalándonos historias, un beso :)
Querida amiga, te estaremos esperando a vos, y a tus bellas historias.
ResponderEliminarBesos
Paso a imprimir todo lo que me queda pendiente -que veo que no es poco-, y a disfrutar de ello el mes que viene por delante con sus vacaciones incluídas.
ResponderEliminarDisfruta de tu descanso y esperamos volverte a leer en septiembre.
Un abrazo querida amiga.
Salud
isabel felices vacaciones, muy felices, constructora de palabras
ResponderEliminarun achuchón con mucho solete
Buen verano a ti también. Ningún final debe apresurarse. Y menos éste que promete mucho :)
ResponderEliminarPor más que quiera saberlo, debe llegar a su debido tiempo.
Un gran beso desde las no vacaciones.
Es una excelente historia... ya quiero leer el final!!!!
ResponderEliminarbesos y que tengas excelentes vacaciones
Felicies vacaciones amigaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarestuve desaparecida porque el trabajo me tenia a full!!! pero ya he vueltooooooo
te dejo besitos de hadaaaaaa
Paso a saludarte mi querida Isabel, para desearte que donde quiera que sea estés pasando tus vacaciones, las estés pasando rico
ResponderEliminarUn beso y una sonrisa con mucho cariño de tu amiga
Nati
Felices Vacaciones amiga!!!...
ResponderEliminarDisfruta y descansa.
este verano me mudo a tu casa con arcilla y todo para seguir deleitandome de tu sombra y tu luz, de tu palabra e ingenio. un abrazo
ResponderEliminarMi queridísima amiga...He quedado asombrada con la declaración de amor de DIDO...
ResponderEliminarAunque apoyo las sabias palabras de BARCE...
"El amor es como el mar: no puedes fiarte de él, aunque te creas un marinero experto..."
¡ADORO ESA FRASE ISABEL!
**Te deseo unas fabulosísimas vacaciones,espero que descanses y respires nuevos bríos...
Esperaré con ansias tu regreso!
TODOS MIS ENORMES Y CARIÑOSOS BESAZOS!!!;)
Como Ascanio estamos en una aventura llana, sin problemas... hasta el final de nuestras vidas! El resto lo vemos en el cine!
ResponderEliminarAdemás de merecer un final, que debemos leerlo por supuesto... mereces editar varios libros. ¡¡¡Que modo de escribir DIOS MÍO!!!
ResponderEliminarIncreíble...
Seguiré pasando a ver como continúa esto.
Dejo mis cariños para tí.
PUes claro que sí....tú descansa y no pidas disculpas, que todos sabemos lo mucho que te lo mereces...realmente tu historia nos tiene enganchados a un buen número de seguidores...así que aquí estaremos esperándote.
ResponderEliminarBesos de Gloria y míos y felices vacaciones para tí y los tuyos
Me emociona Eneas, la historia esta a punto de caramelo.
ResponderEliminarAy mujer nos tenes en vilo, con tus historias romaniux.
Te abrazo fuerte fuerte, todo el sol, la magia, los verdes, los azules, que se yo,todo para vos.
Hasta la vuelta. :)
AMIGA ...PASABA A DESEARTE UN FELIZ COMIENZO DE MES!!!
ResponderEliminarCARIÑOS
Esperaremos (qué remedio), y seguro que valdrá la pena.
ResponderEliminarFelices vacaciones.
Aprovecharé tu receso para ponerme al día, que como sabes he estado más que ausente.
ResponderEliminarDescansa, te lo mereces.
provecho mi estimada romana, bien merecidas las tenias.... como decia un popular personaje de lima: "un comercial y regreso..!"
ResponderEliminarHola, Isabel
ResponderEliminarPasé a saludarte un rato. Me alegra mucho saber que sigues produciendo.
Un cordial saludo
Martín
Padecerá mucho Dido la ausencia de aquella quien decide el final de su amor?...cuestión caprichosa de los dioses..
ResponderEliminarDejo mu huella y espero!!!
God! Cuando pasa eso, acá en México decimos que "ya le cayó el chahuiztle!", es decir, que ya tiene un problema: ama a Eneas.
ResponderEliminarPero además es una reina, así que supongo el destino de ella está acompañada del destino de su pueblo.
Uff
Pues acá regresando de las vacaciones y dándome un tiempo para visitar blogs.
Que disfrutes tus vacaciones!
Sergio.
se te extraña!
ResponderEliminarAnte todo que lo pases bien en tus vacaciones, seguramente merecidas.
ResponderEliminarLa historia es de verdad interesante y a tu vuelta la darás el matiz que tu deseas con el final o la continuación. siempre he visto en ti un ser escepcional...
Te aprecio mucho Isabel
un beso y felicidad...marimar
Un trabajo como éste, al que se le ha dedicado tanto tiempo y esfuerzo, bien merece la espera. Disfruta tus vacaciones, querida amiga.
ResponderEliminarUn beso veraniego.
...y si mi querida Isabel, el amor y sus mareas... ya veremos a donde conducen...
ResponderEliminar... por ahora, feliz de la confidencia y la genuina felicidad de mi Reina, sonrío al amor de los hombres...
...felices vacaciones amiga, un gran abrazo!...
Y yo que habia dejado ya casi un testamento, vengo y veo que el blogger no lo ha subido. Maldicion!
ResponderEliminarLo primero que descanses mucho, supongo que estaras con los dioses y diosas de la antiguedad, escuchando sus historias y secretos que luego transmites.
2) Que maravillosa descripcion del amor y de las advertencias que conlleva!
Esperemos tu regreso con ansias, y si bien falta menos,siempre parece demasiado.
No había reparado de comparar el amor con el mar y cuanta verdad.
ResponderEliminarDisfruta mucho y descansa.
Esperamos.
Cariños
Vaya! Me dejas intrigado.
ResponderEliminarLlegue a tu blog por casualidad, buscando documentación para un post que quiero publicar sobre Roma y seguro que regresaré a él en un par de semanas buscando como continua esta maravillosa historia.
Un abrazo.
Estupendo, como siempre. Me han encantado las fotos. ¿De dónde sacas tantas?
ResponderEliminar....humm......espero que te encuentres en una fresca cueva haciendo "gritar la carne" que para eso es tuya,
ResponderEliminar....pero como no vuelvas en dos semanas mas, abro la puerta de los infierno y saco a Siqueo para que te busque y te traiga de los pelos.
...porque como él necesitamos que sigas manteniéndola viva.
Seguimos de vacaciones amiga mía????
ResponderEliminar¡QUE BUENO!
(que envidia!) jajajajaja
Espero con muchísimas ansias tu retorno...
MIL BESAZOS!
Espero regreses pronto... te tengo novedades... besos!
ResponderEliminarQuerida amiga: pasé a refugiarme en tus historias y, una vez más, me voy con la sensación de que me gustaría quedarme, no salir de ellas...
ResponderEliminarDisfruta de tus vacaciones,
Te estaremos esperando cuando vuelvas :)
Un abrazo
...pasé a saludarlas otra vez, a mi reina y a ti... espero que las vacaciones les estén llenando de horas felices...
ResponderEliminarbesos!
chuuu... parece que desaparecí mucho rato...
ResponderEliminaren fin..
un beso enorme para ti
Nada de maldiciones ni chiquitas ni enormes, mejor dadle un final merecido. Las prisas nunca son buenas.
ResponderEliminarQue descanses amiga.
--
Saludos.
Esperaremos el final de la historia, aunque esta historia no parece querer tener final.Le ocurre como a las grandes historias que, por más que se repitan, parecen que nos son contadas por primera vez...
ResponderEliminarHablando de otra cosa, tengo un problema que tal vez me puedas solucionar. Necesito ilustraciones para un poema precioso de Aurora Luque -Pentasilea-, más en concreto esculturas o pinturas antiguas de una amazona abatida, si pudiera ser -eso es mucho pedir- al pie de su caballo.
Te beso largamente.
Carlos
Cuento los días para saber el final.
ResponderEliminarUn abrazo.
4 semanas de vacacione =) Qué bien. Disfrutalas.
ResponderEliminarNosotros estaremos esperando a tu vuelta.
(aunque no comente, no me pierdo ningun episodio de Dido y Eneas, aunque sea de tarde en tarde).
Besos
Me leeré estos capitulos en este mes, despacito, saboreándolo.
ResponderEliminarQue tengas unas felices vacaciones¡¡
Besos con abanico.
Me ha encantado la historia.
ResponderEliminarVolveré a menudo.
Todavía no vuelves? :S
ResponderEliminarYa te extrañamos
Estamos impacientes, que lo sepas. Llevamos más de 20 días esperándote. Lo de las cuatro semanas ¿significa 28 días?
ResponderEliminarDescnasa Isabel disfruta mucho y pásatelo requetebien, pero acaba la historia, porfaaaaa.
Hola, desde Barranquilla, Colombia, te envío un caluroso saludo y mis sinceras felicitaciones por tu blog, en espacial por su contenido. Te invito muy cordialmenta a que visites el mio en donde están consignados mis poemas. Espero tus valiosos comentarios. Y, si es posible recomiendalo entre tus amigos y contactos.
ResponderEliminarwww.mandalaspoemas.blogspot.com
Un abrazo,
Víctor González Solano
asumir el amor es la consumación del mismo, no es verdad?
ResponderEliminarte dejo un abrazo y con el mis deseos por un mes maravilloso y feliz regredo
Amiga... que me han caído muy bien tus vacaciones... para ponerme al día.... La Reina Dido sigue dándome sorpresas.
ResponderEliminarBesos desde Campeche Lindo y FELICES VACACIONES.
ISABEL, bien ganadas tienes tus vacaciones,disfrutalas.
ResponderEliminarcariños
Hola Isabel, como siempre es un gran placer leerte. Me apasiona esta historia. Las fotos geniales.
ResponderEliminarUn beso sórico.
Lady Read
Hola Isabel:
ResponderEliminarLa presente es para comunicarte que después de un periodo de descanso vuelve a estar operativo el blog SENDALITERARTE. Espero seguir teniendo tu estimable visita.
Un Saludo: El Argonauta Enmascarado.
Cuando vengo, resulta que te vas... Bueno, espero que te lo pases bien. Aquí nos quedamos esperando más historia.
ResponderEliminaren tu lado es verano y aunque hace calor, pienso que de todos modos te servirá un abrazo.
ResponderEliminarQuerida Isabel, qué bien que estés de vacances...te dejo un besote y el mejor de los deseos en estos días de tranquilidad. Por cierto, tus metáforas siempre acertadas, el amor, en su inmensidad, claro.
ResponderEliminaresto ya es una teleserie con todas sus letras.
ResponderEliminarHola, ya he vuelto de vacaciones y he releído el último post. El amor es como el mar pero es delicioso sumergirse en él.
ResponderEliminarBesitos y aprovecha las vacaciones al máximo.
QUERIDA ISABEL
ResponderEliminarME HE PUESTO AL DÌA.
FALTÈ ALGÙN TIEMPO PERO AHORA SIGO CONECTADO.
SIGO RESALTANDO ESTA MARAVILLA QUE TU ESCRIBES, LA PASIÒN QUE PONES EN CADA CAPÌTULO..REFLEXIONÈ MUCHO AL RESPECTO...ES SOBERBIA LA MANERA QUE CUENTAS LA HISTORIA Y ME ASOMBRA COMO DAS VIDA A CADA PERSONAJE.
ESPERO EL FINAL!
MIENTRAS TANTO..
FELICES VACACIONES!!!
BESOS MIL
ADAL
Querida Isabel.
ResponderEliminarNi siquiera la reina Dido,tiene derecho a usurpar más tiempo del debido de tus bien merecidas vacaciones.Ahora lo que procede es relajarse y distanciarse un poco del teclado...la reina Dido y Eneas sabrán emplear bien el tiempo en tu ausencia.Cuídate guapa, tómate todo el tiempo que haga falta y disfruta.
simplemente asombroso !!!!
ResponderEliminarsaludos desde Reus
Te extraaaaño!
ResponderEliminarSaludos
Fiel a tu estilo y a tus obsesiones, a tus ideas, como ha de ser, no paras y sigues ofreciendo buenas historias. Te mereces mucho y bueno. Un abrazo.
ResponderEliminarBueno, ya veo que estas de vuelta, y remodelando la casa! y cocinando a fuego lento la pasion de Dido y Eneas!
ResponderEliminarAhora esperamos con ansias ver como continua tu historia segun tu version que es mucho mas interesante que la original pues como ya te comente, escrita 300 años despues de la destruccion de Cartago, tiene el tufillo de 'calumnia, calumnia que algo queda'. Aqui los personajes son mucho mas reales y tangibles, al alcance de la mano.
Te esperamos.
Nos acostumbramos a un formato, es la casa del amigo, con sus peculiares ventanas, puertas, adornos.
ResponderEliminarAl entrar, recién, luego de mi ausencia, me quedé tan sorprendida... Pero celebro el cambio, hay que mudarse, renovar las energías.
Que disfrutes de tus vacaciones.
Y sí, podemos esperar por Dido. Claro que sí.
Voy a aprovechar para leer detenidamente todo lo que me quedó en el tintero.
Besos
Hoy, cuando cumplía con ese rito diario de entrar en tu mundo y en el mundo de los seres que uno a ido escogiendo poco a poco de la mano de una taza bien caliente de café, me hizo mucho bien sentir que la soledad no deja de ser otro de esos espejismos cotidianos que sirven para poco más que para quejarse. Parece que nada ha cambiado, pero lo cierto es que cuando el coche que ha de llevarte al trabajo empieza a rodar, sabes que siempre habrá una puerta abierta -la de tu espacio- que una vez fanqueada te llena de sonrisas, malevolencias, melancoholismo y serenidade...
ResponderEliminarun fuerte abrazo
carlosmorales59
Me gusta mucho tu nueva imagen.
ResponderEliminarBesos
Bueno, ya estoy al día, aunque aún no puedo dedicarme a postear, ya vendrá pronto.
ResponderEliminar"El amor es como el mar". Ay, que no suena bien esto, que me huele a presagio.
Vivo a orillas del mar y conozco sus cambios de humor, sus designios.
¿Qué nos espera?
Deseo que tus vacaciones hayan sido pacíficas y además vengas cargada de energía para lo que se nos avecina con Dido.
Un abrazo, amiga.
Siempre tarde, como un niño extravaido en la ciudad, llegó después de la consumación del amor y después del rediseño. Pero traigo dulces besos para ti, me perdonas?
ResponderEliminarAbrazos
Ahora que regreso, veo que tú no estás, :-)) eso me dará tiempo para ponerme al día con los capítulos atrasados y así cuando vuelvas no tendré ninguno pendiente.
ResponderEliminarHasta la vuelta.
Querida Isabel:
ResponderEliminarDebido a una serie de inconvenientes había perdido el hilo de la historia pero hoy he vuelto a recuperarlo y me siento muy feliz por ponerme al día.
Ya sabes que yo estaba deseosa de que nuestra reina se enamorara, de que su corazón volviera a latir al compás del amor y leer todo el proceso ha sido delicioso. Me encanta cómo logras mantener el ritmo la cadencia de tu escritura y como vas desmadejando la historia sin que esta pierda un ápice de interés para el lector. También me gusta mucho como la reina confiesa su amor y admite que su corazón está enamorado y que se ha entregado. Qué bonito.
Sigo leyéndote con mucho placer pero sobre todo con mucha admiración.
Por otra parte, me agrada el nuevo aspecto de tu blog. Se siente muy acogedor y al entrar aquí me sentí como en casa.
Espero que hayas disfrutado de unas alegres y placenteras vacaciones.
Un fuerte y cálido abrazo,
Ro
Queridos amigos, ¡YA ESTOY DE REGRESO! Muchísimas gracias por vuestras visitas y buenos deseos. Habéis visto que hace unos días he cambiado la plantilla. Era ya muy necesario contar con las etiquetas para aclararse con los textos, no creáis que no me ha costado dejar la vieja casa... En fin, creo que es mejor para todos. Me he acordado mucho de vosotros en estas vacaciones tan prolongadas (y todo no ha sido estar a la bartola) pero he logrado resistir sin ordenador.
ResponderEliminarMe pongo enseguida a la tarea de continuar con la historia de Dido y Eneas, y lo voy hacer iniciando una cuarta parte, más que nada para que os sea más llevadero. Y enseguida también, os visitaré a todos. Besazos y hasta muy pronto.
Hola Isabel, vuelve por favor.
ResponderEliminarCirene.
Preciosa tu manera de contar la historia de Dido y Eneas. Siempre me ha emocionado el personaje de Dido. Y si escuchas al mismo tiempo el aria final de la òpera de Purcell "When I was laying.." se te ponen los pelos de punta.
ResponderEliminarAcabo de descubrir tu blog, pero prometo volver a menudo
Seguimos esperandote, vos tranquila.
ResponderEliminarTe esperamos Isa, vos tranquila.
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