Dido se siente como si la hubieran arrojado al interior de un frasco de vidrio y se hallase flotando dentro de él, sin ver del exterior más que sombras extrañas y deformes a través de las paredes de cristal; sin saber dónde es arriba y dónde es abajo, ni derecha ni izquierda. Un zumbido cada vez más alto y agudo brota de su propio cerebro y presiona sobre sus oídos con tal intensidad que su estallido parece inminente. Le flaquean los músculos, la vista se le enturbia más.
La vestal Crisea y la noble Diana le cogen las manos. Se le han quedado heladas y sin fuerza y un violento temblor le estremece todo el cuerpo. Le ofrecen una copa con agua, pero ella la rechaza. Ahora no podría tragar. Quizá no pueda volver a tragar nunca, porque su estómago y su pecho han sido atacados por una manada de leones. Le clavan los colmillos, las uñas le desgarran la carne.
- No puede ser – dice con un hilo de voz.
Y se sabe delatada por la propia debilidad de su protesta. Sí, su corazón le había advertido, estaba temeroso del momento de la despedida. Pero era un temor difuso, lejano como un eco, ese temor del cual nadie se libra cuando ama. ¡Cuántas veces se ha repetido a sí misma que era infundado…! Y aún lo sigue siendo, aunque los hechos parezcan negarle la razón. Un hombre de la nobleza de Eneas no puede comportarse así. Es un héroe de la guerra de Troya, un príncipe de sangre real, el último de la estirpe de Príamo. Puede que le costara contraer matrimonio, pero Eneas no huiría a escondidas de una mujer. Cuanto más piensa en ello, más se reafirma en que debe tratarse de un error.
- No puede ser, Crisea – repite. Se suelta de las manos de sus amigas y se yergue en el taburete –. Zoe te ha mentido. O le han mentido a ella. Al fin y al cabo ¿quién es ese Náufrago? Una persona estrafalaria a quien nadie toma en serio.
- ¿Te habríamos dado este disgusto sin asegurarnos antes? – responde Diana.
- No dudo de vosotras. Pero hay alguna explicación, estoy segura. En cualquier caso, no voy a quedarme aquí, lamentándome, sin hacer nada.
Al abatimiento provocado por el mazazo de la sorpresa, le opone una actividad febril. Reclama la ayuda de Crisea y Diana para borrar de su rostro las marcas de las lágrimas, componerse el cabello y la figura, cambiarse de túnica. Insiste en adornarse el cuello con el hilo de perlas regalado por Eneas, aquel que perteneció a su prima Ilíone y él había rescatado de la destrucción de Troya. Conviene que el príncipe recuerde su llegada a Cartago siendo un vagabundo sin patria ni hogar; cómo le brindó Dido refugio y apoyo a él y a su pueblo acogiéndolos como sus iguales; debe acordarse del banquete de bienvenida cuando él mismo, invocando a los dioses y poniéndolos por testigos, hizo votos de amistad eterna entre troyanos y cartagineses y la colmó de regalos, casi reliquias, de su propia familia.
Acompañada de Crisea, la noble Diana y un cortejo de servidores, la reina galopa hacia el campamento troyano. Qué distinto de aquella cabalgada durante la cual les sorprendió una tempestad y ella se entregó a Eneas por primera vez…! Hoy el cielo está tan despejado como aquel día y su ánimo turbado y expectante. Sin embargo, si hoy estalla una tormenta no será de lluvia y viento, sino un cataclismo capaz de transformar por completo su vida. No habrá un final gozoso si Eneas le ha mentido. Alcanzan la cumbre de la colina desde la cual se divisa el campamento y el corazón de Dido se detiene.
Allá abajo brillan muchas hogueras. Protegidos por cubiertas de paja, colgados de largas sogas como si fueran ropa, se ahuman cientos de pescados. Algunas mujeres alimentan las brasas y añaden troncos verdes para espesar el humo. Desde el bosque, jóvenes colocados en fila acarrean gruesas ramas y las amontonan junto a un cobertizo. Allí los carpinteros fabrican los remos, y una vez les han dado la forma deseada, otros los recogen y los sostienen con horcas por encima de las hogueras para endurecerlos al fuego. Grandes telas triangulares cubren la arena y a su alrededor se afanan muchas manos: unas atan cabos de cuerda en los extremos, éstas remiendan, aquellas enrollan. Los fardos se amontonan en las puertas de las cabañas, muchos carros están cargados.
La reina cierra los ojos unos instantes. Quizá sus propios recelos le han traicionado y es mentira lo que ha visto, una alucinación fruto de su miedo. Se oyen en la lejanía alegres cantos para modular el ritmo del trabajo y comprende que nada habrá cambiado cuando vuelva a abrir los ojos. Se equivoca, porque ha habido un cambio significativo en el paisaje humano: allí está Eneas, de pie ante una cabaña, hablando con Palinuro, su timonel. Si aún quedaba algún resquicio para la duda, los gestos de Palinuro señalando hacia el horizonte, los taponan.
Sin pronunciar una palabra, Dido espolea su caballo y desciende hacia el campamento. Descabalga sin esperar la ayuda de nadie y se planta delante del príncipe troyano. Trae arreboladas las mejillas y sus ojos arden. Los clava como un punzón de fuego en los de Eneas.
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Allá abajo brillan muchas hogueras. Protegidos por cubiertas de paja, colgados de largas sogas como si fueran ropa, se ahuman cientos de pescados. Algunas mujeres alimentan las brasas y añaden troncos verdes para espesar el humo. Desde el bosque, jóvenes colocados en fila acarrean gruesas ramas y las amontonan junto a un cobertizo. Allí los carpinteros fabrican los remos, y una vez les han dado la forma deseada, otros los recogen y los sostienen con horcas por encima de las hogueras para endurecerlos al fuego. Grandes telas triangulares cubren la arena y a su alrededor se afanan muchas manos: unas atan cabos de cuerda en los extremos, éstas remiendan, aquellas enrollan. Los fardos se amontonan en las puertas de las cabañas, muchos carros están cargados.
La reina cierra los ojos unos instantes. Quizá sus propios recelos le han traicionado y es mentira lo que ha visto, una alucinación fruto de su miedo. Se oyen en la lejanía alegres cantos para modular el ritmo del trabajo y comprende que nada habrá cambiado cuando vuelva a abrir los ojos. Se equivoca, porque ha habido un cambio significativo en el paisaje humano: allí está Eneas, de pie ante una cabaña, hablando con Palinuro, su timonel. Si aún quedaba algún resquicio para la duda, los gestos de Palinuro señalando hacia el horizonte, los taponan.
Sin pronunciar una palabra, Dido espolea su caballo y desciende hacia el campamento. Descabalga sin esperar la ayuda de nadie y se planta delante del príncipe troyano. Trae arreboladas las mejillas y sus ojos arden. Los clava como un punzón de fuego en los de Eneas.
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- No creo que fuera buena idea ponerse ese collar – interrumpe Karo. Es su forma de decirme que necesita descansar un poco. Deja a un lado las tablillas y se pone de pie. Sacude en el aire una pierna y luego la otra y al mismo tiempo agita los brazos y las manos. Parece una bailarina vieja relajando los músculos antes de comenzar la danza. También yo me levanto y doy un pequeño paseo alrededor de la higuera.
- Lo digo porque ese fue el collar que le anudó al cuello el niño Ascanio la noche del banquete. O el mismísimo dios Cupido, si creemos al poeta Trailo – insiste –. ¡Quién sabe si tendría restos de veneno de amor…!
- El amor había emponzoñado por completo el corazón de la reina y trastocado sus sentidos, Karo; no hacía falta ninguna dosis adicional. Según Barce, había dejado de ser ella. Sin embargo, yo empiezo a pensar que mi abuela estaba equivocada. Tal vez en esa crisis afloró una Dido desconocida para nosotras y no supimos cómo interpretar sus palabras ni sus gestos. Ojala seamos capaces de comprenderla ahora.
* Detalle de pintura mural. Pompeya.
**Detalle de pintura mural. Catacumbas de Domitilla. Roma.
***Detalle de un relieve del monumento a Anita Garibaldi. Roma.
****Detalle de escultura femenina. Museos Capitolinos. Roma.
*****Detalle de pintura mural. Museo Massimo alle Terme. Roma.
******Ruinas de Pompeya. Foto de Diana Coca.
Eterno como la vida misma. La naturaleza del hombre sigue sin enfrentarse a la verdad. El amor es una cuestión de confianza por parte de quien ama: no hay otra salida. El que se deja amar es el único que engaña. Y es tan discutible decir sí, yo quiero por encima de todo y pese a todo, como no aceptar más que el amor correspondido hasta nunca se sabe que punto.
ResponderEliminarSiempre me pregunto porque es tan dif�cil captar la mirada, el gesto, el detalle y no sentir ante el otro?
ResponderEliminarQu� la comprendan, eso espero.
Abrazos sentidos amiga
... nadie sabe lo que le depara el destino... los "dioses" tienen sus designios y quien no los comprende jamás comprenderá la vida ni los misterios del amor...
ResponderEliminarSaludos Isa, recién regreso de una pequeña gira de relax y me he encontrado con tu comentario y todo lo demás relativo a la trágica perdida que sufrió nuestro amigo Carlos de Colombia. Espero hayas tenido un buen fin de semana
Besitos y hasta pronto
Nati
En la calma de la noche estrellada, brotarán las preguntas que nos hagan saber el destino de ese amor traicionado. Abrazos.
ResponderEliminarIsabel, me imagino a la reina Dido galopando, con sus pensamientos y la incertidumbre de percibir por sus propios ojos lo que no quería aceptar
ResponderEliminarUn beso amiga
PD/ te deje un hermoso regalo en mi blog
La verdad es que a mi estas historias de abandono sobrellevadas con dignidad regia me conmueven mucho. La expresión arrebolada me gusta porque hacía tiempo que no la leía, a pesar de que es muy precisa e ilustrativa.
ResponderEliminarNi qué decir tiene, quedo a la espera.
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Saludos.
Una vez más me veo obligado a darte las gracias por esta gran historia.
ResponderEliminarBesos.
Hola franziska, tal como lo planteas, el amor es generosidad y, por lo tanto, el hecho de sentirlo ya es gratificante, aun cuando no haya una correspondencia equilibrada. Seguramente tienes razón, pero en una pareja el amor no correspondido es terrible y vivir esa experiencia no es nada deseable. A veces, no se puede soportar. Gracias por tu visita y hasta pronto.
ResponderEliminarHola clarice baricco, intuyo que todos nosostros seremos capaces de comprender a Dido, aunque ya no la podamos ayudar. Besos, querida amiga.
Saludos, natasha, espero que esa gira de relax te haya dejado como nueva. Aunque tu siempre pareces renovada. Ha sido una tragedia lo de nuestro amigo Carlos, ojala se reponga pronto.
ResponderEliminarBesitos, guapa.
Hola fgiucich, mucho me temo que las emociones impidan ver siquiera el cielo estrellado. El dolor nubla la vista. Besitos.
Saludos, alida, pese a que no desea ver aquello que teme, la reina va directa hacia allí. O sea, que su valor está por encima de su temor. Pasaré a por mi regalo enseguida. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola goathemala, suele decirse que en las crisis se conoce a las personas. No sé si es cierto. Creo que nos ofrecen/ofrecemos una ángulo singular. Y he de decir que con más frecuencia encontramos dignidad en las personas que padecen una desgracia que en quienes atraviesan una etapa feliz. Será por la prueba... Besos, querido amigo.
Hola kurtz, nada de dar las gracias, aquí estamos para pasarlo bien. Y ya ves que tu personaje Yarbas no para... Besitos.
La nueva Dido se me aparece más débil, no es ya la gran reina que podía con todo, está muy debilitada por la pasión, que probablemente no la conduzca a nada bueno.
ResponderEliminarLos desamores abundan y no por ello hay que llegar a esos extremos, ni siquiera por mandato de los dioses, que a fin de cuentas son invento de los hombres.
Dido va muy disparada y eso no me gusta, no se conoce a sí misma aún, va demasiado desbocada.
Veremos...
Besos, amiga.
Cuando un@ se siente traicionad@ y con un gran dolor..., pocos remedios le van a hacer parar y meditar lo que hará a continuación: la pasión mide desde otra "razón", desde otra manera, desde otra distancia..., es lo que tiene.
ResponderEliminarDuro la espiral que se avecina y ya no sé si a este cordelero le queda alguna lágrima cuando viene aquellos sucesos a su memoria.
Besos, amiga querida
Querida Isabel: Que es el dolor en la vida de nosotros los humanos !!!!!!!!! leo esta historia y el accidente que afectò a tu amigo y a su familia y entiendo ahi tu sensibilidad y fuerza para narrar todas nuestras vivencias ...
ResponderEliminarCariños
Dido es víctima de los los envenedadosenamorados dardos de Cupido con distintos vencimientos,al príncipe le tocó por lo visto,uno de efecto corto, a la reina un dardo larga duración y sus posteriores efectos secundarios el desamor, el abandono,el dolor,la soledad...
ResponderEliminarSi Dido llega a agarrar a Cupido es estos momentos lo despluma pluma por pluma......
cariños,amiga
tantaspreguntas despois ed leer tu texto...
ResponderEliminarque es real o sueño, ou será que es real las miradas...
abrzo europeo
Isabel...todavía estoy sin saber que decir, ante lo terrible de lo sucedido. Pobre amigo que dolor tan grande!.
ResponderEliminarBesos y pidamos por ellos.
Querida Isabel,
ResponderEliminarAqui pendiente de tu historia y las odiseas de nuestra reina Dido... el amor haciendo de las suyas, y el adiós... ¿a quien le gusta decir o que le digan adiós?
te dejo un fuerte abrazo Isabel :)
Eneas...sabrá sostener la mirada de la reina? Entenderá ese collar...?
ResponderEliminarYo pienso que ellos no han hablado lo suficiente...Se deben un tiempo juntos.
Hay que tratar con el miedo...afuera....
Un abrazo, querida Isabel!
Apreciada Isabel…
ResponderEliminarInteresante la historia… Ni una reina se salva de que el amor perturbe sus sentidos… Los efectos del amor son lo más democrático que existe… Me parece muy original tu iniciativa de que en tus historias vayan apareciendo algunos blogueros. Realmente muy original…
Saludos
Ya estoy de vuelta Isabel, y como es natural en tí, te encuentro metida en formas y fondos de amores en el tiempo.
ResponderEliminarMe he de poner al día pues vale mucho la pena.
Gracias y un beso.
Debo ponerme al día con las historias, ya he copiado los textos para leerlos con calma. Un saludote diosa de Roma.
ResponderEliminarEste capítulo es maravilloso, me ha dejado con una especie de crisis de ansiedad pues quiero saber qué le dirá Dido a Eneas.
ResponderEliminarPor otra parte, quiero pensar igual que Dido que hay un explicación lógica para todo y que al final el amor triunfará, aunque dicen que las grandes historias no tienen finales felices, pero bueno... nunca se sabe.
Espero que estés mejor, Isabel.
Te mando todo mi cariño y mi solidaridad, también para tu amigo.
Ufff, no se si es el día o tu texto, hoy se me complica complicado tantos sentimientos encontrados.
ResponderEliminarBesos.
Hola querida Isabel, como siempre tu texto conmueve y engancha, gracias por tus visitas a mi blog son un placer.
ResponderEliminarUn beso sórico.
Lady Read
Y que cruel llega a ser el momento en que se confirman las sospechas, por más que en nuestro fuero interno estemos más que seguros de ellas, que terriblemente desgarrador y cruel, que injusta la forma, que cobarde, que estúpido...
ResponderEliminarPobre Dido, herida de muerte, aún tendrá que reponerse para mantenerse digna y férrea...
Qué mensaje tan triste ha debido comunicar Crisea! No puedo imaginar qué palabras habrá elegido para anunciarlo a la pobre Dido.
ResponderEliminarUn saludo
A veces sucede que en el momento de tener un sentimiento, sea cual sea, la reacción que se tiene, puede ser incorrecta por la alteración, espero que eso no suceda!!!!
ResponderEliminarAmiga, te dejo un fuerte abrazo y un beso!
:)
En el arrebato y la confusión del amor DIDO podrá equivocarse...
ResponderEliminarTal vez necesite de mi presencia,verdad?
P.D.:Aunque a veces como protectora,lo mejor es dejar que el protegido emplee las enseñanzas en el momento indicado...
ISA queirda,confío en la fortaleza de DIDO una vez más! :)
TE DEJO MI CARIÑO LLENO DE BESOTES...
Mi querida Romana, que sepas que aunque con retraso, te estoy leyendo:-))))
ResponderEliminarY es un palcer de dioses hacerlo.
Mil besos
Ay Dios! ya lo alcanzó, y ahora qué sigue? el reclamo? le pedirá que no se vaya? ó lo expulsará de Cártago?
ResponderEliminarY él? le hará caso a la reina y se quedará? ó se irá?
Se pone emocionante.
Saludotes, abrazotes y besotes
Sweet Dreams, de todo Corazón:
Arthur
Uy, parece que la reina está confundida porque tal vez sienta irá por ser engañada.
ResponderEliminarO a pesar de eso, sigue enamorada de Eneas y lo dentendrá para que no se vaya.
Saludos, abrazos y besos
Nice Day, con toda mi Alma:
Gusthav
es hora de zarpar!!
ResponderEliminaruhuuu
La majestad no es suficiente ante el poder de la pasi�n.
ResponderEliminarDesde la lejan�a, uno fantasea creyendo que los reyes lo tienen y gozan todo.
Humanizas a Dido, la presentas pose�da por una amor ciego,sorprendida y dolorida ante los hechos que le revelan la verdad de Diana.
Pobre Dido!
A m�s, se puso el mentado collar de perlas, el que desde antes, pesa con la mala fama de traer infortunios a qui�n las use.
Un abrazo
Isabel:
ResponderEliminarMe habrás puesto "falta", pero te aseguro que el día no da más de si. Disculpa, pero te aseguro que, aunque tarde, me pongo al día y disfruto de tus cosas.
Un fuerte abrazo.
Me ha gustado sobremanera el símil del inicio del texto. !Magnífico!. Por otra parte, parece que una vez que abandona la razón y el pensamiento lógico que le había acompañado hasta ahora, Dido se está convirtiendo en otra víctima del más cruel de los señores: el destino. Así lo entiendo en el dramatismo que tiñe al texto, y a través de los oídos de Karo, al final del mismo.
ResponderEliminarSalud.
Casi he podido sentir esos zarpazos de leones en su estómago...
ResponderEliminarPero sé que sabrá salir airosa de la situación aunque... su amor tan vapuleado en este momento...
Besos, Isabel.
Eres increíble escribiendo
De una forma o de otra el amor nos vuelve otros, a veces locos.
ResponderEliminarUn beso, Miriam G.
Acaso hay muchos que todavia no conocen ya como termina al menos la historia oficial que se inventarion los romanos, e insisto 300 años despues que Cartago ya fuera historia polvo y olvido? Se me hace qu aqui, ademas de Eneas que es un reverendo h de p, tambien van a venir otros no menos santos al ataque.
ResponderEliminarLos zarpazos de los leones, no me han preocupado. Vengo del post anterior muy triste
ResponderEliminarUn abrazo
Veo que tu escrito ha sido más sublime que otros, que gusto ver que escribas con tanto énfasis... un abrazo mi niña :)
ResponderEliminarSigue escribiendo mujer sabia.
ResponderEliminarGracias por tu aporte.
Un beso
Paty
Amar será la perdición... o el destino nos llevará a otra orilla.
ResponderEliminarSer apasionado siempre nos ayuda a avanzar en la vida
Uffff, después de unos días de mucha emoción me vuelvo a la aventura de la historia..
ResponderEliminarQue sensación más sublime despierta el sentir de Dido...
cuanta desolación queda?
Mil besos querida amiga...
Queridísima y virtuosa Amiga.
ResponderEliminaresta vez me tendréis que disuclpar, pues te voy a deber el comentario.
Sabe sque si no leo, no suelo decir QUE LINDO BRAVO.
Peor sí vine a decirte que con tu inquietante y tan simpático comentario, me has honraod enormemente.
Pues quién podría suponer que una maja de tu nivel intelectual, podría interesarse por mi estilo muical.
Es un orgullo inmenso, que sepas escuchar los silencios, y apreciar las armonías.
No podría ser de otra manera, provenenidendo de tí reina.
AAAASIASSSS.
Un besazo !!!
Vaya problema el de Dido, enfrentarse al amor...
ResponderEliminarTe sigo
Besos
Querida ula, tienes toda la razón. La propia Dido no sabe a dónde va, porque está cegada por una pasión que no puede o no sabe controlar. Ante unos sentimientos que la gobiernan, su raciociniom que tantos éxitos le había procurado, ya no le sirve. Habrá que esperar... Besos.
ResponderEliminarAy, cordelero kostas, es cierto que te has quedado sin lágrimas. Y, sin embargo, el recuerdo puede ser muy terapeútico. Besos, querido amigo.
Hola paz traverso, si alguien puede hablar con justicia de fuerza y fortaleza, esa eres tú, una luchadora. Besos, querida.
Hola tinta del corazón, a Cupido deberíamos desplumarlo entero, como le amenazó con hacer su madre cuando él mismo se enamoró de Psique. Pero, por otra parte...¿Qué haríamos si el amor no fuera bello? Besazos.
Hola mixtu, a veces creemos que deseando algo con mucha intensidad, se cumple. Es un espejismo más. Besos.
Hola daniellha, también yo estoy aún bajo el impacto de ese drama actual. Gracias por tu apoyo a carlos.
Hola bettina perroni, es cierto que no deseamos decir adios cuando queremos. Con todo, hay muchas formas de despedirse... Besotes, guapa.
ResponderEliminarHola ferípula, creo que ente Dido y Eneas hay un conflicto de poder. Y eso, Eneas no podrá decirlo nunca y Dido no podrá evitarlo nunca. Así de dramático es. Besos.
Hola querido martín, me da alegría oirte. Desde luego que el amor es democrático en cuanto a que afecta a todas las clases sociales. No lo es tanto cuando la mitad del mundo (las mujeres)quedan en inferioridad de condiciones. Un abrazo muy fuerte.
Hola susy, me alegro que estés de vuelta. Y estos amores son de infarto. Besitos.
Hola heriberto, gracias por el esfuerzo que haces para ponerte al día. Soy consciente de que hace falta voluntad. Besos.
Hola rosa silverio, muchas gracias por tus muchas amabilidades y por tu apoyo y calor. Respecto a tus intuiciones sobre el futuro de estos amores de Dido y Eneas, te diré que tu olfato no te falla: es una gran historia. Besitos, guapa.
Hola nosotras mismas, hay veces que todo se hace una pelota en nuestra mente. Besitos.
ResponderEliminarHola lady read, el placer es mío al visitarte, pues estás siempre muy informada de todo lo que atañe a las mujeres y al feminismo. Besos, guapa.
Hola mía, desde luego es un gran esfuerzo sufrir un desplante tan grave como el que sufre Dido y soportarlo con dignidad. Confío en ella. Besos.
Hola krisish, eso mismo me ha pasado a mí. Besos, querida amiga.
Hola gaby del río, desde luego la ira no es buena consejera. Pero, la peor consejera de todas, con mucho, es la pasión. Besitos.
Hola gabu, ya sabes la teoría de la señora Imilce, que tú, en tanto que diosa Juno, traicionaste a la reina. Aunque Imilce ya ve los acontecimientos de otro modo. Besitos.
Hola angelusa, me alegro que estés ahí con la lectura, te echaba mucho de menos. Besitos.
ResponderEliminarHola arthur, has hecho un resumen muy acertado de las alternativas. Así seguro que aciertas... Besitos, guapo.
Gusthav, para ser un niño sabes ya muchas cosas del amor. Ándate con cuidado... Besitos.
Saludos, ahelon, ¡no hace falta resaltar tu querencia troyana...! Abrazos.
Hola diana l. caffaratti,justo en el momento en que Dido se despoja de sus vestiduras regias y queda vulnerable como ser humano, es cuando el amor la hiere. Este aspecto es el que nos acerca a todos los seres humanos y nos obliga a reconocer nuestra igualdad fundamental. Besos, querida amiga.
Hola felipe sérvulo, te he echado de menos, pero no te he puesto falta. También a mi me ocurre que no llego a todo lo que quisiera y lamento no frecuentar tanto como me gustaría muchos de nuestros amigos. Un abrazo.
Hola charles de batz, creo que Dido ha tenido una fuerte sensación de irrealidad, como suele ocurrirnos a todos cuando una noticia más o menos inesperada nos golpea de lleno. Y desde luego, su situación es muy dramática. Besos.
ResponderEliminarHola almena, a esos leones casi todas los conocemos de cerca. En cuanto al desenlace, habrá que esperar. Besitos, guapa.
Hola miriam g., suscribo tus palabras. La capacidad de transformación del amor es enorme. Besos.
Hola lady zurikat, tienes muy buena intuición. Y no me atrevo a decir nada más, por no restar emoción a quienes no conocen el final de esta historia. Besos, querida y leal amazona.
Pues sí, unjubilado, esos leones que nos arrebatan a las personas que amamos son los que más debemos temer. Abrazos.
Hola ave fenix, si va creciendo la historia en intesidad, es que no está saliendo mal... Besitos.
Hola paty, gracias por tu visita y tus palabras de ánimo. Mi razón de escribir no sería la misma sin vosotr@s. Besotes.
ResponderEliminarHola manuel, una reflexión muy interesante: o nos pierde, o nos hace crecer... Besos, querido amigo.
Ay cieloazzul, la situación está muy complicada para Dido ¿no crees? Veremos qué salida encuentra. Besos,cielo.
Saludos, el navegante, no te quites méritos que son sólo tuyos. En cuanto a lo demás, aquí todos somos caminantes/navegantes como tú, siempre sujetos a los azares. Besos, querido amigo.
Hola rodolfo n., desde luego la reina ha llegado a un momento crucial. Abrazos.
No quiero ser un aguafiestas... pero muchos historiadores sospechan que Dido y Eneas s�lo se conocieron en la mente calenturienta de Virgilio.
ResponderEliminarAparte de esto, me alegro de haber respondido tu visita a mi blog. Es un placer encontrar a alguien que resalta en el ciberespacio la cultura cl�sica.
imagino tu alma danzando sobre aquel mediterráneo de antaño.
ResponderEliminarhola amiga pasaba a traerte besos... me he quedado leyendote largo rato para ponerme al dia...
ResponderEliminaresta historia esta poniendose muy triste.... snif...
mas besos... muchos besitos de hada!!!!!!!!
ESCRITOR UNIVERSAL PORTUGUÉS SUPERIOR: CRISTOVAO DE AGUIAR.
ResponderEliminarÉl, también, ha traducido a portugués la abundancia de naciones por Adán Smith.
Lhe han concedido varios premios.
No olvidarte del nombre de este gran autor, tú oirá hablar de él pronto.
Gracias por tiempo del gasto en cultura universal.
Agradece por visitar
No sabes lo que extrañaba poder entrar a esta casa y leer tanto talento y tanto arte.
ResponderEliminarUn abrazo siempre fraterno
Esa conversación entre Eneas y Dido la espero expectante. Isabel, maga de las historias. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias por animarme a seguir adelante. te juro que lo intento, pero el tiempo me escasea. Un afectuoso saludo.
ResponderEliminarHo trovato questo
ResponderEliminarhttp://www.ibolli.it/php/emf-sanmarino-10300.php
con affetto lili
Simplesmente fantástico!!!!!
ResponderEliminarParabéns!
Hola vigo, gracias por tu visita. Uno de los intereses de Virgilio al contar en la Eneida el supuesto encuentro entre Dido y Eneas fue el tratar de explicar, poéticamente, claro, la enorme rivalidad entre cartagineses y romanos que, como sabes, disputaron tres grandes guerras (guerras púnicas). Estamos, por tanto, en un territorio de ficción.
ResponderEliminarDicho esto, y en la medida en que ese gran poeta supo trazar un drama extraordinario que ha dejado huella en la literatura universal, los amores de Dido y Eneas resultan muy interesantes, hay mucho reflejo de la vida misma. Saludos cordiales y hasta pronto.
Hola gonzalo, me alegra verte de nuevo por aquí. No en vano el Mediterráneo es el "mare nostrum", nuestro mar. Besos, querido amigo.
Saludos, lapa, gracias por tu visita y tu noticia sobre Cristovao de Aguiar. Saludos cordiales.
Hola aurefaire, aunque la historia se ponga triste, espero que resulte hermosa. Besos, hadita.
Hola alexis coald, gracias por tu visita y tus palabras. También yo te extrañaba. Besos.
ResponderEliminarHola gatito viejo, esa conversación sólo puede dar frutos amargos. Gracias por incluirme en tu paseo literario. Un abrazo.
Hola xixe, no sé qué ocurre que cuando los amigos bloggeros se alejan un poco de la blogosfera, se os echa enseguida de menos... Besotes.
Gracias liliana, ha sido una sorpresa encontrar ese sello tan singular, referido a la ópera Dido y Eneas de Purcell. Muchas gracias, guapa. Baci.
Saludos y bienvenido carreira, es un placer tenerte aquí. Saludos cordiales.
De verdad muy interesante lo que escribes, me alegra saber que existen personas como tu. Chauuuuu
ResponderEliminarQuerida Isabel: Voy a hacer algo que detesto y es postear sin haber leido la entrada (aun). No quería dejar de agradecer tus visitas y los saludos que dejaste en mi espacio... Tengo mucho para leer por aquí pero prometo ponerme al día ahora que puedo entrar con un poco más de comodidad a internet.
ResponderEliminarEspero que te encuentres muy bien y nuevamente ¡gracias!
¡besos!
ISABEL QUERIDA, POR FIN HE PODIDO PONERME AL DIA CON TODAS LOS CAPITULOS PENDIENTES Y.... ESTOY CON EL CORAZÓN EN LA MANO!! NO PUEDO SINO DECIR QUE HAS ESTADO CONTANDO ESTA HISTORIA DE MANERA MAGISTRAL, PORQUE, PESE A LO QUE NO NOS PUEDA GUSTAR DEL CURSO DE LA HISTORIA, TODO RESULTA TAN COMPRENSIBLE DESDE LOS PERSONAJES, SUS PROCESOS, SUS FANTASMAS, SUS DESEOS. UN MARAVILLOSO RECORRIDO PSICO-HISTÓRICO NARRADO CON VERDADERA MAESTRIA. AH! Y SIGO AMANDO PROFUNDAMENTE A ALGUNOS DE LOS PERSONAJES, SON BELLISIMOS Y ENTERNECEDORES EN TODA SU HUMANIDAD. AUNQUE ENEAS YA NO ME CAUSE SIMPATÍA...
ResponderEliminarUN GRAN ABRAZO,
XIMENA