jueves, octubre 25, 2007

EL ADIÓS A CARTAGO (X).- Imilce para los pies al poeta Trailo.



- Hace días que no lees la continuación de tu historia en la plazuela del granado, señora Imilce – dice la tejedora Amneris mientras toma asiento debajo de la higuera –. Tus seguidores están impacientes.

- ¡Pues que se aguanten! – replica mi nuera saltando como si le hubieran pinchado en el trasero con la punta de un clavo.

Todo el mundo se ríe al escucharla. No por burla, sino por la pasión de su respuesta. ¡Quién me iba a decir que se convertiría en mi defensora más acérrima…! Está muy pendiente de mí y me colma de pequeñas atenciones. Incluso por las tardes me trae una copa de vino sin pedírsela e insiste mucho en que descanse. Me parece haber conquistado su respeto y ese empieza a ser un sentimiento mutuo.

- Hay mucha expectación, es cierto – interviene el poeta Trailo cuando terminan las risas –. Y algunas habladurías…

- Ah ¿si? – respondo enarcando las cejas – ¿Y de qué tratan, si puede saberse?

- De ti y de mi – concreta Trailo –. Dicen que no quieres darme la oportunidad de incluir en tu historia mi versión sobre el conflicto entre Dido y Eneas. Es decir, que no te interesa conocer la opinión de los troyanos.

- ¡En la vida he oído una falsedad tan grande! ¿A quién, sino a esta vieja, se le ocurrió incorporar a esta historia textos tuyos sobre los troyanos? – le respondo muy enfadada –. ¿No he tolerado esa fábula de que Eneas llegó a Cartago envuelto en una nube de niebla? ¿No he callado cuando dijiste que era hijo de la diosa Venus y hermano de Cupido? ¡Eneas era nieto de Júpiter, según tú! Y a todo ello, yo he opuesto la humanidad de Dido. No he dicho que la reina fuera perfecta, ni le he inventado ascendientes divinos. Era una mujer. Y Eneas un hombre. Y ese es un hecho que no te permitiré manipular. Además, de lo ocurrido entre ellos ya he hablado yo.

Mi explosión ha dejado mudos a todos en el patio. Nadie se mueve ni articula una palabra. Quizá algunos de mis amigos han pensado en algún momento como Trailo: Parepidemos tal vez, o el comerciante Caius Pertinax, tan interesado en publicar la historia. Sin embargo, ahora todos están de mi parte, incluso el propio poeta troyano, aunque le hayan escocido mis palabras.

- Tendrás la oportunidad de lucirte enseguida – le digo a Trailo, con mayor contención –. Me gustará saber qué pensaban los troyanos al abandonar Cartago. ¡Estarían muy orgullosos de zarpar estando a la puertas del invierno y dejándonos a nosotros a merced del rey Yarbas! Por lo demás, puedes meter en la nave de Eneas a todos los dioses del Olimpo, si es tu gusto. ¡Y que tengan buen viaje!

----
----

El reencuentro de la reina con la vieja nodriza Barce se sella con un abrazo y muchas lágrimas. La anciana siente estremecerse el cuerpo de Dido y su alma se llena de piedad. ¡Pobre niña...! Cuánto sufrimiento se habría ahorrado si hubiera puesto riendas a su corazón, si hubiese frenado la pasión en lugar de dejarla correr como un caballo desbocado. Ahora el daño está hecho y sólo cabe restañar las heridas, dejar que las adormezca la mano sanadora del tiempo.

Cuando, agotada por tantas emociones y dolores, Dido se tiende por fin en el lecho, cae en un estado de excitación. No deja de revolverse a un lado y a otro, su piel arde. De vez en cuando, en un arrebato se arranca los paños húmedos que Barce le coloca en la frente y pronuncia palabras inconexas. En otros momentos, su mano se extiende sobre el lecho y lo palpa en busca de su amante y, al no hallarlo, gime de desesperación. Sólo se aquieta con las primeras luces del alba.


- Psssss... – sopla Barce poniéndose el índice sobre los labios y acercándose a la puerta del cuarto al oír aproximarse voces.

- ¿Es Acus? – pregunta con voz clara y sosegada la reina, sorprendiéndola –. Dile que pase.

Acus la encuentra incorporada, con el cabello revuelto y la tez macilenta. Sus ojos, sin embargo, están secos y lo miran con la determinación de antaño.

- Envía una embajada al rey Yarbas – le ordena –. Es urgente aplacar su ira y tranquilizarlo. O mejor, ve tú en persona. Convéncele de que no necesita un ejército: dile que la reina de Cartago comprende perfectamente la situación y se somete gustosa a su destino.

- ¿Es esa tu voluntad, mi reina? – duda Acus. Un cambio tan radical le extraña.

- Repítele mis palabras, tal cual te las he dicho. No pierdas tiempo. Y tú, Barce querida, ayúdame a levantarme. Tengo mucho que hacer.

----

----

Anna va al encuentro de su hermana, la reina, con el corazón hecho jirones. No ha conseguido dormir en toda la noche, angustiada por su doble fracaso: el primero, haberla alentado a entregar su corazón a Eneas; el segundo, no haber sido capaz de convencer al príncipe troyano del peligro real que significa el rey Yarbas para los cartagineses. Eneas fue ayer inflexible, cerró los oídos a sus súplicas y menospreció la amenaza libia. Incluso respondió, y eso fue para ella lo más doloroso, que ya era hora de que la reina de Cartago tomase un marido.

- Se bienvenida, hermana – son las palabras de saludo que le dirige la reina apenas la ve traspasar el umbral de su cuarto –. Necesito tu ayuda.

No esperaba encontrarla así, tan llena de energía. ¡Qué contraste con la Dido de anoche, abatida por el desamor y la humillación! Anna se alegra y corre a darle un beso. ¿Ha hablado con Acus? ¿Sabe ya qué hará para afrontar la amenaza de Yarbas?

- Déjate de preguntas y confía en mí – responde Dido permitiéndole apenas rozarle la mejilla y soltándose enseguida de su abrazo –. Tengo prisa por deshacerme de todo lo que haya tocado él. No quiero nada suyo.

Se inclina sobre uno de los baúles abiertos, saca una túnica corta de lino y la suelta en los brazos de Anna, como si le quemase. Era una de las que solía ponerse Eneas para ir a cazar. Así, recoge de todas partes ropa, sandalias, fíbulas, cinturones, peines, el escabel sobre el que se sentaba, su espejo de bronce, el saco de tela que protegía sus armas y conservaba dentro un peto de piel de vacuno.


- Sacaremos estos bártulos al patio y haremos un montón para prenderles fuego – afirma Dido muy excitada –. Añadiremos el triclinio. Y la mesa de los banquetes, incluidos su copa y sus escudillas. Vete ahora mismo con Ula al templo de Juno y pide a la vestal Crisea que unos esclavos traigan mi trono. El traidor se ha sentado muchas veces en él. ¡Vamos, vamos, no te quedes embobada mirándome! Lo entregaré todo a las llamas.

Anna abandona el patio para cumplir la orden de la reina. Entonces Dido, exhausta, se deja caer en el banco de obra. Y reflexiona que no debe quedar nada, absolutamente nada, de Eneas.


* Detalle de columnas. Pompeya.
**Cabeza masculina. Villa Albani. Roma.
***y*****Naranjos en invierno. Jardines secretos del príncipe. Villa Borghese.
**** Detale de cabeza de amazona. Museo Centrale Montemartino. Roma.
******Detalle de figura femenina. Museo Centrale Montermartino. Roma.
*******Detalle de una coraza. Museos Capitolinos. Roma.
********Hojas otoñales. Pompeya.

, , , , ,

69 comentarios:

  1. Y cómo podrá lograr borrar los instantes vividos, eso no lo podrá quemar.
    He leido los dos post y de verdad que es una maravilla.
    Muchísimos besos y feliz finde.

    ResponderEliminar
  2. El fuego purifica y se hace necesario borrar todas las huellas de aquel falso amante. Sigo pendiente, amiga de este final a toda orquesta. Abrazos.

    ResponderEliminar
  3. channnn esto se esta poniendo heavy!!!!
    me gusta!!!!!!!!... aunque tambien signifique q se acerca el final...

    besitos de hada amigaaaaaaaaaaa

    ResponderEliminar
  4. No hay poder humano para poder olvidar lo que se vive, siempre tendremos ese recuerdo... que nos perseguira hasta la muerte, a veces vale la pena reflexionar lo que pasa en ese mero instante, no es asi? besitos de fin de semana!

    ResponderEliminar
  5. ...pues la fortaleza reaparece... pero aún carcomida de dolor... yo sigo inquieta por mi reina, humana, tan humana, tan mujer, tan aferrada aún a su pena, aunque siga caminando...

    ...besos querida Isabel, y besos a la tan querida Imilce...

    ResponderEliminar
  6. me gustaria tener una album con todas estas fotos de tus post!! que sueño eh?!
    un bacio anche a te cara!

    ResponderEliminar
  7. Anónimo1:41 p. m.

    Yo espero que la sensatez que siempre había caracterizado a Dido vuelva a ella pues todavía le quedan muchas decisiones importantes que tomar para su pueblo y en ese estado en que se encuentra no podrá hacerlo.
    Buen fin de semana.

    ResponderEliminar
  8. Si la verdad que los romanos se inventaron una fabulita para explicar su descendencia que no los deja muy bien parados! Y en cuanto todo lo de Eneas incluye...

    ResponderEliminar
  9. En cuanto a los griegos, mientras mi jefe buscaba una venda para un corte en mi mano, se me ocurre preguntarle por que hay de cierto si aun son tan sectarios. ' Y algo de cierto hay... los nenes con los nenes, las nenas con las nenas y sus juguetes. Y me alegro de haber pasado mi juventud aqui, pues por Grecia, se invierte el dicho: primero recibir para despues dar. No te olvides que fue la unica cultura que legitimo la homosexualidad '

    ResponderEliminar
  10. La templanza de Dido la ayudara mucho, lastima que nos escucho a Barce, pero cada quien debe vivir sus experiencias
    Un beso amiga

    ResponderEliminar
  11. Feliz finde querida Isabel, muchos besos.

    ResponderEliminar
  12. Ay no! Ahora Dido está tan enojada, enfadada, furiosa y ardida, que está a punto de cometer un errorsote del tamaño del universo cuando se case con rey Yarbas.

    Hay algo que yo pueda hacer para evitarlo?

    Pero que bueno que le prenda fuego a las cosas de Eneas, yo también hubiera hecho lo mismo.

    Saludotes, abrazotes y besotes

    Sweet Dreams, de todo Corazón:
    Arthur

    ResponderEliminar
  13. Pobre reina Dido, yo creo que necesita terapia, pero creo que en ese tiempo no existían, ó sí?

    Saludos, abrazos y besos

    Nice Day, con toda mi Alma:
    Gusthav

    ResponderEliminar
  14. Ufff amiga...
    que impresión!
    cuanta fuerza guarda aún Dido en su corazón!!!
    sigo en la aventura amiga!! sigo!!!
    besos:)

    ResponderEliminar
  15. Imposible arrancarlo del corazón, por más que queme todas sus cosas.
    Donde hubo fuego....
    Anna...
    qué bueno es tener una hermana... así, que te comprenda y acompañe.

    Un abrazo!
    Y perdona mi retraso!!!!

    ResponderEliminar
  16. ... pero se intenta; aunque también se nos queme el corazón.
    Dido, la fuerte.
    Un gran capítulo éste, amiga; muy logrado y emocionante.
    Un abrazo grande, mujer romana

    ResponderEliminar
  17. Por experiencia sé que, aunque te deshagas de todos los recuerdos terrenales de una persona, nunca puede uno deshacerse de los recuerdos de la mente.
    Como siempre, excelente.
    Besos.

    ResponderEliminar
  18. Anónimo8:34 p. m.

    Felicidades por el libro.

    ResponderEliminar
  19. PODRA QUEMAR TODAS LAS COSAS QUE HA TOCADO,
    MENOS EL PASADO QUE SIEMPRE ESTA PRESENTE....

    YA PASÓ EL DOLOR ,PARECE QUE VIENE LA VENGANZA, NO QUISIERA SER ENEAS..

    CARIÑOS

    ResponderEliminar
  20. Se me ahce que Dido tiene una carta escondida en la manga de su túnica... ¿Qué sorpresa nos espera?
    Saludos, amiga.

    ResponderEliminar
  21. Bueno, estoy contenta, mi nuera ha cambiado tanto conmigo...
    ay! habrá fogata con las pertenencias de Eneas?
    Bueno, yo me lo sé que para eso soy quien lo cuento

    :)

    Feliz domingo, Isabel
    Un beso

    ResponderEliminar
  22. Me deleitan tus escritos

    ResponderEliminar
  23. Hola por dos veces morgana. Debo pedir disculpas a tí y a los demás contertulios por estar tardando tanto en contestar y en visitaros. Entre que he estado un poco malita, tengo un invitado (felizmente) todo el fin de semana y ahora me ha entrado un virus y he tenido que venir a un ordenador ajeno, está dicho todo... Y aún tengo que alegrarme de no haberme vuelto loca. En fin, Morgana, tienes toda la razón, pueden quemarse los objetos, pero no los recuerdos... Besos, querida amiga y feliz semana.


    Hola fgiucich, deshacerse de todo lo que pueda recordarle a Eneas es una decisión comprensible. Creo que Dido se siente profundamente traicionada. Besitos.


    Hola hada aurefaire, ciertamente llegamos al final... Besotes.

    ResponderEliminar
  24. Hola ave fenix, cierto que los recuerdos permanecen, pero creo que pueden ir perdiendo intensidad con el tiempo, con mucho tiempo. Veremos qué pasa. Besos y feliz semana.

    Hola clauillitriche, es natural que quienes están alrededor de la reina y la aman se sientan intranquilos. Lo que ha vivido es muy duro, aunque haya sido fruto de su elección. Espero que te tenga siempre a su lado. Besos.

    Hola liliana, tú tienes algo mucho mejor que las fotos: tienes muy cerca todas esas maravillas. Besitos.

    ResponderEliminar
  25. Isabel, amiga, vengo de tarde en tarde a tu casa, pero es un placer pasar la tarde contigo.
    Abrazos.

    ResponderEliminar
  26. Qué gran verdad dices, leodegundia, cuando señalas que en un estado emocional alterado no se pueden tomar buenas decisiones. Y, sin embargo, es inevitable tomar decisiones... Besos y buena semana.

    Hola lady zurikat, cada pueblo tiene tendencia a crear sus propios mitos fundacionales, algo que los engrandezca y los explique. Yo suelo contemplar esto con mucha benevolencia y afecto, porque de algún modo nos retrata. Los romanos tenían a gala descender de los troyanos, porque era un pueblo muy prestigioso, aunque había sido vencido en la guerra contra los griegos. No conviene olvidar que en sus orígenes todos ellos eran pueblos guerreros. En cuanto a la homosexualidad, entre los romanos estaba permitida si se practicaba con un esclavo, y espantosamente mal vista si lo era con otro hombre libre. El hombre libre siempre debía jugar el papel activo. Besitos, guapa.

    Hola alida, aciertas al decir que cada cual ha de vivir y aprender de sus propias experiencias. Y ¡cuántas veces nos gustaría que eso no fuera exactamente así...! Besitos.

    ResponderEliminar
  27. Hola arthur, qué lástima que tú y gusthav no viviérais en la época de la reina Dido, seguro que le hubiérais sido de gran ayuda, quizá sólo con estar ahí. Sí, al estar tan perturbada la reina se puede equivocar. Besitos.

    Hola gusthav, creo que desde siempre ha existido una terapia: hablar. Sin embargo, veo que la reina no habla lo suficiente, es como si se hubiese distanciado de todas las personas que la quieren y no pudiera desahogarse con ellas. Lo está pasando mal. Besotes.

    Saludos, cieloazzul, a la reina se la ve como muy decidida, pero también muy dolida. Veremos.... Besotes.

    ResponderEliminar
  28. Hola ferípula, sí que es una gran suerte tener hermanas/os. Por regla general, suelen ser aliados incondicionales, quienes mejor nos pueden apoyar. Besitos, guapa.

    Hola trenzas, desde luego que las rupturas exigen de nuestra parte un gran esfuerzo, una enorme voluntad. Quizá por eso a veces nos fallan las fuerzas o no contamos con la cantidad de voluntad necesaria y sufrimos mucho, demasiado. Besitos.

    Saludos, kurtz, muchos de nosotros coincidimos con tu apreciación: podemos hacer desaparecer los objetos materiales, pero es mucho más árduo borrar las huellas en el corazón. Besitos.

    ResponderEliminar
  29. Hola niha, gracias por tu felicitación. Besotes.

    Saludos, tinta del corazón. A veces las venganzas son tan terribles, que nos horrorizan... Besos, querido náufrago.

    Hola, diana l. caffaratti, cierto que la reina parece estar planeando algo, pero claro, tendremos que esperar... Besitos.

    Hola almena, ya ves que con el paso del tiempo y si dejamos de lado los prejuicios, podemos relacionarnos mucho mejor con casi todo el mundo. En cuanto a la fogata, por de pronto, se van amontonando los elementos para alimentarla. Besitos, guapa.

    Saludos, muchadela torre, gracias por tu visita y tus palabras. Buena semana.

    ResponderEliminar
  30. Hola felipe sérvulo, es un placer también para mí que vengas a tomarte un cafetito conmigo. Besotes.

    ResponderEliminar
  31. Isabel...aquí sufriendo con la pobre Dido, no olvidará el pasado por más que trate, qué pasará?. Entregará todo a las llamas, tenemos que evitar que eso suceda!.
    Besos amiga, te seguiré leyendo.

    ResponderEliminar
  32. Qué gran placer leerte, Isabel. Me transportas con tus letras.

    Besos, querida amiga.

    P.D. Sigo haciendo mis deberes siempre que puedo. :)

    ResponderEliminar
  33. Momento transitorio, Dido condenando a quien había sido su amado a la más terrible de las penas: la Damnatio Memoriae, borrar su memoria de todo lo que existes como si él no lo hubiera hecho nunca...

    Sin embargo, creo que toda acción espera su reacción, y que esto que ha hecho Dido lo ha sido con el objeto de encontrar su reflejo al otro lado de su corazón, en el de Eneas.

    Leyendo este capítulo, uno se siente como viendo amanecer, esperando a que la bruma de la mañana vaya desapareciendo para dejarnos ver lo que hay delante de nosotros...

    Salud

    ResponderEliminar
  34. Terribles presentimientos invaden el corazón y el alma de Crisea.

    Un saludo, me alegra que ya estés recuperada

    ResponderEliminar
  35. El fuego no acallarán las llamas de dentro pero, por lo menos, será un intento para que no ardiera todo en estos arrebatadores instantes...

    Ufffff, no sólo nuestros corazones estuvieron en un puño, querida amiga.
    Besos

    ResponderEliminar
  36. Espero que ya estés recuperada de todos tus virus...
    Besillos también

    ResponderEliminar
  37. Anónimo5:07 p. m.

    Los bártulos y recuerdos terrenales podrán arder en la hoguera pero los recuerdos del alma quedarán con ella para siempre.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  38. Anónimo5:20 p. m.

    No, no, Dido para nada está recuperada..., y es que Eneas es mucho Eneas para olvidarle con facilidad¡

    Un besazo, Isabel

    ResponderEliminar
  39. Interesantes y cautivadoras siempre todas tus historias. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  40. Anónimo8:38 p. m.

    Hola Isabel:
    Ya me puse al corriente, asi se me queda mejor, leyendolo todo seguido.
    Pues no que pasará ahora, no se. Si, el fuego purifica, pero Eneas...ay, Eneas es mucho Eneas.
    Suceda lo que suceda, tu sabia letra nos lo describirá.
    Hasta la próxima!
    Saludos!

    ResponderEliminar
  41. El fuego es el purificador por excelencia, liberador y santo...
    Pero quedan cenizas, no?.
    Sigo espectante la historia.
    Besos enormes, amiga

    ResponderEliminar
  42. Fíjate que parte de este texto se me hizo gracioso. Me sacó sonrisas pero como fue terminando, ufff..ya el rostro cambió.

    Seguimos querida....

    ResponderEliminar
  43. somos lo que recordamos y como lo recordamos,no lo que vivimos!! como olvidar determinadas cosas??

    Un abrazo!!
    Y que continue!!!

    ResponderEliminar
  44. Só para te cumprimentar!
    Diz-me : conheces o médico Pedro Cavadas?
    Saludos!

    ResponderEliminar
  45. Terrible y temible desición de DIDO...
    Borrón y cuenta nueva!
    No siempre se logra,no siempre es posible...

    P.D.:Tu relato ISABEL es cada día más atrapante...Mis ansias se contienen en pos de tus próximas letras...

    MIL ENORMES BESOTES AMIGA! :)

    ResponderEliminar
  46. Mi querida y dulce Amiga :
    Puedes estar tranquila, que dos comentarIos tuyos honran y decoran mi blog.
    Los acabo de edita recién.
    Como siempre gracias por tu afecto, y vamos a ver cuándo alguna institución de t tierra oo de Italia, si es que no lo han hecho ya y no estoy enterado, distinguen este espacio como un ejemplo de cultura, arte y dedicación esmerada por una vocación con tanta solvencia.
    Te mereces un bellisimo premio además de la admiración y el afecto de tus amigos.
    Un besazo apa.

    ResponderEliminar
  47. por favor, no te sientas agobiada por visitarnos, al menos a mí. Yo con leerte estoy recompensado de sobra.

    Un placer.

    --
    Saludos.

    ResponderEliminar
  48. Isabel! Hace mucho tiempo que no pasaba por tu espacio.
    Detenerse a leerte es una experiencia maravillosa.
    Voy a necesitar tiempo para ponerme al dia con la historia. Pero volvi.
    Ultimamente me encontraba buscandole la vuelta a algunas cosas. Quizás cerca de la solución. Algunos amigos dicen que la mejor parte es el camino.
    Pero yo creo que lo mejor es compartirlo no? besos y será un placer ponerme a leer.

    ResponderEliminar
  49. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  50. Querida Isabel.
    He regresado de mi estancia por el Perú,en tierras andinas,la "Pacha mama" que decían los Incas.
    Aquí me hallo de nuevo,entre el aroma del aceite de oliva y el vino del "Mare Nostrum".Me dirijo sin demora a una galera anclada en Ampurias,lejos queda ya el exuberante verdor del Amazonas,pero mi intención es clara,pretendo ir al encuentro de la reina Dido,espero que Imilce se tome a bien mi repentina aparición en su relato,quiero ser testigo in situ,de la presencia cautivadora de esta mujer..tendré que darme prisa,Yarbas puede estar ya merodeando cerca de Cartago.Un abrazo.

    ResponderEliminar
  51. Anónimo11:23 p. m.

    Quwerida isabel

    Hoy necesito de tu solidarid en mi blog...luego vuelvo para comentar en tu post.............Gracias

    Te dejo mis cariños y gran abrazo.......

    ResponderEliminar
  52. hola isabel, he estado sin bloguear bastante tiempo y no me acordé de decírtelo. Resulta que cerré mi blog "Psico log" y posteriormente lo borré, liberando mi dirección. A los 20 días de dejar esa dirección de blog libre alguien se aprovechó y ha convertido la dirección "malaybuena.blogspot.." en una página de pornografía cutre. No me he dado cuenta hasta hoy :S Así que voy blog por blog avisando de que quiten ese enlace ya que no me pertenece.

    He leído lo último de Dido y la verdad que cada vez está en más apuros. Y su corazón más destrozado..Pobrecilla. Bueno, Isabel,te seguiré leyendo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  53. Maravillosa Dido.
    Quien puede no-recordar, quien puede decidir en un estado alterado.

    Te abrazo compañera mía, espero que vos y tu ordenador vayan mejor.:)


    Pd. Las imágenes siempre me parecieron brillantes. Un beso.

    ResponderEliminar
  54. Hola amiga, paso a dejarte mi abrazo de gratitud por tu acompañamiento.

    Saludos devánicos y pronto volveré a degustar de tus historias

    ResponderEliminar
  55. no sé si te has referido a ella alguna vez, la lozana, la andaluza, la mujer más romana de la cultura española...
    bien!

    ResponderEliminar
  56. Uy, ahora si,hoy fue dia de actualizarme en las aventuras de Dido y me había equivocado unos post atrás escribiendo mi comentario.
    Ahora si llegué al ultimo post y puedo decir que, está increible, Isabel querida. Increible historia, increible forma de narrar, increibles emociones que pueblan a quien la lee. Dido cada vez me emociona y sorprende más con esa mezcla de intensidad y equilibrio que ha desplegado en esta historia. Felicidades por tu pluma, querida Romana!

    Un abrazo
    Ximena

    ResponderEliminar
  57. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  58. Hola daniellha, creo que la reina Dido tiene, entre sus cualidades, la capacidad de hacerse amar. Por eso nos hace, también, sufrir tanto. Besos, querida amiga.

    Hola helena, muchas gracias por tu constancia. Un besote.

    Hola charles de batz, creo que en la intención de la reina no está tanto el "castigar" a Eneas condenando su memoria públicamente, como en tratar de arrancar de su propio corazón esos recuerdos que le hacen tanto daño. Sin duda, tiene mucha bruma delante de sí, como tan maravillosamente explicas. No es fácil, en esa oscuridad, decidir. Besos, querido amigo.

    Hola krisish, sin duda Crisea tiene una situación privilegiada que le permite pulsar el corazón de la reina. Besos.

    Hola kostas kamaki, muchas veces, en nuestros arrabatos, llegamos a creer que destruir aquellos objetos que nos recuerdan a los seres amados nos liberan de ellos. Es un acto simbólico de gran trascendencia. Ya me recuperé del virus informático. Besitos, guapo.

    ResponderEliminar
  59. Saludos, unjubilado, tienes toda la razón: lo material se puede destruir, pero lo espiritual... a veces nos destruye. Besitos.

    Hola los pasos que no doy, Eneas ha calado tan hondo en Dido que, verdaderamente, es casi imposible que ella pueda dejarlo de amar. Besos.

    Saludos, francisco ortiz, gracias por tu visita y tus palabras, más todavía en las circunstancias en que lo has hecho. Un abrazo muy, muy intenso.

    Hola el cuaderno, gracias por ponerte al día, así seguro que lo poco que falta para concluir nuestra historia lo vivirás y comprenderás mejor. Sí, Eneas es mucho Eneas... Besitos.

    Pues sí, amigo rodolfo n, del fuego quedan cenizas y, quizá, como decía Quevedo: "polvo seré, mas polvo enamorado". Besos.

    ResponderEliminar
  60. Sabes? me gustaría ser parte de tu historia como un humilde individuo que desde su libertad absoluta objeta el poder de los Dioses. Que loco, no?
    Besos

    ResponderEliminar
  61. Hola clarice baricco, ciertamente no podemos estar ajenas a los avatares de Dido, quien lo está pasando mal. Besos, querida amiga.

    Saludos, palmoba, creo que has dicho exactamente lo que se diría para sí la reina ¿cómo olvidar determinadas cosas? Besos.

    Hola sao, gracias por tu visita. No conozco a ese médico Pedro Cavadas, pero trataré de averiguar algo sobre él. Saludos cordiales.

    Hola gabu, desde luego no es fácil hacer ese "borrón y cuenta nueva" cuando la reina tiene sobre sí la presión de Yarbas. Besos, guapísima.

    Hola querido el navegante, gracias por tus palabras. Me despisto a veces y ocurren estas cosas, que no sé si ha entrado o no un comentario... Me encanta visitarte, ya lo sabes. Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  62. Saludos, goatemala, sé que cuento con vuestra condescendia cuando no puedo visitaros, pero es que me gusta hacerlo y me da rabia cuando no me es posible. Espero en unos cuantos días recuperar la normalidad. Besos.

    Hola apologista, también yo opino que lo mejor es el camino, cualquier camino que emprendamos a la búsqueda de aquello que necesitamos encontrar. Ahí es donde está el aprendizaje, como se encargó de recordarnos el maravilloso Kavafis en su poema "Itaca", uno de los más bellos para mí. Y sí, me parece más enriquecedor compartirlo. Besos y bienvenido.

    Hola mart, espero que compartas con nosotros tu experiencia andina, aunque bien puedo comprender que hay sensaciones y sentimientos que difícilmente se pueden transmitir a través de las palabras. No sólo la señora Imilce, sino todos los demás, cartagineses y troyanos, se alegran de tu regreso y esperan compartir contigo la última hora de la historia. Besotes y bienvenido.

    Hola eddy, he pasado de inmediato por tu blog, y te he dejado un mensaje. Suerte en tu empeño y besos.

    Hola irene, ya hace días que me di cuenta de la "usurpación" de tu página por parte de esos desaprensivos. Si miras, en tu personaje de la historia de Dido el enlace lo he hecho a Google, a fin de resolver ese asunto sin hacer desaparecer tu nombre y papel en la historia. Espero que sigas acompañándonos. Besitos, guapa.

    ResponderEliminar
  63. Hola malena - la porteña, desde luego que Dido está en un momento de su vida harto difícil. Negarse a recordar en estos momentos es negarse a sí misma... Besos, querida amiga.

    Saludos, carlos a. gamboa, gracias por tu visita y no tengas prisa: todos los dolores exigen tiempo. Besos, querido amigo.

    Hola agustínromerobarroso, no he tocado todavía el tema de la lozana andaluza, pero lo tendré muy presente para el futuro. Saludos cordiales.

    Hola ximena, creo que én esta historia todos los personajes son importantes, porque contribuyen a crear un clima en el cual brilla o se oscurece la reina. Me alegra que hayas disfrutado de esta historia, a la cual tú misma has contribuido. Besos y hasta pronto.

    ResponderEliminar
  64. El fuego, nuestro aliado peligroso... Cuidado
    Saludos Isabel

    ResponderEliminar
  65. Difícil eso de olvidar, no creo que lo consiga, aunque el tiempo todo lo puede. Un abrazo, Isabel.

    ResponderEliminar
  66. así son los amantes... mal asunto..
    fuego purificador??

    un besazo querida

    ResponderEliminar
  67. Hola manuel, desde luego que el fuego es peligroso, mucho... Besos, querido amigo.

    Hola gatito viejo, tus palabras son sabias, no en vano has vivido mucho tiempo.

    Hola elisa de cremona, �por qu� no imaginarnos que, de verdad, el fuego purifica? Besos, querida amiga.

    ResponderEliminar
  68. Isabel, lo primero que debo decirte es que me ha sobrecogido la inmensa ternura que eres capaz de transmitir a través de estas líneas, incluso en las partes que hablas del desamor.

    Por otro lado, lo de Eneas no tiene nombre. La reina le abrió las puertas de su reino y lo recibió cuando él se encontraba a la deriva y vencido, y ahora él no es capaz ni de devolver un favor.

    Hay que ver la cara dura que tiene ese hombre. Estoy muy molesta cn Eneas, furiosa. Si hubiera ido yo a hablar con él y me dice eso, "le vuelo arriba", que en buen dominicano quiere decir que le saltó arriba como una leona furiosa para atacarlo.

    Qué c... tiene ese Eneas.

    Y pobre Dido, estoy sintiendo mucho su dolor, su desamparo, la rotura de su corazón.

    Excelente capítulo, Isabel.

    Eres incréible. Has conseguido mantener la emoción en todos los capítulos de esta historia y siempre tienes un as bajo la manga.

    Un abrazo muy muy grande.

    ResponderEliminar
  69. Y yo sigo incombustible, jo, hay vece que no puedo parar de leer.

    ResponderEliminar