Afligíos, oh Venus y Cupidos
y todo el que venere la belleza:
que ha muerto el pajarillo de mi niña;
pajarillo, delicia de mi niña,
a quien más que a sus ojos ella amaba,
pues era como miel, la conocía
tanto como a su madre una muchacha,
y no se separaba de sus faldas,
que saltando de un lado para otro
píaba sin cesar sólo a su dueña.
Ahora sigue el camino de las sombras,
allá de donde, dicen, nadie vuelve.
Mas malditas seáis, malas tinieblas
del Orco que lo bello devoráis:
tan bello pajarillo me robasteis.
Mi pobre pajarillo, ¡qué desdicha!,
por ti ahora los ojos de mi niña
están rojos e hinchados de llorar.
y todo el que venere la belleza:
que ha muerto el pajarillo de mi niña;
pajarillo, delicia de mi niña,
a quien más que a sus ojos ella amaba,
pues era como miel, la conocía
tanto como a su madre una muchacha,
y no se separaba de sus faldas,
que saltando de un lado para otro
píaba sin cesar sólo a su dueña.
Ahora sigue el camino de las sombras,
allá de donde, dicen, nadie vuelve.
Mas malditas seáis, malas tinieblas
del Orco que lo bello devoráis:
tan bello pajarillo me robasteis.
Mi pobre pajarillo, ¡qué desdicha!,
por ti ahora los ojos de mi niña
están rojos e hinchados de llorar.
CATULO.- Poemas.
Traducción de Juan Manuel Rodríguez Tobal
NOTA :Queridos amigos, os comunico que en Kala Editorial han colgado mi relato “La decisión de la reina”. Podéis leerla aquí y, si os gusta, otorgarle vuestro voto.
*Gorrión comiendo sobre la mesa de isabel romana. Roma.
*Detalle de decoración de un sepulcro. Cementerio protestante. Roma.
poemas, muerte, poetas
Prime prime...uy, emoción
ResponderEliminar¿Has sido tú acaso responsable de esto?:
Hallada la cripta en la que fue asesinado Calígula
La cámara ha sido localizada bajo la casa del emperador Tiberio, en la colina palatina, en Roma
EFE - Roma - 17/10/2008
Ese Catulo atormentado aquí visto en sus pequeñas emociones.
¿Tendrá el pajarillo algún significado simbólico?
Besicos bella
Votado. Abrazos, Am
ResponderEliminar¿Invitaste a comer a un pajarillo? :)
ResponderEliminarAmiga, la foto del gorrion es de nota... Que cara de complicidad. Sin duda era consciente de que estaba posando y que algun dia su imagen seria inmortal... como los versos de Catulo, claro.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel
He dejado comentario y voto en “La decisión de la reina” y me iba sin dejar mi comment aquí...
ResponderEliminarY mira que este gorrión es una preciosidad, lo has captado a las mil maravillas, con la pose que tiene, seguro que tiene su nido en Cinecittà...
El poema triste y hermoso...
Besitos IsaBELLA...
Preciosa la imagen del gorrión (es mi ave preferida). A la altura del poema.
ResponderEliminarBesos.
precioso, digo la foto, qué gorrión más cuco, jejeje
ResponderEliminary el poema, gracias por dar a conocer que también hubo cosas buenas entre los romanos no solo comida, sexo, guerras, dialéctica, etc
Bello poema de Catulo, un sentimiento particular el que nos muestra.
ResponderEliminarGracias.
Saludos!!
Un poema tierno y delicado. Abrazos.
ResponderEliminarBella imagen, bello poema.
ResponderEliminarSaludos desde México.
"At vobis male sit, malae tenebrae
ResponderEliminarOrci, quae omnia bella devoratis:
tam bellum mihi passerem abstulistis.
O factum male! O miselle passer!
tua nunc opera meae puellae
flendo tergiduli rubent ocelli"
Se me quedó grabado todo desde la primera vez que lo leí.
Me emociona recordarlo.
Gracias, Isabel.
Un beso
Hola, Isabel:
ResponderEliminarNo sabes cuánto me ha gustado hallar este poema de Catulo -uno de mis clásicos favoritos- en tu blog. Ha sido un verdadero acierto incluirlo. Besos.
¡Que maravilla!. La verdad es que un gusto venir a visitarte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué poema más triste, Isabel. Me recuerda un episodio de mi más tierna infancia. Ahora no se me ocurriría por nada del mundo privar de libertad a un pájaro, pero entonces no era consciente. No se murió, se escapó y mi padre me consolaba diciendo que se había ido con su mamá.
ResponderEliminarFelicidades por lo de "la decisión de la reina". Fue un placer volverlo a releer, pero no veo el sitio para poner un comentario y votar:-( seguré mirando, de todos modos, si puedes, pon aquí el lugar exacto, Romana, por favor.
Un beso grande.
Preciosa foto y preciosa y sentida composición.
ResponderEliminarDelicioso.
Un abrazo.
¡Mira que tienen poca vergüenza los gorriones...!
ResponderEliminarMás de una vez me he quedado observando cómo un gorrioncillo hundía una y otra vez el pico en su plumaje, cómo correteaba a saltitos, antes de emprender vuelo... y he admirado, sinceramente, lo simplón de su existencia.
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Bello poema que plasma a la foto tan lograda.
ResponderEliminarBesos, amiga
Hola Isabel.
ResponderEliminarHermosisimo poema. Me ha gustado bastante, un pajarillo, que lindo, xD:!!!...
Tienes un arte único para escribir, te felicito!!!.
Saludos...
Bonito poema, penitas de niños, de esas que los mayores ya no parecemos comprender. Besos.
ResponderEliminarHe visitado tu blog y quiero felicitarte. También te quiero adjuntar la dirección de un post que seguro te gustará:
ResponderEliminarhttp://dmiventana.blogspot.com/2008/01/trraco-romana-una-historia-viva.html
Volveré para leer con más detenimiento tus entradas.
un saludo
Tes
Siempre es un placer leerte.La foto del pajarito, estupenda, yo creo que sabia para quien posaba. Imagino que en el viaje a Roma habras hecho acopio de fotos estupendas. Gracias por deleitarnos de forma tan desinteresada.
ResponderEliminarUn poema magnífico, Isabel.
ResponderEliminarTe agradezco muchísimo que nos hayas facilitado el enlace de Kala Editorial. Ya me he pasado por ahí.
Muchos besos.
Hola pilar m clares, ya me gustaría a mí haber sido responsable de ese hallazgo. Eso significaría que ando hurgando por allí, por las entrañas del Palatino... Roma no deja nunca de proporcionarnos emoción. En cuanto al pájaro de Catulo, ya sabes lo que opinaba Marcial... Besitos, guapa.
ResponderEliminarHola andres m, muchas gracias por tu voto. Besitos.
Hola brujodoncarlos, a decir verdad fue un amigo quien lo invitó a comer y ya ves, son gorrioncillos muy descarados. Saludos cordiales.
Hola antiqva, era un gorrioncito muy glotón y, por otra parte, debía estar acostumbrado a picotear en el suelo las migas que caen continuamente. Quizá sea cierto que también los animales intuyen la inmortalidad. Besitos.
ResponderEliminarHola selma, gracias por tu voto y tu comentario. En cuanto al gorrioncito, era encantador. Besitos.
Hola kurtz, creo que estos pájaros nos son tan familiares que no parece posible no amarlos. Besos.
Hola tomás, desde luego que entre los romanos hubo muchas cosas buenas de las que, por suerte, aún disfrutamos (igual que aún padecemos las malas, más universales...). Pero sí, está bien recordar estar ternezas. Abrazos.
ResponderEliminarHola la candorosa, me parece un poema dulce y cariñoso, tiernamente desenfadado. Muy lejos de aquellos otros que nos hicieron sufrir. Besitos.
Hola fgiuchich, de delicadeza en la poesía tú sabes mucho. Besos.
Hola armidia leticia, te envío saludos a tu México en las alas de este pajarito. Besos.
ResponderEliminarHola ybris, comprendo tu emoción, porque el poema penetra en el alma. Besos.
Hola m@riel, me alegro que te haya sorprendido gratamente. De todos modos, te diré que la etiqueta "La muchacha de Catulo" contiene una historia sobre la relación del poeta con Clodia y se incluyen algunos de sus poemas. Igual te apetece darte un paseo por ahí. Besotes.
Hola felipe sérvulo, con poetas de esta altura es fácil arrancar elogios... Un beso enorme.
ResponderEliminarHola angelusa, fíjate que a mí este poema no me parece triste, sino tierno. Los pájaros y los niños forman un tandem muy especial, así que no me extraña que te traiga recuerdos de la infancia. Si algo hemos querido ser en esta vida, ha sido pájaros... En cuanto a la historia de "la decisión de la reina", el botón para votar está justo arriba de la página, antes de empezar el texto. El comentario puede dejarse al final, pasando ya a la página siguiente. Besitos y gracias por todo.
Hola cornelivs, gracias por tu visita. Un abrazo enorme.
Hola hispa, es cierto que son deliciosamente descarados. Y, sobre todo, glotones... Besitos.
ResponderEliminarHola dédalus, la simplonería de la existencia del gorrión lo hace, en cierto modo, adorable. En cambio, la simplonería en nosotros nos resulta menos tolerable. ¡Y mira que somos simples...! Besitos.
Hola rodolfo n, me alegra que te gustara la combinación. Besitos.
Hola birdelo, ya me habría gustado a mí, ya, haber escrito ese poema. Mi único mérito ha sido, en todo caso, poner esa versión tan bella junto con el pajarito. Besotes.
ResponderEliminarHola isabel, creo que cuando Catulo habla de su "niña" está más bien refiriéndose a su chica. De hecho, hay otro poema anterior a éste en el que habla de ese pajarito. Y, desde luego, ha dado lugar a interpretaciones más picantes. Desde luego, la pena por un animalillo muerto parece acomodarse muy bien a la infancia y sus diminutos pesares. Besitos.
Hola tes, gracias por tu visita y por el enlace que me proporcionas. Lo he visto y tienes razón, me ha resultado muy interesante. Gracias y hasta pronto. Saludos cordiales.
Hola lales, he sacado menos fotos que en otros viajes, porque he ido con amigos y eso siempre obliga a seguir otro ritmo. Pero estoy muy contenta, ha sido una visita muy grata en la que he tenido ocasión de ver algunas cosas nuevas y de recorrer las que llevo en el alma... Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola tanhaüser, gracias por pasar por Kala. Y gracias por tu visita, siempre me alegra. Besos.
La foto es preciosa. Me agrada que me presentes poetas. Lindo.
ResponderEliminarBesos amiga.
Catulo consigue llevarte de vuelta a la infancia. Yo también cuidadaba de un pajarillo y también lo perdí.
ResponderEliminarYa tienes mi voto para La decisión de la reina.
Besitos
Me ha encantado el poema. Las traducciones líricas no suelen contener el espíritu del original, sin embargo creo que en esta traducción no se ha dejado nada por el camino. Besos.
ResponderEliminarHe puesto mal los datos míos, que si no luego no sabes quién soy :-)
ResponderEliminarMe gusta este remanso de serenidad clásica. Muy interesante, además, para aprender más cosas sobre esta gran civilización. Te añado a mis blogs favoritos. ¡Un saludo!
ResponderEliminarMi querida amiga... Dicen que los pajaritos se refugian en algùn lugar del cielo y ahì es donde van a morir...
ResponderEliminarP.D.:Aunque yo creo desde chiquitita que los pajaritos tienen una nube especial que los transporta y llegada su hora viven en una refulgente estrella...
UN MILLÒN DE BESAZOS MI QUERIDA ISA ♥
Hola clarice baricco, ¿verdad que el gorrión tiene una mirada de curiosidad? Seguro que se haría bloggero. Besitos.
ResponderEliminarHola krisish, gracias por tu voto. Hay algo muy tierno en este poema de Catulo. Besitos, guapa.
Hola david, también a mí esta traducción me parece maravillosa. Un abrazo, guapo.
ResponderEliminarHola santos g. monroy, muchas gracias por tu visita. Me alegra entrar a formar parte de tus favoritos, también yo te incluyo. Bienvenido y hasta pronto.
Hola gabu, me sumo a tu tesis de que los pájaros viven otra vida en una estrella. Y aún me gustaría añadir que también van a ella todos los amantes de los animales. Besitos, querida amiga.
Qué poema tan bello y tan emotivo. Me ha gustado muchísimo, Isabel. Lo leí hace días peor no había tenido la oportunidad de comentarlo. Me gusta sobre todo la ternura que hay en cada verso.
ResponderEliminarAbrazos.
bello blog,
ResponderEliminarme gustais,
besitos
Magnífica foto. En la Casita del Labrador, dentro del Jardín de Príncipe hay una finísima escultura de un gorrión muerto tallado en marfil. Ha sido imposible no recordarlo leyendo a Catulo.
ResponderEliminarSaludos, amiga. Queda claro todo lo que disfrutaste en Roma.
No cabe duda que el talento que tienes para escribir... es maravilloso y esperamos que todo esto traiga mas triunfos personales... besitos!
ResponderEliminarEs un placer visitarte...leerte. Exquisito poema, el pajarillo emprendió un más alto vuelo...Saludos cordiales.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
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