¿De modo que tendré yo que contemplar a la mujer que quiero tan solo como un invitado más? ¿va a ser otro el que sienta el placer de tus caricias? ¿Calentarás el regazo de otro sometida a él en perfecta avenencia? ¿será él quien eche la mano sobre tu cuello cuando quiera?
(…) Ven antes que tu marido; no veo qué podemos hacer aunque vengas antes, pero a pesar de todo, ven antes. Cuando él se tienda sobre el lecho del criclinio y tú también vayas siguiéndole, con expresión de modestia, a tenderte a su lado, tócame el pie sin que nadie lo vea. Estate pendiente de mí, de los movimientos de mi cabeza y de la expresión habladora de mi cara: recibe esas señales furtivas y devuélvelas tú también. Te diré con mis cejas palabras que hablen sin voz; leerás palabras en mis dedos y palabras escritas con vino. Cuando te acuerdes de nuestros juegos amorosos, tócate las rosadas mejillas con tu fino pulgar. Si tienes que hacerme algún secreto reproche, cuelgue tu delicada mano del lóbulo de tu oreja. Cuando te guste algo, lucero mío, que yo haga o diga, dé vueltas el anillo sin parar en tus dedos.”
OVIDIO. “Amores”.
Traducción de Vicente Cristóbal López
*Detalle de un cuadro de Alma-Tadema.
**Detalle de un relieve en un sarcófago. Museo Massimo alle Terme. Roma.
amor, engaño, maridos, amantes
No consientas que ligue sus brazos a tu cuello, ni reclines tu linda cabeza sobre su helado cuerpo; no le dejes que introduzca la mano en tu seno turgente, y, sobre todo, evita darle ningún beso, pues si se lo das, me declararé a voces tu amante, gritando: «¡Esos besos son míos!» (...) Ya te llenará de besos, ya no se satisfará con ellos solamente; los favores que me concedes en secreto te los exigirá como débito; no se los concedas sin pesar (esto puedes hacerlo), como si cedieses a la violencia: enmudezcan tus caricias, y que Venus se goce en atormentarle. Si mis votos y deseos algo valen, no experimentará ningún placer; si nada valen, al menos no lo experimentes tú; mas sea cualquiera el proceder que adoptes durante la noche, a la mañana siguiente júrame, que nada le has concedido.
ResponderEliminarLo siento, tenía que hacerlo. Estaba incompleto sin el final. Besos.
Creo que solo cuando se ha sido amante se pueden decir estas cosas. Es dificil escribir y describir los sentimientos y en este caso estan narrados de una forma que tienen que haber sido vividos. Permiteme que esta vez me quede en el anonimato. Como siempre, eres una ESCRITORA muy brillante.
ResponderEliminarYo pense que el banquete era por el aniversario de mi blog, pero no resulta que Don Ovidio quiere a otra y no a mi!!! Buaaahhhh!!!!
ResponderEliminarEnamoradizo Don Ovidio, y encima comunicandose por señas... esperemos que disfrute en el banquete, vea y disfrute con su amada, y donde este ahora. El amor siempre es para festejar.
¡Qué tormento ver así al ser amado, sin poder expresar en público sus sentimientos! El lenguaje de los gestos expresan tanto...
ResponderEliminarPreciosa Entrada IsaBELLA ... nos dice tanto...
Besos, muchos...
Vaya historia de pasiones, sugerencias y misterios...
ResponderEliminarBesos, amiga
Hola hispa, me encanta que lo hayas completado. He cortado el texto por donde lo he hecho para no hacerlo demasiado largo. La traducción que has puesto me resulta muy sugerente, más suelta que la que yo tengo. ¿Serías tan amable de decirme de qué edición es? Besitos y muchas gracias.
ResponderEliminarHola anónimo o anónima, el texto que he puesto es de Ovidio, de su obra "Amores". Y coincido contigo en que seguramente debió vivir u observar una escena como la que describe. Es subidita de tono, teniendo en cuenta que, como amante, se arroga más derechos que el marido. Hay que ver cómo se pone de impetuoso... Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola alexandrya fatherland, conste que me he pasado ya por tu blog y me he bebido una botella enterita de champán... Desde luego, Ovidió le echó el ojo a su Corina y se lo tenía bien creído. Veremos qué opina ella. Besitos y felicidades por el tercer cumpleaños del blog.
ResponderEliminarHola selma, desde cierto punto de vista el tormento podía haber sido para el marido... Pero no. Los romanos no eran nada celosos, sólo estos amantes que arden de deseo y se permiten expresarse de este modo tan descarado. Besitos, guapa.
ResponderEliminarHola rodolfo n, ya ves que para los enamorados el mundo se vuelve del revés. Besitos.
El amor de los amantes, jugando a ser discretos...
ResponderEliminarSaludos!!
¿Y cuál es el secreto si se lo gritan a los dioses? Si lo escriben con suspiros furtivos en el aire, si con sus miradas crean puentes indestructibles, si el eco de sus susurros resuena en las estrellas..
ResponderEliminarSolo los amantes creen que nadie sabe que son amantes...
Bello post.
Un abrazo..
Los AMANTES siempre suelen compartir ese estilo de juegos tan ambiguos y llenos de còdigos lidiando con el deseo inalcanzable...
ResponderEliminarP.D.:Pero,còmo soportar ver a esa mujer que lo apasiona acostada junto a otro hombre sea quien sea??
Si de actos provocativos tenemos que hablar amiga mìa,estamos bastante revueltos entonces...
BESOTES DE A MONTONES :)
Que cosa tan encantadora esa de: "Y cuando nadie lo veo tocame mi pie con tu pie..."
ResponderEliminarAh, que tipo tan sugerente nuestro querido Ovidio.
¿En que lio, posiblemente de altas faldas imperiales, se meteria para que el emperador ordenara su destierro al Ponto salvaje...?
Amiga, veras que te estoy sugiriendo un bellisimo cuento: los lios de faldas de Ovidio, que finalmente causan su destierro y su desgracia en el exilio...
Ja,ja,ja....
"Pero que mala leche tiene ese Antiqva", veo que estaras pensando...
Ja,ja,ja
Un abrazo, amiga
Querida amiga:
ResponderEliminarGracias por tus buenos consejos.
Un abrazo.
Ese roce de pie simboliza el secreto del amor escondido, que se magnfica en las sombras.
ResponderEliminarTraduje a Ovidio en mis tiempos de estudiante, pero ahora sacaré tiempo para recordarlo.
Siempre aprendo contigo, Isabel.
Un beso.
Soledad.
Gran Ovidio : ) Saludos
ResponderEliminarEntre el fragmento que pones y el que completa Hispa decididamente voy a leerlo que para eso lo tengo. No resisto más.
ResponderEliminarGracias.
Hola Isabel: No te puedo decir de dónde lo he sacado, sencillamente porque lo he copypasteado vilmente de otra página. Había leído anteriormente este texto de Ovidio, y lo que más me impactó fue lo de "mas sea cualquiera el proceder que adoptes durante la noche, a la mañana siguiente júrame, que nada le has concedido".
ResponderEliminarOjos que no ven, corazón que no siente, que se dice...
¡ay! el lenguaje sin palabras, tan elocuente...
ResponderEliminar:)
besos!
¡Jesús! Qué ansiedad me entra sólo de pensar en la situación. Claro, que quién le mandaba al pichabrava de Ovidio meterse en himeneos ajenos y, encima, ponerse celoso del marido... ¡Estos romanos están majaretas! ;)
ResponderEliminarPienso que gustaban de la situación acomodados a la condición de amantes. Seguramente les hubiera sido posible buscar solucion que satisfaciera a todos. Pero es tan delicioso gozar de los placeres en la clandestinidad...
ResponderEliminarPaseis buen día.
Ayyy, el complicado y peligroso juego de los amantes...
ResponderEliminarY qué delicia compartir los secretos ante todos sin que nadie adivine.
Me ha recordado una canción de Alejandro Sanz que dice:
"si tú me miras, te enseñaré a decir te quiero sin hablar"
Me parece excitante :D
Un besito
P
Me alegra mucho que nos des a conocer a Ovidio, estos escritos tan vividos, tan reales, tan actuales, que parecen haberse escrito ayer mismo.
ResponderEliminarMe encanta. Besos gordos
¡Ovidio!... Y hay gente que aún lo tiene completamente olvidado.
ResponderEliminarAdorable Entrada!
ResponderEliminarJajajajajajá! Ovidio era un maestro en artes amatorias clandestinas!
Con Vos, siempre tenemos un pie en la antigüedad y otro en el presente, los temas son recurrentes, las pasiones y los amantes se reciclan...y también sus mañas!
La paso sensacional en tu blog, querida Amiga mía!
Mis abrazotes con todo cariño!
Mmmm, sugerente el relato que Ovidio nos hace hoy sobre los desesperados amantes condenados a la furtividad en medio de un banquete... muy sugerente, me ha encantado el texto.
ResponderEliminarBESOS!
Hola la candorosa, siempre nos gusta lo prohibido... Besitos.
ResponderEliminarHola isis de la noche, ¡cuánta razón tienes! Y, además, los amantes llegan seriamente a creer que nunca nadie ha amado ni conseguirá amar como los hacen ellos. Besos, querida amiga.
Hola gabu, ya lo creo que todo está revuelto. Lo divertido, en el caso de Ovidio, es que el reproche a su amada lo haga porque esté con su esposo. Una especie de juego del mundo al revés. Pero qué picarón... Besotes.
ResponderEliminarHola antiqva, desde luego que no te faltan ideas. Parece ser que no fue exactamente un lío de faldas que él mismo tuviera, sino más bien que vio algo que nunca debió haber visto. ¡Menudo enigma! Eres un provocador... Besotes.
Hola felipe sérvulo, muchísimas gracias por tu visita. Disfruta mucho de tu descanso.
ResponderEliminarHola soledad sánchez m., este texto está lleno de sugerencias y exigencias dulcemente amorosas. Seguro que debió ser un gran placer para tí el traducirlo. Besotes.
Hola morgana lefay, gracias por tu visita.
ResponderEliminarHola goathemala, una sabia decisión la de leer los "Amores" de Ovidio. Y así seremos más a opinar sobre la versión que dé Corina y sobre el propio Ovidio. Besotes.
Hola hispa, esa frase es genial. Creo que define perfectamente cómo somos los seres humanos y cuánto necesitamos creer lo que queremos, aunque sea mentira. Es un consuelo pequeño pero, seguramente, eficaz. Besitos.
ResponderEliminarHola almena, ¿no te ha recordado ese código de los abanicos? Besitos, guapa.
Hola santos g. monroy, desde luego que estaban majaretas, pero tenían motivos para ello: piensa que al niño Cupido lo tenían tooooodoooo el tiempo revoloteando por allí. Besotes.
ResponderEliminarHola mizo, estoy de acuerdo contigo. Creo que el poeta elige esta situación para exacerbar sus sentimientos como amante. Y vaya si lo consigue. Saludos cordiales.
Hola penélope, estoy muy de acuerdo contigo. El secreto y el peligro, parecen ser dos ingredientes que estimulan la libido... Este Ovidio es genial. Besitos.
ResponderEliminarCierto, anabel. Y es que los grandes escritores siempre están de actualidad. El ser capaces de describir sentimientos y/o situaciones universales les hace perdurar a través de los siglos. Besos.
Hola loslibros, creo que en parte ese abandono de los clásicos también es debido a que sus obras son publicadas por editoriales muy serias, más cerca del estudio que del placer. Hagamos lo posible por redescubrirlos, ¿no? Besos.
ResponderEliminarHola susana, esto que dices de que estos posts nos permiten tener un pie en la antiguedad y otro en la actualidad es muy cierto. Y es mérito indudable de quienes supieron retratar al género humano de una manera tan exacta y hermosa. Besos, guapa.
Hola cornelivs. ¿Sabes qué parte me gusta más? Esa que dice, más o menos: ven antes que tu marido, no sé para qué, pero ven antes. Besitos.
ResponderEliminarDelicioso relato el de Ovidio. Impaciente estoy por leer la versión de Corina, pues no le resultará nada fácil coincidir con su marido y su amante en el banquete, o sí... Ya veremos.
ResponderEliminarTe sigo leyendo. Un beso.
Ovidio... sin lugar a dudas, el Maestro de la sutileza...
ResponderEliminarbesos
Amantes,secretos, pasiones...
ResponderEliminarUn beso!
Interesantísimo blog, sin duda.
ResponderEliminarQue vivan las mujeres de Roma y también las de Valencia.
Un abrazo madrugador.
Una encantadora velada tripartita. Abrazos.
ResponderEliminarVuelvo a tu blog, vuelvo a mi origen romano y vuelvo con Ovidio a recordar otro tiempo pasado y bello.
ResponderEliminarBeso romano.
Gracias por continuar posteando estos hermosos fragmentos de Ovidio. Un abrazo, amiga.
ResponderEliminar¡Qué sutil el consejo del amado y amante..!¿No está lleno el fragmento con "modernidades"?
ResponderEliminarTe felicito por el fragmento y me ha gustado leerlo completo por la compañera comentarista. Por cierto, tu nunca te haces pesada en tus entradas porque se te lee encantada. Das lecciones recordatorias a los que ya vamoos pasando el borrador por las neuronas de puro llenas. Mientras no se saturen...
Besos, Isabel. Un placer leerte cada que me incorporo a los espacios cibernéticos. (Soy una corretera)
A veces estos juegos entre amantes son lo único excitante y verdadero en el amor.
ResponderEliminarSaludos
En el lenguaje vulgar
ResponderEliminaro el idioma de la calle
traduzco a Ovidio al detalle:
"es sabido que el amar
de esa forma es conjugar
verbo en flor de mil infiernos
y un juego de no escondernos,
Corina, de tu marido;
mas soy celoso y te pido,
no me pongas con él cuernos".
Como dijo alguien más arriba, el amor pone el Mundo patas arriba.
Isabel, discúlpame la chanza.
Desde luego que pone el mundo patas arriba, el tema lleva de la chanza al horror, pasando por la ternura.
ResponderEliminarEse final completado por Hispa, sea cual sea tu proceder "a la mañana siguiente júrame que nada le has concedido", me recuerda al desesperado "miénteme, dime que me quieres" de Johnny Guitar. Parece que el amor liaba las cosas en Roma, en el lejano oeste y en la Alcarria...
Saludos, Isabel.
Cuando el amor se convierte en furtivo, duele, tanto como apasiona.
ResponderEliminarEl amor siempre tan complicado y retorcido, pero esto ¿realmente es amor o sólo un calentón?. Da igual que el tiempo pase, el género humano sigue comportándose de la misma manera.
ResponderEliminar¿Para cuando una obra tuya?
Un abrazo
Qué cita tan bien escogida. Sencilla y delicada...
ResponderEliminarAyyyyyyy cuánto amor...qué letras de Ovidio!
ResponderEliminarMuchos abrazos.
PD. Hace mucho me dijiste que pusiera pinturas de Leticia Tarragó, ya lo hice.
Como son los amantes... precioso texto elegido por ti.
ResponderEliminarLa erótica de esos preciosos y casi imperceptibles juegos tiene un tremendo encanto.
ResponderEliminarNo sabía que Virgilio hubiera escrito algo parecido; pero ya estabas tú para contárnoslo.
Besos, Isabel.
Cómo no seguir esas instrucciones. Qué pícaro todo. Y furtivo. Promete un gran banquete de sensaciones.
ResponderEliminarBuenísimo, Isabel, con sal, pimienta -de varios colores- y algún ingrediente mágico que sólo vos sabés.
Un beso. Hermoso domingo para vos.
Amiga, los mausoleos circulares excavados en Cordoba hace unos años (que son dos), siguen el modelo del de Cecilia Metela, creo que es el nombre, de Roma.
ResponderEliminarEntre los dos mausoleos se conserva una calzada que es la que unia Cordoba con Sevilla por la margen derecha del Guadalquivir.
Un abrazo, amiga
Debe ser un suplicio para estos dos amantes atenerse a las convenciones pero el texto lo presenta con una maravillosa ambigüedad al mismo tiempo se encuentra el encanto y la malicia de la situación
ResponderEliminarDelicioso erotismo...ummm... Me recordaba la relación de miradas y gestos cómplices, casi inadvertidos para los demás, en la novela SEDA de Baricco... Te leo, Isabel, como lo hice en mi otra vida como Pau Llanes...
ResponderEliminarPasaba también por tu casa para decirte que hace un par de días que recién edité la segunda parte del segundo capítulo de "Amanece púrpura"... ya van tres entregas de esta novela; sigue adelante con el "impuesto revolucionario" de vuestras lecturas y palabras en el buzón de comentarios, como planteé en desde el principio... Te confieso que la cantidad de lecturas y comentarios que he recibido estas semanas últimas me halaga, además de abrumarme por la responsabilidad de mantener vuestra atención semana tras semana... Quiero agradecer nuevamente tu comentario e invitarte que sigas leyendo "Amanece púrpura" una vez más, ojalá siempre hasta su punto final... Ah, y que pagues tu "deuda", eso sí, voluntariamente... jajaja... Saludos... Liberto
Sólo los confidentes entienden palabras no pronunciadas.
ResponderEliminarGracias por el post.
Besos
Un blog fantástico... Llevo días leyendo y releyendo estas entradas. Me parece admirable y de extraordinaria importancia encontrar una bitácora dedicada, como bien indica su nombre, a las mujeres de Roma.
ResponderEliminarRealmente no puedo menos que darte mi más sincera enhorabuena.
Un cordial saludo.
Hola isabel zarzuela, haces bien en no arriesgar un pronóstico. Quizá Corina es más pícara de lo que creemos. Besitos, guapa.
ResponderEliminarHola fújur, creo que Ovidio es referencia obligada... Besitos.
Hola ocasiones. Mucho me temo que en Roma no había demasiados secretos amorosos. Eso de la vida privada es un invento muy nuevo. Besotes.
Hola fgiucich, quizá estas veladas fueran las más entretenidas... Besos.
Hola víctor gonzález, si retornas a tu pasado romano, es como volver a la actualidad. Besos, querido amigo.
Hola m@riel, no creo que me olvide de Ovidio durante bastante tiempo... Besotes.
ResponderEliminarHola perlita, sí creo que el texto está lleno de modernidades, porque hay sentimientos y comportamientos que permanecen a través de los siglos. Creo que ellos sentían el amor de un modo muy diferente del nuestro, pero ese es un terreno en el que nos podemos identificar. Besitos.
Hola alma, desde luego excitante sí que lo es... Besotes.
Hola enrique sabaté, me encanta tu sentido del humor y estoy segura de que también le hubiera gustado a los romanos de la época. Una sonrisa siempre es un don que no me canso de agradecer. Besos sonrientes.
Hola olga B, parece que todo el mundo está deseando "no saber" para poder seguir amando sin verse mermado en su prestigio o dignidad. Vamos, que ya se le pueden hacer perrerías, siempre que no se sepa, para que no se resienta la imagen pública. El amor lo trastoca todo, todo, todo... Saludos cordiales.
Hola raúl, hay quien se siente dichoso con los amores furtivos. No sería mi caso, pero creo que abundan... Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola leodegundia, supongo que es bastante fácil confundir la pasión con el amor. En esta época de Ovidio se estaba descubriendo el placer amoroso y todo el mundo quería experimentar con él. Besitos, querida amiga.
Hola el llano galvín, espero seguir seleccionando con acierto. Besos.
Hola clarice baricco, voy cuanto antes a ver los cuadros de Leticia Tarragó. Un beso enorme.
Hola, caminando. Los amantes son exigentes y avaros de sus privilegios... Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola dédalus, la poesía amorosa de este época tiene su interés... Besitos.
Hola máximo ballester, desde luego que Ovidio se lo pone difícil a su amada. Pero ya veremos cómo responde Corina... Besitos.
Hola antiqva, me lo había parecido, porque el sepulcro de Cecilia Metela es emblemático, aunque hay otros de planta circular muy sonados. Si no has visto imágenes del de Cecilia Metela y te apetece verlas, dímelo. Besotes.
Hola ribemenpedros,las normas de educación exigian un comportamiento muy circunspecto, pero ya ves, los banquetes debían ser un hervidero de mensajes secretos... Besitos.
ResponderEliminarHola liberto brau, no dudes de que pasaré a leer otro capítulo de tu novela. Estos días estoy muy apurada por cuestiones de trabajo y familia, pero voy haciendo mi caminito... Besos y mucho éxito.
Hola without, tienes mucha razón. Hoy ya no desciframos bien los códigos de comunicación no verbales. Se dice todo por el móvil... Besitos.
Bienvenida safo, creo que a la poetisa le hubiera complacido saber que las mujeres tendrían en el futuro un espacio más amplio del que ella pudo imaginar. Siéntete como en tu casa. Saludos cordiales.
Ese anillo debió dejar el dedo delgadito...., no?
ResponderEliminarDefinitivamente, no encuentro a la gata de Lady Zurikat.
Habré entendido bien?
Me dijo que estaba en tu blog...
Se habrá escondido ronroneándole a Corina?
♥♥♥