“Por mucho que corras, noble Nevia, tu nieto no nacerá antes”, me ha dicho. “Así que ¿será un varón?”, le he preguntado. ¿Y sabes qué me ha respondido?:
Veo que sonríes. Muy bien, hija mía. Ahora dame la mano y haz cuanto te diga Egle. No hay en el mundo una partera mejor. Y tú, Egle, pon en juego todo tu saber para que nazca bien la criatura, porque no todos los días se trae a la vida una estrella.
NOTA: Cayo Mecenas nació el 13 de abril del 70 a.C. en Arretium, la actual Arezzo (Italia) en el seno de una antigua familia de origen etrusco. A veces se le llama Cilnio por ser ese el nombre de su familia materna. Amigo de Augusto (que llegaría a ser el primer emperador) lo ayudó intensamente en su ascensión política, encargándose sobre todo de la labor propagandística. Su principal activo fue el proteger las artes, asumiendo el patronazgo de importantísimos poetas como Virgilio, Horacio y Propercio. Aún hoy en día a los protectores de las artes se les denomina “mecenas”. Legó a Augusto su maravillosa villa en Roma.
*Matrona de la Domus Baebia Saguntina. Sagunto. España.
**Sonajeros que solían regalar los romanos a los recién nacidos. Domus Baebia Saguntina. Sagunto. España.
¡Qué buen relato, Isabel! Me parecía estar en la habitación con Clinia y su madre. Seguro que el nacimiento de Mecenas fue muy parecido :)
ResponderEliminarAsi es; inseparable de Augusto, junto a Agripa y tantos otros...
ResponderEliminarUn enorme abrazo...!
Caramba, madame, hoy estamos de cumpleaños por aqui!
ResponderEliminarMuchas felicidades a Cayo Mecenas, que cumple mas de 2000 años.
Siempre necesitamos gente como el.
Y que curioso lo de los sonajeros, madame!
Bisous
Diana de Méridor
Indudablemente la vida se abre camino más allá del dolor y del peligro. Conociendo la preparación al parto y el control del embarazo que se hace hoy en día, parece mentira que en algún momento las mujeres pariéramos dejando todo en manos de los dioses (con lo ocupados que debían andar).
ResponderEliminarPor cierto, a falta de ecografía 3D, bueno es un augur, jejeje... tasa de aciertos; 50%.
Bss
Como siempre, un placer leerte. Y por lo que veo, las prisas de los abuelos por llegar a conocer a su nieto no han cambiado con los siglos.
ResponderEliminarUn beso
¡Emotivo hasta las lágrimas! Felicidades pues al querido Mecenas! Indudablemente con tan hermosos presagios los dolores del parto serían más llevaderos. PReciosas las palabras de la madre, abuela en ciernes, exquisita Isabel.
ResponderEliminarRecibe un abrazo.
Fantástico relato, es un gusto seguirte.
ResponderEliminarBicos
Un relato muy hermoso. Creo que en realidad una romana escribe por tu pluma cada vez que te sientas a contarnos algo. Besos.Por cierto ¿no nació Augusto también en Arezzo?.
ResponderEliminarMecenas... nombre evocador y con tantos dignos de llevar este mismo nombre en el Renacimiento y tan pocos hoy en día...
ResponderEliminarPrecioso, como todos, este Relato, mi Romana y feliz de reencontrarte, muy feliz...
Oscula multa,mi IsaBELLA...
¡Qué hubiera sido de nuestra cultura sin un Mecenas y sus émulos pasados y presentes! Verdaderamente tuvo razón el augur al compararlo con una estrella.
ResponderEliminarBonito relato.
Un beso, Isabel.
Qué bonita descripción del nacimiento del adinerado y noble Mecenas, el que protegió a Horacio y a Virgilio. Bien merecía la pena que naciera Mecenas, el que encargó las Geórgicas a Virgilio. Si se pudiese retroceder en el tiempo, bien podría haberle dedicado Virgilio la Cuarta Égloga, si no fuera porque Virgilio la escribió cuando ya Mecenas estaba bien crecidito.
ResponderEliminarUna delicia de relato.
Un beso, querida Isabel,
Antonio
La manera,los modos y la selecciòn de palabras que has utilizado amiga mìa para describir la llegada al mundo de una nueva vida es simplemente emocionante!!!
ResponderEliminarP.D.:El milagrado de la vida,es el milagro de la luz!!
MILES DE BESAZOS FUERTE MI ISA QUERIDA ♥
Hola amiga..
ResponderEliminarSabes.. Me ha gustado mucho este post... Un sentimiento de ternura ha nacido en mí.. No sé bien por qué ;)
Y también me ha emocionado el augurio.. esas cosas que llegamos a saber porque las leemos en el cosmos o porque alguien que las ha leído nos las cuenta ;)
Es tan mágico todo... Ese VER.. a través del tiempo y del espacio..
me ha encantado leerte!!
besos..
Todos los días se aprende algo nuevo, gracias por compartir tus valiosos conocimientos.
ResponderEliminarSaludos desde México.
Mi mujer tuvo, hasta hace bien poco, una empresa dedicada a la búsqueda de patrocinio y mecenazgo para proyectos culturales; así que conocemos bien la historia de Cayo Mecenas, que estudiamos con cuidado cuando buscábamos el nombre para aquella aventura. Un abrazo, y gracias por tu comentario pre-semana.santa en mi página. AM
ResponderEliminarGracias por esta maravilla de Post!
ResponderEliminarBesos
Cualquiera diría que eres capaz de viajar en el tiempo (físicamente) para traernos estas maravillas de relatos. Lo que está claro es que nosotros tenemos esa capacidad gracias a tus textos.
ResponderEliminarBesos.
Creo que lo han dicho, pero me ha encantado este pequeño fragmento. Qué capacidad tienes para distinguir lo delicioso y sublime en lo pequeño, menudo y cotidiano. Este relato es buena prueba de ello. Se palpa la emoción de un abuelo ante la llegada de su nieto y la ternura para con su hija, cómo la tranquiliza ante los temores del parto.
ResponderEliminarSaludos
mmm creo que podría distinguir tu estilo -único- si leyera uno de tus magníficos relatos.
ResponderEliminarSí.
Beso!
Conmovedora narración. Creo que tus relatos no dejan indiferente a nadie!
ResponderEliminarIsabel, tengo dificultades para dejar mensajes, veo que a veces no salen...:(
Lo siento, pero lo primero que he pensado ha sido: "pero qué sexo tenía el bebé?" Jajajaja!
ResponderEliminarMe he imaginado qué cara hubiera puesto ese padre ante el error del augur...
Pero bueno, el padre da ánimos, que supongo que se necesitan en esos momentos.
Me ha encantado leerte, como siempre :D
Un beso
P
Has hecho muy bien de comadrona, el niño nació en excelente estado de forma. Orgullosa está la abuela y orgullosos están todos los patrocinados por él.
ResponderEliminarComo cambian los tiempos ahoran los que patrocinan son las empresas. ¿Te imaginas si trasladaramos los anuncios de ahora a antes? Beba Gladiador-cola para sentirse como un león, Crema Nidea para sentirse emperatriz por un día.... y así.
Hola ana trigo, sí, quizá pudo ser así, o mucho más traumático. En aquella época los partos eran un riesgo enorme. Besitos.
ResponderEliminarHola cornelivs, es llamativo que las amistades con un hombre (Augusto) de tanto poder durasen toda una vida, aunque al final se enfriaran. Por lo menos Augusto no traicionó ni a Mecenas ni a Agripa. Besitos.
Hola diana de méridor, como ves se han inventado pocas cosas nuevas y resulta entrañable ver cuántas costumbres mantenemos a través de cientos de generaciones. Besos.
Hola andaya, a las pobres no les quedaba otra solución. En cuanto a los augurios... los míos aciertan al 100%, porque una vez pasado el toro, mira si es fácil augurar. Besotes, guapa.
ResponderEliminarHola fab-golem, creo que todas las madres querrían estar al lado de sus hijas. ¿Cómo no acompañarlas en un trance tan peligroso? Besitos.
Hola elena clásica, supongo que las madres harían todo lo posible para ayudar a sus hijas a mantener la moral alta frente a un parto. Entonces, como ahora, habría mujeres con gran facilidad, y otras a quienes costaría muchísimo. Tener buenas noticias siempre ayuda. Besos.
Hola dilaida, me alegra que hayas asistido al parto. ¡No era un personaje para menos! Besos.
ResponderEliminarHola anabel, todas nosotras llevamos dentro a una romana, eso seguro. En cuanto a Augusto, nació en Roma y era un poco menor que Mecenas. De ellos no se sabe mucho de sus infancias, pero podemos presuponer que serían como las de todos los niños de buena familia. Besos.
Hola selma, ciertamente las grandes fortunas tienden hoy en día a ejercer la filantropía a través de organizaciones con fines sociales. Quizá porque el arte se produce ya de otra manera. Me da mucha alegría también encontrarte, tenía ganas de ver tu jaima. Besotes.
Hola daalla, creo que su intuición al proteger a poetas tan excelsos fue extraordinaria. Parece que incluso él mismo hizo sus pinitos literarios, aunque claro, a muchísima distancia de sus protegidos. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHola antonio martín ortiz, ya sabía yo que te gustaría felicitar a Mecenas en su cumpleaños milenario, porque no sabemos si los poetas que él protegió hubieran sobrevivido o hubieran podido dedicarse en exclusiva a la poesía sin él. Le estaremos eternamente agradecidos, ¿verdad? Besos, querido amigo.
Hola gabu, creo que esos buenos augurios, esas palabras amorosas para recibir a Mecenas fueron por completo producto del amor de su abuela materna. Ellas saben cómo hacer que la angustia se convierta en esperanza. Besos, querida gabu.
Hola isis de la noche, también a mí me emociona cómo tratamos de ofrecer a los demás el lado más amable de la vida para ayudarles en los tránsitos difíciles. El augurio sobre Mercenas es creación mía, pues no he leído en ninguna parte nada al respecto. Pero me ha parecido una buena manera de acogerlo en el mundo, ahora que sabemos qué importante fue su labor para nuestra cultura. Besos.
ResponderEliminarHola armidia leticia, gracias por estar ahí. Creo, como tú, que cada día podemos aprender algo nuevo si estamos en disposición de hacerlo. Besotes.
ResponderEliminarHola andrés, para mí Mecenas es un personaje muy interesante aunque un tanto misterioso. Hay algo en él que me atrae mucho. Y bueno, el que queden restos de su villa en Roma ayuda también a recordarlo. Nuestra contertulia Paula R, de Attitude at Rome, con enlace en mi blogroll, hizo unas fotografías del exterior del llamado "auditorio de Mecenas" y prometió suministrarnos otras del interior. Yo la espero... Besos.
Hola myr, gracias a tí por venir a verme. Un besazo.
Hola kurtz, para viajeros, tú... Si viajamos juntos a través del tiempo, creo que es mérito de todos, porque los lectores tienen la voluntad de creer y viajar. Besotes.
ResponderEliminarHola carmencmbéjar, gracias por tus palabras. Tienes razón al señalar cuánto me gusta lo pequeño y cotidiano. Tal vez porque es el ámbito en el que generalmente nos hemos movido las mujeres a lo largo de la historia y también porque creo que hay más verdad, vida y heroísmo en los pequeños gestos que en los grandilocuentes. Mi amor y mi respeto por las mujeres, que han sostenido durante siglos la humanidad,y la siguen sosteniendo, es infinito. Besos, guapa.
Hola almena, creo que dices una gran verdad, porque dentro de unos días este blog va a cumplir tres años y tú, (junto con Leodegundia, unjubilado y otros) estuviste entre sus primeros visitantes. ¡Y aún resistes...! ¿Cómo no ibas a reconocer mi estilo? Tienes bien merecido un premio. Un beso enorme.
Hola marci, al fin y al cabo una de las finalidades del texto literario es conmover de algún modo al lector, hacerle sentir. Así que, si lo consigo, me doy por muy satisfecha. No sé qué puede ocurrir con los comentarios, pero si no te salen, por mí no te apures. Un besazo.
ResponderEliminarHola penélope, creo que hay un saber de la vida que aún circula por ahí. ¿Nunca has oído a una vieja decir a una embarazada, al mirarle el vientre: "llevas una niña (o un niño)"? Y no se equivocan... Es producto de un saber a través de la observación, como los campesinos que predicen el tiempo, y tampoco se equivocan. Hay mil signos en la naturaleza que hemos olvidado interpretar. Besitos, guapa.
Hola zebedeo, seguro que tú hubieras hecho una papel magnífico, al lado de Mecenas, en el aparato propagandístico de Augusto. ¡Y hubieras triunfado absolutamente con tus obras de teatro! Tu humor satírico habría caído maravillosamente bien en Roma. Un abrazo, guapo.
Esos genios que nacen para trabajar entre bambalinas. Un relato acorde a tu calidad, amiga mía. Abrazos.
ResponderEliminarQue futura madre no esperaría un augurio como ese. Y se cumplió totalmente.
ResponderEliminarTus relatos son simplemente fantásticos.
Un beso.
Orale!, no sabía eso, cuando tenga hijos quiero encontrarme a alguien que diga cosas tan lindas del futuro bebe.
ResponderEliminarBesos!
Isabel, olvidé decir (a raíz de la empresa de patrocinio de mi mujer) que el nombre era justamente ése: Maecenas: http://maecenas.org.
ResponderEliminarUn beso y gracias por todo. AM
Me encanta volver al redil, a tus enseñanzas,a tu cariño...
ResponderEliminarPrecioso relato como siempre!! espero que todo siga bien, muchos besos.
Y qué bueno pasar a la historia por la generosidad de sus obras, y no por el abuso de poder.
ResponderEliminarUn abrazo. (el relato, fantástico, como siempre)
Qué bonito, me he emocionado y todo!
ResponderEliminarUn besete
Gran relato. Una de las bases del gobierno de Augusto..
ResponderEliminarSobre lo que comentaste en mi blog: desgarradoras, las historias de esas pequeñinas. Y los principales son hombres "respetables" (no necesariamente ricos: mira la alimaña de Josef Frizl) de Occidente, China y Japón.
Saludos, amiga.
Me facina la manera en que vas uniendo la historia y el instante amiga!!
ResponderEliminares verdad, parece que una está ahí, respirando los diálogos, las emociones, el instante!!!
besos amiga mia!!!
bravo!
Como siempre, Isabel, hermoso tu relato. Nos trasladas en el tiempo, sin darnos cuenta. Ya sentí los nervios de la futura abuela.
ResponderEliminarY bien por la partera: nos trajo a Mecenas, que nos "cuidó" a Virgilio.
Un beso.
Soledad.
Hace ya algún tiempo leí un libro que recreaba en una mezcla entre epistolar y poética algunos episodios de la vida de Mecenas. Ahí es donde entré a conocer algo de su vida, de su relación con algunos de esos autores que ahora conocemos como clásicos, pero que en aquél entonces eran simplemente amigos o deudos de éste hombre, y compartían con el inquietudes y reflexiones.
ResponderEliminarSiempre me ha gustado leer los epistolarios de esta gente, pues en ellos se ve su dimensión humana, las preocupaciones que tenían entonces, sus debilidades y sus esperanzas.
Es hay en cierta manera, donde se concluye que, como dice el autor que te he comentado por boca de Mecenas, que no hay tanta diferencia en lo profundo de las personas y que somos más iguales a aquellos de entonces de lo que imaginamos:
"Mis sabios/ estoicos insisten y musitan/ que otros tantos Mecenas me acompañan/ desde sus soledades más remotas/ dictando estas palabras: no son yo,/ pero es el mismo fuego el que nos quema."
Salud
(Perdón por el "hay" en lugar de "ahí" entre otras)
ResponderEliminarCuánto se aprende contigo Isabel...ese ambiente netamente femenino del parto, y la vida cotidiana de aquellas mujeres que parecen estar aquí, entre nosotras , gracias a tu buen hacer. Un beso amiga mía.
ResponderEliminarComo siempre: grandiosa!!!! Me encanta leerte y abandonarme en las historias griegas. Logras meternos en una tercera dimensión a la escena que relatas. Muchas gracias de verdad, por regalarnos tu talento. Y muchas gracias por visitarme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Griegas no!!! Romanas!!!!!! jajaja la cabeza que se me cruza!!! jajaja
ResponderEliminarY esos los utensilios parteros? mamma mía
ResponderEliminarY tan feliz de traer al mundo a un varón, pues claro!
Hola, Isabel, te felicito por tu blog. He leído ya varias entradas y son todas muy amenas, didácticas e interesantísimas. Yo también soy una amante de Roma, aunque no sé tantas cosas como tú y tus seguidores, que intuyo seréis muchos profesores de Clásicas. Te seguiré con placer para aprender cosas nuevas de esa cultura tan maravillosa. Gracias. Un saludo
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