El Amor trata con más aspereza y mayor ferocidad a aquellos que se le resisten que a los que se confiesan esclavos suyos. Así que yo lo reconozco: soy, Cupido, tu reciente presa. Ofrezco mis manos vencidas a tu jurisdicción. No hay necesidad de guerra, te pido la paz y el perdón; no supondrá para ti gloria alguna, desarmado como estoy, el haberme vencido con tus armas.
OVIDIO.- “Amores”
Traducción de Vicente Cristóbal López
OVIDIO.- “Amores”
Traducción de Vicente Cristóbal López
* Cupido. Museos Capitolinos. Roma. Foto: Paco Hernández.
** Cupidos jugando. Logias de Rafael. Roma.
Quien podría resistirsele a Cupido...y si acaso eso sucediera su arco sería certero y estaríamos indefensos.
ResponderEliminarBikiño Isabel.
Dulce rendición la de Ovidio;-)
ResponderEliminarY preciosa época del año para traérnosla, Isabel.
Un abrazo.
Me parece precioso el modo de sentirse enamorado de Ovidio. Todo poesía. Besos.
ResponderEliminarCuando uno está atrapado, rendirse es lo más sabio. Y más aún de una forma tan poética.
ResponderEliminarBesos.
Que delicia, despues de un dia complicado, poder terminarlo pasando por esta su morada, donde siempre aguardan momentos preciosos.
ResponderEliminarMe gusta mucho Ovidio, madame. Solo lamento que la entrada de hoy sea tan cortita. Cada vez va queriendo una mas :)
Buenas noches
Bisous
El hecho de claudicar de esa manera se convierte en el mejor epígrafe a la universalidad e intemporalidad de su obra. Estar rendido al amor es estar rendido al lenguaje entusiasta del universo. Flotar en su fluir es convertirse en maestro del éxtasis.
ResponderEliminarIsabel recibe mi saludo y mi lamento por no haberte leído con anterioridad!
Ovidio flechado, ¿con que sí? Él que tanto sabe sobre amores, que tan fielmente retrató tantos corazones atravesados. Sólo te queda, pues, Ovidio la entrega, la rendición ante el niño terrible y dulce.
ResponderEliminar¡Cómo juegan los Cupidos! Cómo juegan a veces con nuestro corazón, cómo duelen esas flechas certeras, sabias palabras las de Ovidio, si es menos áspero con sus esclavos...
Qué precioso texto y qué delicioso sentir. ¡Maravillosa, dulce y temida entrada, con tantos Cupidos por ahí jugueteando!
Besos, maga de los sentimientos romanos, mi felicitación por tu delicadeza. Un abrazo.
Ovidio sos mi ídoloooooo!!!!!
ResponderEliminarSí señor, así se habla! (escribe)
Duro con los desertores, los irónicos y cínicos respecto del Amor!
Cupido, viejo Amigo, soy tu rendida esclava!
Isabel: Sos una geniaaaa!!! Me encantó este artículo!
Enorme Abrazo Querida Amiga!
Mucho mejor rendirse queresistir según que tipo de cosas.
ResponderEliminarBesitos
^.^ Una de las muchas joyas de Ovidio
ResponderEliminarBesos, amiga
Isabel, das de lleno con las flechas equívocas de Eros Cupido.
ResponderEliminarOvidio simpre acierta de lleno en el corazón, sutil, triste, melancólico, carnal, poeta.
Ese niño caprichoso, Cupido Eros, acaba !ahora mismo! de conceder el AMOR pasajero de las masas al Barça! Marcho a Roma mañana, ente tanto, te envio foto especial e íntima de Eros, que tomé en el Museo Arqueológico de Atenas.
Hasta pronto, después de la Tívoli Adriana, Trevi, Ostia, Ara Pacis, Pánteon...!qué mala soy! !Salves hermanos!
P.D- Isabel tomas esa imagen de mi glog cuando quieras, está en columna a la derecha, arriba. Al no tener tu email. es la forma de que la obtengas, si quieres.
ResponderEliminar!Ciao! Auguri.
Con esa humildad seguro Cupido se vuelve generoso con Ovidio y en reciprocidad le aguarde un soplo de sus encantos...
ResponderEliminarBello texto amiga!!
mil besos!!
Al fin de cuentas de una forma ò de otra CUPIDO parece tenernos prisioneros...
ResponderEliminarP.D.:Pero quièn amiga mìa puede resistirse a su encantamiento,verdad??
BESITOS HECHIZADOS ;)
Oh tendré que rendirme antes de que me pase algo.
ResponderEliminarBesos amiga.
Las palabras de Ovidio ponen el acento en la belleza del Amor. El mejor sentimiento del ser humano.
ResponderEliminarUn beso.
Soledad.
"...trata con más aspereza y mayor ferocidad a aquellos que se le resisten que a los que se confiesan esclavos suyos"
ResponderEliminarCompleta, total y absolutamente DE ACUERDO, mi querida amiga Isabel.
Un enorme abrazo...!
Amiga Isabel,
ResponderEliminarBreve, pero interesante entrada ésta de Ovidio y sus Amores, con ese Cupido, ante el que no nos podemos resistir. Ya lo decía el propio Ovidio en su “Ars Amandi”:
“Militat omnis amans, et habet sua arma Cupido”
(Todo enamorado es un soldado, y Cupido tiene sus armas)
Muchas gracias por tus palabras elogiosas en mi espacio. Cuando uno tiene enfrente a personas de mucha calidad, como es tu caso, es fácil mantener contacto con ellas.
Gracias, también desde aquí, a Elena Clásica.
Un beso y un abrazo,
Antonio
Hola, Isabel! Me ha encantado encontra este texto, porque me trae muy buenos recuerdos. Lo leí por primera vez hace tres años... fue lo primero que leí de un libro de la asignatura de Cultura Clásica y lo que me hizo decidir que, definitivamente, cuando llegase el momento, pensaba coger esa optativa. Ni qué decir tiene que de paso hice lo posible por encontrar algo de Ovidio para leer. Un beso.
ResponderEliminarMe declaro admirada sierva de Cupido, a sus pies, diosecillo, le seguiré con pies desnudos por todos los arrecifes doloros de las escarpadas delicias del amor.
ResponderEliminarAquí, una esclava señor mío...
Cupido apunta, dispara y acierta.
ResponderEliminarEntonces, nadie puede salvarnos del amor!
O del desamor que puede traer el amor, según los casos...
Un beso
Lala
Dulces flechas las de Cupido...pero como duelen las cicatrices que dejan cuando son arrancadas..
ResponderEliminarPrecioso delicado y certero Texto, IsaBELLA... Y hermoso este Angelito "endemoniado"..
Dejemos pues que el amor nos lleve.
ResponderEliminarSaludos
Me encanta esa "rendición" de Ovidio ante Cupido... (ese dios tan travieso)
ResponderEliminarUn besazo, amiga mía
Una rendiciòn incondicional al amor. Muy hermoso texto!!! Abrazos.
ResponderEliminarDespués de horas desinfectando de virus el ordenador, al fin puedo leerte de nuevo. Creo que todos somos esclavos de Cupido (o al menos pasamos un período de esclavitud), no sólo Ovidio.
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Que hermosa situación la que describes.la rendición y el abandono crean momentos de gran belleza.
ResponderEliminarsaludos
Amo a Ovidio, y te amo a vos por convocarlo.
ResponderEliminarDesde el alma te abrazo.
M.
Sumisión aparente. En realidad conquista.
ResponderEliminarEs el modo excelso con que Ovidio alcanza lo que quiere que le alcance.
En realidad sus versos demuestran que nunca fue vencido sino por lo que quiso.
Fue su esclavo tanto como su amo.
Besos.
La escultura de Cupido la vi, pero le faltaba el arco, solamente tenía un fragmento de él en cada mano, el resto había desaparecido.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias querida Isabela,
ResponderEliminarpor esta joyita de Ovidio y Ojalá Cupido venza muchos corazones que se rindan al amor!
Gracias tambien por tus palabras en mi blog y por tu perocupación. Ahora estoy bien y en el ruedo nuevamente.
En estos dias me pongo al dia con tus entradas antiguas que quiero leer con la calma que se merecen.
Besos
Hay capitulaciones inevitables cara Isabel; Ovidio se revela como un hombre sensato y prudente.
ResponderEliminarQueridos amigos, quiero pediros una vez más excusas por no responder a cada uno de vuestros comentarios, algo que estimo en mucho. Ante el exceso de trabajo y la necesidad de elegir, prefiero visitaros en vuestras casas y dejar mis comentarios allí. Un abrazo enorme y gracias por vuestra comprensión.
ResponderEliminarY que verdad... que nos empeñamos en resistirnos, y no es posible resistir tanta lucha... mejor reconocerse vencido, si, es la realidad.
ResponderEliminarYo tambien soy un enamorado de Roma (berlusconi aparte) y alli pase muchos dias que, teoricamente fueron de trabajo, pero en los que siempre pude encontrar tiempo para ampliar mis conocimientos sobre su historia y su cultura.
ResponderEliminarMe ti la mano en la voca della veritá y me salió untacta. Un b uen síntoma.
Besos y me anoto como tu seguidor, esperando que tu tambien te anotes en mi blog viajero en el que Roma aparecerá cualquier día.
Sólo declarándose rendido, podrá ser dueño de sí de algún modo(aunque lo sea de forma muy disminuida).
ResponderEliminarPrecioso texto, éste de Ovidio.