“Pequeña alma, blandita, cariñosita, huésped y compañera de mi cuerpo, ¿a qué regiones te encaminarás ahora, palidita, yerta, desnudita, sin gastar bromas, como solías?”
- Esas fueron sus propias palabras, dictadas ayer mismo, poco antes de entrar en la agonía. ¡Que ninguno grite, ni llore, ni haga aspavientos! No hay que asustar a un alma que no sabe a dónde va.
NOTA 1: El emperador Adriano murió el 10 de julio del año 138 d.C.
NOTA 2: El entrecomillado corresponde a la traducción de los versos compuestos por el emperador Adriano en su lecho de muerte. Aquí os pongo el texto latino, pues supongo que a muchos os gustará proponer otra traducción. La que yo presento la he tomado del Calendario greco-romano de José Contreras Valverde. A pasarlo bien.
Animula, vagula, blandula / hospes comesque corporis, / quae nunc abibis in loca / pallidula, rigida, nudula, / nec ut soles dabis iocos”.
NOTA 3: Que nadie se preocupe: el próximo domingo o el lunes, el poeta Ovidio, tan quejoso, tendrá su respuesta.
*Vista del Mausoleo de Adriano y del puente Elio que conducía a él, en la actualidad Castel Sant’Angelo y Ponte Sant’Angelo. Roma. Foto: Rafa Lillo.
**Detalle de un relive en una tumba del cementerio protestante. Roma.
Alma, despedida, muerte, Adriano
Que espectáculo toda la arquitectura de Roma, como me gustaría conocer esos lugares.
ResponderEliminarSaludos.
Ojalá que el destino final fuera junto al alma de Antínoo, creo que fue su gran amor.
ResponderEliminarSon bellos versos, hasta se puede "tocar" ese alma!
Muchas Gracias Isa! Mi beso Amiga Querida!
PD: La inolvidable Marguerite Yourcenar y Adriano son inseparables en mi memoria.
Dictar estas palabras antes de morir!... podemos leer que encierran ternura y hasta podría decirse ¡¡que también tienen humor!!...
ResponderEliminarSaludos!!
Adriano, emperador y todo, tenía - como todo mortal - dudas sobre el después. pero, también como todo mortal, cree en la existencia de un "alma" que sigue "viviendo" después que muere el cuerpo.
ResponderEliminarbuen posteo!
-Frank, http://elbodegon.blogspot.com/
uffff!!!
ResponderEliminarbondadosas palabras, aún en la despedida...
mil besos amiga!
Qué valor antes de enfrentarse a la muerte.
ResponderEliminar"...sin gastar bromas, como solías..." Caramba.
Besos
Preciosos versitos!
ResponderEliminarAbrazos.
El gran Adriano que nunca consiguió que lo aceptaran del todo los romanos debido a que había nacido en Hispania. Seguro que su alma fue rapidamente en busca de la de su gran amor Antínoo.
ResponderEliminarA su muerte se generalizó el uso de la barba entre los emperadores romanos.
Permaneceré en silencio ante tan importante petición, que quisiera yo que su alma blandita (sí, me gusta) encuentre de nuevo el camino hacia el amor.
ResponderEliminarMagnífico y qué bellísimas fotos.
Un abrazo.
DEspués de tantos siglos no sé si procede. Pero en cualquier caso, diremos un; "que descanse en paz".
ResponderEliminarQue ternura y que entereza!
ResponderEliminarme encantaron las fotos.
Que pases un buen verano, Isabel,yo mientras, me sigo deleitando con tus textos.
Ay, madame, no estoy yo como para proponer otras traducciones en latin, jiji. Ademas la que usted nos ofrece me parece magnifica.
ResponderEliminarBueno, no siempre ibamos a estar de fiesta por aqui. Hoy toca funeral.
Feliz fin de semana, madame
Bisous
Tremenda frase "No hay que asustar a un alma que no sabe a dónde va". Cuanta sabiduría...
ResponderEliminarBesos!
Pobre almita, tan pequeña y sola...
ResponderEliminarBeso!
Me parecen muy bonitas sus palabras, por lo humildes y sencillas, por la sinceridad que se desprende de ellas.
ResponderEliminarUn besito
Lala
Pues tal vez el alma retorne a la fuente, a su origen divino...
ResponderEliminarSi tan solo pudiéramos remontarnos en su vuelo ...
un abrazo inmenso, amiga..
Que bonito resulta poder despedirte de tu alma... me ha resultado tremendamente entrañable y tierno... y tan real...
ResponderEliminarResalta el contraste del alma tan blandita, cariñosita, desnudita y asustadiza sin saber a donde ir con la gigantomaquia arquitectónica imperial y el cargo del difunto. Buen aliciente para quienes tenemos un alma cariñosita.
ResponderEliminarGrandísimo abrazo Isabel Romana!!!
El tránsito en su momento más terrible, genera, muchas veces, versos nos hacen pensar. Ese lugar de Roma es imperdible. Abrazos.
ResponderEliminarTiernos versos. No es mala manera de despedirse.
ResponderEliminarCreía que te despedías tú (de la blogosfera, del curso laboral...). Veo que no, que sigues prodigando la herencia de Roma a los cuatro vientos. Un abrazo desde Cabo de Palos.
ResponderEliminarSon unas palabras conmovedoras las de Adriano. Pero el espectáculo, el telón de fondo que construyes con tus diálogos, el diálogo a media voz nos llevan al paroxismo de la emoción. Suscribo también el aravilloso comentario de Dilman en ese contraste de grandeza arquitéctonica, imperial y ternura del alma.
ResponderEliminarCómo eres, ¿eh? Siempre tocando la fibra... Eres muy grande, Isabel, muy grande.
"Les mémoires d'Hadrien" de Marguerite Yourcenar.. cada vez me gusta más su lectura.. este emperador´.. el más cercano y humano de todos ellos..
ResponderEliminarGracias por recordarlo y de esta manera, mi Romana..
Oscula multa..
¡Qué paz desprende esta despedida...! Es curioso,pero me ha hecho gracia cuando dice del alma ser "blandita" porque cuando he querido explicar a mis preguntones de turno algo acerca del alma, aparte de explicarles que me la figuraba como algo etéreo, cambiante, siempre añadí que podía ser "blandita" y adaptable...
ResponderEliminarGran humor el que derrochaba Adriano aunque considerando, el alma, nunca estará yerta...
¡Felices vacaciones, Isabel!
Por cierto...¡qué preciosa la fotografía de Sant´Agelo y qué reciente tengo esta vista...!
ResponderEliminarMuy interesante, me ha encantado
ResponderEliminarsaludos
La parte de "No griten" es algo que muy pocas veces podemos cumplir cuando alguien nos falta.
ResponderEliminarIsabel, pasao callando para no distrer las almas imperiales.
ResponderEliminarUn abrazo pequeño.
Sergio Astorga
¡no se puede llorar? que triste¡¡¡
ResponderEliminarsaludos!
Amiga Isabel,
ResponderEliminarMuy ocurrente que nos recuerdes la muerte de Hadriano (en Latín es “Hadrianus”). El texto y la traducción que nos das está tomado, como bien dices, de:
AGENDA 2008
CONTRERAS VALVERDE, J., Calendario Clásico Grecorromano 2008.
Agenda 2008. 400 pp. 2007. ISBN 84-7882-623-8
Nada que objetar, porque, en general los libros de esta editorial están muy cuidados y son buenos, pero a mí me gusta más este otro texto:
Animula, vagula, blandula,
hospes comesque corporis,
quae nunc abibis in loca
pallidula, rigida, nudula?
nec ut soles dabis iocos!
(Loeb Classical Library)
Que puede verse, sin las comas, en:
http://penelope.uchicago.edu/Thayer/L/Roman/Texts/Historia_Augusta/Hadrian/2*.html
y esta traducción que yo propongo:
"Pequeña alma, vagabundita, cariñosita,
huésped y compañera de mi cuerpo,
¿a qué lugares te irás ahora,
pálidos, severos y desnuditos?
¡Y ya no te dedicarás a los juegos como sueles!
El problema está en a quién se refieren los adjetivos
“pallidula, rigida, nudula”
y en los signos de puntuación, que son preferencias del editor.
Teniendo en cuenta el orden de las palabras en el Latín de la época, deben referirse a “loca” (lugares) y no a ”animula” (pequeña alma).
Puede verse un texto alternativo en
Bibliotheca Augustana
http://www.hs-augsburg.de/~Harsch/Chronologia/Lspost02/Hadrianus/had_carm.html
Es lo que yo, humildemente, puedo añadir.
Un abrazo, querida Isabel, y muchas gracias por tus excelentes aportaciones.
Antonio Martín
Muy bellos versos. Sea a los espacios del mas allá, sea al alma a la que se apliquen esos adjetivos, los diminutivos qué extraña mezcla de ternura con mundo espiritual. Qué cariño por el propio (y grandioso) espacio del alma.
ResponderEliminarIsabel en mi blog hay unos mimos para mis seguidores y amigos, veo que no tienes en tu blog, pero de todos modos te los ofrezco si gustas puedes traerlos.
ResponderEliminarUn beso.
Me llama la atención los diminutivos "blandita"... no recuerdo en las clases de latín haber tratado diminutivos, no se como se forman en latín, agradecería si alguien lo puede comentar.
ResponderEliminarIsabel, delicioso como siempre el post, no sabía que su muerte había sido un 10 de julio, muy interesante.
Supongo que todas las culturas tienen referencia sobre la manera en que se llega al más allá, me recordaba un poco "El libro de los muertos" que creo es tibetano.
Un saludo!
Pues a pesar de tener que ver con la muerte me ha gustado de veras. Me parece la despedida a una niña traviesa y juguetona que se despide para comenzar un largo viaje. Muy tierna. ¿Dónde irá mi niña traviesa? Nadie lo sabe y yo tampoco. Quizás Ovidio lo sepa.
ResponderEliminarBesos
¡Cómo disfruto, Isabel, con tus entradas! Con esta especialmente, ya que como te conté tengo especial predilección por Adriano. Nos traes sus palabras, su mausoleo...me quedo, prendada.
ResponderEliminarGraciasssss
Un abrazo muy fuerte.
Ah!, y esa oportunidad de dar el texto original, para otras posibles traducciones, es genial.
Como no tengo a menor idea del latin, cualquier traduccion me va bien, pero la que has puesto, aunque no se ajuste literalmente al original, sirve para poner de manifiesto la grandeza de Adriano, que sabiendose moribundo se permitia pensar (y casi diria hasta un toque de humor negro para bromear) en el destino de su alma. ¿estaira pensando que Antinoo lo estaria esperando de otro lado? Esperemos que si.
ResponderEliminarEn cuanto a quejoso Ovidio, esperemos que le respondan, mas que Corina, me gustaria que le de un sopapo historico Cipasis, en pocas palabras poniendo de manifiesto su condicion de hombre de muy poco bien: solo un hombre de bien, un señor de nacimiento (lo demas, poeta, doctor, licenciado, uno en la vida se hace) puede valorar las cualidadesd de una persona humilde y abrazar una espalda marcada por el latigo no sin importarle, sino sin que esto defina a la persona. Quisiera ver una muela de Ovidio volando al Tiber del golpe, moral of course.
Muy ciertas las palabras agónicas de Adriano.
ResponderEliminarTe sigo leyendo.
Un abrazo.
Hola Isabel!!
ResponderEliminarQué interesante, no tenía la más remota idea de que Adriano había escrito esos versos en su lecho de muerte. Me sorprende el aire un tanto infantil de su palabras, aunque imagino que cada uno se despedirá como buenamente pueda.
Un beso!!!
A mi también me llamó mucho la atención esto de los diminutivos. Nunca había leído referencias al alma con este tipo de calificativos, -que me parece hermoso, pero poco común.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel.
Un bello recuerdo, tanto tiempo hacia adelante. Besos.
ResponderEliminarHola Isabel:
ResponderEliminarPrecioso texto como siempre. Y como decía Susana en algún comentario, trae a la memoria a Marguerite Yourcenar, y de rebote, a Julio Cortázar, que reescribió, más que tradujo, las famosas Memorias.
Sólo por jugar, aporto otra traducción que he encontrado en la red:
"Alma, vagabunda y cariñosa, huésped y compañera del cuerpo, ¿dónde vivirás? En lugares lívidos, severos y desnudos y jamás volverás a animarme como antes".
Besos
Preciosas la foto del castillo de Sant'Angelo que fuera mausoleo de Adriano y muy interesantes esas últimas palabras del emperador. Si es que aquí aprendemos un montón de cosas sobre Roma. Un besote Isabel.
ResponderEliminarQue bueno encontrase poder leerte en semejante trance...Me fascina la vida de Adriano, su confianza en los valores humanos, el amor que sentía por la cultura helénica y su obsesión por el paradero del alma. Sin duda uno de los más garndes hombre que tuvo Roma al frente del Imperio.En nuetro blog hemos hecho recuentemente la lectura de las memorias de Adriano, hay algunos post al respecto. Enhorabuena Isabel¡¡
ResponderEliminarOs pongo el enlace http://clubgaleria.blogspot.com/
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