Recordaréis que Corina y Ovidio habían disputado por los celos. Ovidio quiere volver a verla y manda a la criada Nape a llevarle un mensaje suyo.
“(…) Toma y lleva a mi dueña [Corina] por la mañana estas tablillas* llenas de escritura, y, diligente, acaba con el obstáculo de la demora.
(…) Si pregunta como estoy, le dirás que vivo con la esperanza de que me conceda una noche. (…)
Entrégale las tablillas cuando goce de tiempo libre, pero, no obstante, haz que ella las lea enseguida. Mira sus ojos y su frente mientras está leyendo: tal es el encargo que te doy. También en un rostro silencioso se puede adivinar lo que sucederá más adelante. Y, cuando haya leído las tablillas de principio a fin, sin tardanza, mándale que responda largamente por escrito. Me fastidia cuando la cera brillante presenta un extenso vacio. Que comprima las líneas en sus renglones y que la letra semiborrada por el roce en el extremo del margen haga demorarse a mis ojos. Mas ¿qué necesidad hay de que fatigue sus dedos sosteniendo el punzón? Que la tablilla entera tenga escrita únicamente esta palabra: “¡Ven!”.”
OVIDIO.- “Amores”
Traducción de Vicente Cristóbal López.
*Las tablillas eran planchas de madera con los bordes en relieve. La parte central, ahondada, estaba rellena de cera, sobre la cual se escribía con un punzón.
*Detalle de figura masculina. MARQ (Museo Arqueológico de Alicante) Exposición la belleza del cuerpo.
**Varias tablillas y punzones. Material de escritura del taller de Domus Baebia Saguntina. Talleres de Cultura Clásica. Sagunto. Valencia.
Poetas, poemas, amores, Corina, Ovidio
Realmente, sobran las palabras. Una sóla lleva todo su mensaje. Besos.
ResponderEliminarAmoroso Ovidio, basta esa última palabra, y él soñará el resto, el encuentro, la noche.
ResponderEliminarBello retazo, Catulo y Lesbia, Ovidio y Korina, ayyy, amores.
Gracias Isabel, necesitamos tus pinceladas de belleza antígua.
Bellísima foto tomaste en el arqueológico, tengo el mismo encuadre. Aquello es un sueño de bellezas, !Ave! natalí
Gracias también por el comentario en mi blog. sobre Quinto. Ya sabes que tu opinión me importa mucho.
¿A punto de publicar? Yo a punto de leerte.
Un texto delicioso, Isabel. Mientras la razón saborea, el corazón se muestra impaciente y reclama involucrarse en la aventura de amar. El corazón necesita derramarse de inmediato, quizá por temor a ahogarse en su propia pasión.
ResponderEliminar*****
Te deseo mucha suerte con el libro; es una idea magnífica. Estoy impaciente.
(Soy estudiante de Historia y recuerdo que el mito de la fundación de Cartago era de mi preferido; ¡me cayó en el examen! jajajaj..., y cómo disfruté narrándolo).
Un abrazo, guapa.
Disfruté en su momento leyendo la obra de Ovidio. Creo que es momento de darle un buen repaso mientras aguardo a poder disfrutar de la suya, madame, para ir abriendo boca.
ResponderEliminarMuy feliz dia, madame Isabel.
Bisous
Es bueno poder leerte unlunes por la mañana; haces que todo se vea de un modo más positivo.
ResponderEliminarSaludos
Que fé la de Ovidio, supongo que es la de todos.De Ovido, leí su "Arte de amar" y me pareció divertidísimo, sin desperdicio ninguno sobre como hay que ligar.
ResponderEliminargran blog, un saludo
Ovidio fue único.
ResponderEliminarGracias por esta recreación.
Bicos
que urgencias de poseer,que conocimiento del espiritu femenino...muy bello- es la palabra que mas escribo en tu blog querida isabel"bello".....gracias por compartir,te abrazo
ResponderEliminarPreciosa recreación. Y conocimiento del lenguaje no verbal, nunca comentado.
ResponderEliminarAnda, irá si ella quiere, digo yo.
ResponderEliminar¿Le envía un mensaje y se da una respuesta a éste, y a sí mismo? No sé lo que responderá Corina, pero desde luego sé lo que respondería yo.
Ovidio debiera pensarlo dos veces me parece ¬¬
Besines, Isabel.
Vaya, Ovidio estaba babeando y con prisas, jajaja!
ResponderEliminarSe me ocurre preguntar quienes, en aquella época, sabían leer y escribir. Había mucho analfabetismo? Era sólo privilegio de las clases nobles? Seguro que lo sabes.
:D
Un beso
Lala
Y en esa noche puede suceder un mundo amiga mìa!!!
ResponderEliminarCuando el amor y el deseo tienen sòlo un nombre,la misiòn se llevarà a cabo sin mediar consecuencias...
P.D.:Ojalà en la actualidad hubièsemos aprendido de los aciertos y errores del pasado...
TE DEJO MIS BESAZOS DE CARIÑO ♥
Por supuesto,sobra con una palabra. Luego, la noche será especial o no, pero la anticipación ya vale un imperio.
ResponderEliminarSaludos.
¡¡Impaciente Ovidio!!
ResponderEliminar¿¿Corina acudirá?? Se hará de rogar, ¿verdad? Ovidio se merecía un castigo ;-)
Besos, Mi Romana.
!!!VEN!!!
ResponderEliminary con eso se resume todo.
Maravilloso Ovidio
Besos
Ahhhhhhhh, Ovidio, Ovidio...nada, ningún recurso dejaba de lado a la hora del amor!
ResponderEliminarBellaaa Entrada Isabel! Este amante epistolar es encantador!
Un enorme Abrazo Amiga!!!
La ansiedad, el deseo y la necesidad de perdón se mezclan en esta orden...
ResponderEliminar¡¡Qué nos deparará la respuesta de Corina!!
Abrazos querida Isabel!
No es necesario escribir mucho en una misiva cuando una sola palabra lo dice todo. Un "VEN" contundente donde no deja dudas.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo mi querida Isabel. Proserpina
Estupendo!!! Abrazos.
ResponderEliminarOvidio el enamorado, Ovidio el perdido. Perdido por el amor. Lo sabía todo y todo lo que sabía terminó perdiéndolo. El caso es que así es el amor.
ResponderEliminarEspero que ya hayas terminado los preparativos para la presentación de tu novela.
Tenía la tentación de no poner ningún comentario porque me ha hecho enmudecer y aplaudir. Nada más.
ResponderEliminarUn abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarMira vos la "Palm" de los romanos! esta gente ya invento todo, le faltaba el lapiz optico y listo!
ResponderEliminarPor cierto, Sirio nos esta volviendo locos con su celebridad....
WOW!!! MUY HERMOSO SU ESPACIO... UN SALUDO Y UN BESO DESDE ACA... MUY LEJOS.
ResponderEliminar¿Qué más se puede decir después de ese ¡Ven!!.
ResponderEliminarIrresistible Ovidio!
Un beso Isabel
Plenitud de la palabra que nos llama.
ResponderEliminarA veces "ven", otras "llámame".
O "quédate" o "no te vayas".
En tablillas de cera o en un móvil.
Besos.
Como si se pudiera leer en la cara de una mujer lo que piensa al leer una cara...
ResponderEliminarCartas largas, capaces de expresar todos los sentimientos.
Un abrazo.
Y que mejor respuesta, y que mejor espera...
ResponderEliminarPor cierto, sobre lo de las tablillas. es algo mas o menos conocido, pero al punzón con el que se escribía se le llamaba stylus. de ahí viene la palabra estilete (la espada), en castellano, y el término italiano para los tacones de aguja: stiletto
ResponderEliminarhay algo mejor que te digan "ven" con esa emoción?
ResponderEliminarcuanto sabía este Ovidio...
saludos!
Precioso.
ResponderEliminarTodo en una palabra.
Amiga Isabel,
ResponderEliminarBonito poema el de Ovidio (aunque, como sabes, no es mi obra preferida: cuestión de gustos, cada cual tiene los suyos), del que has hecho una excelente selección. Además, he comprobado el texto latino y tengo que decirte que manejas una buena traducción. Hay que felicitarte por poner al alcance de todos esos textos clásicos que no debemos olvidar nunca.
Un abrazo,
Antonio
Pues tenía razón Ovidio, ¿para qué más dilación?, ¿para qué palabras inútiles?, ¿para qué dar más rodeos?. Una sola palabra es suficiente en muchos casos para entenderse. Es la palabra ansiada, pura, límpida y exenta de circunloquios.
ResponderEliminarBesos
Un verdadero vals esta gestualidad descrita en los requerimientos del amante, todo cobra vida y se supedita a la intensidad de la pasión, la tabla, el punzón y ese suspenso que deja flotando, esa espera del sonido de la campana VEN para salir en estampida con todo lo contenido!!!
ResponderEliminarMagnífico Escritora!!!
Ay Ovidio, Ovidio, como palpitaba de amores, lo que lleva pasado Corina, criaturita.
ResponderEliminarDeliciosa la intención del poeta y enamorado de desvivirse por conocer los gestos elocuentes quizás más que las palabras orgullosas de su dueña. Esa ansía de encontrar una mágica llamada, sigue latiendo en este momento del tiempo, pues tanto ardía.
Qué precioso texto.
Un besazo, espero que vaya todo divinamente y con la ilusión de las prisas, y el atropello de la creación.
Un abrazo, querida Isabel.
Querida amiga:
ResponderEliminar¡Muy hermoso lo que escribiste en mi blog a propósito de la Batalla de Verdún!
Y paso a leerte.
Un abrazo.
este es mi correo, para nuestro propósito ;-)
ResponderEliminarfujur3121@gmail.com
bórralo cuando lo tengas
besos!!!
Está claro que la impaciencia en el amor, es,ha sido y será igual en todos los tiempos. Un fragmento precioso, Isabel.
ResponderEliminarNo conozco el taller de Domus Baebia y no me lo perdono.
Un abrazo.
Amiga Isabel,
ResponderEliminarTraslado también a tu espacio, para mayor comodidad tuya, las palabras que te he dejado en el mío.
Te contesto, aunque con un retraso importante, al comentario que has dejado en mi espacio, sobre el homenaje que le hice a Elena Clásica. Tienes toda la razón del mundo: Elena es una gran mujer, una exquisita escritora. A mí me encantan sus comentarios, porque tienen la fuerza y la energía de lo espontáneo y lo vivo. Además, sus conocimientos del mundo Clásico son gigantescos (palabra que a ella le gusta utilizar para despedirse).
Muchas gracias y un abrazo,
Antonio
PRECIOSO!
ResponderEliminarleer en la expresión de alguien que recibe un mensaje es más certero que la respuesta.
Un abrazo.
¡Cuántos comentarios tan lindos! Yo solo te dejo un saludo desde mi México lindo y querido.
ResponderEliminarLos clásicos son los clásicos. Poco hay que añadir a las palabras que perduraron siglos en su belleza.
ResponderEliminarPor cierto, tenme al corriente de tu libro para que en cuanto lo tenga en mi mano pueda borrar de mi disco duro la carpeta "Romanos" en la que estás y estan tus personajes y sus pasiones.
Un beso enorme, amiga.
Ah, no hay como un buen fragmento de Ovidio para amenizar una tarde de lecturas de distintos blogs. Conocía el texto, pero me ha gustado encontrarlo en tu blog. Ha sido una bella sorpresa.
ResponderEliminarUn abrazo!
Interesantes estas órdenes e instrucciones que el poeta encarga a su criada Nape, porque así nos ilustras también sobre una costumbre romana poco conocida en nuestros días y que era la de la escritura sobre tablillas que se reutilizaban. Ameno y didáctico, tu relato, como siempre, mi querida Isabel. Un besote.
ResponderEliminarComo todo lo tuyo, muy tierno y evocador.
ResponderEliminarAsí es como me he sentido empujado al abismo del blog.
Te agradezco sinceramente el elogioso comentario a mis "marcas registradas";representa un verdadero estímulo por cuanto compruebo que no sueles hablar por hablar. Estaré al tanto de tus noticias editoriales.
Un cordial saludo.
Angel.
¡¡¡Como un apalabra de tres letras, puede contener tanto!!!
ResponderEliminarGracias por este regalo!
Un beso desde Argentina y paso a leer la reaacciòn de Corina.
Vaya, ahora siento haberte descubierto tan tarde.
ResponderEliminarMe encanta, tu blog es un regalo.
Desde estos mares de Encinas, un abrazo.
¡Qué interesante esta forma de mostrar Roma! Un abrazo
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