"Roma aparecía de un color pizarra muy claro, con líneas un poco indecisas, como una pintura descolorida, bajo un cielo de Claudio Lorena, húmedo y fresco, diseminado de nubes diáfanas en grupos nobilísimos que daban a los intervalos libres una finura indescriptible, como las flores dan al verde una gracia nueva. En lontananza, en las altura extremas el gris se iba cambiando en amatista. Largas y finas zonas de vapores atravesaban los cipreses del Monte Mario, como cabellos largos y sedosos en un peine de bronce. Próximos, los pinos del monte Pincio alzaban sus paraguas dorados. Sobre la plaza, el obelisco de Pio VI parecía un tallo de ágata. Todas las cosas tomaban una apariencia más rica bajo aquella exquisita luz otoñal."
GABRIELE D’ANNUNZIO.- "Il piacere"
Traducción propia
GABRIELE D’ANNUNZIO.- "Il piacere"
Traducción propia
*Vista de la Plaza del Popolo y su obelisco desde el monte Pincio, citado en el texto. Roma. Foto: Rafa Lillo
**Hojas verdes en el Pincio. Roma.
Vista, Roma, DAnnuzio, Pincio, otoño
¿Influía por entonces Eleonora Duse en el estado de ánimo del poeta?
ResponderEliminarEspléndido post
Querida Isabel: muchas gracias por tus palabras. Ya volveré. Abrazos.
ResponderEliminarHermosa traducción, y texto; además, a mí Roma, sin conocerla, siempre me ha parecido un tanto descolorida, sí, eso era :)
ResponderEliminarAbrazos sepia
Una descripcion tan hermosa como lo es la propia ciudad y su historia.
ResponderEliminarSiempre que paso por aqui me entran ganas de regresar. Y es que son tantos los motivos!
Buenas noches, madame
Bisous
qué bonita ciudad, tengo pendiente este viaje....... besos!!
ResponderEliminar¡Ah...!
ResponderEliminarNo quiero morirme sin conocer aquello, amiga Isabel, te lo juro.
Besos...!
...después de todo, Roma es el ombligo del mundo ¿no?...tema pendiente en mi agenda de viajes...
ResponderEliminarbesotes mil Isa...bella
Que texto más bello también el de D'Annunzio, lleno de matices cromáticos. El párrafo parece hecho a modo de pinceladas, como si fuera un cuadro impresionista.
ResponderEliminarPero la Roma más hermosa aparece tanto desde lo alto de sus colinas como al pie de sus calles más recónditas.
Saludos cordiales
No sé quién eres, pero te voy a decir una cosa: me encanta tener sueños imposibles y desde que conocí tu blog mi fantasía favorita consiste en vivir unas vacaciones romanas a tu lado.
ResponderEliminarPiacere di leggere, di guardare tutto quello che c'è nell tuo Blogg, Isabella...
ResponderEliminarBacci mille, Romana , bella la tua città!
Que bella descripción y que bello lugar para describir, ¿verdad?
ResponderEliminarLos lugares bellos como este, consiguen que las palabras honren su imagen!!
Saludazos!
Piacere leerlo y sentir junto con él la maravillosa Roma.
ResponderEliminarBellísima imagen y letras Isa Querida!
Abbraccio forte, Cara Amica!
Que hermosa imagen, me encanta, me gustaría conocer Roma. Y excelente descripción.
ResponderEliminarSaludos.
Trato de evocarlo en la cita de D'Annunzio. Varias veces miré desde allí aunque menos que desde el Gianicolo.
ResponderEliminarHace ya casi medio siglo de la primera vez que lo hice. Lo que entonces era sorpresa hoy es nostalgia.
Una agradable y bellísima nostalgia.
Gracias por el recuerdo, amiga.
Una delicia Isabel...gracias por compartir siempre.
ResponderEliminarUn bikiño y bonito fin de semana para ti.
Delicioso. La luz del otoño es preciosa, y en la foto Roma se ve así. No se puede decir nada más.
ResponderEliminarBuen fin de semana, un beso Isabel
que curioso, en epoca romana lo que hubiera visto es marmoles policromados en colores muy vivos y dorados por todas partes.aunque tanto esplendor se hubiera perdido ipso factto al girar la vista hacia las "insulae", bloques de edificios pauperrimos de ladrillo y mugre. esa es la roma de los contrastes.
ResponderEliminarAyyyy, amable Isabel, que siento la brisa en el Pincio, los rumorosos pinos, la fuente en cascada y la Piazza del Popolo a mis pies, ayyy, sucedió a finales de mayo. Las palabras del poeta D'Annunzio, me devuelven esa maravilla.
ResponderEliminarTu sensibilidad exquisita obra milagros, gracias Isabel, natalí
Amiga Isabel,
ResponderEliminarMuy exquisita, por diferente, esa visión que nos presentas de Roma desde las alturas. Es como si la hubieras convertido en una ciudad moderna. Es como cuando observamos Barcelona desde el Tibidabo o desde Montjuic. Yo, que estoy más afincado en la Roma Antigua, recuerdo los versos de Virgilio y su sorpresa, cuando fue allí por vez primera.
“Vrbem quam dicunt Romam, Meliboee, putavi
stultus ego huic nostrae similem”
(Bucólica I, 19-20)
(La ciudad a la que llaman Roma, Melibeo, creí, el necio de mi, que era semejante a ésta nuestra).
Muy bonita la descripción.
Un beso,
Antonio
Esta bella descripción me trae muy buenos recuerdos: el de un viaje relámpago a Roma hace ya algunos años. No sé si mis ojos la vieron tan bella aquellos días. Pero con el paso del tiempo mi memoria de la recuerda de la misma forma. Lo que hace una buena y bonita experiencia.
ResponderEliminarUn besazo
Gracias por compartir
ResponderEliminarme has traído a la mente los paseos por roma de stendhal, el principio pensé que la cita podía ser suya
ResponderEliminarEl Otoño tiene esa gracia de pintar ante nuestros ojos colores diàfanos a veces indefinidos...
ResponderEliminarP.D.:Creo que ROMA debe verse bella en cualquier estaciòn!! :)
BESITOS AMIGA ♣
Ejemplo maestro de una descripción preciosista del paisaje urbano, pinceledas detalladas que inspiran los suspiros y las delicadezas en las ternuras de la luz y el movimiento cadencioso. Escrito especial para incentivar todos los sentidos y las facultades de la belleza.
ResponderEliminarGracias a tu sensibilidad por presentar esta hermosa nota!!!
Amiga, hace unos años, desde una colina que no debia estar muy lejos de esa (creo recordar que se alzaba una estatua de Garibaldi) estuvimos contemplando una perspectiva de Roma, con el Vaticano tambien en la cercania...
ResponderEliminarAh, como lo recorde ahora...
Un abrazo, amiga
Mi tan querida Isabel
ResponderEliminarVeo que te has enamorado de Roma... Yo que no la conozco vivo enamorada de ella... Quisiera tanto conocerla que hasta sueño que he comprado una casa ahí.... En Toscana, o cerca... Imagínate...
Me alegro de verte por primera vez en esa foto tuya, y me alegro de poder regresar a estos lares de la escritura y la maravillosa lectura que a travéz de nuestras experiencias nos pasamos...
Ojala me visites, siempre tengo una taza de café esperando por tí en mi blog... y te mando un abrazo desde la distancia donde me encontré...
http://consalenloslabios.blogia.com
¡claro!,
ResponderEliminarContigo de abogada de Roma, va jodio el turismo por aquí.
lo de "lontananza" me ha llegado al alma.., antaño me sonaba el palabro a longanitanza, pero ahora, gracias a ti, ya no.
De aquí a la eternidad.
ResponderEliminarBesos
Una traducción preciosa y un texto lleno de magia. Una mirada mágica y elegante desde el Pincio para la amada Roma que se deshace en metáforas animistas.
ResponderEliminarBesazos.
Magnífica foto y bellísima descripción.... como me recuerda mi estancia en la bella ROma, hace algunos años.
ResponderEliminarBesos
Precioso post. Me ha encantado . Ha sido un placer leerte. Un abrazo
ResponderEliminarEsta vez se escondían detrás del post, palabras de un escritor que me han conmovido profundamente por sus descripciones. Ese: "Largas y finas zonas de vapores atravesaban los cipreses del Monte Mario, como cabellos largos y sedosos en un peine de bronce", me ha llegado al alma. Desde luego, imagino que no podría haber habido mejor traducción pues qué belleza de texto. Para colmo, esa foto, que efectivamente, de soslayo nos trae como dice Gabriele D'Annunzio, esas increibles pinturas de Claudio Lorena, cuyo verdadero nombre era Claude Gellée.( No es que yo lo supiera, es que me has hecho estudiar cada tramo del texto.)Y que me han fascinado.
ResponderEliminarSé qué cara tenía este escritor, cómo era su casa natal, cuántos hijos tuvo, y cual fue su amante más nombrada... Sus andaduras políticas... Todo eso, me lo llevo gracias a ti; pero lo mejor, tu trabajo, tu fantástico trabajo.
Felicidades, has escogido un texto -no sé de qué libro-, precioso para traducirnos.
...Pues aquí estoy maravillada, esperando que me viva la noche.
Un fuerte abrazo y un beso enorme.
Tu pupila -la más ignorante-, Bego.
Otra belleza que nos regalas.
ResponderEliminarBienvenida amiga, espero que la hayas pasado bien.
Me maravilló saber que lees a Baricco en su idioma. Bueno, yo soy ignorante en los idiomas.
Recibe cariños.
^.^ Qué belleza
ResponderEliminarBesos
Una vez más, la confirmación de que es necesario que haga este viaje...
ResponderEliminarGracias.
Ave, Isabel,de nombre hebreo,te saludo aunque soy griega y no romana.
ResponderEliminarHay un poema de Lorca que busco para ti, por alusiones: habla también del cielo de Claudio de Lorena.
Amicitia
Pues ha pintado un cuadro con las palabras.
ResponderEliminar:D
Un besito
Lala
Como ya sabes por mi "empatía", durante algún tiempo no voy a publicar mis poesías. Será un tiempo muy corto, pero no dejo de leer, porque me atrae todo lo bueno en prosa y en poesía. He estado varias veces en Roma,porque trabajé durante seis años con una empresa italiana y tuve ocasiós de viajar allí sin problemas, pero estoy conociéndola major gracias a ti, y seguiré tus escritos con todo interés. Un saludo muy afectuoso.
ResponderEliminarwow! que precisión para ponerle letras a lo indescriptible....
ResponderEliminarmil besos amiga mia!!
abrazos!!!
Preciosa descripción. ¡Qué embrujo tiene esa ciudad desde cualquier perspectva! Un acierto por tu parte traer ese fragmento de D´Annunzio que denota tu gran admiración a esa tierra. Espero no dejar la oportunidad de conocerla también desde ese lugar, porque a mí también me encanta y descubro cosas nuevas cada vez que vuelvo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Isabel.
ResponderEliminarMe encanta esta descripción, y la vista en la imagen es muy bella.
Saludos.
¿Como se vera Roma sin Lizzie? Tranquila que tengo un monton de fotos de ella eso no ha de faltar nunca
ResponderEliminarSiempre es estupendo leerte y mirar las imágenes que pones. Hoy, además, ha sido un piacere.
ResponderEliminarBesos, Isabel
Bella traducción que has hecho del decadente d Annunzio...puedo sentir desde aquí el olor de los pinos, tan característico de Roma.
ResponderEliminarBesos.
Roma sigue viéndose hermosa, pese a que las colinas ya no son lo que eran. Besos.
ResponderEliminarBella Roma, embellecida aún más por palabras tan hermosas de tamaño escritor. Es un placer pasear por tu blog, Isabel.
ResponderEliminarTe agradezco mucho tu visita y tus palabras.
Un abrazote
Esta oportunidad, la imagen fue más accesoria que nunca...
ResponderEliminarBellísíma instantánea,
Cariños
El panorama y sus planos, un encuadre de fugaz mirada y permanencia en la palabra.
ResponderEliminarUn abrazo en lejanía.
Sergio Astorga
Puede, pero como yo estuve en agosto de 2003 no me pareció muy fresca, la verdad.
ResponderEliminarRoma es preciosa. Una joya que hay que visitar de vez en cuando.
Un abrazo.
Un color apasionante, lo identifico siempre con el naranja. Y en Roma debe lucir de forma evocadora. Mucho besos.
ResponderEliminarPor si alguno dispone de mucho capital, recomiendo para completar la vista, una cena en la "Casina Valadier".
ResponderEliminarSaludos.
Parece que uno pudiera verla a través de las palabras suyas.
ResponderEliminarun abrazo
¡Madre mía! Servidora ha estado en el Pincio observando, con calma y sosiego, una espléndida vista panorámica de la Piazza del Popolo y de esa parte de Roma, pero jamás acertaría a describirla de tan soberbia manera. Será que para eso hay que ser poeta como D'Annunzio...Un beso fuerte, Isabel.
ResponderEliminarQue plácida descripción, y cómo invita a recostarse e imaginar...
ResponderEliminarTextos como éste demuestran la ineficacia de la fotografía.
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