¡Vayamos hacia el templo de Jano! ¿Alguna de vosotras había visto alguna vez cerradas sus puertas de bronce? Esta misma mañana se han cerrado. Esa es la señal de que Jano, que salía a proteger a nuestros ejércitos en campaña, ha vuelto. Está en Roma. Y eso significa que no hay ya soldados a los que proteger, porque han terminado las guerras.
¡Felices nosotras, que podemos conocer la paz y dormir tranquilas sabiendo que nuestros hombres no van a morir a manos de un ejército enemigo ni seremos víctimas de las atrocidades de la guerra! Y hagamos votos a los dioses para que las mujeres del futuro lleguen a disfrutar de nuestra misma dicha.
NOTA 1: Jano era un dios de la guerra en el sentido protector. Mientras había guerra, las puertas de su templo se mantenían abiertas para significar que el dios había salido a proteger a los soldados que estaban luchando y sólo se cerraban en tiempos de paz. Esto ocurrió el 12 de enero del año 29 a.C., bajo el gobierno de Augusto, después de muchos años de permanecer abierto.
NOTA 2: Os dejo este enlace de Ojos de papel con una crítica de mi novela Dido reina de Cartago.
*Templo de Jano en el Foro Boario. Roma. Foto: Rafa Lillo
** Detalle del relieve de la procesión de inauguración del Ara Pacis (Templo de la Paz) levantado por Augusto. Roma.
La paz sigue siendo un sueño. Tengamos confianza y trabajemos para que, algún día, todas las mujeres del mundo la podamos celebrar.
ResponderEliminarBesos a todos.
Un sueño que, a veces, se ve tan lejano. Confíemos pues en ver algún día ese final.
ResponderEliminarBesos
La pax tan deseada y por desgracia utópica, pero por ella brindaré siempre una y mil veces. Llegará algún día en que no haya nadie en el mundo que tema morir el día siguiente en una guerra.
ResponderEliminarComo llego tarde a todos los sitios como el conejito de Alicia te felicito por el libro, si alguien del mundo blog merecía que le publicasen un libro esa eras tú. Mi más sincera enhorabuena y espero que publiques muchos más, apoyos no te van a faltar.
Ay, ojalá algún día veamos realmente cerrado el templo de Jano en todo el mundo!
ResponderEliminarUna utopía por la que seguir luchando.
¡Hagamos esos votos, amiga, paro que Jano permanezca en su templo a puerta cerrada. Qué triste pensar que si realmente todas y todos quisiéramos la guerra desaparecería de nuestra "cultura".
ResponderEliminarUn abrazo.
Madame, entonces hoy es un gran dia si celebramos, por una vez, la paz. Tanto conmemorar gloriosas batallas que dejaron millares de muertos y de miseria, cuando lo unico que se deberia celebrar son las fechas en las que se terminaron las guerras, los dias en los que por fin no murio nadie a consecuencia de esa barbarie.
ResponderEliminarBuenas noches, madame
Bisous
Un sueño que ni con el mayor de los optimismos creo que se llegue a alcanzar de manera definitiva. Y lo peor es que es culpa nuestra...
ResponderEliminarSalud
Siempre, desgaciadamente, la paz será solamente un sueño...mientras haya armas que vender...
ResponderEliminarQuerida Isabel,
ResponderEliminarHoy he hablado del dios Jano en clase. Leíamos los primeros versos del primer libro de los Fastos. Y ahora acabo de ver tu precioso apunte en el blog.
Gracias por tus comentarios y por tus ánimos. Mi madre nos ha dado mucho amor y mucha paz y nos sigue cuidando y protegiendo, viva en nuestros corazones.
Un fuerte abrazo
Oremos por las puertas cerradas del templo!
ResponderEliminarDebería festejarse este día en todos el mundo.
Besos.
Ojalá este texto se hiciera extensivo a nuestra época y a todas nuestras guerras. Besos.
ResponderEliminarJano nos muestre su mejor cara, para que las puertas de la paz que guardan la guerra se cierren para siempre. Por utopías que no quede, !Ave Pax! para hombres y mujeres.
ResponderEliminarLas guerras se llevan tanto...no solo hombres.
ResponderEliminarUn abrazo.
Séanos Jano una vez más propicio y regrese ya por siempre.
ResponderEliminarNunca más la puerta de su templo abierta.
Besos.
Siempre anhelamos la paz al igual que siempre disfruto con mis visitas a tu blog y con la lectura de los regalos que nos dejas a tus lectores.
ResponderEliminarUn abrazo
Aprovecha y atranca puertas y ventanas, no sea que se escape.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amiga Isabel,
ResponderEliminarBuena entrada ésta del dios Jano en tu espacio. Y me digo yo que también podrías haber incluido en esos deseos de Paz a los de mi género, a los luchadores con armas, que eran los principales agentes y víctimas también de las guerras.
Ahí va Ovidio con sus versos de deseo de paz, trayéndonos al dios Jano:
Ecce tibi faustum, Germanice, nuntiat annum
inque meo primus carmine Ianus adest.
He aquí, Germánico, que Jano te anuncia un año feliz,
y es el primero que aparece en mi poema.
Vet aquí, Germànic, que Ianus t’anuncia un feliç any,
i és el primer a comparèixer en el meu poema.
(Ouidius, Fastorum liber primus, 63-64)
Un beso,
Antonio
ResponderEliminar(En algún momento, me imaginé al ácrata un actor o director teatral, pero el leit motiv de las citas y referencias con la tragedia clásica, creo que van por el lado de ser en sí un engranaje de algo más amplio frente al destino y su involución.)
En Chile estamos a unos días de una elección donde el oligopolio que gobierna nos ha vendido la elección como una tragedia, sin alternativas de un destino más bien monocromático y carente de cambio de fondo.
Un gran abrazo libertario para tí.
Ojalá fuera ésta el fin de todas las guerras y la paz no más que una quimera.
ResponderEliminarBesos
PD Leí la crítica a tu novela y me gustó que fuera tan abarcativa. ¡Enhorabuena y felicidades!
Tal cual tù los has dicho amiga,la PAZ sigue siendo un sueño que espero vivir para verlo y sentirlo real!!!
ResponderEliminarP.D.:Pensar que se han librado guerras interminables en el nombre de la PAZ,un horror de la humanidad!!
MIS BESITOS
Me encanta aprender cosas nuevas.
ResponderEliminarNo tenía ni idea de que la puerta del templo se abriera y se cerrara según los tiempos de guerra y paz.
Ojala hoy se cerraran todas las puertas de los templos!
Un beso
Lala
de dónde sacas tanta inspiración Mujer de Roma... es un manantial privado o podría ser que también me permitan beberlo yo?
ResponderEliminarUn verdadero himno de paz. Hermoso, amiga. Abrazos.
ResponderEliminarLas mujeres hemos sido siempre las sufridoras, las que quedábamos en retaguardia, esperando la vuelta del marido, del padre, de los hijos. Siempre penando por ellos en la soledad o en compañía de otras mujeres. Y las que teníamos que continuar la vida, en la desolación, sacando adelante a los demás hijos, la casa, dándoles de comer, rodeadas de la miseria provocada por la guerra.
ResponderEliminarAhora hay mujeres soldado. Pero nunca somos nosotras las que provocamos las guerras, ni las que las que las protagonizamos. ¿Por qué no tomamos las riendas y acabamos con ellas?
Un besito, Isabel
Nuestro mes de Enero se lo debemos a Jano. El que no existiera guerra en Roma, sería muy duro.
ResponderEliminarEl que la mujer tuviera un papel preponderante en esa sociedad, era una utopía. No puedo dejar de pensar cuando una mujer romana paría tenían que vendar a los niños y el padre ver si era idóneo para adoptarlo como propio y hacerse cargo.
Me uno a los gritos de alegría. Hay que converger los esfuerzos de la guerra por la defensa de las mujeres.
Saludos.
El título de tu entrada, podría ser una realidad. ¿Te imaginas?
ResponderEliminarUn saludo.
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ResponderEliminar...el día en que los gobernantes dejen de arrebatar y comiencen a dar de si... cuando los estados fomenten y se decidan a construir una cultura de paz que extinga la cultura de la guerra... cuando la industria armamentista deje de ser un negocio súper lucrativo... diremos que estamos en el camino de lograr un mundo de paz...
mientras, pongamos nuestro grano de arena, conectándonos con ese ideal, para ser cada día más y más pacíficos... más fraternos para que empecemos caminar en ese rumbo...
Que buena reflexión nos permite este post que nos muestra como se alegraban cuando terminaban las guerras en aquel lejano pasado...
Gracias Isa por tu comentario... mis mejores deseos para vos y te auguro más y mas éxitos en este año 2010, que Yo Soy te guarde y dirija tus pasos
Va un abrazo
Qué historia tan bonita nos traes de la mano de tu ingenio, y del Dios Jano. Igual, si hoy en día utilizáramos más símbolos, pondríamos más energía al unísono pidiendo por la paz, y quién sabe, si esa energía podría hacer algún milagro.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte
Me uno a ese anhelo de paz... Un beso Isabel
ResponderEliminarLa paz no es sólo la ausencia de guerra convencional. Es algo más: la ausencia de injusticias.
ResponderEliminarLa paz: una quimera, una utopía, pero necesaria.
¿Qué sería de nosotros, pobres mortales, sin sueños a los que agarrarnos?
Un saludo.
Con el desembarco de los marines en Haití para tareas humanitarias uno fantasea con la posibilidad ed que algún día los ejercitos sirvan solo para eso...para llevar hospitales provisionales y montarlos en un santiamén, tender puentes y evacuar heridos...ojalá
ResponderEliminarPD a mi me sonaba algo del templo de Bellona, en el Colis Capitolinus...
La paz es un sueño, pero también es cierto que la paz muchas veces solo se puede conseguir con sangre.
ResponderEliminarLo malo es que es sangre de gente inocente.
Saludos.
¡Que feliz me sentiría si el titulo del post, fuera mañana el titular de todos los periódicos!
ResponderEliminarPor desgracia además de las guerras hay muchos otros motivos de aflicción. Hoy no puedo dejar de pensar en los haitianos.
Tenemos que librar cada día muchas batallas, con la pobreza, con la enfermedad, con la incultura y la ignorancia; son las batallas diarias de una guerra sin armas.
Ay, que mal lo pasarian las mujeres de Roma, siempre con esos "tipos" tan belicosos... ¡Que tiempos, amiga!
ResponderEliminarUn abrazo
Ojalá las puertas del Templo de Jano se cerrasen para siempre porque nunca jamás hubiese más guerras. Ojalá, mi querida Isabel.
ResponderEliminarOjalá y El Templo de Jano cerrase para siempre sus puertas...
ResponderEliminarUna vision optimista: la guerra terminó...
ResponderEliminarUn símbolo que me soprendió: las puertas del templo cerradas, porque Jano está ya en su casa...
Un post interesante y enriquecedor. Tengo tanto por saber: qué suerte!!!
El intercambio bloguero, nos aporta tanto...
gracias Isabel. Un gran abrazo.