¿Por qué demoras tu llegada, Aurora? Ven cuanto antes: quiero ver a tu luz el rostro de mi amado, sus párpados velados por el sueño, los labios entreabiertos como si, agotados por los besos de anoche, esperasen la energía del sol para volver a la vida.
Ven, Aurora, y apenas desde tu carro vislumbres las colinas de Roma, detén durante unas horas tus caballos. Concédeme por hoy contemplar así a mi amado: confiado y feliz en su reposo, adorable como el hijo de Venus, inerme ante mí sin su verbo de poeta.
Déjame poseer su belleza y su silencio.
Os dejo este enlace de Ojos de papel con una crítica de mi novela Dido reina de Cartago.
* Baño de Psyche.Leighton. Imagen sacada de internet.
** Cielo sobre el Tíber. Roma.
Madrugar, aurora, amores, poeta
Madame, lo suyo es tremendo!
ResponderEliminarPero qué bien compite con Ovidio! Es realmente admirable, bellisimo!
Ya estoy deseando leer otra de sus maravillosas historias.
Buenas noches, madame, que tenga un feliz fin de semana.
Bisous
Un hermosísimo ruego. Abrazos.
ResponderEliminarDiferentes puntos de vista: tambien es precioso este sentir.
ResponderEliminarBesos...!!!
La noche y la aurora que diferentes maneras de amar.
ResponderEliminarUn abrazo
Aurora dichosa de los rosados dedos.
ResponderEliminarLos ojos del poeta saben verla hasta desde perspectivas contrapuestas.
Tres hurras a Corina.
"...inerme ante mí sin su verbo de poeta" Jjejejeje ¿está Corina cansada de la verborrea de Ovidio?
ResponderEliminarBromas aparte, un muy bello y delicado texto.
Un abrazo.
Su belleza y su silencio...a veces son la misma cosa.
ResponderEliminar¿Sabe que de ese sentimiento de Corina nos hacemos partícipes otras mujeres enamoradas? Las tinieblas de la noche no dejan ver la realidad de las cosas, aplcada la razón en las marismas tenebrosas de las tinieblas nocturnas. El ser que dormita a nuestro lado es simplemente tacto, respiración, calor. La aurora nos permite reencontrarnos con el sentido de la vista. Nos cercioramos de que el ser que nos acompaña en la dulzura de las sábanas es aquél con el que nos unimos en el día precedente.
ResponderEliminarUn beso, Isabel, y enhorabuena por tu gran sentido de la creación lírica clásica
Sí, es otra forma de verlo, pero con la misma pasión, creo.
ResponderEliminar:D
Un beso
Lala
Bien los saben los amantes y mejor aún las mujeres amantes..
ResponderEliminarLa aurora conjurada es cómplice de su amor.
Así ha sido y seguirá siendo por los siglos de los siglos ;)
un abrazo inmenso querida amiga ;)
Pese a que la belleza de tu prosa es equiparable a la de Ovidio, en este caso me quedo con su versión. Hay noches en los que no te gusta que llegue la Aurora. Y más con el fresquito que hace.
ResponderEliminarBesos
A mi me ha llamado la atención el post anterior y éste. En uno: cruel aurora y éste Corina llama a la aurora.
ResponderEliminarEn polos opuestos, pero la Aurora es anhelada.
Bellas imágenes, bellos textos.
Qué tal va el asunto del libro. Será un éxito, te lo mereces.
ResponderEliminar!Cuanta sutileza la de Corina! femenina contemplando al amado poeta. Suaves palabras las de aquella que acepta los picotazos del gorrión en sus dedos, aquellos que inventa el sensual y enamorado Catulo.
ResponderEliminar!Salves dulce escritora bajo el rosado amanecer que soñanoms!
!Aves a tu niñita y a tí feliz abuela! Un cariño de Quinto.
Y que sea en silencio.
ResponderEliminarBienvenida tú al nuevo año, felices días, besos y amor.
Tus palabras necesrias que no falten.
Enhorabuena por tu magnífico blog. A mi también me encanta Roma. Recibe un cordial saludo.
ResponderEliminarInerme el poeta en su sueño sin verbo. Bellísima petición de Corina amante. Precioso, Isabel.
ResponderEliminarUn beso.
Lindo. Pero lo maravilloso fue el nacimiento de Elena. Me emocioné muchísimoooooo.
ResponderEliminarMuchas felicidades.
Dale un beso de mi parte.
Tequierohermanita.
PD. Cuando tengas tiempito, pasa a leer un texto que le dedicaron a Movie.
Así va inundadno el amor la tierra.
ResponderEliminarHmmmm... Así nos hemos pasado el fin de semana de frío Ana y yo, con la intimidad y la dulzura de las sábanas calientes. No te digo más, porque mejor lo has expresado con tus tiernas palabras, Isabel.
ResponderEliminarPor lo visto,lo que para algunos puede tener un significado cruel,para otros puede contener la espera del ansia...
ResponderEliminarP.D.:Tal vez en la aurora,tambièn sucedan los milagros esperados del amor??
MI CARIÑO PARA VOS ISA ♣
La entrada es breve pero muy intensa y derrocha sensualidad y lirismo a raudales. A mitad de camino entre la cultura romana, la mitología -más griega que latina a pesar de la referencia a Venus- y la poesía amorosa de los "poetae novi", como Catulo.
ResponderEliminarPreciosa reflexión amorosa la que hace la amada a su amado en silencio, dormido en el lecho, esperando a la Aurora, la de los dedos rosados.
Un saludo.
Y es que tu Corina es magnífica...Un besazo Isabel.
ResponderEliminarBello, muy bello texto (mi madre se llamaba Aurora, y cada vez que leo su nombre aún me emociona el buen recuerdo que guardo de ella).
ResponderEliminarDeliciosas todas y cada una de las palabras. Es como un poema en prosa del que se puede disfrutar a maneras iguales de su musicalidad y de su lirismo.
ResponderEliminarSalud
Qué escena tan sensual y tan complementaria a la de Ovidio...
ResponderEliminarUn besito Isabel
Buenos días.
ResponderEliminarTe felicito por la semblanza tan interesante de tu libro en ojos de papel,merecido sin duda,defunción y promoción del arte.
En cuanto a esta delicia de entrada según sean los deseos del corazón los anhelos cambian una bellezaaaaa!
Un abrazo y mi admiración.
Ya me he dado un buen paseito por aquí... Genial tu blog amiga, te sigo desde mi Palabrafernalia!!! Besos y mordiscos
ResponderEliminarCreo que de ahora en más, robaré las palabras de Corina para llamar a la Aurora.
ResponderEliminarHermoso.
Besos.
Un único deseo, alargar y disfrutar el momento, y dos visiones del mismo.
ResponderEliminarUn texto precioso.
En otro orden: A Corina con Ovidio le pasa lo que a mi marido conmigo ( salvando la diferencia poética) que cuando digo que estoy afónica, él comenta " no me caerá esa breva ".
;)
Un saludo
Por cierto,Dido llegó a Canarias, aquí al ladito la tengo.
Una maravilla de texto : )
ResponderEliminarFeliz año : )
Besos
No es mala idea esa de poder retener el amanecer y la frescura de la mañana. Poder desperezarse con calma y contemplar el nuevo día.
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonito, Isabel, aquí se te ha metido la poesía en el cuerpo, y esa prosa maravillosa, que cualquier sufí hubiera escrito a la luz de la candela.
ResponderEliminarUn besazo
Ya vemos que la respuesta de Corina con respecto a la llegada de la aurora es completamente opuesta a la de su amante Ovidio. Si él ansiaba que la noche no terminase nunca, ella desea verle a él dormido plácidamente a la luz del día. Precioso texto, Isabel.
ResponderEliminarY yo apuesto por la opción de Corina frente a la de Ovidio... "Poseer su belleza y su silencio"... que increíble sensación.
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