Porcia va camino del templo de Juno a ofrendarle su bulla. ¡Ay, para ella han terminado los dulces días de la infancia!
Siento pena de Porcia. Su madre no podrá arroparla de noche ni acudir a abrazarla si tiene una pesadilla. A partir de mañana se verá sola, indefensa, violentada en su propio hogar porque así lo permiten la ley y la costumbre. Dormirá al lado de su marido, el rudo Marco, que no entiende de niñas, sino de carne joven.
¡Hacen bien las romanas en ofrendarle a la madre Juno su bulla la víspera de su matrimonio! Ya no necesitan ese amuleto para librarse de las envidias y el mal de ojo. ¿Quién envidiaría a una niña de doce años casada con un viejo?
NOTA 1: La bulla era un amuleto que llevaban colgado al cuello los niños y niñas libres. Solía ser un colgante de metal: de oro para los hijos de los patricios; de plata, cobre o bronce, para los plebeyos; los muy humildes llevaban simplemente un nudo en el cinturón. Se les imponía a los ocho días de nacimiento a las niñas y a los nueve días a los niños. Las niñas lo ofrendaban a Juno la víspera de su matrimonio; los niños, a los 17 años de edad la ofrendaban a los Lares o a Hércules.
NOTA 2: Debemos concienciarnos y luchar para que en nuestros días se erradique esa costumbre intolerable de matrimonios entre niñas y hombres mayores que se conserva en muchas culturas.
* Detalle de escultura de una niña. Museos Capitolinos. Roma.
**Flores en la terraza de Isabel romana. Valencia.
lo terrible es que hay paísis islámicos en que sigue vigente. Y no hacemos nada por impedirlo: nos tapan la boca con la religión...
ResponderEliminarEs tan difícil que desaparezcan esas costumbres como que desparazca el machismo, en muchos países por desgracia las niñas valen menos que una vaca, un camello o 10 ovejas.
ResponderEliminarBicos
Doce años y al matrimonio. A parir hijos, a criarlos, a obedecer.
ResponderEliminarLa vida libre era de la cortesana.
Que tristeza dan estas malas costumbres amparadas en absurdas creencias.
ResponderEliminarAún nos queda mucho a hombres y mujeres para terminar con ellas, creencias que se hacen ley por encima de las mismas, pero debemos seguir luchando por las libertades y los derechos de la infancia.
Tu entrada es una clara defensa de ellos. Gracias.
Un abrazo
Pobrecilla Porcia. Pero madame, aunque la edad para poder casarse comenzara en los 12 años para las niñas, espero que no fuera frecuente que las empujaran tan jovenes al matrimonio, y menos con ancianos.
ResponderEliminarUna intenta pensar que eran otros tiempos, que tal vez se hacian adultos antes, pero aun asi a los 12 años dificilmente se podia ser otra cosa que una niña.
Buenas noches, madame
Bisous
-!Juno...en tu altar dejo mi muñeca articulada, soy yo, lo sabes madre-
ResponderEliminarVivir o morir antes, ellos y ellas, a los 17 en el ejército, ellos, a los 14 matrimonio, ellas.
Ahora la niñez dura hasta los???
Besos y Aves dolientes.
Pobre Porcia, pobres niñas.
ResponderEliminarNo debe repetirse.
Saludos.
Es una costumbre horrenda. Increíble que aún no haya desaparecido.
ResponderEliminarBesos.
Pena dan tantas Porcias con su infancia truncada y violentada.
ResponderEliminarHabrá que decirlo en voz muy alta.
Besos.
Desde luego, hay que pronunciarse en este tema tan humillante y desesperanzador. Bien por traerlo a tu blog, Isabel.
ResponderEliminarPor cierto, no sabía lo de la bulla, qué curioso. ¿Tal vez lo de la medalla cristiana vino de aquí?
Un abrazo querida amiga
Que pena que esta costumbre siga existiendo en algunos paises...
ResponderEliminarEstupenda entrada.
Besos...!
Nefasta costumbre que se sigue celebrando en muchos lugares sin que se haga nada contra ello. Incluso me arriesgaría a afirmar que hay colectivos en este país que siguen haciéndolo... Debería estar no sólo penado, si no duramente perseguido.
ResponderEliminarSalud
La historia que nos traes lamentablemente sigue vigente en nuestros días, no sólo en esos países, anclados en la Edad Media más oscura, que todos tenemos en mente sin necesidad de nombrarlos; sino también en otros muchos lugares se dan casos de niñas a las que se roba su inocencia y su infancia por abusos sexuales a manos de adultos desaprensivos. Uno de los mayores crímenes que se pueden cometer, porque esa infancia no se podrá recuperar.
ResponderEliminarSaludos.
Ay, Isabel, hay un refrán que ilustra esa perniciosa y ominosa costumbre que también se observaba en el mundo romano, a juzgar por tu ilustrativo relato y es que "al gato viejo siempre le ha gustado el ratón tierno". Y sí, nuestra sociedad debe concienciarse y luchar porque en otras sociedades se erradique esa costumbre y también por erradicar la pedofilia en nuestro mundo, que al fin y al cabo es lo mismo o peor. Un beso fuerte, querida amiga y muy feliz finde.
ResponderEliminardada la última frase de la notación, que aunque no lo dice nos introduce a concluir en ello, en buena fe eso si.
ResponderEliminarIsabel: es un anacronismo sacar conclusiones en el siglo XXI bajo un prisma de necesidades del siglo XXI sobre datos del siglo -I, lo que ahora está mal, entonces puede que estuviera más que bien, o siendo más precisos/as fuera una necesidad social de supervivencia global en todas las culturas de aquellos entonces.
También es un anacronismo social, situarse en Europa y sacar conclusiones de las costumbres en el corazón de las tinieblas de Africa o del Amazonas.
Ahora bien, sería buena costumbre EN ESPAÑA, en estos tiempos que corren, que ante cualquier sospecha, por ejemplo la de un maestro, un juez se presentase, y preguntase a solas al menor, si lo está haciendo libremente, y si no fuera así "empapelara" ejemplarmente a más de uno, además de impedir el acto.
¡Qué poco protagonismo tuvuieron las mujeres romanas!¡qué poco valoradas! y a la vez que valientes tuvieron que ser. Y eso sin contar con el nacimiento de los hijos...
ResponderEliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarJajajajajajajaja
ResponderEliminarCreo que me rìo de los nerrrrvios!!!
Que horror,amiga mìa,12 añitos nada màs??
P.D.:Esas costumbres me temo que hoy en dìa en algunos paìses no se han perdido...
TE DEJO MUCHOS BESITOS
A veces se cometen auténticas barbaridades amparadas en el nombre de la cultura...
ResponderEliminarUn saludo!
Que aún haya Porcias a esta altura de los tiempos, es uno de los fracasos más intolerables de la humanidad.
ResponderEliminarMil besos Isabel
Me dan escalofríos de pensarlo...
ResponderEliminarEs terrible el hecho de que uno no pueda elegir, y más terrible aún que se imponga a esas edades.
Y lo peor es que se siga practicando.
Horrible!
Un besito
Lala
Ojalá se erradique esta costumbre bárbara y despreciable.
ResponderEliminarAquellas costumbres que todavía siguen vigentes en muchos lados de este nuestro planeta en decadencia. Abrazos.
ResponderEliminarIsabel, retomo la lectura de este gratísimo espacio, y te doy mi enhorabuena más sincera por todos los éxitos que Dido está teniendo de tu mano.
ResponderEliminarEste beso
Qué horror :(
ResponderEliminarBesos, Isabel.
Tantísimas aberraciones contra niñas y niños Isabel, tantos adultos que solo entienden de carne joven. Qué bien lo dices. Cuánta rabia y tristeza me han resucitado tus palabras.
ResponderEliminarGracias, querida Isabel.
Muchas gracias.
Cuando cuento estas cosas a mis alumnos de ESO siempre alguien pone cara de horror, pero se reconforta pensando que "son cosas de romanos". No tardo nada en hablarle de lo dura que es la vida de muchas niñas que no tienen su misma suerte en otros países...
ResponderEliminarMuy interesante, la vida en otras epocas debio haber sido dificil.
ResponderEliminarSaludos.
Hola, es la primera vez que paso por aca, estuve mirando tus escritos y realmente me gustaron. Me agrada muchisimo tu manera de expresarte.
ResponderEliminarBesos, cuidate
Isabel, las herencias a veces no enriquecen, esta es una de ellas. El abuso es totalmente vigente.
ResponderEliminarAbrazos mas que temerosos.
Sergio Astorga
De esas flores azulitas, hay muchas por acá, todo el año. Ahora las mujeres ya no se casan y tienen a su primer hijo, casi a los 40...Desgraciadamente, las niñas siguen estando en peligro de ser abusadas.
ResponderEliminarDesde México, un abrazo.
Me alegro Isabel, de toda la promoción y los actos que vas haciendo de Dido Reina de Cartago, acabo de ver el vídeo de UPV.
ResponderEliminarte felicito.
Es fatal esto. Fatal.
ResponderEliminarTanta conciencia que dejan tus letras.
Besotes amiga mía.
No sabía que esto también había pasado en la antigua Roma. Es nefasto, antes y ahora. Besos y buen fin de semana!
ResponderEliminarQue realidades tan tristes debían vivir las niñas!!!
ResponderEliminarEl fin de la inocencia!!
Abrazos!
Amiga Isabel,
ResponderEliminarMuy acertada tu explicación del matrimonio que concertaban en Roma los padres de una niña con un hombre, que podía perfectamente triplicarles la edad. De acuerdo en que todo ello es una aberración.
Y añado más: ¿qué podemos pensar cuando vemos por la calle a una pareja, pues eso parece que es, formada, por una jovencita de unos treinta años, cogida de la mano de un hombre de más de setenta? No tengo la impresión de que la tal jovencita haya sido obligada. ¿No será que anda detrás de algo, que no es precisamente el Amor por el que parece ser su marido provisional.
Te envío un beso,
Antonio
Léase
ResponderEliminarprovisional?
en lugar de
provisional
Isabel, queridísima Amiga.
ResponderEliminarTal vez el barco no tenga las velas tan henchidas como en otras épocas, pero por algo la Bitácora es de Cristal.
En ella queda el aliento de todos aquéllos amigos que me han hablado cosas profundas con el corazón abierto.
es una marca indeleble, que siempre se conservará allí, y tu aliento es uno de los que se destaca, quedó plasmado en color rubí.
Seguí mágicamente su rumbo allende los mares, y aquí estoy, apouando plenamente tu admirable exposición sobre las lacras de la humanidad, que aún cuesta tanto erradicar.
ABAJO LA PEDOFILIA, que alguna vez todos los niños, al decir de Serrat, puedan "joder sólo con la pelota", al decir de ESOS LOCOS BAJITOS.
Y las niñas será con sus muñecas, o sus playsatation, qué más da, pero no con monstruos, hagamos votos que así sea.
Recién veo tu foto, apa, ahor me cierra más conociendo tu imagen, todo lo que vales como ser humano y artista excepcional.
Un besazo
Bárbara costumbre (por más que provenga de los clásicos)y que hay que erradicar para no condenar a una verdadera muerte en vida a ninguna niña en ningún lugar.
ResponderEliminarBesos
Gracias por tu comentario a mis "historias de dragones". Me complace enormemente tu seguimiento de mi blog con el que intento poner un entorno "terrenal" y prosaico a páginas tan de altura tan líricos dentro de su realismo y tan inspiradores (doy fe) como esta (particularmente) o las de Antonio Martín o de las Dames y Madames que te acompañan (seguro que hay varias más que me pierdo pero no doy más de sí de momento). Vosotros ponéis el primer plano y yo busco el ruido y la polución de la calle.
ResponderEliminarVi los videos de tu presentación, elocuentes sencillos y llanos como corresponde a la gente de espíritu y fondo. Ya tengo encargado tu Dido y he de pasar a recogerlo. Seguro que tu inspiración superará con creces mi información. Como siempre. (Como ves, mi tendencia al desparrame es crónico).
Muchos besos
Isabel, perdona el off-topic pero por si no te lo ha comentado nadie, cada vez que cambias de página en tublog se abre una nueva página con publicidad (pop-up). Normalmente es un código que se pone con los analizadores de estadísticas gratuitos como el que tienes en tu blog (webstats.motigo.com...).
ResponderEliminarPor favor, no publiques este comentario.
Saludos
La mar de injusto, niñas viudas condenadas a aislamientos, a truncar sus vidas para siempre, a veces las costumbres antiguas son tan absurdas...
ResponderEliminarUn abrazo Isabel, bonito fin de semana.
Simpatizo con el rudo Marco y su fascinación por la carne joven. Suerte.
ResponderEliminar.
ResponderEliminar...si, eso observaba en Alhamikamna, donde las muchachas se inician en la vida sexual activa entre los doce y 15 años, es una costumbre arraigada en el pueblo... lo ven como algo natural, pese a que las leyes del país (Nicaragua), permiten la libre vida sexual, solo después de alcanzar la mayoría de edad que es a los 18 años... los menores pueden casarse sólo con el consentimiento expreso de los padres del menor
interesante conocer sobre esas costumbres romanas sien en ese entonces la cuna de la civilización...
Te mando un arbazo fuerte...
A mí también me da pena de Porcia y del fin abrupto de su infancia.
ResponderEliminarEs una vergüenza que, en la actualidad, sigan existiendo países con esas costumbres.
Un fuerte abrazo.
Nunca mais como dicen en mi tierra. Nunca mais las niñas así, mujeres de golpe, sin infancia, sin sueños.
ResponderEliminarAparte de todo, bonitas flores.....
Un beso
Negro destino el de algunos niños, consentido y aceptado en tantas sociedades, ¡qué terrible!
ResponderEliminarBesazos, Isabel querida.
Una pena perder la infancia antes de tiempo. yo tengo esas flores tabién en mi balcón de BCN. Plumbago, aunque en mi pueblo de Sevilla le llaman "celestina"
ResponderEliminarUna historia antigua que como dices y lamentablemente se repite actualmente en algunas culturas y no muy lejanas.
ResponderEliminarUn abrazo
Ojalá en la actualidad esto ya no existiera, pero la realidad es otra. ¡y es terrible!
ResponderEliminarHola Isabel!
ResponderEliminarEs inimaginable el horror que debían sentir, y todavía algunas hoy sienten, las niñas al llegar al matrimonio. Esa ruptura sin transición con la infancia debe ser muy dolorosa. Creo que podemos sentirnos muy afortunados.
Un beso!!
No sé que encuentro más cruel... si el hecho en si... o el reconocimiento de lo que supone... no lo sé...
ResponderEliminarEs una barbaridad y me duele pensar que aun hoy, en muchos lugares se sigue practicando.
ResponderEliminarBesos