Hermes,
abandonando apresuradamente la mesa con los postres,
atraviesa raudo los espacios para entregar su mensaje.
Cómo se conmueve el aire.
Y cómo tiembla la tierra bajo sus pies alados,
formidable en su vuelo fulgurante de rayo.
A su paso,
dejan los labradores sus arados y los pastores,
expectantes, apartan por un instante la vista del rebaño.
¿A quién avisará?
Pero pasado el mágico momento
vuelven a sus ocupaciones sin asombro.
A nadie con sentido común puede extrañarle
que los dioses comuniquen sus planes a los hombres,
porque si el hombre se disgusta, ¿quién los nombrará?
Dentro de la estrategia de los cielos
tender un puente de palabras es lo más natural.
abandonando apresuradamente la mesa con los postres,
atraviesa raudo los espacios para entregar su mensaje.
Cómo se conmueve el aire.
Y cómo tiembla la tierra bajo sus pies alados,
formidable en su vuelo fulgurante de rayo.
A su paso,
dejan los labradores sus arados y los pastores,
expectantes, apartan por un instante la vista del rebaño.
¿A quién avisará?
Pero pasado el mágico momento
vuelven a sus ocupaciones sin asombro.
A nadie con sentido común puede extrañarle
que los dioses comuniquen sus planes a los hombres,
porque si el hombre se disgusta, ¿quién los nombrará?
Dentro de la estrategia de los cielos
tender un puente de palabras es lo más natural.
Buf. el mensajero me ha dicho que por fin estoy tras las nubes, pero los geniecillos y los sátiros me encuentran, y esto aún me conmueve.
ResponderEliminarSiempre me encantó Hermes y, sí, yo también abogo por las palabras ;-)
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn puente de palabras es lo que tu tiendes permanentemente ¿debo llamarte diosa?
ResponderEliminarEsperemos que el mensaje de Hermes sea de buen augurio, y, si es de mal augurio, que los destinatarios no maten al mensajero. También cabe suponer que Hermes, por su cuenta, esté tramando alguna fechoría.
ResponderEliminarUn abrazo, amiga Isabel,
Antonio
"...Dentro de la estrategia de los cielos tender un puente de palabras es lo más natural."
ResponderEliminarMaravillosas tus ùltimas palabras!!!!
P.D.:Cuando nos quedamos sin armas,las palabras tambièn pueden serlo...
MI CARIÑO INMENSO AMIGA
♥
ResponderEliminarMe encanta Hermes. Me encanta esperar y recibir correo (cartas de papel)...
Y es claro, ¿quién se ocuparía de nombrarlos...?
Salud♥s
El hombre necesita a los dioses, necesita sus palabras, pero el hombre, tiene en sus manos cambiar de dios. Ellos son todopoderosos gracias al hombre que los subió al Olimpo.
ResponderEliminarBicos
Que precioso, madame!
ResponderEliminarCuando el puente de palabras lo construye usted siempre es solido y hermoso, y quedará para siempre. Futuras generaciones lo admirarán.
Buenas noches
Bisous
¿Qué hay acaso más sólido que un puente de palabras? Sólo y simplemente el esfuerzo y la pasión de la "gens classica".
ResponderEliminar...Un puente de palabras... O un rayo de palabras... O un granizo de palabras...
ResponderEliminarEl Tiempo, Kronos, es el único Padre de toda Verdad.
Y la Verdad de la Inteligencia nuestro único consuelo.
Tiempo al Tiempo.
Besos
De los Dioses, de la vida y de nosotros, los puentes unen o destruyen...
ResponderEliminarUn biko grande Isabel ;)
Muchos Hermes necesitaríamos.
ResponderEliminarY no sólo desde los lejanos dioses sino desde los incomprensibles humanos.
Un bello poema, Isabel. Besos.
Con mi sucia mirada sería capaz de encontrar a estos maravillosos versos significado político. Quién los nombrará? Aunque creo que a los políticos, precisamente, les gusta más no ser nombrados y poder choricear clandestinamente.
ResponderEliminarBesos!!
Hermes, personaje necesario, intermediario, imprescindible en aquellos tiempos, cuando no había correo ordinario ni electrónico, ni fax, ni teléfono... Dios de los cotilleos, de los ladrones, de los comerciantes, de los carteros.
ResponderEliminarSiempre necesario.
¡Ma punto al comentario de Antonio Ortiz!
ResponderEliminarLa palabra, tan necesaria, incluso hoy se desvirtúa.
Un abrazo
El único puente, verdaderamente fuerte y significativo que se puede tender es el de las palabras.
ResponderEliminarLa palabra es pan compartido, emoción.
Mercurio siempre atrajo mi atención, ya que a traves de Hermes se vincula con el Thot egipcio...
ResponderEliminarEn Valladolid, en el Pasaje Gutierrez, se exhibe una estatua muy bella de esta divinidad, que controlaba el comercio.
En el museo de Sevilla hay una escultura romana, de Italica, que quita el hipo...
Un abrazo, Isabel
isabel, terminé mi obra de teatro. está en fase de correccion y pulido, pero estoy muy contento.
ResponderEliminarTambién a mí me resulta simpático este dios... como un poco más humano...
ResponderEliminarPreciosa entrada, una vez más.
Un abrazo.
...a qué hora, a qué hora a que horaaaaaa...que eso ya me lo miré yo por interneteee!!! mándame un mensajero alado con la hora que estás firmandooooo!!!
ResponderEliminarbesotes con estréssss...
Isabel:
ResponderEliminarSi en mis años de estudiante de bachillerato hubiera tenido una profesora tan conspicua como tú, estoy seguro, de que la historia y la literatura clásica hubieran sido una gozada para mi.
Qué sabrosura leer esta que nos dejas de Hermes!
Un abrazo.
Mira si seré eficiente Hermes, hasta aquí llegaron tus letras!
ResponderEliminarTu puente de palabras no conoce de fronteras, Querida Isabel!
Abrazo muy apretado Querida Amiga!
¡Ah! Ésas tenemos, ¿eh? dioses coquetos y vanidosos que necesitan ser nombrados para estar contentos, en fin para existir. Estos labradores y pastores parecen ser muy conscientes de que nos sólo ellos tienen necesidad de los dioses sino de que los dioses también tienen necesidad de ellos.
ResponderEliminarEl bueno de Mercurio yo creo que fue a entregar un mensaje de alegría, por abandonar la mesa con los postres con tanta prisa, por volar tan raudo, y porque los augurios me dicen que ese momento mágico lo vivió alguien en su corazón.
En todo caso, es cierto que este vuelo y la visión que provoca, la expectación por un momento de los que trabajan en los campos y los montes y lo divisan son mágicos, como tu pluma. Momentos mágicos en los que el divino Hermes te inspira para tender un puente alado entre tu inspiración y nuestros corazones.
Una belleza, Isabel, que te quiero, ¡besazos!
Los dioses necesitan a los hombres (y a las mujeres), porque si estos no existen ¿quién nombrará a los dioses? Esa es la reflexión que más me ha gustado del poema. Los dioses son una invención nuestra; ellos nos dan la ilusión de la eternidad y ellos son una ilusión que solo existe en nuestras palabras.
ResponderEliminarImagino una mesa a la que se sentarían los dioses del Olimpo plena de especulaciones, aventuras y estratagemas para jugar con el destino de los hombres.
ResponderEliminarHermes, en su infinita rapidez, pasa raudo a la velocidad del viento, sin que los campesinos lleguen a verle realemente. Sólo es producto de su imaginación el haber visto la figura estilizada de un hombre dentro del vaporoso viento.
Dices que los dioses tienden un puente de palabras, pero no lo creo así. Hermes sólo comunica un destino ya decidido, no negociable.
Un besito
El hombre no es nada sin los dioses. Este es el mensaje constante de Homero. Pero mucho mejor si cuenta con la ayuda de Hermes, ese dios pillo, travieso, tremendamente vivo, dios de los caminantes y de los salteadores. Un dios muy muy humano, o muy cercano a los humanos, por eso siempre tuvo tanta aceptación y simpatía, incluida la mía. Un saludo muy cordial.
ResponderEliminarBello y alado hermetismo. Genial paradoja: La palabra y su valor demiúrgico en nuestra relación con los dioses y con nuestro destino. Una vez más, deslumbrado por tanta sabiduría.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel
El hombre no es nada sin los disoses. Este es el mensaje constante de las obras de Homero. Pero mucho mejor si cuenta con la ayuda de un dios como Hermes; ese dios tremendamente vivo, pillo y veloz, dios de los caminantes y de los salteadores de caminos. Un dios muy muy humano, o cercano a los hombres, y por eso siempre tuvo tanta aceptación y simpatía, incluida la mía. Un cordial saludo, Isabel.
ResponderEliminarUn puente de palabras, querida amiga. Qué bonito y cuánto edificamos en tu casa...
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras de apoyo. cuando tenga ya clara la version definitiva me gustaria enviartela. es mitologica, de lenguaje muy clasicote. yo creo que te podria gustar.
ResponderEliminar"A nadie con sentido común puede extrañarle
ResponderEliminarque los dioses comuniquen sus planes a los hombres,
porque si el hombre se disgusta, ¿quién los nombrará?"
¡Genial pregunta retórica, Isabel!
El hombre necesita a los dioses y por eso, los inventó... ¡Es una verdadera tragedia para nosotros!
Estamos muy solos sin ellos.
Gracias por tu paso por mi blog.
Un abrazo desde Argentina.
Y con esa impresionante naturalidad lo cuentas. Genial Isabel.
ResponderEliminar¿Estuviste en Badajoz? Si así fue, me hubiera encantado conocerte.
Un abrazo grande.
Ese mensajero de los dioses que actuaba como vehículo entre los mortales y los seres supremos, pues éstos necesitaban de los humanos para así ser invocados. Magnífico texto, querida Isabel, con tu saber hacer de siempre, magnífica tu pluma. Un beso fuerte y pasa un finde estupendo, amiga mía.
ResponderEliminarHuy, te escribí el mensaje desde el blog de mi madre sin darme cuenta de que era ella la logueada y no yo (leonor)
ResponderEliminarHermes, hermoso mensajero, vuelve otra vez...¿ o es que has elegido a Isabel y la tienes bajo tu protección para hechizarnos con sus palabras?
ResponderEliminarMaravilloso, Isabel.
Hola Isabel:
ResponderEliminarLe pediré a Hermes que tienda un puente de palabras para que sepas que te sigo leyendo con todo el cariño del mundo, aunque a veces la pereza haga que no te escriba como debiera.
Besos
Me encanta: Hermes tiene un buen trabajo y tú, un buen talento. Saludines.
ResponderEliminarLindo Blog! Parabéns...
ResponderEliminarVim convidar pra ver meu último vídeo. Homenagemà pintora Frida Kahlo, no Blog: SENTIMENTOS.
http://sentimentos-jacque.blogspot.com
gracias
Jacque
¿Qué sería de los dioses sin nosotros? Y ¿qué sería de nosotros sin ellos? Son el reflejo de nuestras pasiones y nos ayudan a nombrarlas. ¿Qué hago sin Venus? ¿Y sin Atenea? No, no quiero imaginarlo.
ResponderEliminarQue los dioses nos protejan.
Un beso grandísimo, querida Isabel.
Apasionante texto, magnífico...
ResponderEliminarGracias Isabes, me gustan tus aventuras en tu bloc.
Un beso.
Esa Cabeza de Hermes es realmente hermosa,muy hermosa una delicia para la vista.el mensaje de Hermes es de buen augurio,además tu eres el puente.
ResponderEliminarUn beso.
Sy..es maravilloso leer los texto a las fotos...¿de quien son? ¿Tuya? ...ke encanto...me gustaria copiar algo de ellas ....me lo permites...par mis fotos del flickr? puedes ver mis fotos en el flickr lameato feliz Gracias
ResponderEliminaryo soy Jxhóse..er dos)