“Furio, no está mi pequeña villita “azotada”
ni por el Austro, ni por el Céfiro,
ni por el fiero Cierzo invernal,
sino por una hipoteca de quince mil doscientos sestercios.
¡Qué diferente condición atmosférica!”
CATULO (siglo I a.C.).- Traducción libre de Ernesto Cardenal
NOTA 1.- Austro, Céfiro y Cierzo son nombres de vientos. No os desaniméis, queridos amigos, los que tengáis hipotecas. También ellas pasarán...
*Vista de la Villa de los Quintili, en la vía Appia, cerca de Roma.
**Detalle de la decoración de una jamba en el Ospedale Santo Spirito in Sassia. Roma.
**Detalle de la decoración de una jamba en el Ospedale Santo Spirito in Sassia. Roma.
Se quedó corto cuando dijo que era una condición atmosférica... mmm... desconocía por completo que esta condena existiera desde aquellos tiempos, curioso dato. Un abrazo.
ResponderEliminarPues, " a mal tiempo, buena cara"
ResponderEliminarUauh, el mismo airecillo que corre por los adosadetes de la Costa del Sol...
ResponderEliminarLas crisis mi querida Isabel, son iguales, sino que peores en todos los tiempos a través de la historia.
ResponderEliminarBesiño!
Sí, sí, pasarán... ¡Pero ya podían "haber pasado"!
ResponderEliminarQué genial, no la hipoteca que sufría el pobre Catulo sino la constancia de un problema tan recurrente y antiguo.
ResponderEliminarTodos los vientos pasarán, sí, sin duda, como las tormentas y las luces del verano y aquéllas de la primavera, todos pasarán. Las alegrías, las melancolías, las hipotecas pasarán, fluyendo con el universo.
Así pues, carpe diem! mi querida Isabel, a ese dulce goce cotidiano te insto a ti, a los tuyos y a todos los amigos aquí presentes. Descuidad, que yo también me lo he tomado a pecho.
Agarremos el día, con la fuerza de Dido en la cueva un día de lluvia, esta vivencia (en tu feliz narración) tiene la fuerza de lo eterno.
Un abrazo, mi querida Isabel.
Enhorabuena por todos tus éxitos, este verano Dido paseará alguna tarde por el Mediterráneo, seguro.
Oportuna cita.
ResponderEliminarCualquier tiempo pasado fue peor.
Besos.
Isabel, me has abierto las ganas de releer a Cátulo y solazarme con su humor, a veces socarrón, pero siempre vivo.
ResponderEliminarEsto de las hipotecas... ¿Quién no las tiene? Y desde antiguo, claro.
Un besazo.
Hoy, mucho más que ayer, con esta crisis galopante desaparecen las villas por los vientos fétidos bancarios que corren.
ResponderEliminarSalud y República
Suscribo lo que dice Xibeliuss.. ¿a qué esperan?
ResponderEliminarUn abrazo
El hipermodernismo de Catulo es fascinante. Es una casualidad, pero hace dos meses me leí dos veces su obra. Con tanto hacer caso de las "novedades" del mercado editorial, olvidamos que todo viene de aquellos tiempos, que eran personas que vivían con sus preocupaciones, como nosotros, que no eran figuras estilizadas pintadas en vasijas.
ResponderEliminarGracias por tarernos algo tan magnífico, Isabel.
bueno, ahora nos salvemos de que nos echen al circo romano con loas leones si no pagamos, jejeje, auqnue no sé qué será peor hoy en día
ResponderEliminarun bs
Una consoladora entrada, pues nuestros problemas hipotecarios los sufrían hasta los antiguos romanos.
ResponderEliminarBueno,en algùn punto es alentador pensar que unas buenas ràfagas de vientos podràn colaborar en saldar toda deuda!! ;)
ResponderEliminarjajajajajjjjjjjj
BESITOS AMIGA
¡Y yo, ilusa de mí, que pensaba que era un problema moderno! Ya veo que eso de comprarse una domus en primera líena de playa o en el campo ya era un quebradero de cabeza para los romanos. Claro, tanto canto en honor de lo pastoril y d ela vida bucólica hace que se ponga de moda el campo...
ResponderEliminarUn besito
Pasarán, pero ojalá no nos lleven -como el viento- con ellas.
ResponderEliminarCurioso texto, muy buen rescate.
Pues deberá haber un gran vendaval para que estas hipotecas desaparezcan.
ResponderEliminarUn beso
Amiga Isabel,
ResponderEliminarLa traducción que nos presentas de Ernesto Cardenal, no es que sea libre, es incluso libérrima y equivoca el texto original. Dejo aquí el texto latino y una traducción alternativa. Todo ello puede consultarse en los enlaces que pongo, teniendo en cuenta que en el texto Latino he cambiado v por u, por ser más auténtico. También he hecho alguna corrección en el texto castellano.
Un abrazo,
Antonio
Texto Latino
C a r m e n X X V I
[Ad Furium]
_____________________________________
Metrum: hendecasyllabus
Furi, uillula uestra non ad Austri
flatus opposita est neque ad Fauoni
nec saeui Boreae aut Apheliotae,
uerum ad milia quindecim et ducentos.
O uentum horribilem atque pestilentem!
Traducción alternativa
Poema XXVI
Furio, tu pequeña quinta no está expuesta al soplo del Austro ni del Favonio
ni del crudo Bóreas ni del Afeliota, sino a quince mil doscientos sestercios. ¡Ay,
viento cruel y apestoso!
Pasa el tiempo, pasa el tiempo, y los problemas no cambian. Sin embargo, es verdad, los vientos, siempre pasan.
ResponderEliminarBeso.
Catulo: pura actualidad.
ResponderEliminarSaludos,
Diego
La lástima son los cables en la fotografía.
ResponderEliminarPues sí, jeje, querida Isabel, no hay cierzo peor que el gélido cantazo que propina una hipoteca, jaja. Un besito.
ResponderEliminarPero hay algo en nuestro derecho que no estuviera presente en el derecho romano, como son los derechos de garantía, prendas, hipotecas,...?. Seamos humildes, no hemos inventado nada. Nuestro derecho es romano. Un abrazo
ResponderEliminar¿También a nuestros padres clásicos les pasaba esto? Dioses...
ResponderEliminarUn saludo.
Me maravilla Catulo, las voces ciertas son atemporales.
ResponderEliminarTe abrazo querida Isabel.
M.
Creer que hemos evolucionado, y repetimos lo mismo una y otra vez, ¡qué poca imaginación¡
ResponderEliminarAggggg.... Me hizo recordar aquellos tiempos en que uno estudiaba Derecho Romano...
ResponderEliminarJe,je,je....
Un abrazo, amiga
Nada de angustia eso trataremos.Estupendo.
ResponderEliminarBesos mi dama.
And what here to speak that?
ResponderEliminarThose who cannot remember the past are condemned to repeat it. (One should study history to avoid mistakes of the past).
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