Tiemblan los romanos. Se estremecen y se desesperan y sólo pueden detenerte en el lugar preciso por el que ya has pasado. Devoras, lames, crujes, creces, tiñes el cielo de negro luto. ¿Qué poder tienes, Fuego, que hasta te atreves con la morada de Júpiter?
NOTA: El 6 de julio del año 83 a.C. un incendio destruyó el templo de Júpiter Optimus Maximus en el Capitolio. Había sido construido a finales del siglo VI a.C.
NOTA: El 6 de julio del año 83 a.C. un incendio destruyó el templo de Júpiter Optimus Maximus en el Capitolio. Había sido construido a finales del siglo VI a.C.
El fuego no tiene miedo a nada.
ResponderEliminarLos fuegos eran habituales en la antigua Roma y, por eso, tras el incendio del año 6 d.C., el emperador Augusto crear el cuerpo de vigiles (vigilantes) que hoy podríamos llamar el primer cuerpo de bomberos profesionales de la Historia.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues mira, bien que lo siento, que hubiera sido una ruina magnífica para contemplar ahora. Pero el fuego no perdona ni al rey entre los dioses.
ResponderEliminarAve, Isabel, y un beso.
Poderoso señor es el fuego...
ResponderEliminarBesos
Y esto se llama Poesía
ResponderEliminarMe quede pensando en todos esos incendios arrasadores que no miden causas ni consecuencias!!
ResponderEliminarBESITOS MI AMIGA QUERIDA :)
Pienso a menudo en Pompeya, en cómo un instante puede arrasarlo todo.
ResponderEliminarTe desenvuelves tan bien en grandes párrafos como en pequeños...¡qué bien haberte encontrado!
ResponderEliminarAhora, besos y besos
Fijate si es poderoso el fuego que hasta se atreve con Jupiter.
ResponderEliminarBicos
En el fondo, todos las grandes construcciones de la humanidad han sido y serán devastadas por las fuerzas de la naturaleza para encontrar su verdadero sentido como ruinas. Aunque los que lo sufren no puedan comprenderlo.
ResponderEliminarMmm...qué me gustaría a mí poder contemplar el foro tal como fue.
ResponderEliminarNo sólo el foro, sino todo aquello de lo que hoy sólo quedan restos.
El fuego se abre paso como el agua y no respeta lugares sagrados. Una pena...
Besos
"Hasta con la morada de Júpiter", tengamos ánimo y valor, pero también recogimiento, humildad y piedad hacia la naturaleza que se expande destruyendo cuando grita y le grita hasta a los dioses.
ResponderEliminarBesazos.
Hola mariajesusparadela, dices muy bien. El fuego es de temer.
ResponderEliminarSaludos, javier, muy oportuna tu información acerca de la creación del cuerpo de vigiles. De hecho, aún se conserva una caserna en Roma, en el Trastévere, que incluso da nombre la calle. Creo recordar que era la VII cohorte vigil. Besos.
Hola isabel martinez barquero, el templo se reconstruyó varias veces, pues resultó dañado otras tantas. Fue ya en la edad media cuando cayó en la ruina y desapareció. Ahora quedan sus cimientos, bajo el palacio Cafarella, dentro de los Museos Capitolinos. Son sólo cimientos... y emociona. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola elysa, poderoso señor es, sí, quizá el que más. Besitos.
Hola ángel molledo, muchas gracias por ese piropo... Un abrazo muy fuerte.
Hola gabu, cuando el fuego hace de las suyas y corre loco por la tierra hay que echarse a temblar... Besos.
ResponderEliminarHola deb, sí, estremece pensar cómo en un momento todo desaparece. Un abrazo muy fuerte.
Hola virgi, como dicen los amantes del flamenco, hay que darle a todos los palos... Ha sido para mi una suerte encontrarte. Eres lunar. Un abrazo.
ResponderEliminarHola dilaida, no es raro que la antiguedad lo adoraran, porque es un señor implacable. Besos, querida amiga.
Hola pedro ojeda escudero quizá sí, quizá la mejor lección que nos dan los monumentos sea su propia ruina. Pero ¡ay! de momento, aléjese de mí. Besos.
ResponderEliminarHola África, a mí también me pasa eso de desear haber conocido un lugar en todo su esplendor. Pero luego me consuelo diciéndome que quizá sea mejor la imaginación que la realidad. Un abrazo muy fuerte.
Hola elena clásica, cierto que necesitamos tener respeto por la naturaleza, algo que hoy está prácticamente olvidado. Ni la valoramos ni la respetamos ni pensamos en ella, así que de vez en cuando ella nos da un aviso para recordarnos que está ahí.
ResponderEliminar¿Quién pide permiso hoy para entrar en tu bosque sagrado? ¡Ay Silana, ninfa amadora! Yo te imagino aún entre las hojas y las sombras. Y sólo te dejas sentir en el silencio.
Besazos, guapa.
Esperemos que detrás no hubiera otro avieso intento de recalificación urbanística.
ResponderEliminarQué poder tiene el fuego que hasta a veces incluso lo invocamos ? Quien no ha dicho nunca " quémame en tu fuego"...?
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