"Entre las leyendas recogidas (…) la del entierro de Julio César es, seguramente, una de las más antiguas. Corría entre el pueblo la fábula de que sus cenizar habían sido guardadas en la esfera dorada que remataba el obelisco del Vaticano, y añadía la leyenda, que aquel globo, puesto fuera del alcance de los ladrones, estaba recamado de piedras preciosas de incalculable valor y ostentaba esta bella inscripción:
César: fuiste un tiempo tan grande como el mundo,
pero hoy te basta con una diminuta tumba.
pero hoy te basta con una diminuta tumba.
Decíase que se había dado a César aquel sepulcro tan alto para que el muerto siguiese teniendo a sus pies el mundo, como lo tuviera en vida."
GREGOROVIUS.- “Roma y Atenas en la Edad Media”.
NOTA: Este texto se refiere a las leyendas que ya circulaban en Roma en el siglo X.
Muy interesante!!! Gracias y abrazos.
ResponderEliminarQue cantidad de fábulas se tejen alrededor de seres que han sido casi omnipotentes,verdad??
ResponderEliminarBESITOS ASOMBROSOS =)
Debe ser cierta.
ResponderEliminarQuerría que fuese cierta, Isabel.
El mundo, Roma, sigue estando bajo él.
Es posible que su eternidad en Roma sea más intemporal que en el cosmos infinito.
Un abrazo.
¡Que fabula asombrosa! César, la gloria y el poder de Roma. Un genio militar incalculable. Ave César.
ResponderEliminarQué extraordinaria perspectiva la de la historia. El mundo clásico, la Roma antigua mezclada con el medievo en un ambiente sacrosanto, Y César continúa dominando al mundo, más espiritual que nunca.
ResponderEliminarAve Cesar!
Besazos.
Hola fgiucich, gracias por tu saludo.
ResponderEliminarHola gabu, yo creo que hay unos cuantos seres que alcanzaron esa eternidad soñada. César es uno de ellos. Hubo algo en él, algo, que lo ha hecho eterno. Besos, querida amiga.
Hola antonio campillo, hay algo indescifrable en el amor y la admiración que sentimos por César. En el foro romano, donde se levantó la columna para señalar el lugar donde había sido incinerado (y que luego Augusto mandó tapiar), siempre hay algún ramo de flores. ¿Qué tendrá, que aún lo recordamos con tanta fuerza? En el 2005 yo también le puse una luz en las idus de marzo. Un abrazo.
ResponderEliminarHola silvana cufré, creo que ni siquiera los más grandes emperadores consiguieron hacer olvidar su nombre ni su gloria. César es Roma. Besitos.
Hola elena clásica, creo que ese es uno de los atractivos de Roma, esa extraña mezcolanza que se ha producido en todos los tiempos entre los antiguo y lo actual. Y esa admiración profunda hacia el pasado, que no cesa. Cada año, Roma es más Roma que nunca. Y César se sigue alzando como el primer día. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarSiempre he pensado que a.J.C. y d.J.C. significan secreta y realmente "antes de Julio César" y "después de Julio César".
ResponderEliminar(De Mujeres de Roma no puede perderse uno ni los comentarios, perlas sueltas del collar que nos engarzas)
Hola de nuevo Isabel, se que has estado visitando el blog Jeremy Sisto, te cuento que si estoy de vacaciones, pero solamente hasta el 20 de julio. Ya que, despues tengo que volver a la universidad para rendir exámenes. Para que sepas, soy de Córdoba, Argentina. También tengo otro blog, donde escribo poemas y otros cuentos. Recién estoy comenzando en el arte de la escritura, tengo que aprender mucho, pero aun con mi falta de experiencia escribo, porque de alguna u otra manera así se comienza. Mi blog es http://silvanacufre.blogspot.com/. Muchos saludos y viva Roma.
ResponderEliminarEl gran César ¿como no iba a tener leyendas?
ResponderEliminarBesos
Madame, qué delicia disponer al fin de esta mañana de domingo para ponerme al día con su novela. Asuntos familiares me mantienen bastante alejada estas semanas, y no veo el momento de regresar a la normalidad.
ResponderEliminarCuriosa la estrategia de las abubillas, y emocionante la invocación a la luna y a Divaida. Cómo maneja usted todos los detalles que componen la vida cotidiana y las costumbres!
Nos deja usted bien a punto para el desenlace de la escena que se está preparando. Confiemos en esa sabiduría de Rea Silvia, que la afronta con admirable entereza.
Ignoraba que circulase esa leyenda acerca de las cenizas de Julio César. Es una hermosa leyenda cargada de simbolismo, aunque solo sea eso.
Feliz domingo, madame
Bisous
Qué magníficas piezas cortas (intercapitulares) nos estás poniendo.
ResponderEliminar♥
ResponderEliminarGracias, Isabel, por compartir datos interesantes.
Saludos
♥
Etéreo e inalcanzable.
ResponderEliminarAsí son los que, siendo terrenales, pasan a ser dioses.
Besitos, Maestra.
Bien se deja ver que las leyendas urbanas no son una moda pasajera ni de ahora.
ResponderEliminarUna magnífica leyenda urbana.
ResponderEliminarBicos
La grandeza se demuestra en vida.
ResponderEliminarUn Mausoleo grande no te la da.
Besitos
Yo también creo, como decía Julián Marías en un artículo reciente, que el reconocimiento personal a las grandes personalidades se debe hacer en vida. Homenajes póstumos, mausoleos, etc, es una falta de respeto a quienes en vida no recibieron ninguna muestra de gratitud...
ResponderEliminarCayo Julio César: el gran escritor, el gran general... pero el cruel militar que sojuzgó a sangre y fuego a muchos pueblos indígenas portándose como un incivilizado. No tuvo inconveniente en debilitar a la República con tal de alcanzar sus objetivos políticos y enriquecerse. No creo que se pueda hablar siempre encomíásticamente de César. Debe someterse a crítica y situarlo entre los que participaron de la corrupción, los engaños, traiciones y luchas intestinas delúltimo siglo de la República. Leer a César sí, conocerle sí, pero mitificarlo no. Es lo peor para la historia.
ResponderEliminarTengo el libro de Ferdinan Gregorovius que cita. Lo compré muy barato en una de las librerías París-Valencia, ya hace unos años. Muy interesante.
ResponderEliminarAcabo de leer dos capítulos más de la novela. Perdí nuevamente el hilo y me he vuelto a quedar descolgado, lo que no significa que no piense leerla, pero me ha costado un poco reintegrarme. Entro en la ruta y acelero. Espero alcanzar nuevamente el principio a no mucho tardar.
Hay que ver la abubilla, qué contradictoria, nos regala la vista con su belleza y tortura nuestro olfato con su "aroma". Un saludo cordial.
Todos aquellos que han sido grandes en la historia de la humanidad, se han tenido que enfrentar a grandes desafíos porque así lo quiso su destino y ello los ha llevado a ser mas terrenales que ninún otro, con sus grandezas y sus miserias, pero asi y todo se han convertido en seres eternos y solo sus obras, triunfos y derrotas, perduran en el tiempo.
ResponderEliminarCésar al igual que Napoleón, Alejandro y Anibal, no escapa este, su destino eterno.