De Claudia Hortensia a su liberta Lálage. Salud.
Ayer me acosté muy disgustada y de pésimo humor ante la imposibilidad de estar en Roma hoy para seguir cuanto antes con nuestro trabajo sobre la fundación de Roma. Uno de los ejes del carro que nos transportaba se rompió inoportunamente y me he visto obligada a pernoctar en Bovillae. ¡Y aún debo agradecer a los dioses que el percance ocurriese cerca de la villa de mi amiga Valeria, donde me he alojado, librándome de dormir en una de esas posadas atestadas de gente que jalonan la vía Appia! Con todo, al levantarme esta mañana he visto las cosas de manera diferente.
Ayer me acosté muy disgustada y de pésimo humor ante la imposibilidad de estar en Roma hoy para seguir cuanto antes con nuestro trabajo sobre la fundación de Roma. Uno de los ejes del carro que nos transportaba se rompió inoportunamente y me he visto obligada a pernoctar en Bovillae. ¡Y aún debo agradecer a los dioses que el percance ocurriese cerca de la villa de mi amiga Valeria, donde me he alojado, librándome de dormir en una de esas posadas atestadas de gente que jalonan la vía Appia! Con todo, al levantarme esta mañana he visto las cosas de manera diferente.
Al contemplar el paisaje a la luz del amanecer, me ha asaltado un pensamiento: “quizá Rea Silvia vio estos mismos campos desde este mismo lugar”. Y, de pronto, ha desaparecido de mi ánimo toda urgencia. Ardo en deseos de retomar el relato de su historia tras el descanso estival y me consta que tú también, pues le has tomado mucha afición a esa joven admirable a quien tanto debemos y de quien se habla tan poco. Pero es importante volver a ponernos en su piel para mejor comprenderla y explicarla. Y te aseguro, Lálage, que hoy me he sentido muy cerca de ella. Tanto, que he decidido que en breve vendremos tú y yo a recorrer todos estos parajes, pues siempre ven más cuatro ojos que dos.
Con todo, ve preparando nuestros instrumentos de escritura, pues confío en estar contigo dentro de dos o tres días. Cuídate.
Se me van a hacer largos estos tres días.
ResponderEliminarDespués de un descanso estival volvemos a Roma no sin pequeños percances que retrasan nuestro lento caminar por las concurridas vías.
ResponderEliminar¡Veamos qué hace Claudia!
Un fuerte abrazo, Isabel.
Veo que también había averías en los medios de trasporte...
ResponderEliminarVolvemos, tras las vacaciones. Besos.
Todo sucede por algo. Seguiremos esperando.
ResponderEliminarMonton de besos
Esperaremos esos días. Después de todo parece que el contratiempo ha resultado inspirador.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Esperaremos a que el viento sople a favor a tu vuelta...Isabel.
ResponderEliminarUn gran abrazo!!
Querida, Amulio está impaciente, date prisa que eso de estar inactivo y sin cargarme a nadie, se me hace insufrible.
ResponderEliminarBesos
Salud y República
Como ya he dicho otras veces, aquí nos tienes... en ascuas.
ResponderEliminaránimo, Isabel, que va muy bien, muy requetebién.
D.
Claudia, Lálage, Valeria, hagamos ese recorrido, es como si respirara la Via Appia, como si viera las colinas de Roma a lo lejos.
ResponderEliminarAyyyy, no tardeís amigas que estamos de los nervios, esperando reencontrar a Rea y a los demás, incluida Acca, como no.
Isabel, vienes animosa después de cargar pilas veraniegas, !Salve! amiga mía.
Ay, querida Claudia Hortensia, pronto estará Rea Silvia transitando sus parajes y se acordará de ti en Santa María in Cosmedin, en el Circo Massimo, en el Aventino, en la vía Appia Antica, en los montes albanos y en tantos y tantos sitios a los que piensa acercarse.
ResponderEliminarMe alegra que tú también vayas por esos caminos emocionantes en breve.
Un grandísimo abrazo, querida amiga.
En eso estamos: esperando la continuación de la historia, detenida en un momento crucial.
ResponderEliminarUn saludo.
Ya al día aquí estaremos para retomar la historia...Las expectativas crecen!
ResponderEliminarAbrazo venerable dama.
Pues esperaremos esos días, seguro que merecen la pena.
ResponderEliminarBesitos, Isabel.
Mientras tanto, aprovechaé para leer en esta casa, a ver si soy capaz de coger vuestro ritmo antes de pasar a mejor vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Supongo que, si hemos logrado sobrevivir un mes sin Rea y nuestra querida Isabel, por unos cuantos días no nos moriremos...
ResponderEliminarAmiga,tomáte tooooooodo el tiempo que sea necesario para hincarte en el alma misma de REA SILVIA,estoy segura que cuando retomes el relato tus palabras volarán magicamente hacia la esencia misma de los hechos... :)
ResponderEliminarP.D.:Mientras tanto me quedaré contemplando ese paraje tan armonioso...
BESITOS APACIGUADOS ISA QUERIDA =)
Es decir que tengo que esperar tres dias mas??? Ah, no, que se le rompa el carro, lo que sea pero que se pongan a escribir ya!
ResponderEliminarPor cierto Miss Lizzie tiene una nueva coleccion de fotos, ya no sabe como posar para salir mejor en su papel.
ResponderEliminarIsabel, aprovecho para saludarte, una vez que me he reincorporado tras el largo descanso estival (donde estaba desconectado de todo). Intentaré ponerme al día con tus relatos y seguimos en contacto. Abrazos.
ResponderEliminarLo que no me explico es cómo has podido descansar con todos esos personajes en la cabeza.
ResponderEliminarY si lo has hecho, que espero, se nota que la tienes bien puesta.
Abrazo de bienvenida.
Seguiremos esperando….
ResponderEliminarBuen retorno…
Kisses
Un contratiempo sin importancia. La espera hace que sintamos más ganas de retomar el relato.
ResponderEliminarBesos
Lo que destacaría es la necesidad imperiosa de sacar a la luz los pensamientos de otra, creo que también mujer, del anonimato, cuantas de esta mujeres desaparecieron bajo el yugo de los hombres, no de hombres como especie, sino de hombres como género.
ResponderEliminarMucha suerte en tu nuevo libro. Saludos.
ResponderEliminarIsabel: en plan egoista, a mi me ha venido bien este descanso en la historia.
ResponderEliminar¡Así me pongo al día, ahora que ando con un poco más de tiempo!
Un abrazo
Queridos amigos: acabo de colgar un post y tengo que salir de viaje. A mi regreso os visitaré. Lamento estar tan ocupada últimamente y no corresponderos como merecéis y a mí me gustaría, pero en fin, aún me quedan unas semanitas de turbulencias... Espero y deseo vuestra comprensión. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel por continuar deleitándonos con esta apasionante historia.Es una gran alegría.
ResponderEliminarEspero que hayas pasado unas estupendas vacaciones.
Bienvenida de nuevo, y muchísimas gracias.Eres una magnífica escritora,aunque ya lo sabrás, es lógico.