De Claudia Hortensia a su amiga Sempronia Tertia. Salud.
¿Puedes creer que estoy impaciente por partir hacia los montes Albanos? No he vuelvo allí desde que era niña, cuando iba con mi madre a visitar a mi tío Claudio cerca de Aricia. Hacíamos deliciosas excursiones a los lagos y a los santuarios, pero de aquellos días recuerdo la diversión, el buen humor de mi tío que nos hacía reír siempre a mis hermanas y a mí y el miedo que me daban aquellos bosques misteriosos, especialmente el que rodeaba el santuario de Diana. Ahora, en cambio, me dirijo allí con otros ojos o con otra emoción. Bien sé que nada encontraré de Alba Longa, pues han pasado casi cinco siglos desde que nuestro ejército la destruyó. Pero no busco ruinas, sino abrir los ojos y contemplar el cielo que vio Rea Silvia, respirar su aire, beber agua de la fuente sagrada de Silana y sentir en mi propia piel la dulzura de la ninfa. Le pediré que sea benévola conmigo como lo fue con la vestal; que llene mi espíritu de la fortaleza suya, que conduzca mis pasos por aquella tierra sacra. Ojalá la antiquísima voz de nuestros antepasados llegue a mí y me inspire para seguir contando su historia verazmente. Hace ya tiempo que he comprendido que algunas verdades no pueden buscarse en los textos de los eruditos, ni en los esquemas ordenados de la razón: las que pertenecen al orden de las pasiones humanas, sólo desde lo humano pueden ser comprendidas, y las que conciernen a lo sagrado continuarán siendo un misterio a lo largo de los siglos.
Nada hay tan hermoso, amiga mía, como recorrer los lugares donde antes estuvieron personas a las que admiramos. Incluso aunque jamás logremos comprenderlas.
Te escribiré a mi regreso. Cuídate.
NOTA: Queridos amigos, durante algunos días estaré ausente por una buena causa: me voy con Claudia Hortensia a los montes Albanos para empaparme bien de los escenarios de la novela sobre la fundación de Roma. No os olvidéis de Rea Silvia... He programado algunas entradas, pero no podré visitaros ni responder a vuestros comentarios. Os ruego pues, paciencia y comprensión.
NOTA: Queridos amigos, durante algunos días estaré ausente por una buena causa: me voy con Claudia Hortensia a los montes Albanos para empaparme bien de los escenarios de la novela sobre la fundación de Roma. No os olvidéis de Rea Silvia... He programado algunas entradas, pero no podré visitaros ni responder a vuestros comentarios. Os ruego pues, paciencia y comprensión.
Isabel, te deseo el más feliz de los viajes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Ojalá te llenes de inspiración querida amiga. Muchos besos
ResponderEliminar¡Que envidia! Pásalo bien y empápate para que luego nos cuentes.
ResponderEliminarBesos
Salud y República
Buen viaje, compa Isabel, y que lo disfrutes intensamene.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta pronto.
!! Que tengas un feliz e inspirador viaje !!
ResponderEliminarNo sabes la envidia que nos das...volver a visitar la bella y eterna Roma.
Besos y que disfrutes mucho.
Me parece una maravilla.
ResponderEliminarTe deseo un feliz e inspirador viaje, Isabel.
ResponderEliminarBesitos
No te preocupes Isabel! Disfruta del viaje! No nos olvidaremos de Rea Silvia!
ResponderEliminarUn abrazo y,¡Hasta pronto!
Seguro que el viaje te será muy provechoso. Aquellas tierras están llenas de magia. Disfrútalas.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
Que disfrutes, te seguiré en tu ausencia, ya no me perdería tus escritos por nada del mundo. Pídele a Rea, como Claudia, que te ilumine, aunque creo que ya lo está haciendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Que el camino te sea provechoso, Isabel! :)
ResponderEliminarAbrazos
Y estoy segura de que,aunque nada quede de aquello que los siglos borraron,un halo místico todo lo envuelve... :)
ResponderEliminarP.D.:Una vez más te envío mi deseo de que tengas unas fabulosas y relajantes vacaciones amiga querida!!!
BESITOS INMENSOS
En breve,también haré un viajecito,ya te enterarás... ;)
Te deseo el viaje más mágico del mundo, nada tan fascinante como la creadora que quiere tocar las piedras y los árboles de los bosques que refleja en su obra. A mí me gustaría seguirte a ti, como la pastorcilla Palantea y ver tu semblante cuando contemples como tu obra te observa.
ResponderEliminarQué grande eres, Isabel.
No dudes ni por un momento de que igual que Rea Silvia y Claudia Hortensia, tú también sentirás en tu piel y en tu ánimo la dulzura de Silana, por allí andará refugiada en su fuente. El misterio de una ninfa, la magia del bosque y de la fuente... ¡ah! Cómo lo vivirá tu corazón y como no desgarrarás con tus palabras cuando lo compartas en tu extraordinaria novela.
Estaremos por allí, en espíritu...
Que tengas el viaje más precioso que quepa imaginar. Un gran abrazo, mi querida Isabel.
Hay que respirarlo, mirarlo, exprimirlo, amiga. Luego nos trasladarás a aquellos lugares con una emoción recién vivida.
ResponderEliminar!Salve! y un besito a Silana, otro para ti viajera envidiable.
Esperamos tu vuelta ansiosos para compartir contigo tus conocimientos y aventuras.
ResponderEliminarBuen viaje amiga
Buen viaje y pronto regreso. Abrazos.
ResponderEliminarUn viaje apasionante, teniendo en cuenta el motivo. Espero que lo disfrute y regrese recargada de información e inspiración, aunque usted no necesita dosis extra.
ResponderEliminarFeliz viaje
Bisous
Menos mal que estas cerca, que puedes hacerlo y .... que no se te dio por escribir una novela sobre el transbordador espacial porque ahi si estabas lista!!!
ResponderEliminarEmpapate bien del lugar, acuerdate de esas nieblas que te envie, seria una bendicion que encontraras una porque ves todo tan distinto que estas en otro mundo y otro tiempo. Nos quedan tus letras, y tu promesa de tener maravillosas descripciones del lugar de los hechos, y quien sabe, en sueños somos libres, quizas te roze la pata de Diviana para inspirarte, o se haga un viajecito el viejo Sirio a darte un beso, no olvidemos que el conocio tambien esos parajes con su ama, fiel hasta el fin.
Un abrazo.
Hermosísimo texto que aprovecharé a la primera ocasión. Un saludo.
ResponderEliminarQue traigas contigo maravillosos escenarios, Isabel.
ResponderEliminarBesos
Mi venerable dama.
ResponderEliminarEspero disfrutes tu estancia por esos lugares,contigo traerás muchas de las respuestas para tu maravillosa historia.
El espíritu de Rea Silvia te guía y los dioses de la historia de protegerán.
Abrazos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo bien dicen los demás, yo también espero que disfrutes de este viaje y que te llene de fuerza y sabiduría.
ResponderEliminarEsperaré ansioso tu regreso y tu continuación de la historia de Rea Silvia.
Un abrazo
Oyes sñu; a mí me gustaría recorrer los caminos y lugares por donde anduvo Solón, que visitó a Tales en Mileto, estuvo en Megara, recorrió toda el Ática, visitó varias veces Salamina, una vez al menos en Creta e incluso pasó varias temporadas en Eubea. En Corinto y Argos tuvo amigos que le ayudaron a pergeñar sus leyes para los atenienses. De la misma forma me gustaría visitar las regiones de Italia donde etuvo Plinio, sobre todo en los Alpes, pero también en la Campania, a donde visitaba a su tío. No admiro a Alejandro, pero me gustaría pisar los páramos de Patia por donde él hizo desfilar a su ejército, llegar al Pamir y luego regresar a Mesopotamia. En fin, buena razón tiene la protagonista con respecto a los montes Albanos, que debían ser evocadores para los romanos siglos después de poseerlos.
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