Canto que entonaban las jóvenes de Alba Longa en otoño, durante las noches de luna llena, de camino hacia el bosquecillo de arces situado junto a la puerta occidental de la ciudad, donde celebraban el culto a Luna:
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Dancemos antes que el frío del invierno se abata sobre nosotras dejando adormecidos nuestros cuerpos y nuestros corazones.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Báñanos en tu luz poderosa, madre Luna, regálanos el don de tu sapiencia y tu fertilidad. Haz realidad en nosotras esta verdad: no hay mayor sabiduría que aquella extraída de nuestra propia alma y de las fuerzas que tú y otras divinidades femeninas depositan en ella.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Llevaremos con nosotras la alegría y la danza. Giraremos y giraremos en un corro redondo como el rostro lleno de Luna, como su vientre preñado de futuro y de humanidad.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Vengan con nosotras el amor y la vida. Venga la risa. Vengan el viento y los cantos que cantaban nuestras abuelas. Escúchanos madre Luna: ven a danzar con nosotras y danos para siempre tu serena placidez y tu dulzura.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Dancemos antes que el frío del invierno se abata sobre nosotras dejando adormecidos nuestros cuerpos y nuestros corazones.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Báñanos en tu luz poderosa, madre Luna, regálanos el don de tu sapiencia y tu fertilidad. Haz realidad en nosotras esta verdad: no hay mayor sabiduría que aquella extraída de nuestra propia alma y de las fuerzas que tú y otras divinidades femeninas depositan en ella.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Llevaremos con nosotras la alegría y la danza. Giraremos y giraremos en un corro redondo como el rostro lleno de Luna, como su vientre preñado de futuro y de humanidad.
¡Ea, vayamos al claro del bosque! Vengan con nosotras el amor y la vida. Venga la risa. Vengan el viento y los cantos que cantaban nuestras abuelas. Escúchanos madre Luna: ven a danzar con nosotras y danos para siempre tu serena placidez y tu dulzura.
NOTA: Isabel Zarzuela es Luna en la novela de la fundación de Roma (además de ser mi nuera).
Hermoso y magnífico,Isabel,como todo lo que escribes! Un abrazo.
ResponderEliminarHola Yolanda, muchas gracias por ese refuerzo tan positivo que me das. ¡Es una maravilla escribir para vosotras! Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarAhora entiendo un poco mejor algo de una mujer que querría ser luna si no fuese mujer (pero, en realidad, es). Delicioso texto escrito y dedicado con mucho amor a una mujer con la que compartes mucho.
ResponderEliminarBuenas noches, Isabel
Pura belleza, me conmueves mucho Isabel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a tí,Isabel.Un abrazo muy fuerte para tí también.Hasta pronto!
ResponderEliminarHola mª antonia moreno, desde luego la Luna ha estado siempre presente en mi imaginario y siempre con esa cualidad de lo femenino y lo sabio. Por eso, por eso me atrae tanto. Y sí, mi nuera es una persona muy querida y muy especial para mí. Besos, guapa.
ResponderEliminarHola mayte, ahí, cogida de la mano de esas muchachas que cantaban y soñaban el arribar de la vida, estabas tú. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHasta pronto, Yolanda. ¿Todo va bien? A ver si nos podemos ver un día. Besotes.
ResponderEliminarMe fascina la luna y, de las pocas palabras terminadas en “isco” en español, siempre me gustó “menisco”, “luna pequeña”. Un abrazo, Isabel.
ResponderEliminarGracias mª luisa por esta aportación. No sabía que menisco era "luna pequeña". Y es que nosotros mismos estamos llenos de pequeños misterios. Un abrazo.
ResponderEliminarDebía ser todo un espectáculo ver a las jóvenes de Alba Longa danzar y cantar bajo la luna llena.
ResponderEliminarSiempre se aprende algo en tu casa.
Buenas noches.
Dulcísima cántico elevado a la bella luna que todo parece contemplarlo en las noches tibias... :)
ResponderEliminarBESITOS CARIÑOSOS AMIGA ;-)
Hoy sería un día magnífico para bailar esa danza tierna y rítmica.
ResponderEliminarSi la luna te lee, se sentirá halagada.
Hola mercedespinto, este cántico y ceremonia es una recreación mía. Se rendía culto a esas deidades femeninas, la Luna era una poderosísima protectora de la maternidad, ya sabes que se contaba el embarazo por meses lunares. Así me he imaginado yo ese culto, pero no tengo más base que el saber que existía... Un abrazo.
ResponderEliminarHola gabu, ella es la principal protectora de las mujeres... Y a su luz renacemos todas. Besitos.
ResponderEliminarHola mariajesusparadela, estoy por salir yo esta noche a danzarla... Espero que Luna me lea y se sienta contenta. Besitos.
ResponderEliminarTienes razón en muchas cosas que comentas a propósito de mi post "no puedo" ...
ResponderEliminarHay veces...
que todo pesa mucho...
Alegría y juventud para distraernos de la maldad y la traición.
ResponderEliminarBesos, querida Isabel.
En las noches de luna llena - como la de hoy - cualquiera que tenga sangre en las venas, sea hombre o mujer, y un bosque cerca siente el impulso de salir a bailar al claro y festejar a la diosa, aunque llueva.
ResponderEliminar:) Bueno, también hay que decir que en un pueblo vecino a donde vivo se documentó uno de los primeros casos de licantropía (real) de los que se tiene noticia; así que a lo mejor tiene algo que ver.
Abrazos, Isabel
¡Cómo me habría gustado participar en una de estas invocaciones a pesar de ser femeninas!
ResponderEliminarBosque, luz de plata, cuerpos y sombras, aire puro y orgía de sensaciones naturales...
Selene sigue estando en el cielo, ¿por qué no revivir estas costumbres tan sanas como lúdicas?
Un fuerte abrazo, Isabel.
Precioso el texto..
ResponderEliminarVayamos al claro del bosque y dancemos al compas de las letras con esa luna poderosa llena de placidez y dulzura..
Bonitas palabras..me gusta
Un abrazo
Deliciosa invocación, plena de brío y alegría.
ResponderEliminarComo siempre, un placer leer tus palabras, querida Isabel.
Un fuerte abrazo.
Hola MBI, supongo a veces nos ocurre a todos que no nos es fácil discernir entre el fárrago de asuntos con que nos invaden otros. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola virgi, la alegría de la juventud nos alivia de las maldades humanas. Lástima que no dure más tiempo (la juventud). Besitos.
Hola xibeliuss, me estremece pensar en eso de la licantropía... ¿Y dices que está documentado un caso cerca de donde vives? Las culturas antiquísimas creían en la posibilidad de que las personas se transformaran en animales, así que ya ves... Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHola antonio campillo, tienes mucha razón. No hay nada que nos impida celebrar la naturaleza, la vida y esas misteriosas deidades en la actualidad. También los varones podéis venir, claro que sí: de hecho, ya te he cogido de la mano y vamos cantando hacia el bosque. Besos.
Hola jvalentina, sí, esta es noche de salir y danzar a la luz de la luna. Un abrazo.
ResponderEliminarHola isabel martínez barquero, también tú debiste celebrar esta fiesta en Alba Longa, danzar bajo los rayos de Luna y sentir su protección sobre tu vientre. Un abrazo muy fuerte.
Sabes que hay una piedra que lleva ese nombre Piedra Luna, y que solo se recomienda que la lleven mujeres. Es muy bonita al leer tus palabras me he ido a mirarla.
ResponderEliminarBesitos
Sabes que hay una piedra que lleva ese nombre Piedra Luna, y que solo se recomienda que la lleven mujeres. Es muy bonita al leer tus palabras me he ido a mirarla.
ResponderEliminarBesitos
Hola elysa, al nombrarla tú he recordado la existencia de esa piedra, pero no tengo su imagen en la cabeza. Si se recomiendaa llevarla sólo las mujeres por algo será... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarGracias, Isabel. Es un canto precioso, como todo lo que escribes.
ResponderEliminarYa sabes que Helena, para lo pequeñita que es, se maneja muy bien con el "lápiz": ojalá se parezca a su abuela.
Besos.
Hermosísimo.
ResponderEliminarEsta noche mismo, o mañana, la luna estará que se sale.
Pero los arces, ¿qué fue de ellos?
¡Qué cosa más bonita de invocación, Isabel, a la fuerte y poderosa Luna!
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Madame, qué bonito. Deberíamos poder reunirnos todos un día y organizar una fiesta romana en la que abundaran esos cantos. Sería maravilloso poder recrear un día en la antigua Roma.
ResponderEliminarFeliz fin de semana
Bisous
¡Y qué preciosa la luna llena de anoche sobre los foros!
ResponderEliminarSerena placidez y dulzura, preciosa invocación Isabel,para salir y danzar a la luz de la luna,me encanta la dedicatoria a tu nuera...Yo estaría como sé que lo esta agradecida y orgullosa.
ResponderEliminarUn abrazo venerable dama.
Hola isabel zarzuela, me alegra que te haya gustado este canto que te va dirigido. A los abuelos nos encantaría que nuestr@s niet@s fueran mucho mejores que nosotros en todo: en gracia, en inteligencia, en saber... pero sobre todo lo que más nos gusta es que nos quieran. Estoy segura de que Helenita nos seguirá dando muchas alegrías y desarrollará muchísimas cualidades, las que tenga, las que quiera, pero siempre poniendo en ellas lo mejor de sí. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola nán, sigue la luna en el cielo y los arces en los montes Albanos y en tantos otros sitios, recordándonos nuestra profunda ligazón con la naturaleza. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarSaludos, freia, la Luna bien merece que la invoquemos cada día... Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola la dame masquée, qué idea más bonita ha tenido. Sería maravilloso llevarla a cabo. Deberíamos pensar... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarAy, hyperión, me imagino la luna sobre los foros y me entran ganas de llorar (de emoción). Gracias por esa evocación tan breve y tan intensa. Un abrazo.
ResponderEliminarQuerida américa, saber que Luna nos ampara a todas desde la noche de los tiempos, me produce una emoción especial. En el tiempo que hayamos vivido, en el continente en que hayamos nacido, ricas o pobres, libres o esclavas, solteras, viudas, adolescentes asomando a la vida, viejas centenarias, queridas o maltratadas, respetadas o tratadas con indiferencia, para todas ha estado en el firmamento, cada noche, Luna. Y nos ha brindado a todas su protección. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarQue ese canto e invocación tan bellos, sean escuchados por los dioses. Que Ellos no permitan el adormecimiento de cuerpos y corazones. Madre Luna, te necesitamos, nuestro mundo necesita una vez más, tu protección.
ResponderEliminarGracias Querida Isabel, por esta nota de ternura! Un abrazo apretado Amiga!
Una invocación preciosa, magnífica. Me encanta la luna, cuando el tiempo lo permite y es luna llena me paso horas mirandola y me pasa una cosa muy rara, yo en la luna siempre veo la imagen de un feto, como si fuese la ecografía de una mujer embarazada. Con la gente que lo comenté me dicen que no ven lo mismo que yo, supongo que será mi imaginación.
ResponderEliminarBicos
Hermoso canto y fascinacion que ejercio siempre la luna, alli colgada en el cielo, para maravillarnos con su presencia, y hasta haber hecho posible nuestra presencia.
ResponderEliminarAquí estoy, perdida en tus palabras. Que no me busquen. Un beso.
ResponderEliminarUna invocación mágica a la Luna, Isabel, ese libro debe ser una maravilla.
ResponderEliminarUn abrazo,
Blanca
Me vienen ganas de llorar, es hermoso! Simplemente bello. Como la luna de hace tres días. Un abrazo, Isabel.
ResponderEliminar¿Por qué habremos olvidado estos cantos, estas invocaciones? La fuerza de la Luna es tan patente, tan hermosa y misteriosa. No nos deberíamos olvidar de rendirle alguna danza de vez en cuando, girando como lo hace ella, recogiendo su luz para aportarla a los que la necesitan a nuestro alrededor.
ResponderEliminarEl canto es maravilloso, cómo brillará ahora la luna sobre el bosque...
No puede ser más hermoso el canto.
Un gran abrazo, querida Isabel.
Isabel, felicidades por tu nieta y por escribir tan hermoso. He leído hoy, con más tiempo, el último capítulo para disfrutarlo, y estoy en ascuas con lo que le vaya a pasar a Rea.
ResponderEliminarAbrazos.
Podría seguir las recomendaciones de las jóvenes de Alba Loga y hacer lo mismo aquí en Béjar. Adorar a la diosa madre tierra, a las deidades del bosque y fundirme con la Naturaleza.
ResponderEliminarUn placer conocer el arte poético de Isabel.
Besos
No hay color cuando comparamos las religiones antiguas politeístas con los aburridos monoteísmos posteriores. Se celebraban rituales diversos y danzas variopintas en honor de multitud de deidades que, como la Luna, podían influir en nuestros destinos. Es una manera de sentirse protegido por la naturaleza y a la vez ser una unidad con ella.
ResponderEliminarUn saludo.
Una luna con sabor a historia. Abrazos.
ResponderEliminarHola susana peiró, ojalá todas las mujeres invocáramos a la vez a Luna y adquiriésemos ese gran poder que tanto estamos necesitando. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarSaludos dilaida, no había pensado en la forma de un feto, como tú has señalado, pero siempre me ha parecido preñada... Un comentario maravilloso. Besos, querida amiga.
Hola alejandra sotelo faderland, es maravilloso, sí, pensar que todas las mujeres estamos protegidas por ella. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarSaludos, mar horno. Gracias por tu visita. Creo que ambas podemos perdernos mutuamente... Besos, guapa.
Hola blanca miosi, no sé cómo quedará al final esta novela, pero de momento la estamos viviendo con mucha emoción. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola andrea doria, me alegra saber que también tú miraste la luna. ¡Ay, cuánto poder hay en ella! Abrazos.
Hola elena clásica, creo que esas danzas y cantos nos las han hecho olvidar. Ay, el dios único... Cuánto daño nos ha hecho el monoteísmo a las mujeres. Quizá deberíamos rebelarnos y danzar. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola isabel, gracias por esas dos felicitaciones. La que más me gusta es por mi nieta, que nos hace muy felices. En cuanto a Rea... Ay, esta niña heroica, cuánto nos une. Besos.
Hola carmenBéjar, en tu tierra hay parajes hermosísimos que se parecen a Alba Longa y aquella tierra primigenia. Seguro que, si danzas allí, si pronuncias tus conjuros a Luna y Diviana, atraerás el bien sobre Rea Silvia. Besos.
ResponderEliminarLo has dicho muy bien, cayetano, era una forma de homenajear a esos dioses y de sentirnos parte de esa naturaleza de la que, al parecer, nos hemos distanciado tanto. ¡Cuánto mejor nos iría si pensáramos más en la tierra y menos en el bolsillo! Besos, querido amigo.
Gracias por tus palabras, querido fgiucich. Siempre son muy bienvenidas.
Provoca ir al bosque con este sol que ha salido por acá.
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