Así dice el poeta Ovidio a una muchacha sentada junto a él en el circo (sin que se entere su amada Corina):
“Pero el manto te cuelga demasiado y te arrastra por el suelo, recógetelo; o mejor yo mismo te lo levanto con mi mano. ¡Envidioso eras, vestido, pues ocultabas unas piernas tan hermosas para mirarlas tú mejor; envidioso eras, vestido! (…) Así pintan las piernas de [la diosa] Diana cuando va vestida con túnica corta y persigue a las fieras, más vigorosa ella misma que las fieras. Sin verlas ardía yo de amor, ¿qué sucederá después de haberlas visto? Echas fuego sobre fuego, derramas agua en el mar. A la vista de ellas sospecho que también lo demás, que bien oculto se esconde bajo la ropa ligera, ha de agradarme.”
OVIDIO.- Amores
Traducción de Vicente Cristóbal López
“Pero el manto te cuelga demasiado y te arrastra por el suelo, recógetelo; o mejor yo mismo te lo levanto con mi mano. ¡Envidioso eras, vestido, pues ocultabas unas piernas tan hermosas para mirarlas tú mejor; envidioso eras, vestido! (…) Así pintan las piernas de [la diosa] Diana cuando va vestida con túnica corta y persigue a las fieras, más vigorosa ella misma que las fieras. Sin verlas ardía yo de amor, ¿qué sucederá después de haberlas visto? Echas fuego sobre fuego, derramas agua en el mar. A la vista de ellas sospecho que también lo demás, que bien oculto se esconde bajo la ropa ligera, ha de agradarme.”
OVIDIO.- Amores
Traducción de Vicente Cristóbal López
Ante este descaro de Ovidio, así le contestaba, su amada Corina.
NOTA: Queridos amigos, disculpad mi tardanza en seguir con la historia de la Fundación de Roma, prometo retomarla cuanto antes.
Mañana viernes, 25 de noviembre, a las 19,30 horas, en el Bibliocafé, tendré el honor de presentar el nuevo libro de relatos de Elena Casero titulado "Discordancias". Quedáis todos invitados.
¡OS ESPERAMOS!
Lo sugerido es más excitante que lo visto y Ovidio debía de saberlo.
ResponderEliminarOvidio era Ovidio, pero también un rijosillo de no te menees.
ResponderEliminarNo te preocupes por nosotros. Cuánto más tarde el siguiente capítulo, con más ganas lo esperaremos.
Disfrutad mañana todo lo que podáis. Un abrazo a la autora y un beso bien, bien grande a la presentadora.
Parece que el poeta Ovidio, como buen poeta, era algo enamoradizo. Hacía bien en ocutar tales palabras a su amada Corina, no creo que le agradara.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ovidio, Ovidio...Vaya conquistador!
ResponderEliminarPor supuesto tiene razón con sus argumentos amorosos. Siempre es más importante lo que adivina la mente que la realidad. Desnudar mentalmente a una mujer o a un hombre es uno de los placeres más sugestivos.
¡Suerte con la señora, Ovidio!
Un fuerte abrazo, Isabel.
Este Ovidio...
ResponderEliminarMe encanta que presentes el libro de Elena Casero, una persona a la que admiro por lo bien que escribe. A ella, ya le he deseado muchos éxitos y, ahora, os los deseo a las dos.
Tranquila con la novela, Isabel Son épocas y, a veces, nos tocan enredadas (en una de esas ando yo, sin tiempo para nada).
Un beso enorme o, mejor dos, uno para ti y otro para Elena.
Ovidio "el pica flor" no podía dejar pasar la belleza sin contemplarla bien.
ResponderEliminarTú eres la que repartes los tiempos, no te preocupes.
Bicos
No sé por qué pero siempre os he relacionado a Elena y a ti como amigas, será que os conocí a la vez virtualmente.
ResponderEliminarOs deseo una inmejorable tarde con la añoranza de poder estar ahí.
Besos a las dos.
Coñe, qué osado era el señor Ovidio!!! Jejejeje!
ResponderEliminarHoy se le podría tachar de viejo verde!
Pero lo prefiero a los que no se atreven a decir ni mú, jajja!
besos
Un tanto pillo era Ovidio, me gusta esta faceta.
ResponderEliminarBesitos, luego nos vemos.
Muy terrenal Ovidio.
ResponderEliminar¡Mira que sabes!
Un abrazo y que tengan éxito.
¡¡GUAUUUUUUUUUUUUUUUUUU!!!!!
ResponderEliminarOVIDIO sí que sabía cómo ser galán... :P
jajajajajajajajaj
BESITOS ISA QUERIDA
Menudo pajaro Ovidio... El puñetero "sabia latín..."
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por vuestra devoción al querido Ovidio que sí, rijoso y todo, no dejaba de resultar un delicioso cronista del amor. Besazos.
ResponderEliminar¿Podrá decirse algo tan erótico de una forma tan refinada y hermosa?
ResponderEliminarEvidentemente, Ovidio, no dejaba de ser un ser humano.
ResponderEliminar¡Qué no haremos nosotros, los pobres mortales, si hasta los dioses sucumben ante la belleza femenina!
Yo tengo el convencimiento de que una de las obras más perfectas de la creación es la mujer. Ovidio, lo único que hace, como todos los poetas de todos los tiempos, es plasmar los pensamientos en un papel.
Ovidio es Ovidio sí, ah, pero Corina, es grande, es ingeniosa, inteligente, noble y genial. ¡Toma ya Ovidio! Cuidado con los vestidos que te tapan, que... jajaja. Corina es la más grande.
ResponderEliminarSeguro que la presentación literario ha sido maravillosa.
Besitos para mi estimada Corina y muchos más para mi adorada Romana.