Ante mí se dibuja el contorno del arco de Tito. ¡Cuánta
belleza y serenidad! Mármol y cielo bañados en la luz vespertina. Desdichado
emperador. Y dichosos los ojos que pueden contemplarte.
Suerte para mí, que lo he visto en vivo y en directo. Y, por cierto, al llegar a sus proximidades empezó a tronar y nos tuvimos que refugiar en el Coliseo. Saludos
Majestuoso el Arco de Tito que nos recuerda un emperador que supo estar al lado de las víctimas del Vesubio entre otros desastres que le tocó bregar. Pasan los siglos y queda su memoria.
Tanto siglos comprometidos y aún allí, enhiesto en su grandeza.
ResponderEliminarMaravillas que perduran.
ResponderEliminarQué preciosidad, Isabel. Un beso
ResponderEliminarCuantas historia debe albergar cada instante de sombra de ese fastuoso arco!!!!!
ResponderEliminarP.D.:Cada rincón de tu tierra amiga mía es tan digno de admirar... :)
BESITOS CON CARIÑO =)
En verdad, es mui bello y su austeridad encanta a nosotros, como tus palabras Isabel, pura poesia...
ResponderEliminarNos salva la belleza, querida Isabel.
ResponderEliminarUn beso.
Dichosos somos, sí!
ResponderEliminarMil besos.
Majestuoso y, aparte nos recuerda el paso de la Historia a que pertenecemos.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel!
Suerte para mí, que lo he visto en vivo y en directo. Y, por cierto, al llegar a sus proximidades empezó a tronar y nos tuvimos que refugiar en el Coliseo.
ResponderEliminarSaludos
Isabel. Salve.
ResponderEliminarUn abrazo desde las colinas de Lisboa.
Gracias a tod@s por vuestra visita y comentarios. Os visito... Besazos.
ResponderEliminarMaravilloso visitar su blog.
ResponderEliminarSaludos;)
Mmm...se me ha borrado el comentario???
ResponderEliminarDecía que dichosos los ojos que pueden contemplar esa belleza.
Besos
Majestuoso el Arco de Tito que nos recuerda un emperador que supo estar al lado de las víctimas del Vesubio entre otros desastres que le tocó bregar. Pasan los siglos y queda su memoria.
ResponderEliminarMaravilloso !
Besos Isabel