Tantas veces cuantas visito el establecimiento de mi
banquero Tizio y miro al suelo, tropiezo con el rostro burlón de un viejo Fauno.
Me pregunto si será un truco suyo para animar el espíritu a sus clientes, arrancarles
una sonrisa y hacerles creer que a su casa sólo se acude para asuntos gozosos.
¡Oh viejo Fauno! Cuánto mejor vivíamos cuando tú correteabas
libre por los cerros y valles y la naturaleza, aunque salvaje, ofrecía sus frutos a todos por igual. Desde que Tizio te
tiene atrapado en el suelo y ha hecho exclusivamente suyas tus riquezas, el
panorama ha cambiado por completo. Tu risa se ha trocado en llanto para el
campesino, para el arriero, para el pastor que te ofrecía cada año sus
primicias. Ahora que eres propiedad de Tizio sé que pasarán los siglos y
seguirás riendo tú.
*Mosaico con un fauno. Museo Massimo alle Terme. Roma. La foto es mía.
QUERIDOS
AMIGOS: Como ya os anuncié, está al alcance de todos la luna secuestrada. Se
trata de una historia de intriga y humor, que afecta al planeta entero, aunque
la parte más importante de la acción se desarrolla en Sax, mi pueblo. De hecho,
la portada es una foto del castillo. Es una novela disparatada, que pueden
disfrutar los jóvenes de todas las edades a partir de los 12 años.
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El maldito dinero se apropia de lo que nos divierte. Directa o indirectamente a través de la esponsorización.
ResponderEliminarMe ha gustado Isabel.
Besos.
Y pensar que el diablo (la transformación de Fauno) se alió con los banqueros... ¡Qué miedo!
ResponderEliminarBesos.
Hola juan carlos, desde luego que el dinero tiene la capacidad de corromperlo todo, hasta la alegría... Besos.
ResponderEliminarSaludos mªluisa arnaiz, entre ellos - banqueros y diablo- se repartieron el miedo: éste para estropearnos el más allá, aquellos para anticiparnos las penas del infierno. Uno y otros son inmunes al fuego... Besos, querida amiga.
ResponderEliminarYo prefería la otra dedicacion de los faunos...
ResponderEliminarUn banquero muy astuto, como todos. Abrazos.
ResponderEliminarDIos1 Una realidad tan actual: EL banquero y el demonio en perfecto acuerdo. Manejando la tristeza de los pobres y la alegría de unos pocos. Genial!
ResponderEliminarNo deja de sorprenderme como la vida no ha cambiado en absoluto...y las cosas de la antigua Roma, se hacen presentes en el día a día.
ResponderEliminarUn beso enorme, Isabel.
Aquí no se escapan ni los mitos, al final...incluso les afectaran los ajustes.
ResponderEliminarAl final será que el fauno ríe a la cara de los que entran en el banco, seguro de que se quedará con sus bolsas mientras los adormecen al son de la música de su flauta de pan.
ResponderEliminarSalud
...los banqueros también secuestran, vidas, ilusiones y sueños...a lo mejor el Fauno echa de menos su libertad y alegría en los bosques y se alía con la plebe...nunca se sabe a puede obedecer el capricho de los Dioses...
ResponderEliminarUn abrazo norteño
Banqueros!!! Ya no se conforman con nuestro dinero, ahora nuestras ilusiones y alegría de vivir.
ResponderEliminarBicos
El primero que engañó y estafó no era mal parecido, pero qué feo se ha puesto, debe ser por contagio, la avaricia cae mal a la larga, yo espero que revienten, aunque sea de dinero, y desaparezcan.
ResponderEliminarVoy a por esa luna maravillosa.
Besos.
...a qué, a qué, a quéeee puede obedecer el capricho de los Dioses...y del teclado :P
ResponderEliminarLo tengo identico al fauno atrapado, exacto, el del Museo romano.
ResponderEliminarAyyy, mejor no mentar a banqueros y trapicheantes de mosaicos bellos, que siempre he creído que los Faunos eran libres y alegres.
Auguro éxitos a tu relato, lo veo, soy vidente romana, una Medea.
Besitoooo casi vacacional.
Dichosos bancos... Ultimamente nos acordamos mucho de ellos y no para bien precisamente. Esperemos que los nubarrones se alejen cuanto antes y nos dejen vivir en paz (y sin tanto recorte y más trabajo, que es lo que hace falta).
ResponderEliminarBesitos
Ja, ja, mariajesúsparadela, yo también prefería la anterior dedicación de Fauno. Besos.
ResponderEliminarSi, fgiucich, un banquero listísimo... Besos.
Hola diana l. caffaratti, lo has descrito a la perfección. Besitos.
Saludos mayte, desde luego que hay muchas cosas en el presente que venimos arrastrando siglos e incluso milenios. Besos.
ResponderEliminarJa, ja, dapazzi, quizá, en la línea de los recortes actuales, le quiten a Apolo el laurel... Besitos.
Hola charles de batz, qué alegría saberte aquí de nuevo. Ese fauno debía reirse de cualquiera que lo mirase, y más aún si su dueño era un banquero. Besos.
Hola iralow, desde luego la plebe necesita muuuuucha ayuda. Toda la que podamos conseguir, y aún así, no sabemos en qué estado de penuria vamos a acabar. Besos.
ResponderEliminarHola dilaida, es cierto, ahora los banqueros devoran vidas con todo lo que ello significa. ¡Cuánta miseria traen y qué miserables son son! Besos.
Hola isabel, seguramente tienes razón y ya esos ladrones lo llevan escrito en la cara y eso los hace singularmente identificables y odiosos. Con todo, ellos saben muy bien - y pueden - ocultarse tras las máscaras. Besos.
Hola de nuevo, iralow, te aseguro que la ausencia de una palabra ni se notaba... Leemos por intuición. Besitos.
ResponderEliminarHola natalia, se te nota muy alegre y, como señalas, casi vacacional. ¡Qué suerte! Yo aún tendré que esperar un poco. Besitos, guapa.
Hola carmenBéjar, si en vez de nubarrones tuviéramos sobre nuestras cabezas los arcos de San Juanito de tu pueblo, qué diferentes serían las cosas para nosotros. Y qué alegres. Besazos.
Cawendondinero!
ResponderEliminarY en los banqueros también.
Pobrecito fauno, atrapado en ese lugar con semejante compañía...
XD
Un besito