Oh, ninfa Egeria, ¿aún brota tu fuente de agua pura en el
mismo lugar donde solía? En el bosque a tus hermanas Camenas consagrado, ¿crecen
todavía los robles, las sombras de la tarde, el silencio gozoso de lo sacro? ¿Se
oye la voz suavísima de Carmenta, liviana como el viento, melodiosa como las
ondas del agua al entonar sus cantos proféticos? Si es así, si aún perduráis en
la tierra, en las aguas y en el aire, como creo; si vuestra inspiración se
muestra en las danzas de las mujeres, en sus cantos, en la hermosura de sus
gestos y en la sabiduría de sus obras y sus palabras; si aún estáis ahí, a las
puertas de Roma, esperando nuestra invocación para ayudar al género humano,
henos aquí.
Escúchanos, Egeria. Pronuncia tus palabras de paz al oído
de los poderosos en cuyas manos está el hacer la guerra o acordar la paz. Aplaca
sus espíritus furiosos, pacifícalos, haz que emprendan el camino de la
concordia y la mutua comprensión. No más muertos, no más dolor ni pueblos
enteros desgarrados. Alza tu voz, Egeria, y haz que todos los seres humanos la
alcemos contigo.
NOTA 1: Las ninfas Camenas eran cuatro: Egeria,
Antevorta, Postvorta y Carmenta. Su bosque sagrado y la fuente de Egeria
estaban al pie del monte Celio. La leyenda sostiene que Egeria fue la consejera
del segundo rey de Roma, Numa Pompilio, a quien inspiró en muchos asuntos,
especialmente en la pacificación de Roma y la concordia. Se les atribuían
facultades proféticas, especialmente a Carmenta, e inspiradoras. Con el tiempo
se las asimiló a las musas.
NOTA 2: Este post viene inspirado por los primeros
esfuerzos que se están haciendo entre Hamás y el gobierno israelí para acordar
una tregua que ponga fin a las crueles hostilidades recientemente desatadas.
*Vía de las Camenas que llevaba a su bosque sagrado, tal
como se presenta hoy. Es el sendero de tierra que aparece en primer término y corre
paralelo al inicio de la Vía Appia. Foto: Isabel Barceló.
Muchas gracias Isabel por poner este texto. Me encanta. ¡Un abrazote! :)
ResponderEliminarQue los dioses nos acompañen hacia la paz y nos quiten los velos que bloquean el poder VER.
ResponderEliminarEsperemos todos que asi sea. Lo que me ha llamado mucho la atencion, es a quien ha llamado el presidente de Egipto para mediar o intermediar en el conflicto y casi me caigo de la silla al leerlo.
ResponderEliminarSi la misoginia de unos y la de otros (que los ortodoxos no le van en zaga) se avienen a que oficie de mediadora una mujer... o es que los grandes no quieren ensuciarse las manos en esto por no decir otra parte de la anatomia masculina.
Ojalá se consiga esa paz tan necesaria.
ResponderEliminarLas noticias, estremecedoras , nos tienen a todos en vilo.
Un grandísimo abrazo, querida Isabel.
Confiemos en esa tregua, que ya es algo. Y oremos...encomendemos nuestro espíritu en pos de quienes sufren la injusticia que dictan los poderosos, sin piedad ni misericordia.
ResponderEliminarUna lectura que impregna el alma de esperanza y fe.
besos, Isabel querida.
Ojalá el invocarlas influya y pare esta destrucción y barbarie en la que siempre mueren inocentes.
ResponderEliminarAbrazos.
Te copio un texto de la "Historia de Roma" de Indro Montanelli:
ResponderEliminar"..(Numa)hizo cundir la noticia de que cada noche, mientras dormía, la ninfa Egeria iba a visitarle en sueños desde el Olimpo, para transmitirle directamente las instrucciones...La estratagema puede parecer infantil, mas hoy sigue arraigando, de vez en cuando. En pleno siglo XX, Hitler, para hacerse obedecer por los alemanes, no supo escoger otra mejor. Y, de vez en cuando, descendía de la nontaña de Berchtesgaden con alguna nueva orden del buen Dios en el bolsillo: la de exterminar a los hebreos, por ejemplo, o la de destruir Polonia..."
Cuanta necedad desencadenan los egoismos por el poder.Lo malo de todo esto son las vidas que se pierden y siempre de inocentes.
ResponderEliminarOjalá que evocarlas sirva para que haya Paz.Y entierren estos viejos odios que no llevan a nada.
Feliz semana Isabel.
Hola amparo, gracias a tí por tu atenta lectura siempre. Besos.
ResponderEliminarHola rosa, ese velo que nos han de quietar de los ojos es el del egoísmo y la cortedad. Un abrazo muy fuerte.
Saludos, alejandra sotelo faderland, desde luego que todos ellos rechazarían la mediación de una mujer. No es de extrañar que estén como están, cuando hay en ellos tanto rencor y tanto odio por la mitad del género humano. Un abrazo, querida amiga.
ResponderEliminarHola isabel martínez barquero, qué absurdo resulta que estén siempre luchando unos contra otros sin tener un mínimo reposo, una luz. A veces se diría que muchos seres humanos han enloquecido. Besos.
Hola cass, también yo espero que haya una lucecita de humanidad y/o de piedad hacia ellos mismos y hacia los demás. La paz es posible, eso seguro. Un abrazo.
ResponderEliminarHola isabel, ojalá sea así, porque inocentes los hay a miles. Besos.
Hola concha agustí, gracias por el texto que has aportado. Me gustaría matizar, sin embargo, que los consejos de la ninfa Egeria al rey Numa siempre fueron de sabiduría y de paz. Las diosas no tienen el corazón guerrero de los dioses. De ahí que también a ellas se las anulara y de ahí que también Montanelli (con todos mis respetos) compare a Egeria con el Dios vengador de los cristianos. Nada que ver. Besitos.
ResponderEliminarHola bertha, entre esos egoísmos está la codicia, para mí uno de los males más arraigados y destructivos de cuantos existen, pues está en la base de las guerras: siempre hay, no lo dudes, quienes se benefician económicamente de ellas. Un abrazo.
Muy hermoso y emotivo Isabel, y muy necesario! Me encanta!Cada vez te superas! Enhorabuena! Y a ver si los "poderosos" no hacen más guerras.La paz es tan necesaria y vital. Esperemos que así sea.Paz para todos de una vez por todas.La verdad no quiero ser pesimista pero conforme está el panorama lo veo un poco difícil.Ojalá me equivoqué, y no hayan más guerras. Son tan horribles y malignas.A ver si es verdad y el ser humano se conciencia y no hay más violencia. Besos.
ResponderEliminarEstá bien lo que motiva tu ruego, pero no creo en ningún tipo de súplicas cuando el poderoso, con la complicidad de tantos, mata impunemente.
ResponderEliminarIsrael puede aniquilar a todos los palestinos cuando quiera y seguir empleando sus eufemismos, que casi todos sabrían interpretar "correctamente".
Si los israelíes se defienden, lo que me parece bien, ¿cómo se defienden los muertos vivientes que tienen "bantustanizados"?
Besos.
Muy oportuno el texto, madame. Realmente necesitamos a la ninfa Egeria en estos tiempos nuestros.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Escuché esta plegaria desde la serena paz de mi bosque, mientras mi deseo hacía que el agua de mi fuente purificara la furia de algunos.
ResponderEliminarConozco a las ninfas Camenas, podría decir que son mis hermanas. Alzo mi voz para que Egeria, que suele ser la que me suele llamar en nombre de todas, me escuche y cuente conmigo para ayudar a los pueblos tan cruelmente castigados de los que nos están llegando noticias desoladoras.
Un beso muy fuerte para Egeria, Antevorta, Postvorta y la profética Carmenta. Contad con que mis manos tomarán las vuestras y juntas podremos ayudar a estos seres humanos que nos invocan. Me pareció escuchar el suave timbre de aquella Romana que tanto nos quiere en sus letras. Sea por ella. Aquí me tenéis, hermanas. Acudid pronto a mi fuente pues en ella os tendré preparados los más dulces manjares.
Con inmenso cariño, Silana.
La via Appia es un lugar magico. Gracias por despertar estos maravillosos recuerdos.
ResponderEliminarSi el dinero que se emplea en las guerras se invirtiera en las personas, en las sociedades y sus necesidades, otro gallo nos cantaría.
ResponderEliminarSeríamos más felices y menos iracundos con deseos de matar.
:(
Un besito
!Oh dulcísima Silana, Carmenta, Ninfas, Musas! os invocamos benefactoras, protectoras de todo lo ameno y fructificado.
ResponderEliminarMe temo que aquellos que deberían escuchar nuestras plegarias tienen oídos sordos, corazón duro y aman a Marte, al dios de los ladrones, al dinero, Mercurio.
Isabel, nuestro ojos se irritan ante la sangre derramada, ante la prepotencia, la desproporción, el ojo por cien ojos, esperemos que nuestras fuerzas unidas, el clamor, pueda hacerles sentir mezquinos y paren esta locura.
Besito triste.
¿Tregua? Si se consigue será siempre porque a israel le interesa y si se rompe será por la misma causa. Sabe que puede matar impunemente y que los poderosos le apoyan.
ResponderEliminar¡Pobre pueblo palestino! masacrado durante décadas y en el mundo no se hace nada por evitarlo.
Bicos
Creo que la sordera afecta a muchos, porque no hacen caso de las plegarias contra la guerra.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola yolanda carrasco, comprendo tu pesimismo, pero si nos dejamos invadir por él ya nos tienen ganada la batalla. Y de eso saben mucho quienes se enriquecen a costa de la muerte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola maría luisa arnaiz, cierto que las plegarias no paran las armas, pero si nos ayudan a reflexionar, si contribuyen a conectar con lo más profundo de nosotras mismas y encontrar una vía... Me resisto a pensar que está todo perdido, que esta locura y tantas otras no tendrán fin. Pueden tenerlo y, desde luego, ese fin no vendrá de ninguna intervención divina, sino humana y bien humana. Un abrazo, querida amiga.
Hola la dame masquée, necesitamos a Egeria y a tantas mujeres sabias acalladas por la fuerza en la antigüedad y en nuestros días. Ellas nunca pidieron guerra para zanjar las diferencias. Beso su mano.
ResponderEliminarHola elena clásica, ninfa Silana protectora de Rea Silvia y de Roma. Si olvidamos la sacralidad de los lugares y la sacralidad de los seres vivos, es posible arrasarlos, explotarlos hasta la extenuación, matarlos. Tú y las demás ninfas debéis haceros presentes, inspirarnos, inspirar amor y justicia en quienes tienen el poder de la fuerza. No os desvanezcáis, no os dejéis arrastrar por el viento del olvido, pues sois la voz de las mujeres, de las viejas sabias que habitan aún el mundo. Un abrazo.
Hola dapazzi, me alegra despertar buenos recuerdos: se reviven así muchas veces. Besos.
ResponderEliminarHola áfrica, ojala pudiéramos estirpar en los hombres el deseo de guerra y muerte. Pero si no podemos, hagamos lo posible las mujeres para ocupar nuestro lugar en la sociedad y, desde él, instaurar la cordura. Un abrazo.
Ojalá te escuchen...
ResponderEliminarHermoso.
ResponderEliminarQue la paz llegue, llegue y llegue.
Abrazos fuertes.
A ver si son escuchadas alguna vez, Isabel.
ResponderEliminarVale.
Amiga, ojala las ninfas te escuchen, porque hace mucha falta que tus deseos sean realidades.
ResponderEliminarUn abrazo
Pones el dedo en la llaga. Resulta estremecedora la tibieza con que occidente contempla casi impasible estas atrocidades.
ResponderEliminarLa invocación, a parte de hermosa se vuelve urgente y necesaria, aunque revela un lado oscuro: hay que acudir a otras fuentes cuando el género humano se ve incapaz una y otyra vez de frenar estos atropellos. Un abrazo.
Me uno a la suplica.
ResponderEliminarSosiego para la furia.
Concordia en el abrazo.
Espléndido canto, Isabel. No debía ser muy frecuente la solicitud de paz en la Roma conquistadora pero las ninfas, siempre dulces y bellas tenían el poder de calmar la sangre hirviendo y el sabor a muerte.
ResponderEliminarComo siempre, impresionante documentación.
Excelente.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Hola natalia tarraco, ¿por qué será que los hombres se olvidan de las diosas para servir a los dioses de la guerra y el dinero? ¿No serán, directamente, un invento suyo, como temo? Urge el regreso de nuestras dulces ninfas antes de que el universo quede reducido a dolor y escombros. Un abrazo.
ResponderEliminarHola dilaida, hay un muro de incomprensión que debe ser derribado, pues de lo contrario no habrá posibilidad de paz, pese a las voces pacifistas que se alzan a uno y otro lado. Un abrazo.
Hola cayetano, cierto que hay mucha sordera y afecta a todos los campos: de la guerra, de la economía, de la salud... Todo está invadido y pervertido por el dinero. Besos.
Hola pedro ojeda escudero, ojala ellas nos escuchen y se hagan escuchar. Besos.
ResponderEliminarSaludos, clarice baricco, que llegue la paz a todas partes. Un abrazo.
Hola dhyego, si no escuchan, tendremos los ciudadanos que gritar. Besos.
Saludos, antiqva, es preciso que se imponga la razón y la humanidad por encima de otros intereses puramente económicos. Un abrazo.
ResponderEliminarHola v, cierto que es necesaria una intervención, y cierto también que nos endurecemos a estos desastres, agotados por los espantos diarios, por nuestras propias dificultades. Y, en cierto modo, apelar a las ninfas no es, necesariamente, apelar a seres sobrehumanos, sino a nuestra propias raíces antiquísimas, cuando aún las mujeres no habíamos sido condenadas y el mundo era mucho más justo. Un abrazo.
Gracias por unirte a la súplica, segio astorga. Sólo la paz vale la pena. Un abrazo.
ResponderEliminarHola antonio campillo, Egeria actuó en la Roma de los primeros tiempos, poco después de la muerte de Rómulo, y precisamente con un rey que se manifestó favorable a la paz en todo momento. No es Roma, ciertamente, un ejemplo de paz, pero sí es significativo el ejemplo de aquellas ninfas que la buscaban y la aconsejaban, tan acalladas luego... Un abrazo, querido amigo.
Que la paz nos acompañe, es una gran entrada gracias Isabel.
ResponderEliminarTe invito a conocer la mia.
Un cálido abrazo.)
Gracias, carlos alberto, voy enseguida a visitarte. Un abrazo.
ResponderEliminarEste conflicto está tan lejos de resolverse. Y los judíos ya olvidaron sus tragedias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Para invocar esa paz habría que acudir a las ninfas o al perro Cerbero, para impedir que escapase nadie sin un acuerdo de cese de violencia de una imaginaria reunión de mandatarios que negociasen la paz.
ResponderEliminarLas ninfas han trabajado bien: de momento tenemos alto el fuego.
ResponderEliminarHola virgi, pese a todo hemos de mantener la esperanza y la convicción de que es factible la paz. Un abrazo.
ResponderEliminarHola pepe cahiers, tu propuesta me recuerda un hecho real: cuando moría un Papa, y a fin de impedir que se prolongaran indefinidamente las negociaciones para elegir a otro, se cerraban con llave las estancias donde se reunía el cònclave, de modo que no podían salir... Creo que se sigue haciendo. Un abrazo.
Saludos, dolors jimeno, desde luego si se oyeran más y mejor las voces femeninas, las cosas irían de otra manera. Besos.