“Donde un día
surgirán las primeras murallas de Roma, sobre la colina del Palatino, reinaba
en [un lejano] tiempo el griego Evandro, venido de la Arcadia a la cabeza de un
grupo de compañeros. Lo había guiado al Lacio su madre, la ninfa Carmenta y
aquí él había fundado una ciudad, Pallantium
o Palatium, del nombre de la ciudad
griega de la cual había partido, o quizá de su abuelo Palante rey de la Arcadia
o del hijo, que sería sepultado allí. Algunos, en cambio, sostienen que la
ciudad, como la colina sobre la cual surgía, el Palatino, tomaba su nombre de
Pales, diosa del pastoreo, o del verbo balare,
“balar”, porque allí pastaban los rebaños, o de palari, vagar de un lado a otro, como hacen justamente los animales
en los pastos.”
Que
no olviden los inquilinos de los palacios que ellos, como nosotros, descienden
de pastores...
Texto entrecomillado de: LICIA FERRO Y MARIA MONTELEONE.- Miti romani.
Traducción del italiano: Isabel Barceló
NOTA: El nombre de “palacio” viene del latín palatium que a su vez
toma la denominación de la colina Palatina, lugar donde se fundó Roma y que
luego fue ocupada por las grandes mansiones (palacios) de los emperadores.
*Rebaño de ovejas en la Via Appia, a las puertas de Roma. Foto: Isabel Barceló
Hermoso,Isabel.
ResponderEliminarTodos venimos del mismo lugar.
Un abrazo de pastora o de romana,lo que prefieras.
Ellos saben que son pastores, pero lo malo es que creen que nosotros somos ovejas...
ResponderEliminarLa colina del Palatino es un lugar privilegiado para admirar y tener al alcance de la vista la Roma fundada y refundada desde Evandro.
ResponderEliminarComo siempre, Isabel, una delicia leer tus crónicas de Roma y su historia.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
De Pallantium, viene precisamente Palantea, la pastorcilla.
ResponderEliminarEso, que no se le olvide a la nobleza, condesas incluídas, cuáles son sus orígenes.
Un abrazo y un beso muy fuertes, querida Romana.
¡Ay, también de los pastores de almas!
ResponderEliminarBesos.
Muy interesante...y genial el comentario de María Jesús que acota lo que no es obviedad!
ResponderEliminar=)
Saludos.
Lo que aprende uno entrando a este blog. ¡Muchas gracias Isabel!
ResponderEliminarY si vamos más lejos, venimos todos de aquellos recolectores africanos que se alzaron a duras penas.
ResponderEliminarViendo las ovejas recuerdo la primera y única vez que las he visto pasar por el centro de Madrid ¡qué emoción sentí!
Un abrazo, querida Isabel
¡me gusta! las palabras son como Francisco Pérez de Antón las describe en Chapinismos del Quijote, al compararlas con las aves: vuelan, cambian de nido, y a veces como fénix, caen en desuso y mueren, pero solo para resurgir de las cenizas con nuevo plumaje...
ResponderEliminarET IN ARCADIA EGO.
ResponderEliminarLo grave, querida Isabel, no es que ellos nos vean como sus ovejas, lo grave, insisto, es que la mayoría de nosotros nos lo creamos.
ResponderEliminarBicos
Muy bueno, Isabel. Lo malo es que quien lo debería saber nunca se dará por aludido.
ResponderEliminarBuen artículo, aunque la palabra palacio viene de donde tu nos dices, yo añadiría que los palacios vienen del dinero de los contribuyentes.
ResponderEliminarSaludos
Ja, ja, reyes, de pastora romana ¿no? Besitos.
ResponderEliminarHola mariajesúsparadela, tienes muchísima razón, por eso tendríamos que demostrarles lo contrario. Besos.
Buen comentario de María Jesús.
ResponderEliminarCada palabra tiene su explicación, palacio donde nació Roma, pastos de ovejitas, a sus pies el pueblo romano.
Bsito lunero, que tengas buena semana.
Saludos, antonio campillo, desde luego el Palatino es un lugar excepcional (o al menos a mí me lo parece...). Un abrazo.
ResponderEliminarClaro que sí, Palantea, quizá tus padres o tus abuelos vivieron ya allí, en el Palatino y tú eras desonocedora de tus orígienes. Besos, condesita.
Ja, ja, maria luisa, los pastores de almas también se creen las cabezas pensantes del ganado. Por eso llevan siempre el cayado, el zurrón con la comida y la bolsa de los dineros... Besos.
ResponderEliminarHola neogéminis, gracias por tu visita y por subrayar la aportación de mariajesus. Besos.
Hola aaron, me alegra que te sientas a gusto en esta casa que es la tuya, ya lo sabes. Bueno, al menos lo sabrá Tito Tacio que gobernará esa maravillosa ciudad que es Roma.
ResponderEliminarSí, virgi, hemos de remontarnos muy atrás en el tiempo si queremos comprender de dónde venimos y ser un poco más humildes. A mí me encantó encontrarme con ese rebaño de la foto en la vía Appia, junto al túmulo de los Horacios: un buen recordatorio de los orígenes y los principios de Roma, tan cercanos. Besotes.
Hola malva, es preciosa esa comparación que nos traes. A veces cambian los nombres pero no los objetos o los conceptos a los que designan. Un abrazo.
ResponderEliminarHola dapazzi, sí, qué maravilloso es pensar en esa arcadia feliz, en ese tiempo perdido y siempre soñado. Un abrazo.
Tienes toda la razón, dilaida, mientras nosotros nos creamos y nos comportemos como ovejas, siempre habrá un pastor para decidir sobre nosotros en nuestro lugar. Un abrazo.
ResponderEliminarHola dolors jimeno, ellos no se dan por aludidos, pero las ovejas con frecuencia seguimos obedeciendo. Besos.
Si, jubi, la palabra "palacio" viene del Palatino, pero el objeto "palacio" viene de nuestros dineros. Besos.
ResponderEliminarMuy hermoso y muy cierto Isabel.Teníamos que recordárselo a muchos.Besos.
ResponderEliminarEllos creen que viene de balar, fijo, por eso nos toman por ovejas.
ResponderEliminarBeeehhhh, beeehhh, beeeeeeeeeeeeehhh,
Beeehhh-te ya, señor PPresidente!
XD
Interesante todo lo que nos cuentas siempre aquí, Isabel.
Un beso
Que interesante entrada!
ResponderEliminarNos invita a la reflexión, muy bueno el texto para recordar...
Un placer visitarte.
Saludos y feliz semana.)
Extraordinaria información la que nos traes. Es verdad que la oveja recorre caminos y veredas y que tiene una apariencia dócil. Pero en determinados casos, no se cumple aquello del silencio de los corderos.
ResponderEliminarCasi siempre, y aunque no lo parezca, el rebaño sabe a dónde va.Y siempre unido.De toda especie se aprende decía Darwin. Un abrazo.
Muy curioso el origen de la palabra.
ResponderEliminarEn efecto. Algunos habitantes de los palacios son un poco gregarios y simplones, como los rebaños de ovejas.
Un saludo.
¡Qué foto tan bonita! Ojalá también fuéramos un poco más concretos sabiendo que nuestro trabajo se mide en 'pecus', ovejas que hay que contar, contra las que luchar como si fueran un ejército... todo menos olvidar de dónde viene nuestra verdadera riqueza...aunque luego se viva en pobres chozas. Para recordarlo -qué bien lo habías dicho durante tu paseo fundacional- junto a los diversos palacios siempre se conservó aquella choza de pastores. Gracias por tantos lazos.
ResponderEliminarEsta festa dos que habitam palácios, minha cara Isabel, um dia estes folgazões verão que tudo se aCABRA (ai....) Besos muchos.
ResponderEliminarNunca mejor dicho que nadie esta por encima de nadie aunque los hay que se lo crean.Somos todos descendientes de un mísmo rebaño eso sí subdividido por las circustancias...económica ,políticas,etc.
ResponderEliminarMuy buena esta observación.
Feliz día Isabel.
Apuesto más por el origen pastoril del término, por aquello de la relación que tiene Béjar con el textil y la lana, jejeje
ResponderEliminarUn beso
Que no se olviden... y por si las moscas.. que tengan presente la acotación de María Jesús, y todo se puede revertir.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Saludos, yolanda, en nuestras manos está recordárselo... Besos.
ResponderEliminarJa, ja, África, qué bien los imitas. Besotes.
Hola carlos alberto, gracias por tu visita y un abrazo.
ResponderEliminarHola v, creo que tenemos mucho que aprender de las ovejas y de nuestra propia especie, como sugieres. Interesantes reflexiones. Un beso.
Saludos, cayetano, ya lo creo que son simples: creo que sólo tienen dos neuronas y están todo el tiempo empleadas en idear cómo explotar más y mejor a los demás. Besos.
ResponderEliminarHola hyperion, como muy bien sugieres nuestra riqueza tiene más que ver con aquello que somos capaces de conseguir, como una sociedad justa, más que la belleza o riqueza de nuestras viviendas. Quienes piensan que los fundadores de Roma eran unos ignorantes están muy equivocados, pues tenían tras ellos una cultura milenaria, aunque vistieran pieles. Un abrazo muy fuerte, querido amigo.
Hola hesserre, espero que tengas razón y esa fiesta contínua de los riquísimo se les acabe pronto. Besos.
ResponderEliminarHola bertha, como bien señalas esas diferencias son más o menos circunstanciales, desde luego, nunca esenciales, pues todos somos seres humanos. Un abrazo, querida amiga.
Hola carmenBéjar, yo también me inclino por el origen pastoril. Quienes dieron nombre a la colina quizá no sabían aún nada de la Arcadia ni del Palladium. Besotes.
ResponderEliminarGracias por tu visita, cass, y desde luego que sí, todo puede volverse del revés. Un abrazo.
"De bien nacidos es ser agradecido" y recordar los orígenes de uno mismo, que siempre y por definición, son humildes: humanos somos.
ResponderEliminarAy de aquellos que desoigan la advertencia de los dioses...
Inmensa, mi querida Isabel. Abrazos.
No sabía.
ResponderEliminarQué bonita palabra.
Besos.