“…No sólo ya no existe la Italia
antigua, sino que ha desaparecido la Italia de la Edad Media. De todos modos,
la huella de esas dos Italias sigue estando bien marcada en Roma: si la Roma
moderna muestra su San Pedro y todas sus obras maestras, la Roma antigua le
opone su Panteón y todas sus ruinas; si una hace descender del Capitolio a sus
cónsules y sus emperadores, la otra lleva al Vaticano su larga serie de
pontífices. El Tíber separa dos glorias: asentadas en el mismo polvo, Roma
pagana se hunde cada vez más en sus tumbas, y Roma cristiana vuelve a bajar
lentamente a las catacumbas de las que salió”.
R. CHATEAUBRIAND.- “Viaje a Italia” (1803-1804)
Traducción de Plácido de Prada.
NOTA: Muchas iglesias y edificios palaciegos fueron
construidos con materiales procedentes del expolio de edificios antiguos. Santa
María in Trastevere tiene la estructura actual desde el siglo XII, cuando el
Papa Inocencio II la reformó utilizando materiales de las Termas de Caracalla,
entre otros. La nave central está separada de las laterales por 21 columnas
enormes extraídas de diferentes edificios antiguos.
* Nave central de la Basílica de Santa María in Trastevere.
Foto: Rafa Lillo.
Querida Isabel, siempre me emociona visitar el barrio del Trastévere y perderme, literalmente, entre sus callejuelas alejándome del bullicio de la multitud para alcanzar los menos frecuentados Sta. Cecilia o S. Francisco a Ripa; pero siento una especial devoción por esta iglesia de Sta. María, con sus bellísimos mosaicos y con esa imagen tan insólita, en el cascarón del altar mayor,de un Cristo que coge amorosamente por los hombros a su madre. Quizá me atrae especialmente por ser una representación del Hijo con la Madre tan alejada de esas otras "Dolorosas" y tan dotada de un carácter intimista y familiar.
ResponderEliminarGracias por este recuerdo romano, amiga.
Mil bicos.
Tus notas y escritos son siempre un motivo de placer y de reflexión, aunque no siempre venga a decírtelo.
ResponderEliminarY como sigamos por este camino, también va a desaparecer la Roma actual. Ya se encargarán los Monti o los Berlusconi de conseguirlo.
ResponderEliminarUn saludo.
Solo somos estratos de la madre Tierra.
ResponderEliminarBesos.
Ah, lo del "reciclaje" no es tan moderno como algunos pueden creer. En mi tierra se encuentran piedras del monasterio cisterciense (fundado en el S.IX) por todos los pueblos de alrededor, estelas romanas como dinteles de iglesias... ¿Y qué decir de las piedras fermosas en Galicia? Petroglifos incrustados en las paredes de los huertos, o la mampostería del castillo de Allariz como empedrado de sus calles viejas.
ResponderEliminarMe temo que es casi "ley de vida": las cosas antes de llegar a ser antiguedades son antiguallas, estorbos. Y en ese momento son muy frágiles.
Un abrazo, Isabel
Isabel: hoy eso se llamaría "vintage" y sería el colmo de la modernidad...
ResponderEliminarVale.
Maravillosa esa iglesia, interesante todo ese lapidario de su fachada, todo ese material de reciclaje por todas partes.
ResponderEliminarUna curiosidad.
No se si te habrás parado a mirar un pequeñísimo altar entrando ala izquierda, sin ningún valor artístico , dedicado a san Antonio, todo lleno de escritos dando gracias o haciendo peticiones. A mi me parece simpático.
Saludos
Las culturas tienden a desaparecer pero la materia persiste en otras formas pero siempre es la mísma.
ResponderEliminarFeliz semana Isabel.
¿No tiene una bellísima fachada?
ResponderEliminarY el Trastevere, a pesar de turismo, no pierde su encanto.
Besos, querida Isabel.
La apreciación de Chateaubriand es tan real que semeja los meandros del Tibet aunando las diferentes épocas históricas, los diferentes barrios que han pervivido apoyándose unos en otros.
ResponderEliminarPareciese la serpiente que zigzaguea y que ha dado perdurabilidad a ambas partes de Roma.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
Coincido con CAyetano. Qué será de la Roma actual con la gente que la "regenta?"
ResponderEliminarY también coincido con Xibeliuss...no es lo mismo antigüedades que antiguallas. Si uno supiera de su valor...
Y con lo que siempre me quedo es con tus entradas, siempre fascinantes!
:D
Un beso
Así es, Isabel. Aunque ahora es peor, sólo destruyen, sin reutilizar nada. Ha pasado en Campanar, por poner un ejemplo cercano. De todo lo romano de ese barrio, sólo recuperaron un mosaico hace añosantes de cambiar incluso el nombre de varias partidas históricas por el de Nou Campanar. ¿Cómo que "nuevo"? Milenario!Hundir, enterrar bajo el cemento la toponimia urbana es también un crimen contra la memoria.
ResponderEliminarA este paso desaparecerá mucho más...estupendo como siempre Isabel...un placer leerte!
ResponderEliminarBesos.
¡Menudas canteras de materiales nobles eran antes los monumentos antiguos! Ahora la cosa está más complicada con la protección dispensada al arte. Seguro que Chateaubriand se alegraría.
ResponderEliminarUn beso, querida Isabel.
Tu foto me ha traído a la memoria la basílica de San Clemente y su mitreo bajo la cripta.
ResponderEliminarLarga vida al Tíber y a la eterna Roma.
Un beso muy fuerte, Romana.
Terminado el primer trimestre por fin parece que me puedo asomar a ésta ventana,
ResponderEliminary gracias a ti parece mucho mas que eso, pareciera que de nuevo paseo por nuestra amada Roma....
Como siempre, maravillosas entradas y fascinante ver que nada se inventa ni es nuevo, todo está ya dicho y vivido.
Y en ocasiones, usado.
Un besazo muy grande.