Esto responde Corina a las palabras de Ovidio:
Ayer mismo me encontré a tu
amigo Macro junto al umbral del templo de Spes y hube de escuchar de sus labios
amargos reproches. Se siente muy solo en
su empeño de escribir un gran poema épico pues, según le has dicho, tu
propósito de cantar las gestas guerreras de nuestros antepasados se ve
constantemente entorpecido por mi presencia. ¡Ay, querido, qué excusa tan
pueril! ¿No hubiera sido más fácil decirle la verdad, que Marte ya no te interesa?
¿Que prefieres, con mucho, librar alegres batallas amorosas, para las cuales no
necesitas empuñar el hierro ni matar enemigos, sino atraer hacia a ti a tu
adversaria ungiéndote de miel y fuego? Con tu ligereza me has hecho quedar mal
a los ojos de ese buen amigo y gran poeta y me has ofendido gravemente, debes
saberlo. Ahora, para resarcirme de tu afrenta, te ordeno venir a mi casa,
deponer a mis pies tus armas y reconocerte prisionero mío. ¡Y para que confieses cuales eran tus intenciones
al declararme la guerra, llamaré en mi auxilio a Venus y a Cupido y probaré todas sus armas en tu propia carne!
NOTA: Marte, como recordaréis, era el dios de la guerra. El templo de Spes estaba en el foro Holitorio y hoy sus columnas se encuentran integradas en la iglesia de San Nicola in Cárcere, de la cual os he puesto algunas fotos.
*Foto sacada por mí de un libro que reproduce la decoración de las Logias de Rafael. Esta, en concreto, es una terracota de Giovanni di Udine.
Marte nada tiene que hacer en esta guerra si las armas son las del amor.
ResponderEliminarUn saludo.
HOy he estado entre aires romanos y me he acordado de ti,yo soy muy torpe cuando se trata de ponerle palabras a la vida romana;por eso siempre te he admirado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como de costumbre, viles patrañas masculinas para no decir la verdad. muy poeta pero muy poco hobmre este Ovidio.
ResponderEliminarOvido depón las armas, disponte al combate que anuncian Eros y Psique.
ResponderEliminarFlora reinará pasados tres días, di que no, díselo, atrévete, te espero a tiempo.
Obedeció en mucho el poeta, del arte de amar hizo diccionario al uso de la época. No tal hizo el divino Virgilio que de lo bucólico, por ceder al Augusto, nos dejó la épica con gotas de sangre clamorosa.
Besito lunero casi primaveral.
En definitiva, haz el amor, no la guerra. Y después de años miles, seguimos igual.
ResponderEliminarBesos besos, Isabel, mi romana actual.
ResponderEliminarInvitación
Soy brasileño.
Pasei acá leendo , y visitando su blog.
También tengo un, sólo que mucho más simple.
Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
para ti, un abrazo desde Brasil.
www.josemariacosta.com
De esta no se libra...Atraer a tu adversaria urgiéndote de miel y fuego;se puede decir más alto pero...más claro imposible...y encima pedirá auxilio a Venus y Cupido...que fuerte;))
ResponderEliminarFeliz lunes Isabel.
Este Ovidio sabía hasta latín, jejeje.
ResponderEliminarVale, Isabel.
Corina siempre brillante.Nunca me defrauda.Muchos besos Isabel.
ResponderEliminarNo mucho mejor parado saldrá Ovidio del combate que le espera.
ResponderEliminarBesos.
Tal vez por eso Marte no era tan querido en el pueblo romano, por esas guerras injustas y ruines; la fuerza de Venus y Cupido deben ser siemrpe superiores. Abrazos, Isabel.
ResponderEliminarNo sé, Cayetano, Marte también conocía algunas armas amatorias, fíjate si no, los gemelos... Ja, ja. Besazos.
ResponderEliminarHola reyes, ya he visitado tu blog y he leido tus impresiones en una visita a Itálica. Me hace muy feliz que os acordéis de mí siempre que visitais lugares romanos. Es como si yo misma estuviera allí. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola alyx faderland, me encanta el poeta Ovidio. No sé cómo sería en tanto que persona, pero como conocedor de los amores de su tiempo no tiene precio. Me encanta ser su Corina. Besazos.
ResponderEliminarSaludos, natalia tarraco, bellas palabras las tuyas. Cada uno en su estilo, merecen ser continuamente recordados. Para el amor, Ovidio, lo prefiero; pero para otras profundidades me quedo con Virgilio, él que intuyó también cómo se fundó Roma. Besazos.
ResponderEliminarHola virgi, desde luego que es mejor amar que guerrear. Pero el amor por las riquezas y el poder se impone al amor humano y nos impone la guerra, con armas afiladas, con armas económicas y con engaños. Ahí estamos... Besazos.
ResponderEliminarSaludos, josé maría souza costa, bienvenido a esta casa tuya. También a mí me gusta atravesar océanos y encontrarme, siquiera virtualmente, con tantos amigos a quienes probablemente no llegaré a abrazar nunca. Es un placer encontrarnos en el ciberespacio y comprobar qué cerca estamos, en realidad, unos de otros. Yo también te sigo. Un abrazo.
Ja, ja bertha, es que esta Corina es a veces muy pudorosa, a veces descarada. ¿De qué otro modo puede atraer un hombre si no es con dulzura y pasión? Besazos.
ResponderEliminarJa, ja dhyego, era todo un artista en las artes amatorias. Te lo dice Corina... Besazos.
Hola yolanda carrasco, también yo quiero mucho a Corina, siempre tiene algo en los labios dispuestos a replicar. Me gusta cómo planta cara a nuestro Ovidio, un amante tan variable... Besazos.
ResponderEliminarJa, ja, maria luisa arnaiz, más de una vez Corina ha picado al amante Ovidio: sabe cuánto escuece a los hombres en su orgullo el minimizar sus atributos. Besazos.
ResponderEliminarHola paco hidalgo, es cierto que no hay muchas imágenes de Marte, así como podemos encontrar otras mucho más amables, sobre todo de Cupido. ¡Ay, ese niño que vuelve locos incluso a los dioses! Besazos.
ResponderEliminarMarte cree que lo sabe todo sobre la guerra, pero no está preparado para enfrentarse a Cupido. Una flecha de ese niño disparada al azar, y no hay Marte que lo arregle. Ovidio está perdido si Corina cumple sus amenazas :)
ResponderEliminarFeliz día
Bisous
Querida Isabel, ya lo decía la vieja Safo cuando en la "guerra del amor" reclama el apoyo de Afrodita-Venus:
ResponderEliminar"Ven, pues, ¡oh diosa!
y mis anhelos cumple,
liberta el alma de su dura pena;
cual protectora, en la batalla lidia
siempre a mi lado".
Mil bicos, cara.
Es que entre una batalla con Marte o una con Corina hay un trecho! Bueno, no tanto. Marte te va a ganar sí o sí y Corina también, pero da más gusto batallar con ella, jajaja!
ResponderEliminarUn beso