“Un
león que no era cruel ni malvado llegó a ser rey. No recurría siempre a la
violencia para arreglar los asuntos, sino que era justo y amable, como un
hombre. Los animales salvajes se reunían en asamblea para exponer sus casos y tomar
decisiones legales. Cada animal exigía responsabilidades a otro. El cordero al
lobo, la cabra al leopardo, el ciervo al tigre; todos se sentían satisfechos.
Todo el mundo estaba en paz. Entonces el conejo habló:” Éste es el día por el
que he estado rogando, el día en que hasta los débiles son temidos por los
fuertes”
Ojalá
ese día llegue pronto para todos nosotros.
BABRIO, “Fábulas”, citado
por Robert C. Knapp en “Los olvidados de Roma”.
* Foto tomada por mí en la exposición “I colori del bianco” (Los colores del blanco) en los Museos
Vaticanos, Roma. Aunque estamos
acostumbrados a ver las esculturas de mármol blanco, en realidad eran así : pintadas de alegres colores.
Ojalá llegue ese día Isabel! Muchas gracias por compartir tus sabias historias con todos nosotros.Muchos besos, bella romana.
ResponderEliminarDe momento, madame, gobiernan otros animales. Habrá que llamar al rey León para ver ese día.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Querida Isabel, ¡ojalá así sea! Pues, como establecía ya el Derecho Romano, "Ius non in singulas personas, sed generaliter constituitur", 'el Derecho (la ley) no se establece para determinadas personas, sino que obliga a todos'.
ResponderEliminarPor cierto, del libro que citas, "Los olvidados de Roma" estoy dando buena cuenta estos días.
Mil bicos, carissima.
Yo preferiría que llegase un día en que nadie tuviese que temer a nadie.
ResponderEliminarTu lo has dicho, es una fábula, por tanto inverosimil.
ResponderEliminarAy las responsabilidades...
ResponderEliminarJajajaja!
No sabe, no contesta.
Y en el mejor de los casos: "ha sido un señor", jajaja.
Besote
Tiene mucha razón mariajesúsparadela, yo también preferiría que llegase un día en que nadie tuviese que temer a nadie,Ojalá llegue ese maravilloso día!, aunque suene un poco utópico. Pero Ojalá llegue alguna vez!La humanidad daría un paso enorme, estupendo y, aunque difícil muy positivo y beneficioso para todos.Muchos besos, Isabel.
ResponderEliminarLa hora de la revolución ha llegado.
ResponderEliminarEl que pueda entender...
Mientras llega ese día, seguiremos tomando precauciones frente a los lobos.
ResponderEliminarUn saludo.
En el tiempo se desgastan los colores y en el tiempo se crean. En ese constante tejer y destejer espero que también nosotros lleguemos a ser 'como un hombre'. Gracias por el 'hominem te esse memento' siempre.
ResponderEliminarLa democracia es eso: el respeto que tienen a los débiles los poderosos. Por eso es tan frágil pero cuando se ejerce es tan poderosa.
ResponderEliminarBesos.
Espero que este deseo del conjeo se haga un día realidad. Muchos seres débiles deberían poder imponerse sobre la voluntad del fuerte, digo yo. Ahora parace que ese derecho conquistado con la sangre, sudor y lágrimas de mucha gente ahora parece haberse disipado.
ResponderEliminarUn abrazo
Ojalá...llegue ese día.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel.
Precioso el cuento, Isabel. Un beso Cristina Salas
ResponderEliminarEs lo que tienen las fábulas: que enseñan,pero no son prácticas.
ResponderEliminarBueno, será que llevo una época descreída.
Hola Isabel.
ResponderEliminarDemasiado tiempo llevo sin poder leerte, pero es una alegría ver que sigues adelante. Lo que es una verdadera pena es el que ese ansia de justicia, tan vieja en el tiempo, sea una utopía. Ya sabemos que no deja de ser un sueño, pero también debemos recordar que los sueños son los que llevan a la humanidad a buscar los avances. Me contentaría con que todos los seres humanos tuviéramos esa misma sed de justicia.
Un fuerte abrazo Isabel.
La fábula muy bien, Isabel. A pesar de ello, comenzamos con una premisa falsa: el león dejaría de serlo si fuese amable y no violento. Probablemente la segunda premisa con error es que si el conejo pretende comportarse como lo hacía el león, no sería una revolución, sería una sustitución con más maldad que la que poseía el poderoso: la maldad del débil es inhumana.
ResponderEliminarLa revolución no es cambiar A por B, es justificar que A es mejor que B y por ello jamás volverá a reinar B. Es necesario, imperativo, este cambio, esta transformación del quítese usted para ponerme yo, el desprecio a quienes se comportan con inteligencia para llegar a una concordia necesaria y lo mejor es desplazar para siempre al poderoso por convicción, no por decaimiento del mismo.
Un fuerte abrazo, querida Isabel.
DUDAS RAZONABLES: La investigación de estas dos damas, me esta dejando más dudas que certezas. Tengo una muy razonable. Si bien suelo decir pavadas como decimos por aqui, no soy de escribirlas, ni de faltarle el respeto a quien no se puede defender por muerto. Esto me tomara unos dias mas de investigacion, para no decir lo que no es. Lo cual no le quita merito a ninguna de las dos señoras. Para el dia del veterano de guerra, yo salgo con estas dos mujeres. Pues en 1982 las mujeres fueron al frente (ya se las presentare) y estas dos, efectivamente defendieron lo nuestro con uñas y dientes, sobre todo una. Mientras tanto, adivinen cual lucho mas.... ¿se animan?
ResponderEliminarIsabel:
ResponderEliminarOjalá llegue ese día, pronto.
La verdad es que los leones blancos son mucho más elegantes.
Felicidades por esa presentación. Seguro que será todo un éxito.
Vale.
Me encanta, sencillamente... Me encanta ver que aún hay esperanza en que una fábula puede ser verdad solo con desearlo y, sobre todo, me encanta comprobar que, con la belleza, como con otras cosas de la vida, lo que antes era, aunque ya no lo parezca, sigue siendolo de otra manera...
ResponderEliminarbaci e abbracci, ecco cosa non perdere.