¡Mira,
ese de ahí con la corona de espigas en las sienes es mi prometido! ¿Lo ves? Sí,
sí, es uno de los sacerdotes Arvales y en cuanto termine con los demás de ungir
la figura de la Diosa Dia irá a tomar el baño, antes de participar en el
banquete ritual para degustar sus primicias.
¡Quiera la diosa favorecernos con frutos
abundantes! Este año lo pediré con más fervor que nunca.
Anoche
tuve un sueño horrible: estaba en un lugar desconocido y por todas partes
surgían edificios grandes y pequeños, vías, acueductos, villas hermosas y casuchas.
Yo andaba y andaba, miraba a mi alrededor y no veía tierras de cultivo, ni
pastos para los rebaños, ni refugio para las aves o los animales silvestres.
Llegué así hasta el mar y también allí las olas, al llegar a la orilla, en
lugar morir mansas en las rubias arenas o en verdes prados, chocaban contra la piedra de las casas. Sentí una angustia
tremenda, un miedo atroz.
Una
idea golpeaba mi cabeza como el mazo de un mortero: ¿De dónde saldrá la comida
para alimentarnos?
Así,
esta tarde, cuando empecemos los cantos para honrar a la Diosa Dia y, junto a
ella, invoquemos a otros dioses para pedir abundantes cosechas, las estrofas
que con más fuerza entonaré serán éstas:
“Lares,
ayudadnos.
No
permitas, Marte, que la ruina caiga sobre nosotros.(…)
Invocad
por orden a todos los dioses de las simientes.
Ayúdanos,
Marte.”
NOTA:
El 17 de mayo se celebraba la fiesta de la Diosa Día. Se trataba de una diosa
arcaica que más tarde se identificó con la diosa Ceres. Su culto estaba
encomendado al colegio sacerdotal de los Arvales. Las frases entrecomilladas
pertenecen a uno de los cantos que se entonaban por los sacerdotes Arvales para
propiciar la fertilidad de la tierra. El canto estaba inscrito en una piedra
hallada a finales del s. XVIII. Aunque la inscripción hallada es de la época de
Augusto, se cree que el canto fue compuesto entre el siglo V y IV a.C.
*La pintura mural romana la he tomado de internet.
Dentro de poco se subsistirá del aire; así lo quieren los gobiernos.
ResponderEliminarEspero que los dioses se apiaden y nos concedan mercedes sin fin.
ResponderEliminarVale, Isabel.
Los dioses andan un poco dormidos. A ver si al menos despiertan para venir a la fiesta.
ResponderEliminarFeliz fin de semana.
Bisous.
Para terminar con la crisis prefiero invocar a Marte que, como nuestra gran ministra de empleo, a la Virgen del Rocío.
ResponderEliminarUn saludo.
Como los políticos no nos solucionan nada, mejor será implorar a los dioses clásicos, a ver si se apiadan un poco de nosotros, como a esta diosa Día. Abrazos, Isabel.
ResponderEliminarHe leído que quien instituyó el nombre de “frates arvales” a esa cofradía sacerdotal de culto a Dea Dia (luego Ceres), ha sido el mismísimo Rómulo porque, según la leyenda, fallecido uno de los doce hijos que tenían Larentia Y Fástulo, el matrimonio que había recogido a Rómulo y Remo, fue Rómulo quien consintió en ser adoptado en reemplazo del hijo muerto de la pareja, y él mismo utilizó el nombre “frates arvales” para llamar así al grupo que conformaban él y sus once “hermanastros”. Muy interesante tu publicación, Isabel (y me sumo a cualquier invocación que quieran hacer...a estas alturas toda ayuda viene bien, en cualquier punto del planeta que se consiga. Je!)Gran abrazo!
ResponderEliminar...Y, después de escuchar a una cachorra de las juventudes del PP llamando a la ministra de empleo "nuestra hada madrina" no se qué brevaje tomó la poverella pero... es, mejor invocar a la madrastra de Blancanieves.
ResponderEliminarAlgo nos reinventaremos pero lo que esta claro que sin trabajo no hay posibles...?
Un abrazo Isabel feliz finde guapa.
Muy acertado Isabel,como siempre!Ya estoy bien.Muchas gracias por tus buenos deseos.Esperemos que los dioses se apiaden de nosotros.Besos.
ResponderEliminarMe temo que hasta el cielo se puede derrumbar encima de nuestras cabezas...
ResponderEliminarAcá costumbramo, invocar el ministro de la agricultura que no sabe sabe diferençar una batata e una abobora...
ResponderEliminarBeijos querida...
Supongo que los romanos de ver nuestras megaciudades huirian despavoridos, aunque en ciertas cosas se sentirian muy a sus anchas, dioses mas, diosas menos.
ResponderEliminarUna pesadilla/predicción que se ha cumplido a pesar de la invocación de los sacerdotes Arvales a los Lares y a Marte. La Diosa Ceres, poco a poco, posee menos espacio para poder ceder a los humanos su necesaria bendición. Triste celebración a la Diosa Día.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
¿La cadena de supermecados Dia ha tomado el nombre de esta diosa? La marca Nike tomó el nombre de Atenea Niké, la de la victoria.
ResponderEliminar20 metros de protección de costas...
ResponderEliminarParece un chiste, pero no lo es.
A Ceres le quitan su terreno y nosotros tendremos que aprender a volar...y a comer aire.
Grrr...
Un beso