Esto responde Corina a las palabras de Ovidio
Con sumisas palabras, dulce amado, juras someterte a mis
mandatos y aceptar las exigencias que yo quiera imponerte a cambio
de entregarte mi amor. Veremos si mantienes tu promesa cuando sepas la condición
principal: aunque te arda la lengua, aunque revientes por dentro o creas estar
sometido a una tortura, ninguno de tus
amigos debe saber, llegado el caso, que me entrego a ti. ¡Se muy bien cuánto
aman los hombres alardear de sus hazañas amorosas! Así pues, te ordeno callar.
*Relieve expuesto en el Ara Pacis, Roma. Foto: Isabel Barceló
NOTA: Os dejo el enlace a la reseña de "La muchacha de Catulo" que ha hecho Elena Casero en su blog VEGES TU
Huyyyy qué difícil, pretendía que Cátulo fuera maduro, uffff, qué crudo. ;) Bss.
ResponderEliminarEso es pedir casi un imposible. Si no se puede presumir...el señor Ovidio no sé qué hará.
ResponderEliminarUn saludo.
Callar amores es de suma metafísica. La corpórea lengua no se contiene.
ResponderEliminarAbrazos prometidos.
Difícil se lo pone Corina a Ovidio, que a los hombres les gusta alardear (bueno, no a todos).
ResponderEliminarLa reseña de Elena es entrañables. Espero que esa muchacha, Clodia, navegue lejos.
Un beso.
Corina se muestra cruel: su petición es imposible cumplirla.
ResponderEliminarIsabel:
ResponderEliminarComo decía un amante de una artista conocida: tengo que presumir de haberme acostado contigo.
En cambio, Florentino Ariza se acostó con la mitad de las chicas colombianas y no se enteró nadie (salvo los lectores, jejeje).
Vale.
Mi querida Isabel:
ResponderEliminarCuánta belleza encuentro siempre en esta casa tuya. Qué maravilla encontrarme con esta nueva novela, cuya portada ilumina.
La elegancia de Corina y su fuerte carácter enfundado en un guante de seda encandilan el espíritu como música de otros tiempos que renace.
Un gran abrazo. Será un placer enorme leer tus nuevas creaciones.
Yo creo que hablamos mucho pero decimos poco... y quizas porque no hablamos de nuestras verdades sino del personaje que nos creamos. Ojala tengamos siempre al lado la amante amiga con la que hablar sea complicidad. Al silencio de esa promesa añadiria la locuacidad de las confidencias. Que bien nos hace hablar! Besos desde tu Roma
ResponderEliminarAhora entiendo porqué Corina le ha dejado hablar... vamos a ver: si tiene palabra este enamorado y se muerde la lengua...Mal comienzo con lo que le gusta a la inmensa mayoría alardear no iba a ser menos Ovidio?
ResponderEliminarNo me acordé comentarte la reseña del libro en la entrada anterior es estupenda: felicidades a Elena y a tí por esta edición.
Feliz día Isabel
Antes de la entrega, lo prmetera. Después, no lo cumplirá.
ResponderEliminarAunque los tiempos han cambiado.
Puede, puede..que sí lo cumpla. El amor nos sorprende una y otra vez.
ResponderEliminarBesotes de los grandes.
Hola emejota, ja, ja, Corina hace lo que puede, y si luego el chico no da más de sí... Besazos.
ResponderEliminarHola cayetano, la que mejor sabe de la imposibilidad de cumplir tal exigencia es Corina. Por eso será que lo pide... Ja, ja. Besazos.
ResponderEliminarHola sergio astorga, desde luego que contener la lengua es muuuuy difícil o casi imposible. Besazos.
ResponderEliminarHola isabel martínez barquero, no todos los sombres son indiscretos, pero vaya, es un tópico que les encanta presumir de sus conquistas, sobre todo las que proceden del coqueteo. Respecto a la reseña, sí, Elena Casero ha hecho una reseña entrañable. También yo espero que La muchacha vaya bien. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola maria luisa arnáiz, tienes razón. Así, cuando quiera, Corina podrá darle puerta a su amante con la excusa de su indiscreción... Besos y feliz viaje. Me acordaré mucho de vosotros.
ResponderEliminarHola dhyego, tus palabras me han hecho recordar el viejo chiste sobre aquel que naufraga en una isla desierta con Claudia Schiffer y, finalmente, se la lleva al catre. A partir de ese momento empieza a pedirle con insistencia que se disfrace de hombre y, cuando ella, harta de oírlo, lo satisface y se viste de hombre, aquel se le acerca y le dice: "Tío, ya no podía aguantarme más: ¡Me he tirado a la Claudia SChiffer!".
ResponderEliminarBesazos.
Saludos, elena clásica, es una alegría reencontrarte aquí y sentir que sigues viniendo a tu casa. Te mando un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarHola hyperion, un viejo profesor universitario que conocí decía: "Hablar es fácil. Lo difícil es decir algo". Y si nos referimos a sentimientos, a las cosas que nos preocupan, a lo que de verdad nos importa, pues todavía erramos mas si los disfrazamos o los obviamos para hablar de cosas superficiales. Ser sinceros con nuestros interlocutores y con nosotros mismos se convierte, a veces, un reto. Un abrazo muy fuerte que vuela a nuestra Roma.
ResponderEliminarHola bertha, creo que Corina está sometiendo a su Ovidio a una prueba de fuego, sabiendo que seguramente no la superará. Pero en el amor, hay mucho de juego. Gracias por la alusión a la reseña. Besazos, guapa.
ResponderEliminarHola mariajesusparadela, afortunadamente los tiempos han cambio en muchos sentidos positivos. Con todo, amar y no poder decirlo es una dura prueba. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarHola virgi, quizá, como dices, Ovidio guarde silencio sobre esta conquista. De hecho, estoy segura de que lo guardó. Quizá ocultó bajo el nombre de "Corina" a su verdadera amante... Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarEs que los hombres no maduran hasta que no son conscientes que no podrán ser futbolistas profesionales o actores porno.
ResponderEliminarUn beso Isabel.
Es una de las condiciones del amor cortés. Morir de amor callando...
ResponderEliminarMe encantan estas "entradas dobles" entre Ovidio y Corina: Lees al primero y piensas "Ah, el gran Ovidio..." Luego lees la respuesta y piensas "...que era un hombre como tantos"
ResponderEliminarCorina es, sin duda, su Memento Mori jejeje
Abrazos, Isabel
Cállate varón y no presumas de conquistas, me ofendes y mi amor se difumina, cállate por tu bien y el mío, dulce Ovidio.
ResponderEliminarEso diría Corina y tiene razón, pero...yo digo, compórtate Ovidio como caballero romano, sin embargo, no calles, noooo, regálanos tus poemas letra a letra, en ellos el amor nos llega eterno, a voces recitado o en la calma leído.
De nuevo nos ofreces una de tus deliciosas controversias entre la amada y el amante, espejos donde brillan instintos, ironía, condición humana en ambos sexos.
Un beso.
Corina pide a Ovidio que calle su amor, un imposible para algunos hombres, que ya dice mucho de esos hombres y nada bueno.
ResponderEliminarAy!, el amor que maravilloso que es, ja,ja!Muchas gracias,Isabel, por tu magnífico blog y por todo, y muchos besos.
Excelente recurso y aun así...Ya sabes, el no poder callar lo llevo finalmente a morir en el destierro ; ) Aun recuerdo con verdadero placer la lectura de sus cartas desde el Ponto.
ResponderEliminarExcelente recurso y aun así...Ya sabes, el no poder callar lo llevo finalmente a morir en el destierro ; ) Aun recuerdo con verdadero placer la lectura de sus cartas desde el Ponto.
ResponderEliminarja,ja,ja,j tu no sabes aquello de ¿asno presumido?......
ResponderEliminarmatas un y cuentas 20.
salute.
Añado amiga mía, por si te interesa, que en mi última entrada del jueves he querido por pura y profunda añoranza, recrearme en sabores y atmósferas muy romanas, el tema me dio pie y yo lo seguí con ganas y a mi gusto, por supuesto.
ResponderEliminarUna receta que quizás has degustado y conoces, espero probarla la semana próxima cuando visite a otra "romana" absoluta, ella la prepara al modo de Apicio ¿o era Columela?
Querida Isabel, haría bien Ovidio en atender al viejo dicho de Zenón de Elea que decía que la naturaleza nos dotó de dos orejas pero una sola boca, para escuchar más y hablar menos.
ResponderEliminarMil bicos, carissima.
Una prueba de amor inconfundible y acertada. Cómo respondió, nos quedamos sin saberlo.
ResponderEliminarAbrazos
Isabel, he recordado esta entrada en relación a cierta cuestión que ando preparando, seguramente te la enlace, o cite de alguna manera en su momento.... aunque.... no tengo ni idea cuando será, desde luego está relacionadísimo con unas primeras experiencias al respecto. Besos de nuevo.....
ResponderEliminarMe la voy a apuntar para no olvidarla.