Pasemos rápidamente, Julia,
no me gusta nada este mosaico. ¿Puedes creer que ese tritón
me produce escalofríos? Temo que nos
distraiga con el sonido engañoso de su caracola para, cuando menos lo
esperemos, ensartarnos más cómodamente en su tridente.
*Mosaico en el ninfeo de
Villa Iulia, Roma. Foto: Rafa Lillo
Realmente asusta el aspecto del tritón, desde luego no inspira nada de confianza. Me gusta muchísimo como escribes. Sigue así, eres estupenda.
ResponderEliminarJajajaja, con lo completito que está el pobre.
ResponderEliminarUn texto muy salado, donde la imaginación prima.
Un beso.
Asusta!
ResponderEliminarJjejeje Esas "buenas palabras", tan seductoras...
ResponderEliminarAbrazos
Hay que estar atentos, que estos dioses son muy volubles y malva2.
ResponderEliminarVale, Isabel.
Ocurre que a veces, a través de la emoción que produce el arte se produce una vibración especial en nuestro ser que nos advierte de los peligros que nos acechan. Ciertamente la música de una caracola puede actuar como el canto de las sirenas, el dulce engaño que conduce a la ofrenda personal a un sacrificio.
ResponderEliminarOjo avizor a las palabras dulces que nos rodean desde los medios de comunicación, nos envuelven en una red de la que es difícil escapar.
Precioso. Ha merecido la pena aguantar a Mozilla...
Besazos, amiga.
Debes de llevar razón, pero yo lo pondria en mi casa.
ResponderEliminarBaci.
Ja,ja! A mí me pasa lo mismo con algunas imagenes.Eres genial, Isabel, ya lo sabes.Me encanta como escribes y, como eres.Besazos.
ResponderEliminarPerce que, más que tritón, lagarto, lagarto...
ResponderEliminarUn poco tristón ese tritón.
ResponderEliminarHace menos de una hora que acabo de volver de viaje.
Un saludo.
Hola lales, no se le ve muy combativo, pero el tridente pincha... Besazos, guapa.
ResponderEliminarPues a mi me gusta el tritón.
ResponderEliminarHola isabel martínez barquero, este tipo de mosaicos creo que eran bastante abundantes, sobre todo en las termas y en los ambientes acuáticos... Para todo nos hace falta humor. Besazos.
ResponderEliminarHola diana laura, los tritones son personajes, en general, bastante simpáticos. Pero sí, a veces asustan. Besos.
ResponderEliminarHola xibeliuss jarr, hoy día nos llegan tantos cantos como de sirena o de caracola con intención de dejarnos inermes... Besos.
ResponderEliminarJa, ja, y tan malvados, dhyego. Sobre todo los que tienen mando en plaza. Besazos.
ResponderEliminarHola elena clásica, qué ciertas son tus palabras: estamos rodeados de cantos cuyo sentido último y cuyas primeras intenciones no son captadas por todo el mundo en su verdadera dimensión. Su monótona repetición adormece, nos hacen crer que es por "nuestro bien", que es lo único posible, que no cabe hacer otra cosa...y estamos rodeados de millones de tridentes listos para clavársenos en el espinazo. Besazos, querida amiga, y gracias por tus palabras siempre de ánimo.
ResponderEliminarJa, ja, dapazzi, también yo lo pondría en la mía. Besitos.
ResponderEliminarSí, mariajesusparadela, tú que entiendes de toda clase de animales creo que has calado a este lagarto... Ja, ja. Besos.
ResponderEliminarEspero que hayas disfrutado mucho de tu viaje, cayetano. Besazos y bienvenido.
ResponderEliminarHola carmen lópez y martí, también yo creo que es un tritón muy bonito. Me encanta ese mar poblado de seres mitológicos que tan bien sabían retratar los romanos. Pero el tridente pincha. Besos, querida amiga.
ResponderEliminarMe gusta, aunque de verdad que da un poco de respeto ese tridente pero aun asi tiene su encanto.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel feliz otoño.
No tengas miedo, los seres marinos y los delfines, siempre mecen a los amantes sobre las olas.
ResponderEliminarBesito natatorio.
Ja ja ja...a estos bandidos actuales ni falta les hace camuflarse, ya nos fastidian a todos sin tridente ni disfraces. Van por la cara y a dejarnos en la pobreza.
ResponderEliminarUn abrazo, chica inspirada.
Un tritón con pinta de bribón. Un tritón que podría ser perfectamente alguno de esos políticos que se pasean por ahí, y que pretenden engañarnos con cantos de sirena.
ResponderEliminarUn beso
Salud y República
Y a mi, que me gusta, jejejje.
ResponderEliminarUn besazo, mi querida Isabel.
Por cierto, me gustaria que leyeras un post, muy interesante.
ResponderEliminarhttp://pieldeletras.blogspot.com.es/2013/09/el-miedo-no-anda-en-burro.html?m=1
Besos mágicos.
Hola bertha, ya lo creo que tiene encanto ese tritón. Pero ya sabes, a veces las muchachas son desconfiadas... Besazos.
ResponderEliminarHola natalia tarraco, qué hermosa explicación nos has dado para no temer a los tritones. O, como decía Kavafis, refiriéndose a los monstruos que nos pueden asaltar a lo largo del viaje: "Ni a lestrigones, ni a cíclopes ni al airado Poseidón nunca temas; no hallarás tales seres en tu ruta si no es tu alma quien ante tí los pone". Besazos enormes.
ResponderEliminarHola virgi, ya sabía yo que ante tu mirada no velen los disfraces, ni de tritones ni de nada. ¡Lo pillas todo al vuelo! Y sí, realmente ya no necesitan esconderse... hasta que se anuncien nuevas elecciones. Besazos.
ResponderEliminarSaludos, emilia muñekita kat. Gracias por tu ofrecimiento. He entrado en el enlace de tu nombre y no conduce a ninguna página web. Como desconozco a qué sitios webs te refieres, me es imposible aceptar tu ofrecimiento. Espero que lo comprendas o que te expliques mejor. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola rgalmazán, ¡los tenemos a cientos! Navegamos por mares procelosos llenos de monstruos con las fauces abiertas. Y aún andamos despistados. Besazos.
ResponderEliminarHola morgana, saludos después de bastante tiempo. Los monstruos son atractivos y bonitos... siempre que los podamos mantener a raya.
ResponderEliminarHe visitado la entrada que me recomiendas, pero la verdad es que me ha parecido que hace referencia a un asunto muy personal y no he logrado comprenderlo bien. En cualquier caso, no es tuyo ¿verdad? Besazos y hasta pronto.
Mas vale que me ponga a corregir....
ResponderEliminarFelicitaciones por la segunda entrega o edicion del libro, Isabel.
Alex, Miss Lizzie y Xing Xing Carajo. (raro apellido el de la ultima,no?. Digamos que me gustan mucho los barcos)