Bienvenido, otoño, tú que llegas coronado de hojas y de
frutos. Espero de ti la dulce calabaza, los racimos de uvas que serán luego néctar
en las copas, las castañas tiernas entre las hojas de oro, las nueces y las
bellotas, las granadas símbolo de la fidelidad.
Con todo, tu regalo más importante es la sonrisa, pues
con ella en la boca lo amargo se convierte en dulce y las manos vacías se
llenan de amor.
NOTA: Queridos amigos, hoy es el DÍA MUNDIAL DE LA
SONRISA, así que conviene que regalemos tantas cuantas podamos.
*Representación del Otoño. Jardines de Villa Borghese, Roma. Foto: Isabel Barceló
Un texto precioso, que se agradece tras días llenos de pesadumbres y horrores.
ResponderEliminarUn abrazo,
AG
Otoño, granos de granada para una sonrisa.
ResponderEliminarSonrisa de piedra que parece viva como los frutos. Romano otoño, el día de la sonrisa debería durar un año, pero...imposible de no ser de piedra.
ResponderEliminarBesito.
El otoño se ha quedado de piedra cuando ha visto los tejemanejes de algunos de sus contemporáneos, que parece que sonríen y lo único que hacen es mostrar la dentadura. Me quedo con los frutos del otoño, con su tiempo templado, con sus hojas...
ResponderEliminarUn saludo.
Precioso, Isabel,exquisito. Me ha encantado y me ha hecho sentir muy bien.Deseo muchas sonrisas para tí y, para todos, aunque me hago cargo que para algunos y sobretodo algunas veces es difícil.Pero aún así que sea un otoño con muchas sonrisas para todos y, si puede ser que se prolonguen las sonrisas para todas las estaciones del año.Besos, Isabel.Eres genial.Siempre es un placer leérte.
ResponderEliminarBella oda al otoño no cabe duda que el que tiene el privilegio de ser risueño aparte que ilumina su faz hace más agradable su compañía.Yo soy de natural de poca sonrisa pero vamos a esforzarnos jeje el momento lo requiere.
ResponderEliminarUn abrazo feliz fin de semana Isabel.
Va mi sonrisa "per te", Isabel, que aunque hoy ya es 5, vale andar regalando sonrisas a los amigos fuera de fecha! Y abrazos, también.
ResponderEliminarSi la sonrisa se produce en los jardines de la villa Borghese es más bella. ¡Bienvenido otoño!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querida Isabel.
No me gusta el otoño, pero tratandose de roma y sus jardines, no creo que tenga que hacer un esfuerzo.....
ResponderEliminarROMA, ES MUCHA ROMA.
SALUDOS
Bienvenido tu otoño con la promesa del vino nuevo colgando de los racimos, querida Amiga. Y desde luego, te dejo esta sonrisa enorme y con mucho cariño.
ResponderEliminarHermoso texto lleno de poesía, es un lienzo pintado desde el fondo más intenso y vital del ser humano que se maravilla ante esa naturaleza otoñal.
ResponderEliminarBellísimo mi apreciada Isabel y que venga la risa porque la risa es vida!
Recibe un fuerte abrazo.
El otoño no me gusta, aunque tenga sus cosas buenas.
ResponderEliminarVale, Isabel.
Llego tarde a la celebración, pero... siempre me apuntaré a una sonrisa.
ResponderEliminarAbrazos
¡Feliz y próspero Otoño, Isabel!
ResponderEliminarBuena idea este homenaje al otoño pues para mí es la estación preferida. No hace calor ni frío (en Galicia) empieza uno el curso con renovadas ilusiones (que se han perdido ya al comenzar el nuevo año) y en general el paisaje está bonito en el campo...
ResponderEliminarTarde me entero de este día, pero da la casualidad que te acabo de dejar una en la otra entrada.
ResponderEliminarPor sonrisas que no quede, aquí te van más.
Y besos besos
Te envío miles de sonrisas.
ResponderEliminarAbrazos fuertes.