De todas las ninfas, Egeria, me eres
la más querida. A tu bosque acudo con frecuencia; llevo siempre florecillas
para ofrendarte en tu fuente; venero tus aguas cristalinas y sólo perturbo su
quietud mojando en ellas una ramita de laurel para purificar mi frente con sus
gotas. Ven pues, a mi encuentro ahora que te llamo. Más que nunca necesito de
tu sabiduría. ¿No fueron tus consejos los que convirtieron a Numa Pompilio en
un rey sabio y respetado?
Pues ahora han cambiado las
tornas y somos nosotros, los romanos plebeyos – no los reyes, ni los gobernantes – quienes necesitamos ser respetados. Infúndenos
tu saber, Egeria, y ya que no acertamos a librarnos ahora mismo de los depredadores
que nos esquilman, al menos enséñanos a defendernos de ellos.
NOTA 1: Según la leyenda relativa a
los primeros reyes de Roma, la ninfa Egeria fue consejera del rey Numa Pompilio.
Se encontraban por la noche en el bosque de las Camenas, donde ella habitaba,
muy cerca de la puerta Capena. En materia religiosa le habría enseñado los
ritos y ceremonias gratos a los dioses. Las interpretaciones modernas asimilan
a Egeria con la diosa Diana y la unión de ambos representaría una suerte de pacto
entre las fuerzas de la civilidad y las de la naturaleza.
*Ninfeo de Egeria. Parque del valle
de la Caffarella, Roma. Foto: Isabel Barceló.
NOTA 2: Os dejo el enlace a la CRÓNICA DE LA PRESENTACIÓN de La muchacha de Catulo en Madrid. También os dejo algunas fotos... Gracias a todos los amigos/as que me acompañaron. Me hubiera gustado poner los nombres de todos, pero me rindo: me resulta imposible encajar el texto y las fotos.
Con Olalla García y Arturo Gonzalo Aizpiri, mis presentadores:
Seguro que la ninfa Egeria te protege, Isabel.
ResponderEliminarVale.
Y enhorabuena.
Que proteja a todos los desarraigados, los desahuciados, los inmigrantes sin papeles, los parados, los abuelos que cuidan largas proles, los niños mal alimentados, los ancianos sin cuidados...
ResponderEliminarY así muchos más, mientras esta gente siga.
Un abrazo
Una vez más te felicito aunque prefiero la acción a la protección.
ResponderEliminar¡Qué bien te veo, tocaya!
ResponderEliminarDa gusto, tanto como leerte.
Compato tu invocación, y yo le pediría más unión entre los débiles para que nuestra voz se haga más fuerte.
Abrazos y felicitaciones.
Se te ve radiante de felicidad. Ha debido ser muy emocionante.
ResponderEliminarPiensa que aunque otros no hemos estado físicamente allí,sí te hemos acompañado silenciosamente desde nuestras lecturas.
Mi enhorabuena.
Preciosa entrada, Isabel. Una delicia.Y muy buen ambiente en Madrid.Me alegro mucho.!Enhorabuena.!
ResponderEliminar¡Qué los dioses nos protejan! Falta nos hace, por lo menos a algunos. Muchos besos.
Que relajada se te nota estais todos estupendos y el ambiente lo dice todo.
ResponderEliminarUn abrazo muchas gracias por compartir estos momentos...los disfrutamos!
Venerable dama
ResponderEliminarTe felicito una vez más por tan merecidos logros y que el éxito te siga acompañado.
Preciosa invocación, que nunca está de más, pero ya lo sabemos la inspiración y tu buen hacer nunca te abandonan.
Un fuerte abrazo.
Vamos a invocar a la ninfa pero ya.
ResponderEliminarQué bien nos vendría tener las armas adecuadas para derrotar a los que nos han perdido totalmente el respeto!
Veo que los madriles han ido muy bien :D
Un beso
quedan aún muchas historias de ninfas por contar...
ResponderEliminarGracias por el reportaje fotográfico.
Mi muy apreciada y noble Isabel Romana:
ResponderEliminarMi adorada prima Egeria siempre acude a las invocaciones de los que se expresan con sabiduría y respeto hacia ella y puesto que este es el caso, ya estará acudiendo a tu justa llamada. Ya va siendo hora de que los dignos plebeyos alcen su voz contra los desatinos en los que depredadores los están sumiendo, las ninfas estaremos muy cerca de ellos. Que no tengan ninguna duda, házselo saber noble Romana.
Tu admiradora, Silana.
Y después de las palabras de Silana, aparezco yo de manera más prosaica y recuerdo contigo, querida Isabel, la belleza de la presentación de tu maravillosa obra en Madrid. Prendida de tus palabras me quedé y atada a su hilo sigo. Como se nota que eres amiga de la ninfa Egeria, pues mirra destiló tu discurso y su poesía.
Qué bonitos momentos y qué dicha tenerte tan cerca. Un gran abrazo, querida amiga.
Llovía aquella noche como si virgo hubiese volcado su ánfora para bañar las calles de la ciudad, a pesar de la fatiga y el inclemente clima, me desplace para ver a mi amiga aunque fuese solo el tiempo que un colibrí bate sus alas, aun así mereció la pena el lance, siempre único en su especie y fue allí donde me fue revelado, que gusta de la oscura y dulce bebida como si del negro vino del elesponto se tratara, somos hermandad.
ResponderEliminarBesos y abrazos.
Esperaremos a que llegue el día en que esa presentación pueda tener lugar por estas tierras. Será un placer acudir...
ResponderEliminarHasta entonces, suerte y mucha salud!
Felicitaciones, ISA!!!
ResponderEliminarSuerte
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