Querías gobernar a tu mujer en todo: la ropa que vestía,
la hora de salir y de regresar, las llamadas, el dinero, en quién debía pensar
y a quién amar. Te creías un dios con poder omnipotente sobre ella.
Sí, te creías un dios y has elegido como modelo a uno
muy antiguo, tan remoto que las criaturas que entonces poblaban el mundo aún no
tenían forma humana. Has elegido ser Saturno y devorar a tus propias hijas.
Maldita sea tu divinidad.
NOTA:
Este post me lo ha inspirado el atroz crimen cometido por un padre contra sus
dos hijas. Luchemos juntos contra esa lacra detestable y para impedir que los maltratadores conserven la
custodia de sus hijos y mantengan régimen de visitas.
*Imagen:
“Saturno devorando a sus hijos” de Francisco de Goya. Imagen tomada de Internet,
de la página “Agrega. educación.es”
Presentación del libro "016. Relatos que se deben contar", para denunciar la violencia de género. Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valencia. Grupo de autores, editor y otros amigos y colaboradores.
Una lacra que cada vez parece más una pesadilla. ¿En qué piensan los jueces?
ResponderEliminarUn saludo.
Aplaudo y me solidarizo a la distancia
ResponderEliminarAsí arda en el Averno el criminal que es capaz de hacer eso con sus propias hijas.
ResponderEliminarVale, Isabel.
La fuerza solo engendra males. Apelemos al amor.
ResponderEliminarNunca entenderé cómo un padre o una madre pueden asesinar a sus hijos.
ResponderEliminarPobres niños.
No quedan ya palabras para denunciar estos horrores. Que nunca nos fallen las fuerzas para luchar contra ellos y los comportamientos que los hacen posibles.
ResponderEliminarUn abrazo, Isabel. Me alegra tu vuelta.
Sin palabras de pura frustración de recordar que los descerebrados y descorazonados existen.
ResponderEliminarEspeluznante parricidio y ademas de la forma tan violenta.Todo crimen es injusto pero encima esa violencia, cuanto odio xD.
ResponderEliminarUn abrazo Isabel.
Querida Isabel:
ResponderEliminarEse crimen espantoso pertenece a un mundo en el que sus pobladores, como bien explicas, aún no tenían forma humana.
Qué importante es denunciar una y otra vez la violencia contra los más débiles. Qué gran labor la tuya y qué necesaria.
¡Malditos cobardes!
Un gran abrazo, querida Isabel.
....Y lo peor de todo, es que no sabemos cómo remediarlo.
ResponderEliminar¿A qué nivel de degradación puede llegar una persona para llegar a cometer semejante felonía?
Es el peor de todos los crímenes posibles: matar a sus propias hijas, dos niñas, con tal de hacerle un daño profundísimo y vitalicio a su esposa.
ResponderEliminarTu reflexión es tan oportuna como contundente. Gracias por tus aportaciones, Isabel.
Besos.
Gracias, queridos amigos. Un abrazo muy fuerte.
ResponderEliminarNada más representativo respecto de estos "engendros contemporáneos", asesinos de sus hijos, que lo que has escrito y has ilustrado con la pintura de Goya. Ya que la justicia algunas veces parece estar más ciega que otras, hay que denunciar.
ResponderEliminarEn Argentina tenemos el caso de un odontólogo que asesinó a su mujer, su suegra, y sus 2 hijas mujeres!!! Ahora tiene prisión domiciliaria (por ser mayor de edad), y está "reclamando" la herencia de la mujer, a esa que mató!!!! Al menos la Cámara se lo ha denegado por "indigno", esa fue la carátula. Un horror.Gracias Isa. Gran abrazo.