Esto había dicho Corina, en su casa, un
poco antes de responder al mensaje enviado por Ovidio proponiéndole una cita.
Me dais pena, tablillas. Más
que de cera, os desearía hechas de miel para llevar a mi amado las dulzuras de
mi amor. Mas ¡ay! vosotras que tantas veces habéis sido alisadas conocéis la inconsistencia
de las promesas de mi Ovidio, cuánto
ama él enfrentarse a dificultades y rechazos, cómo estimula y acrecienta su
ardor el hallar contrariedades en el camino. Así pues, aunque mi mano y mi
corazón y mi cuerpo entero, temblorosos, quieran decir que sí, que iré a su
encuentro gozosa, he de escribir lo contrario. ¡Que arda de furia y celos mi
poeta! Solo así me será dado retenerlo más tiempo.
Me dais pena, tablillas, pues obligándoos a mentir, os expongo a su ira. Mas vosotras solo sois madera y cera, dúctiles y, a la vez, más resistentes que mi corazón.
NOTA:
Esta fue la reacción de Ovidio al recibir la respuesta de Corina.
Ay, amores! Como tú muy bien has dicho querida Isabel.Parece que la lúcida Corina "le sigue el juego a Ovidio" o ¿Quiere "pagarle" con su misma "medicina"? Es muy inteligente nuestra chica, aunque no sé si al final este "ardid" le resultará útil o no. Todas "estas cavilaciones y sufrimientos" son el resultado del infame patriarcado que le tocó vivir y que nos sigue y nos seguirá tocando vivir, por desgracia; esto es lo que hay, sólo por eso las mujeres ya lo tenemos muchísimo más dificil en todo, y tenemos que pensar mucho más y mejor para "buscarnos" la vida.Muchos besos bella y sabia romana.Un placer como siempre.
ResponderEliminarQuería decir pagarle con su misma moneda o darle su misma medicina, es que yo también he sido víctima del infame patriarcado, machismo, ja,ja,( aunque no es para reírse en absoluto, pero tomárselo con humor ayuda mucho a hacer más llevaderos los sufrimientos; entre otras cosas) si yo te contara...Un afectuoso abrazo bella y sabia romana.
ResponderEliminarMisterios de internet. Si pincho en el enlace que mandas por email, pone que la entrada no existe; pero doy de que sí es real. Tan real como querer hacer rabiar al poeta para que se interese más por Corina.
ResponderEliminarUn saludo, Isabel.
Doy "fe", quería decir (como los notarios).
ResponderEliminarHola Yolanda, desde luego que todos esos ardides y trucos que las mujeres han de emplear para la seducción de los hombres vienen, en cierto modo, obligados por esas relaciones machistas que están tan arraigadas en la sociedad. Ante eso, cada cual afina su ingenio como puede. Corina conoce muy bien las debilidades de Ovidio y las explota. Besazos, querida amiga.
ResponderEliminarPues sí, cayetano gea, parece cosa de duendes... Está, no está... En fin. Gracias por advertirme. Besazos.
Ay, esos amores no correspondidos...
ResponderEliminarVale, Isabel.
Enhorabuena por la entrada, Isabel. Me alegra ver activo de nuevo tu magnifico blog.
ResponderEliminarUn beso.
Querida Isabel:
ResponderEliminarQué pena es arder de amor y tener que vestir una máscara para disimularlo. Pero qué inteligente es Corina y que aplomo para dirigir los hilos del amor con el acierto de conocer al inconstante amado.
Bravo Corina. Brava, Isabel. Un abrazo fuerte, querida.
Saludos, Dhyego. Cornia sí corresponde al amor de Ovidio, pero no se fía de él... Besazos.
ResponderEliminarHola María Carmen Gracía Franconetti, ya ves que, poco a poco, voy retomando la actividad del blog,cuesta un poco. Besazos y gracias por tu visita.
Hola Elena Clásica, ciertamente es una pena que no puedan expresarse los sentimientos con la sinceridad necesaria, pero el amor es una aventura y tiene muchos vericuetos. Muy sabias tus palabras. Besazos.
Qué bueno.
ResponderEliminarSiempre me ha llamado la atención lo de la tabla rasa. En el fondo, también sucede ahora con lo que escribimos directamente en el ordenador.
Besos.
Cierto, pedro Ojeda escudero, nada permanece... Besos.
ResponderEliminarHe empezado muy bien la mañana: leyéndote. Preciosa entrada, Isabel.
ResponderEliminarIntentando retomar lecturas, gracias por seguir por aqui.
ResponderEliminarUn abrazo romana